• Las reuniones en la Taberna Lambad no eran tan habituales como parecía, a veces sus agendas les impedían coincidir la mayoría del tiempo y, en otras, eran sus pocos deseos de interactuar con otras personas quien le impedían llegar en tiempo y forma. Pero, al final, Alhaitham siempre terminaba asistiendo, así fuera tarde, para evitar que Kaveh terminara reclamándole por cosas sin sentido como que había dejado un cliente en espera o que los demás sí habían sacrificado asuntos personales cuando él era un egoísta que no podía brindarles ni un poco de su tiempo.

    A pesar de todo, las reuniones siempre eran bulliciosas, siempre había temas de los que hablar y cada uno era más diferente que el otro. Cyno siempre hablaba de una nueva carta o un nuevo dorso que adquiriera para su colección de Invocación de los Sabios, otras veces era él insistiendo a Tignari para que aprendiera a jugar con él o cosas relacionadas a su trabajo como Gran Juez. Pero siempre estaban sobre la mesa sus cartas y sus dados, esperando el momento que alguno de los tres fuese la víctima que se ofreciera a probar su nuevo mazo. El Guardabosques siempre hablaba de sus labores, de la cantidad de exploradores que habían caído en trampas o alguna nueva investigación que estuviese realizando, además de ser el único que parecía darle ánimos más amables a Kaveh sobre sus problemas. Al final, quedaba Kaveh, la gran estrella de la escuela de Tecnología, que se la pasaba quejándose de sus clientes, de los cambios de último minuto que habían pedido en sus planos, de la falta de dinero y del temperamento tan apático que el Escriba solía mostrar incluso en esas reuniones.

    Y a pesar de que siempre había un tema sobre la mesa, Alhaitham mantenía sus comentarios centrados y directos, siempre opinando en el momento correcto y debatiendo, con argumentos razonables y perfectos, los vacíos argumentos sentimentales con los que Kaveh solía excusar las tragedias de su vida. Aún así, para él, resultaba entretenido compartir su tiempo después del trabajo con ellos. Eran un grupo diverso, con aspiraciones y personalidades diferentes que lograba cubrir las debilidades apoyándose en sus fortalezas. Era el grupo más cercano a algo que Alhaitham podía considerar como "amigos".

    « Tal vez, no es tan malo visitar la taberna de vez en cuando. »
    Las reuniones en la Taberna Lambad no eran tan habituales como parecía, a veces sus agendas les impedían coincidir la mayoría del tiempo y, en otras, eran sus pocos deseos de interactuar con otras personas quien le impedían llegar en tiempo y forma. Pero, al final, Alhaitham siempre terminaba asistiendo, así fuera tarde, para evitar que Kaveh terminara reclamándole por cosas sin sentido como que había dejado un cliente en espera o que los demás sí habían sacrificado asuntos personales cuando él era un egoísta que no podía brindarles ni un poco de su tiempo. A pesar de todo, las reuniones siempre eran bulliciosas, siempre había temas de los que hablar y cada uno era más diferente que el otro. Cyno siempre hablaba de una nueva carta o un nuevo dorso que adquiriera para su colección de Invocación de los Sabios, otras veces era él insistiendo a Tignari para que aprendiera a jugar con él o cosas relacionadas a su trabajo como Gran Juez. Pero siempre estaban sobre la mesa sus cartas y sus dados, esperando el momento que alguno de los tres fuese la víctima que se ofreciera a probar su nuevo mazo. El Guardabosques siempre hablaba de sus labores, de la cantidad de exploradores que habían caído en trampas o alguna nueva investigación que estuviese realizando, además de ser el único que parecía darle ánimos más amables a Kaveh sobre sus problemas. Al final, quedaba Kaveh, la gran estrella de la escuela de Tecnología, que se la pasaba quejándose de sus clientes, de los cambios de último minuto que habían pedido en sus planos, de la falta de dinero y del temperamento tan apático que el Escriba solía mostrar incluso en esas reuniones. Y a pesar de que siempre había un tema sobre la mesa, Alhaitham mantenía sus comentarios centrados y directos, siempre opinando en el momento correcto y debatiendo, con argumentos razonables y perfectos, los vacíos argumentos sentimentales con los que Kaveh solía excusar las tragedias de su vida. Aún así, para él, resultaba entretenido compartir su tiempo después del trabajo con ellos. Eran un grupo diverso, con aspiraciones y personalidades diferentes que lograba cubrir las debilidades apoyándose en sus fortalezas. Era el grupo más cercano a algo que Alhaitham podía considerar como "amigos". « Tal vez, no es tan malo visitar la taberna de vez en cuando. »
    Me encocora
    1
    0 turnos 0 maullidos 112 vistas
  • Si de algo carecía la pelirroja era paciencia.

    Todas las cosas en su vida las empujaba forzándolas hasta su límite para obtener lo más pronto posible lo que quería, y siempre lo lograba; Así era, impetuosa por naturaleza como su elemento -el fuego- avasalladora, fugaz y agresiva ... hasta ahora.

    La pequeña motita -bautizada así por Kazuo- con luz y magia propia tardaría meses en mostrarse al mundo.
    Aún no nacía y ya le estaba enseñando a Elizabeth bases fundamentales, a regañadientes Liz estaba aprendiendo a esperar y a vivir con más pausas.

    Desde que decidió finalmente seguir con la gestación empezó a diario a colgar del árbol contiguo al templo trozos de tela de la ropa que ya no le quedaba con nombres tentativos tanto de hombre como de mujer (puesto que aún no había certeza de que sería).

    Por semanas cada día sin falta iba añadiendo un retazo, a veces no tenía nada escrito porque ningun nombre había venido a su mente, pero no dejaba de hacerlo por eso, se había transformado en casi un ritual sagrado, una forma de aplacar su ansiedad
    Si de algo carecía la pelirroja era paciencia. Todas las cosas en su vida las empujaba forzándolas hasta su límite para obtener lo más pronto posible lo que quería, y siempre lo lograba; Así era, impetuosa por naturaleza como su elemento -el fuego- avasalladora, fugaz y agresiva ... hasta ahora. La pequeña motita -bautizada así por Kazuo- con luz y magia propia tardaría meses en mostrarse al mundo. Aún no nacía y ya le estaba enseñando a Elizabeth bases fundamentales, a regañadientes Liz estaba aprendiendo a esperar y a vivir con más pausas. Desde que decidió finalmente seguir con la gestación empezó a diario a colgar del árbol contiguo al templo trozos de tela de la ropa que ya no le quedaba con nombres tentativos tanto de hombre como de mujer (puesto que aún no había certeza de que sería). Por semanas cada día sin falta iba añadiendo un retazo, a veces no tenía nada escrito porque ningun nombre había venido a su mente, pero no dejaba de hacerlo por eso, se había transformado en casi un ritual sagrado, una forma de aplacar su ansiedad
    Me encocora
    Me gusta
    9
    1 turno 0 maullidos 272 vistas
  • —¿Tanto te gusta verme morir una y otra vez?...¿Tanto te gusta el ver sufrir a alguien?,si,puedo verte a traves del cristal,tu pudiste haber evitado todo,pero decidiste ver en lugar de actuar...si quieres ver a la gente agonizar,lo hare para tu deleite..
    —¿Tanto te gusta verme morir una y otra vez?...¿Tanto te gusta el ver sufrir a alguien?,si,puedo verte a traves del cristal,tu pudiste haber evitado todo,pero decidiste ver en lugar de actuar...si quieres ver a la gente agonizar,lo hare para tu deleite..
    0 turnos 0 maullidos 107 vistas
  • — Los bateas, literalmente, y les dices que no es "no". Una y otra vez. Que no los quieres ver. Que te dejen en paz. Estás tan harta que empiezas a perder la paciencia, les gritas que no es no, que jamás, que ni amigos, que nada de nada. Explotas y los insultas, que son cabezahuecas, que no saben leer, que no tienen comprensión, que no tienes el menor interés se volver a interactuar con semejante simio. ¿Y qué hace? Te manda solicitud...
    — Los bateas, literalmente, y les dices que no es "no". Una y otra vez. Que no los quieres ver. Que te dejen en paz. Estás tan harta que empiezas a perder la paciencia, les gritas que no es no, que jamás, que ni amigos, que nada de nada. Explotas y los insultas, que son cabezahuecas, que no saben leer, que no tienen comprensión, que no tienes el menor interés se volver a interactuar con semejante simio. ¿Y qué hace? Te manda solicitud...
    Me enjaja
    3
    4 turnos 0 maullidos 342 vistas
  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    [Holi, no he respondido ni un solo rol hoy, lo siento, estoy un poquito sin fuerzas. Trataré de hacerlo de aquí a un rato, pero no esperen mi cadencia habitual porfi]
    [Holi, no he respondido ni un solo rol hoy, lo siento, estoy un poquito sin fuerzas. Trataré de hacerlo de aquí a un rato, pero no esperen mi cadencia habitual porfi]
    Me encocora
    4
    3 comentarios 0 compartidos 1006 vistas
  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    //Día dos, imaginando lo genial que sería más fandom del Zelda. O que alguien se animase directamente a interactuar con Link, que ya se que llevo a una versión un poco hijoputense a veces pero es un gremlin que no muerde (casi nunca)
    //Día dos, imaginando lo genial que sería más fandom del Zelda. O que alguien se animase directamente a interactuar con Link, que ya se que llevo a una versión un poco hijoputense a veces pero es un gremlin que no muerde (casi nunca)
    Me enjaja
    1
    0 comentarios 1 compartido 406 vistas
  • ㅤㅤ
    ㅤㅤ
    ㅤㅤㅤㅤ ¿Cᴏ́ᴍᴏ ᴘᴜᴇᴅᴇ sᴇʀ ᴛᴀɴ ᴅɪғɪ́ᴄɪʟ ʟɪʙʀᴀʀsᴇ ᴅᴇ ᴜɴ ᴀʀᴄᴀ́ɴɢᴇʟ?
    ㅤㅤㅤㅤ⧽ 𝐌𝐎𝐍𝐎𝐑𝐎𝐋


    ㅤㅤ

    ㅤㅤㅤㅤㅤEl búnker estaba sumido en un tenso silencio, roto solo por el crujido de las páginas al pasar y el ocasional suspiro de frustración. Hope Mikaelson se encontraba sentada en la gran mesa de la biblioteca, rodeada de libros tan antiguos que sus portadas estaban descoloridas y sus páginas amarillentas. Llevaba horas estudiando, los codos apoyados sobre un grimorio en latín, el ceño fruncido mientras intentaba descifrar la combinación de símbolos que tenía frente a ella.

    —Dime que encontraste algo —dijo Dean, apoyándose en el respaldo de una silla con un recién servido vaso de whisky en la mano.

    Hope exhaló pesadamente y cerró un libro con más fuerza de la necesaria.

    —Si por "algo" te refieres a un hechizo que no requiera sangre de arcángel o que no nos haga volar en pedazos, entonces no.

    —Genial —gruñó Dean—. Entonces estamos igual que hace seis horas.

    Sam, que estaba revisando otro manuscrito en la esquina de la mesa, levantó la vista.

    —No exactamente. Encontré referencias a un ritual de sellado en textos enochianos, pero está incompleto. Necesitamos una fuente de poder lo suficientemente fuerte para contener a Miguel.

    Hope pasó una mano por su cabello, claramente agotada, pero sus ojos brillaban con determinación.

    —Podría intentarlo con mi magia. La sangre de tríbrida ya me conecta con lo sobrenatural de formas que ni siquiera entiendo del todo.

    Dean resopló.

    —Sí, porque meter magia oscura en la ecuación siempre sale bien.

    —No es magia oscura —lo corrigió Hope, dedicándole una sonrisa burlona— Es ancestral. Mi familia la ha usado durante siglos.

    Sam inclinó la cabeza, analizando el grimorio frente a él.

    —Podría funcionar… pero necesitaríamos anclajes. Algo que mantenga estable la energía sin que te consuma.

    Hope deslizó la yema de los dedos sobre un símbolo dibujado a mano en el pergamino más cercano. Había algo familiar en él, algo que hacía eco en su sangre.

    —Creo que ya sé por dónde empezar —dijo en voz baja.

    Dean y Sam intercambiaron una mirada.

    —Solo dime que no terminarás poseída o explotando el búnker —murmuró Dean.

    Hope sonrió con ironía, tomando una pluma para anotar sus ideas. —Haré lo posible.


    #Personajes3D #3D #Comunidad3D #Monorol
    ㅤㅤ ㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤ ¿Cᴏ́ᴍᴏ ᴘᴜᴇᴅᴇ sᴇʀ ᴛᴀɴ ᴅɪғɪ́ᴄɪʟ ʟɪʙʀᴀʀsᴇ ᴅᴇ ᴜɴ ᴀʀᴄᴀ́ɴɢᴇʟ? ㅤㅤㅤㅤ⧽ 𝐌𝐎𝐍𝐎𝐑𝐎𝐋 ㅤ ㅤ ㅤㅤ ㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤEl búnker estaba sumido en un tenso silencio, roto solo por el crujido de las páginas al pasar y el ocasional suspiro de frustración. Hope Mikaelson se encontraba sentada en la gran mesa de la biblioteca, rodeada de libros tan antiguos que sus portadas estaban descoloridas y sus páginas amarillentas. Llevaba horas estudiando, los codos apoyados sobre un grimorio en latín, el ceño fruncido mientras intentaba descifrar la combinación de símbolos que tenía frente a ella. —Dime que encontraste algo —dijo Dean, apoyándose en el respaldo de una silla con un recién servido vaso de whisky en la mano. Hope exhaló pesadamente y cerró un libro con más fuerza de la necesaria. —Si por "algo" te refieres a un hechizo que no requiera sangre de arcángel o que no nos haga volar en pedazos, entonces no. —Genial —gruñó Dean—. Entonces estamos igual que hace seis horas. Sam, que estaba revisando otro manuscrito en la esquina de la mesa, levantó la vista. —No exactamente. Encontré referencias a un ritual de sellado en textos enochianos, pero está incompleto. Necesitamos una fuente de poder lo suficientemente fuerte para contener a Miguel. Hope pasó una mano por su cabello, claramente agotada, pero sus ojos brillaban con determinación. —Podría intentarlo con mi magia. La sangre de tríbrida ya me conecta con lo sobrenatural de formas que ni siquiera entiendo del todo. Dean resopló. —Sí, porque meter magia oscura en la ecuación siempre sale bien. —No es magia oscura —lo corrigió Hope, dedicándole una sonrisa burlona— Es ancestral. Mi familia la ha usado durante siglos. Sam inclinó la cabeza, analizando el grimorio frente a él. —Podría funcionar… pero necesitaríamos anclajes. Algo que mantenga estable la energía sin que te consuma. Hope deslizó la yema de los dedos sobre un símbolo dibujado a mano en el pergamino más cercano. Había algo familiar en él, algo que hacía eco en su sangre. —Creo que ya sé por dónde empezar —dijo en voz baja. Dean y Sam intercambiaron una mirada. —Solo dime que no terminarás poseída o explotando el búnker —murmuró Dean. Hope sonrió con ironía, tomando una pluma para anotar sus ideas. —Haré lo posible. #Personajes3D #3D #Comunidad3D #Monorol
    Me gusta
    Me endiabla
    2
    0 turnos 0 maullidos 531 vistas
  • El Eco del Invierno
    Fandom Libre
    Categoría Suspenso
    〈 Starter con Sylus ♡ 〉

    El día se encontraba inmerso en la quietud gris del invierno, un manto de nubes pesadas cubría el cielo, ahogando cualquier destello de luz. La niebla se deslizaba entre los árboles como un susurro lejano, ocultando el contorno del paisaje, distorsionando la percepción del mundo. En la orilla de un río que fluía con una calma inquietante, Móiril se encontraba sola, de pie sobre las piedras cubiertas de musgo. Sus ojos brillaban como brasas apagadas, observando las aguas turbias que arrastraban hojas caídas y ramas rotas, sin prisa ni dirección aparente.

    El sonido del agua, suave pero constante, parecía tener un eco peculiar, como si el río mismo susurrara secretos olvidados. La corriente serpenteaba entre las rocas, arrastrando consigo el peso del tiempo. Móiril se permitió estar en silencio, envuelta en su propia reflexión, el viento frío acariciando su piel. Las estaciones cambiaban, y con ellas, la sensación inmutable del paso del tiempo se volvía más profunda, más agobiante. El invierno traía consigo una quietud temerosa, pero también un recordatorio de lo que quedaba atrás, lo que se había perdido en los rincones del alma.

    —El invierno... Es el suspiro de la tierra antes de su muerte... O su renacimiento. —Su voz resonó suavemente, más para sí misma que para cualquier otra presencia. Los árboles desnudos, sus ramas como dedos esqueléticos apuntando hacia el vacío, parecían ser un reflejo perfecto de la tormenta que arremolinaba en su interior. No era solo la estación lo que la perturbaba; había algo en el aire, un tinte de lo inevitable.

    Un sonido repentino la sacó de sus pensamientos. Un batir de alas, un movimiento en la bruma. Giró la cabeza con lentitud y sus ojos se encontraron con la silueta oscura de un cuervo posado en una rama baja, su plumaje brillante a pesar de la falta de luz. La miraba con esa intensidad críptica que ella aún no lograba descifrar, pues no era la primera vez que esa situación se daba. Esos pájaros la seguían, apareciendo en los momentos más inesperados, observándola en silencio como si supieran algo que ella aún ignoraba.

    Su mirada se mantuvo fija en el animal por un largo instante, su respiración quedando suspendida en el aire helado.
    〈 Starter con [blast_gold_koala_419] ♡ 〉 El día se encontraba inmerso en la quietud gris del invierno, un manto de nubes pesadas cubría el cielo, ahogando cualquier destello de luz. La niebla se deslizaba entre los árboles como un susurro lejano, ocultando el contorno del paisaje, distorsionando la percepción del mundo. En la orilla de un río que fluía con una calma inquietante, Móiril se encontraba sola, de pie sobre las piedras cubiertas de musgo. Sus ojos brillaban como brasas apagadas, observando las aguas turbias que arrastraban hojas caídas y ramas rotas, sin prisa ni dirección aparente. El sonido del agua, suave pero constante, parecía tener un eco peculiar, como si el río mismo susurrara secretos olvidados. La corriente serpenteaba entre las rocas, arrastrando consigo el peso del tiempo. Móiril se permitió estar en silencio, envuelta en su propia reflexión, el viento frío acariciando su piel. Las estaciones cambiaban, y con ellas, la sensación inmutable del paso del tiempo se volvía más profunda, más agobiante. El invierno traía consigo una quietud temerosa, pero también un recordatorio de lo que quedaba atrás, lo que se había perdido en los rincones del alma. —El invierno... Es el suspiro de la tierra antes de su muerte... O su renacimiento. —Su voz resonó suavemente, más para sí misma que para cualquier otra presencia. Los árboles desnudos, sus ramas como dedos esqueléticos apuntando hacia el vacío, parecían ser un reflejo perfecto de la tormenta que arremolinaba en su interior. No era solo la estación lo que la perturbaba; había algo en el aire, un tinte de lo inevitable. Un sonido repentino la sacó de sus pensamientos. Un batir de alas, un movimiento en la bruma. Giró la cabeza con lentitud y sus ojos se encontraron con la silueta oscura de un cuervo posado en una rama baja, su plumaje brillante a pesar de la falta de luz. La miraba con esa intensidad críptica que ella aún no lograba descifrar, pues no era la primera vez que esa situación se daba. Esos pájaros la seguían, apareciendo en los momentos más inesperados, observándola en silencio como si supieran algo que ella aún ignoraba. Su mirada se mantuvo fija en el animal por un largo instante, su respiración quedando suspendida en el aire helado.
    Tipo
    Individual
    Líneas
    Cualquier línea
    Estado
    Disponible
    Me gusta
    2
    0 turnos 0 maullidos 634 vistas
  • En el refugio subterráneo, donde el hormigón y el acero dictaban la estética del espacio, Poppy Davies creaba su propio santuario de sofisticación. Con movimientos medidos y gráciles, abrió la llave de la bañera esmaltada /una rareza en aquel lugar/ y dejó que el agua caliente comenzara su danza humeante.

    Seleccionó con precisión un frasco de cristal biselado, destapándolo con la punta de los dedos coronados con una impecable manicura. Vertió unas gotas de esencia de bergamota y vainilla en el torrente, seguido de un polvo nacarado que, al tocar el agua, se transformó en una espuma etérea. Las burbujas ascendían en volutas perfectas, envolviendo la superficie en un velo perfumado.

    Poppy se despojó de su bata de raso, dejándolo colgado con el mayor cuidado del mundo, como si en lugar de una simple prenda, fuera el objeto mas preciado del mundo. Se deslizó en el baño con una elegancia innata, dejando que el calor relajara cada músculo, cada pensamiento. Cerró los ojos, y por un momento, el búnker desapareció. Solo quedaba el aroma sutil de su baño, la caricia efervescente del agua y la inquebrantable sensación de que, sin importar el mundo exterior, ella siempre sería impecable.

    #Personajes3D #3D #Comunidad3D
    En el refugio subterráneo, donde el hormigón y el acero dictaban la estética del espacio, Poppy Davies creaba su propio santuario de sofisticación. Con movimientos medidos y gráciles, abrió la llave de la bañera esmaltada /una rareza en aquel lugar/ y dejó que el agua caliente comenzara su danza humeante. Seleccionó con precisión un frasco de cristal biselado, destapándolo con la punta de los dedos coronados con una impecable manicura. Vertió unas gotas de esencia de bergamota y vainilla en el torrente, seguido de un polvo nacarado que, al tocar el agua, se transformó en una espuma etérea. Las burbujas ascendían en volutas perfectas, envolviendo la superficie en un velo perfumado. Poppy se despojó de su bata de raso, dejándolo colgado con el mayor cuidado del mundo, como si en lugar de una simple prenda, fuera el objeto mas preciado del mundo. Se deslizó en el baño con una elegancia innata, dejando que el calor relajara cada músculo, cada pensamiento. Cerró los ojos, y por un momento, el búnker desapareció. Solo quedaba el aroma sutil de su baño, la caricia efervescente del agua y la inquebrantable sensación de que, sin importar el mundo exterior, ella siempre sería impecable. #Personajes3D #3D #Comunidad3D
    Me gusta
    1
    0 turnos 0 maullidos 262 vistas
  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    |•| Me siento sucio por haber aplicado IA sobre el sagrado dibujo de una amiga... Pero aquí estamos. Al menos el aspecto de Lane está más actualizado. xD
    |•| Me siento sucio por haber aplicado IA sobre el sagrado dibujo de una amiga... Pero aquí estamos. Al menos el aspecto de Lane está más actualizado. xD
    Me gusta
    Me encocora
    Me enjaja
    5
    1 comentario 0 compartidos 406 vistas
Ver más resultados
Patrocinados