• *Desde su enfrentamiento con Nero, él no lo volvió a buscar. Experimentó una sensación de olvido, ya que esta ausencia en mi pecho es dolorosa.*

    *Al abrir los ojos, experimentó un dolor inexplicable. Al retirar las sábanas, mis ojos observaron la trágica ausencia. Con mucho cuidado, lo envolví en las sábanas y, al levantarme de la cama, caminé hacia el templo. Las sacerdotisas, al notar las huellas de sangre en mis pies y lo que sostenía en brazos, lo entendieron; pero yo, ni una sombra de tristeza ni una lágrima. Ni un lamento; solo experimentaba un vacío interior. Las sacerdotisas llevaron el peso que sostenía en sus brazos, colocándolo en una mesa funeraria, comenzando a escucharse quejas de angustia y melancolía. Los soldados y todos en el palacio inclinaron la cabeza por la desaparición de un ser luminoso. Una sacerdotisa se aproximó a mí para que encendiera el fuego sagrado y purificara el pequeño cuerpo envuelto, enviándolo a la diosa de la luna. Me acerqué, encendiendo la llama sagrada, mientras las sacerdotisas sostenían al cuerpo del no nacido, consumiendo todo el templo.*
    *Desde su enfrentamiento con Nero, él no lo volvió a buscar. Experimentó una sensación de olvido, ya que esta ausencia en mi pecho es dolorosa.* *Al abrir los ojos, experimentó un dolor inexplicable. Al retirar las sábanas, mis ojos observaron la trágica ausencia. Con mucho cuidado, lo envolví en las sábanas y, al levantarme de la cama, caminé hacia el templo. Las sacerdotisas, al notar las huellas de sangre en mis pies y lo que sostenía en brazos, lo entendieron; pero yo, ni una sombra de tristeza ni una lágrima. Ni un lamento; solo experimentaba un vacío interior. Las sacerdotisas llevaron el peso que sostenía en sus brazos, colocándolo en una mesa funeraria, comenzando a escucharse quejas de angustia y melancolía. Los soldados y todos en el palacio inclinaron la cabeza por la desaparición de un ser luminoso. Una sacerdotisa se aproximó a mí para que encendiera el fuego sagrado y purificara el pequeño cuerpo envuelto, enviándolo a la diosa de la luna. Me acerqué, encendiendo la llama sagrada, mientras las sacerdotisas sostenían al cuerpo del no nacido, consumiendo todo el templo.*
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  • 【ALTERNATIVE UNIVERSE】

    ☣︎ A N O M Λ L Y ☣︎

    ɪɴꜱᴛᴀʟᴀᴄɪᴏɴᴇꜱ ꜱᴜʙᴛᴇʀʀᴀɴᴇᴀꜱ, ᴡᴇʏʟᴀɴᴅ ʙɪᴏᴛᴇᴋ ʀᴇꜱᴇᴀʀᴄʜ — ᴄᴏʟᴏʀᴀᴅᴏ ꜱᴘʀɪɴɢꜱ, ᴜꜱᴀ.
    𝟸𝟶𝟶𝟶 ʜᴏʀᴀs.


    —¡SUÉLTENME! ¡SUÉLTENME DE UNA MALDITA VEZ! —los pasillos se llenaron de gritos enfurecidos y pasos, muchos pasos, apresurados.

    —Cállate o será peor para ti. —habló una voz diferente, más calmada, pero se notaba la irritabilidad en el tono. —No hagas que terminemos disparándote para que te calmes.

    El corazón de Jacob estaba latiendo extremadamente rápido, sentía que iba a salírsele del pecho en cualquier instante. Su respiración tampoco ayudaba, demasiado agitada y pesada, cansada por el esfuerzo que estaba haciendo por querer liberarse de esas malditas manos enguantadas.

    𝘕𝘰. 𝘖𝘵𝘳𝘢 𝘷𝘦𝘻 𝘯𝘰. 𝘗𝘰𝘳 𝘧𝘢𝘷𝘰𝘳, 𝘯𝘰.

    Estaba siendo arrastrado para ese punto, sus piernas se dieron por vencidas. Como fuese, iban a continuar por los interminables pasillos. Él ya los había visto, los conocía demasiado bien. Se sabía de memoria la ruta. Esa era la razón en específico por la cual no quería continuar.

    Se lo prometieron. Hicieron un acuerdo. Si él controlaba sus poderes, si no se daba a conocer como civil con ellos, si mantenía un perfil bajo iba a poder salir. Tener su vida, jamás volver. Fue una puta mentira. Le mintieron en la cara. Y él lo sabía, siempre lo supo. Claro que no iban a darle libertad absoluta. En cambio, lo vigilaron constantemente, se aseguraron que se mantuviera a raya, pero un descuido lo arruinó todo. Fue un idiota en siquiera dudar en que volvería.

    Pero... ¿Fue un descuido? ¿O solo lo usaron de excusa para llevárselo? No le sorprendería que fuera lo segundo, lo habría esperado.

    —¡LO PROMETIERON, PEDAZOS DE MIERDA! ¡NO VOLVERÍA AQUÍ! —si tan solo pudiera usar sus poderes... los habría eliminado en un parpadeo, habría acabado con gran parte de las instalaciones, desintegrado cada organismo, orgánico e inorgánico, que estuviera cerca suyo. Los habría asesinado como las ratas que eran. ¿Cómo ellos, personas comunes, pudieron someterlo de esa forma? El collar inhibidor estaba activo, cambiaba de luz verde a roja cada vez que el rubio intentaba hacer uso de la radiación, bloqueándolo por completo. Las esposas en sus muñecas también lo restringían bastante en movimiento.

    —Pequeño cambio de planes, Winslow. Ahora haz silencio. —el soldado que iba al frente se detuvo para dar una media vuelta y ver al sujeto. —Solo disfruta, como en los viejos tiempos, "Gamma Boy".

    La sonrisa falsa del hombre casi envía a Jacob a un estado de cólera puro. Apretó los puños con tanta fuerza que los nudillos se tornaron blancos. Su cuerpo temblaba de ira contenida. Estrangularlo sería tan satisfactorio.

    Lo empujaron de inmediato a una de las salas de contención y, claro... plomo. Lo reconocía ahí sin problemas, un área específica para él. Los recuerdos lo invadieron sin permiso alguno, fue como caer en una espiral de memorias que intentó desesperadamente olvidar.

    Apenas la puerta se cerró las esposas se desactivaron y se abrieron, cayendo al suelo. Movió los manos apenas antes de llevarlas a su rostro como si quisiera arrancar su piel de la desesperación, pero nada se comparaba con la amargura en su pecho y la presión en el mismo. Los haría pagar por eso.
    【ALTERNATIVE UNIVERSE】 [anomaly_000] ɪɴꜱᴛᴀʟᴀᴄɪᴏɴᴇꜱ ꜱᴜʙᴛᴇʀʀᴀɴᴇᴀꜱ, ᴡᴇʏʟᴀɴᴅ ʙɪᴏᴛᴇᴋ ʀᴇꜱᴇᴀʀᴄʜ — ᴄᴏʟᴏʀᴀᴅᴏ ꜱᴘʀɪɴɢꜱ, ᴜꜱᴀ. 𝟸𝟶𝟶𝟶 ʜᴏʀᴀs. —¡SUÉLTENME! ¡SUÉLTENME DE UNA MALDITA VEZ! —los pasillos se llenaron de gritos enfurecidos y pasos, muchos pasos, apresurados. —Cállate o será peor para ti. —habló una voz diferente, más calmada, pero se notaba la irritabilidad en el tono. —No hagas que terminemos disparándote para que te calmes. El corazón de Jacob estaba latiendo extremadamente rápido, sentía que iba a salírsele del pecho en cualquier instante. Su respiración tampoco ayudaba, demasiado agitada y pesada, cansada por el esfuerzo que estaba haciendo por querer liberarse de esas malditas manos enguantadas. 𝘕𝘰. 𝘖𝘵𝘳𝘢 𝘷𝘦𝘻 𝘯𝘰. 𝘗𝘰𝘳 𝘧𝘢𝘷𝘰𝘳, 𝘯𝘰. Estaba siendo arrastrado para ese punto, sus piernas se dieron por vencidas. Como fuese, iban a continuar por los interminables pasillos. Él ya los había visto, los conocía demasiado bien. Se sabía de memoria la ruta. Esa era la razón en específico por la cual no quería continuar. Se lo prometieron. Hicieron un acuerdo. Si él controlaba sus poderes, si no se daba a conocer como civil con ellos, si mantenía un perfil bajo iba a poder salir. Tener su vida, jamás volver. Fue una puta mentira. Le mintieron en la cara. Y él lo sabía, siempre lo supo. Claro que no iban a darle libertad absoluta. En cambio, lo vigilaron constantemente, se aseguraron que se mantuviera a raya, pero un descuido lo arruinó todo. Fue un idiota en siquiera dudar en que volvería. Pero... ¿Fue un descuido? ¿O solo lo usaron de excusa para llevárselo? No le sorprendería que fuera lo segundo, lo habría esperado. —¡LO PROMETIERON, PEDAZOS DE MIERDA! ¡NO VOLVERÍA AQUÍ! —si tan solo pudiera usar sus poderes... los habría eliminado en un parpadeo, habría acabado con gran parte de las instalaciones, desintegrado cada organismo, orgánico e inorgánico, que estuviera cerca suyo. Los habría asesinado como las ratas que eran. ¿Cómo ellos, personas comunes, pudieron someterlo de esa forma? El collar inhibidor estaba activo, cambiaba de luz verde a roja cada vez que el rubio intentaba hacer uso de la radiación, bloqueándolo por completo. Las esposas en sus muñecas también lo restringían bastante en movimiento. —Pequeño cambio de planes, Winslow. Ahora haz silencio. —el soldado que iba al frente se detuvo para dar una media vuelta y ver al sujeto. —Solo disfruta, como en los viejos tiempos, "Gamma Boy". La sonrisa falsa del hombre casi envía a Jacob a un estado de cólera puro. Apretó los puños con tanta fuerza que los nudillos se tornaron blancos. Su cuerpo temblaba de ira contenida. Estrangularlo sería tan satisfactorio. Lo empujaron de inmediato a una de las salas de contención y, claro... plomo. Lo reconocía ahí sin problemas, un área específica para él. Los recuerdos lo invadieron sin permiso alguno, fue como caer en una espiral de memorias que intentó desesperadamente olvidar. Apenas la puerta se cerró las esposas se desactivaron y se abrieron, cayendo al suelo. Movió los manos apenas antes de llevarlas a su rostro como si quisiera arrancar su piel de la desesperación, pero nada se comparaba con la amargura en su pecho y la presión en el mismo. Los haría pagar por eso.
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  • ¡HEY, FICROLERS 3D!
    ¡Un nuevo personaje 3D viene pisando fuerte!

    Hoy damos la bienvenida a...

    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ ¡[Zemo.Baron]!

    Helmut Zemo, estratega implacable y maestro de la manipulación, es un hombre marcado por la pérdida y definido por su intelecto. Humano entre dioses y soldados, convierte la paciencia y la astucia en sus armas más letales dentro del universo Marvel.



    ¡Bienvenid@ a FicRol! Nos alegra tenerte entre nosotros y esperamos que disfrutes mucho explorando historias, creando conexiones y dando vida a tu personaje en este rincón tan creativo.

    Yo soy Caroline, tu RolSage, algo así como tu guía en el mundo de los Personajes 3D. Si tienes dudas, necesitas ayuda o simplemente quieres charlar, mis DMs están abiertos. Además, en mi fanpage encontrarás guías súper detalladas sobre el funcionamiento de FicRol. ¡Dale like para no perderte nada!

    Antes de lanzarte de lleno, te dejo algunos recursos que te pueden venir de maravilla para empezar con buen pie:

    Normas básicas del de la plataforma:
    https://ficrol.com/static/guidelines

    Guías detalladas sobre cómo funciona todo por aquí:
    https://ficrol.com/blogs/147711/ÍNDICE-DE-GUIAS-Y-MINIGUIAS

    Grupo exclusivo para Personajes 3D:
    https://ficrol.com/groups/Personajes3D

    Directorios para encontrar personajes y fandoms afines
    Directorio de Personajes 3D: https://ficrol.com/blogs/181793/DIRECTORIO-PERSONAJES-3D-Y-FANDOMS
    Fandoms disponibles en FicRol: https://ficrol.com/blogs/151304/FANDOMS-PERSONAJES-3D-EN-FICROL

    ¿Quieres mejorar tu escritura o narración?
    https://ficrol.com/pages/RinconEscritor


    ¡Recuerda que puedes escribirme si necesitas cualquier cosita! ¡Nos vemos en el rol!

    #RolSage3D #Personajes3D #Bienvenida3D #Comunidad3D
    ✨ ¡HEY, FICROLERS 3D! ✨ ¡Un nuevo personaje 3D viene pisando fuerte! 🎉 Hoy damos la bienvenida a... ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ ¡[Zemo.Baron]! Helmut Zemo, estratega implacable y maestro de la manipulación, es un hombre marcado por la pérdida y definido por su intelecto. Humano entre dioses y soldados, convierte la paciencia y la astucia en sus armas más letales dentro del universo Marvel. 👋 ¡Bienvenid@ a FicRol! Nos alegra tenerte entre nosotros y esperamos que disfrutes mucho explorando historias, creando conexiones y dando vida a tu personaje en este rincón tan creativo. 🧙‍♀️ Yo soy Caroline, tu RolSage, algo así como tu guía en el mundo de los Personajes 3D. Si tienes dudas, necesitas ayuda o simplemente quieres charlar, mis DMs están abiertos. Además, en mi fanpage encontrarás guías súper detalladas sobre el funcionamiento de FicRol. ¡Dale like para no perderte nada! 🧭 Antes de lanzarte de lleno, te dejo algunos recursos que te pueden venir de maravilla para empezar con buen pie: 📌 Normas básicas del de la plataforma: 🔗 https://ficrol.com/static/guidelines 👩‍🏫 Guías detalladas sobre cómo funciona todo por aquí: 🔗 https://ficrol.com/blogs/147711/ÍNDICE-DE-GUIAS-Y-MINIGUIAS 👥 Grupo exclusivo para Personajes 3D: 🔗 https://ficrol.com/groups/Personajes3D 📚 Directorios para encontrar personajes y fandoms afines 🔗 Directorio de Personajes 3D: https://ficrol.com/blogs/181793/DIRECTORIO-PERSONAJES-3D-Y-FANDOMS 🔗 Fandoms disponibles en FicRol: https://ficrol.com/blogs/151304/FANDOMS-PERSONAJES-3D-EN-FICROL 📝 ¿Quieres mejorar tu escritura o narración? 🔗 https://ficrol.com/pages/RinconEscritor ¡Recuerda que puedes escribirme si necesitas cualquier cosita! ¡Nos vemos en el rol! 🚀🔥 #RolSage3D #Personajes3D #Bienvenida3D #Comunidad3D
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  • El sol caía bajo, reflejando su luz dorada sobre la línea del horizonte, cuando Natasha Romanoff, la reconocida Viuda Negra, salió del helicóptero de transporte y pisó el terreno desconocido. Con el aire de un soldado experimentado, sus botas golpearon el suelo con la misma precisión que sus pensamientos. No era la primera vez que se encontraba en un lugar como ese, pero había algo diferente en la atmósfera. La sensación de estar lejos de su elemento habitual, en un campo de entrenamiento más grande y abierto que el habitual laberinto de oficinas y misiones secretas que conocía tan bien, le resultaba incómoda.

    Se detuvo un momento, observando el vasto campo de entrenamiento. Había camiones blindados estacionados a un lado, grupos de soldados que practicaban maniobras, y edificios industriales, algunos de ellos claramente destinados para entrenamientos avanzados. —Y dentro del aula que esperaba a sus instructores, los ojos de los inexperto alumnos brillaban de anticipación, sus posturas tensas, aprovechando la falta de presencia de sus docentes para intercambiar preguntas o tal. Todos sabían que sus nuevos instructores eran dos de los más experimentados soldados—.

    Natasha no sentía nervios, pero sí una cierta incomodidad, una incomodidad que no lograba disipar. Se pasó una mano por el cabello rojo, recogido en una coleta, y ajustó el chaleco táctico mientras avanzaba hacia el edificio principal. En sus pensamientos, había una serie de preguntas que se repetían, pero no había tiempo para reflexionar en ese momento. Lo único que necesitaba era concentrarse. Solo que hoy, se dio cuenta, no estaría sola. 𝗠𝗶𝗰𝗮𝗵 𝗥𝗮𝘃𝗲𝗻𝘀𝗰𝗿𝗼𝗳𝘁.

    El nombre había sido lo único que le habían dado. Un soldado experimentado con años de servicio, el que se encargaría de todo lo relacionado con la medicina de combate. Su mirada era la misma de siempre, calculadora, distante, pero esta vez, la sensación de estar acompañada la desconcertaba. No se le había informado mucho sobre él. Nada sobre su personalidad, su forma de enseñar, ni siquiera qué tan eficiente era en su especialidad. Solo sabía que era parte de este programa, y que compartiría la responsabilidad de enseñar a los nuevos reclutas con él.

    Caminaba hacia el edificio, distante a las miradas ajenas. La puerta de entrada se abrió automáticamente, y al instante, el ambiente cambió. Ya no estaba al aire libre. Ahora, estaba dentro de un espacio cerrado, de paredes grises y frías, lleno de largas pasarelas y pasillos desordenados.

    Al final de uno de esos pasillos, se encontraba él.

    El soldado estaba allí, de pie, en una esquina apartada del pasillo, en su uniforme de combate, ajustado a la perfección, no había nada que delatara su presencia más que su altura y su postura: erguida, seria, inquebrantable.

    Los pocos detalles que Natasha pudo captar desde su llegada fueron los suficientes para percatarse de que Micah no era un hombre de palabras. De hecho, no parecía tener ninguna intención de romper el silencio que parecía envolverlo.

    La mujer, aunque acostumbrada a trabajar con personas tan complejas como él, no pudo evitar sentir una punzada de curiosidad. Pero no era una curiosidad complaciente; era más bien una necesidad de entender cómo, en este nuevo terreno, iba a encajar. ¿Cómo iba a trabajar con alguien que parecía tan… distante?

    Se acercó con paso firme, pero sin la urgencia que suele tener en las misiones. Un leve resoplido escapó de sus labios mientras recorría el pasillo. De reojo, observó los muros que les rodeaban.

    Finalmente, se acercó un poco más a él, hasta quedar a unos pasos de distancia. Se permitió un momento para evaluarlo con una mirada rápida y precisa, sus ojos se movieron con rapidez por su rostro, intentando descifrar cualquier cosa que pudiera indicarle algo sobre el hombre que tendría como compañero de instrucción.

    ──¿Micah Ravenscroft?

    Preguntó con un tono neutral, pero con una chispa de impaciencia que no pudo evitar esconder. El silencio de él le resultaba desconcertante. Estaba acostumbrada a la gente que no le temía a las palabras. ¿Por qué este hombre no respondía?

    Los ojos verde oliva y fríos del hombre, se encontraron con los de ella por un instante. Ella percibió o pensó que en el contrario no había miedo ni duda. Solo estaba… observando.

    "Supongo que tendré que trabajar con este silencio", pensó Natasha, sintiendo un leve tirón de frustración en su pecho. Pero rápidamente lo apartó de su mente. No tenía tiempo para juzgar, solo para actuar.
    ㅤㅤ
    [ Micah Ravenscroft ]
    El sol caía bajo, reflejando su luz dorada sobre la línea del horizonte, cuando Natasha Romanoff, la reconocida Viuda Negra, salió del helicóptero de transporte y pisó el terreno desconocido. Con el aire de un soldado experimentado, sus botas golpearon el suelo con la misma precisión que sus pensamientos. No era la primera vez que se encontraba en un lugar como ese, pero había algo diferente en la atmósfera. La sensación de estar lejos de su elemento habitual, en un campo de entrenamiento más grande y abierto que el habitual laberinto de oficinas y misiones secretas que conocía tan bien, le resultaba incómoda. Se detuvo un momento, observando el vasto campo de entrenamiento. Había camiones blindados estacionados a un lado, grupos de soldados que practicaban maniobras, y edificios industriales, algunos de ellos claramente destinados para entrenamientos avanzados. —Y dentro del aula que esperaba a sus instructores, los ojos de los inexperto alumnos brillaban de anticipación, sus posturas tensas, aprovechando la falta de presencia de sus docentes para intercambiar preguntas o tal. Todos sabían que sus nuevos instructores eran dos de los más experimentados soldados—. Natasha no sentía nervios, pero sí una cierta incomodidad, una incomodidad que no lograba disipar. Se pasó una mano por el cabello rojo, recogido en una coleta, y ajustó el chaleco táctico mientras avanzaba hacia el edificio principal. En sus pensamientos, había una serie de preguntas que se repetían, pero no había tiempo para reflexionar en ese momento. Lo único que necesitaba era concentrarse. Solo que hoy, se dio cuenta, no estaría sola. 𝗠𝗶𝗰𝗮𝗵 𝗥𝗮𝘃𝗲𝗻𝘀𝗰𝗿𝗼𝗳𝘁. El nombre había sido lo único que le habían dado. Un soldado experimentado con años de servicio, el que se encargaría de todo lo relacionado con la medicina de combate. Su mirada era la misma de siempre, calculadora, distante, pero esta vez, la sensación de estar acompañada la desconcertaba. No se le había informado mucho sobre él. Nada sobre su personalidad, su forma de enseñar, ni siquiera qué tan eficiente era en su especialidad. Solo sabía que era parte de este programa, y que compartiría la responsabilidad de enseñar a los nuevos reclutas con él. Caminaba hacia el edificio, distante a las miradas ajenas. La puerta de entrada se abrió automáticamente, y al instante, el ambiente cambió. Ya no estaba al aire libre. Ahora, estaba dentro de un espacio cerrado, de paredes grises y frías, lleno de largas pasarelas y pasillos desordenados. Al final de uno de esos pasillos, se encontraba él. El soldado estaba allí, de pie, en una esquina apartada del pasillo, en su uniforme de combate, ajustado a la perfección, no había nada que delatara su presencia más que su altura y su postura: erguida, seria, inquebrantable. Los pocos detalles que Natasha pudo captar desde su llegada fueron los suficientes para percatarse de que Micah no era un hombre de palabras. De hecho, no parecía tener ninguna intención de romper el silencio que parecía envolverlo. La mujer, aunque acostumbrada a trabajar con personas tan complejas como él, no pudo evitar sentir una punzada de curiosidad. Pero no era una curiosidad complaciente; era más bien una necesidad de entender cómo, en este nuevo terreno, iba a encajar. ¿Cómo iba a trabajar con alguien que parecía tan… distante? Se acercó con paso firme, pero sin la urgencia que suele tener en las misiones. Un leve resoplido escapó de sus labios mientras recorría el pasillo. De reojo, observó los muros que les rodeaban. Finalmente, se acercó un poco más a él, hasta quedar a unos pasos de distancia. Se permitió un momento para evaluarlo con una mirada rápida y precisa, sus ojos se movieron con rapidez por su rostro, intentando descifrar cualquier cosa que pudiera indicarle algo sobre el hombre que tendría como compañero de instrucción. ──¿Micah Ravenscroft? Preguntó con un tono neutral, pero con una chispa de impaciencia que no pudo evitar esconder. El silencio de él le resultaba desconcertante. Estaba acostumbrada a la gente que no le temía a las palabras. ¿Por qué este hombre no respondía? Los ojos verde oliva y fríos del hombre, se encontraron con los de ella por un instante. Ella percibió o pensó que en el contrario no había miedo ni duda. Solo estaba… observando. "Supongo que tendré que trabajar con este silencio", pensó Natasha, sintiendo un leve tirón de frustración en su pecho. Pero rápidamente lo apartó de su mente. No tenía tiempo para juzgar, solo para actuar. ㅤㅤ [ [M.C09] ]
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  • Un dragón y un león.

    ¿Qué probabilidades habia? Ninguna, desde luego. Pero ahí estaban los dos. La hija del Rey Loco; y el hombre que libró a Los Siete Reinos de tal necedad. Dos personas cuya historia habia sido escrita con un único propósito. Odiarse. Dos historias opuestas con caminos entrelazados entre sí.

    Pudo haberle matado, Daenerys lo sabia. Pudo haberle matado cuando sus soldados lo encontraron husmeando en Rocadragón. Y aun no sabía realmente qué era lo que habia contenido su mano. Hubiera sido un golpe de efecto en contra de Cersei Lannister, sin lugar a dudas. Mas no fue capaz de ejecutar dicha acción.

    Él pudo matarla. Y en lugar de terminar la guerra con un solo movimiento de su espada, uso esta para velar por su protección. De no haber sido por la hábil mano de Jaime Lannister , ella no estaría volando en aquellos momentos hacia Rocadragón. Indemne, sana y salva...


    #Personajes3D #3D #Comunidad3D


    https://www.youtube.com/watch?v=Zk54JLttcAk
    Un dragón y un león. ¿Qué probabilidades habia? Ninguna, desde luego. Pero ahí estaban los dos. La hija del Rey Loco; y el hombre que libró a Los Siete Reinos de tal necedad. Dos personas cuya historia habia sido escrita con un único propósito. Odiarse. Dos historias opuestas con caminos entrelazados entre sí. Pudo haberle matado, Daenerys lo sabia. Pudo haberle matado cuando sus soldados lo encontraron husmeando en Rocadragón. Y aun no sabía realmente qué era lo que habia contenido su mano. Hubiera sido un golpe de efecto en contra de Cersei Lannister, sin lugar a dudas. Mas no fue capaz de ejecutar dicha acción. Él pudo matarla. Y en lugar de terminar la guerra con un solo movimiento de su espada, uso esta para velar por su protección. De no haber sido por la hábil mano de [The_Lion], ella no estaría volando en aquellos momentos hacia Rocadragón. Indemne, sana y salva... #Personajes3D #3D #Comunidad3D https://www.youtube.com/watch?v=Zk54JLttcAk
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  • Nuestro deber como soldados Yorha, es proteger a la humanidad, luchamos día a día para recuperar la tierra para que los humanos sobrevivientes, puedan regrese a su hogar.

    -Como buena soldado, la albina se enfrentaba una y otra vez contra la "amenaza" alienígena, desde que Yorha existe, esa es una batalla qué lleva siglos desarrolladose, 2B peleará y morirá por lo que fue hecha. -
    Nuestro deber como soldados Yorha, es proteger a la humanidad, luchamos día a día para recuperar la tierra para que los humanos sobrevivientes, puedan regrese a su hogar. -Como buena soldado, la albina se enfrentaba una y otra vez contra la "amenaza" alienígena, desde que Yorha existe, esa es una batalla qué lleva siglos desarrolladose, 2B peleará y morirá por lo que fue hecha. -
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  • No nací para esto. Me hicieron así.

    Mi padre era un soldado borracho que se metió en demasiados tratos sucios. Vendía información, armas, cualquier cosa que le diera dinero rápido. Cuando desapareció yo tenía ocho años. No se fue por amor a la libertad, se fue porque ya lo estaban buscando para matarlo.

    Desde entonces, vinieron a por nosotras. Primero las amenazas, luego los golpes. Recuerdo a mi madre sangrando en la cocina porque alguien quería cobrar una deuda que ni siquiera era nuestra. Recuerdo esconderme en un armario con un cuchillo oxidado en la mano, rezando para que no encontraran la puerta.

    A los nueve años, uno de esos ‘amigos’ de mi padre intentó abusar de mí. Escapé a mordiscos y arañazos, pero nadie me creyó. No sé qué dolió más: el miedo o que mi madre no quisiera escucharme. Supongo que estaba demasiado ocupada tratando de mantenernos vivas.

    A los catorce, me rompieron dos costillas en un callejón por una deuda que él dejó atrás. No lloré. Aprendí que llorar te hace parecer débil y que la gente que huele debilidad siempre aprieta más fuerte.

    A los dieciséis, mataron a mi madre. Dijeron que fue fuego cruzado en una misión humanitaria. Mentira. No fue un accidente. Fue un mensaje. Y yo lo entendí perfectamente: nadie te salva, nadie te protege, nadie responde por ti.

    Después de eso dormí en estaciones de tren, en casas abandonadas, en cualquier lugar donde pudiera cerrar los ojos sin que me cortaran el cuello. Hacía encargos para cualquiera que pagara: llevar mensajes, mover cajas, cosas pequeñas. Hasta que alguien me vio disparar una pistola y decidió que podía servirme de algo más.

    Me llevaron a un campamento en Europa del Este. No era un colegio, no era un entrenamiento normal. Era un infierno diseñado para convertirte en herramienta. Aprendí a disparar con cualquier cosa que tenga gatillo, a pelear hasta romper huesos, a no confiar en nadie, a dormir con un ojo abierto. Y cada error se pagaba con sangre o con hambre.

    ¿Si fue mi elección? No. Pero entendí que si quería seguir respirando tenía que convertirme en alguien peor que ellos.

    Hoy soy mercenaria. Trabajo donde otros no quieren ensuciarse las manos. Matar, infiltrar, mover armas, robar información, lo que sea. No represento banderas, no doy explicaciones, no firmo contratos. Y no lo hago porque me guste. Lo hago porque el mundo me enseñó que si no aprendes a ser depredador, te comen viva.

    ¿Si me arrepiento? No. ¿Si me preocupa ir al infierno? Ese sitio ya lo conozco. Crecí allí.

    No hago esto por dinero. Lo hago porque no voy a morir como murió mi madre: esperando que alguien venga a salvarme. Y porque algún día, cuando encuentre a mi padre, se lo haré pagar todo.
    No nací para esto. Me hicieron así. Mi padre era un soldado borracho que se metió en demasiados tratos sucios. Vendía información, armas, cualquier cosa que le diera dinero rápido. Cuando desapareció yo tenía ocho años. No se fue por amor a la libertad, se fue porque ya lo estaban buscando para matarlo. Desde entonces, vinieron a por nosotras. Primero las amenazas, luego los golpes. Recuerdo a mi madre sangrando en la cocina porque alguien quería cobrar una deuda que ni siquiera era nuestra. Recuerdo esconderme en un armario con un cuchillo oxidado en la mano, rezando para que no encontraran la puerta. A los nueve años, uno de esos ‘amigos’ de mi padre intentó abusar de mí. Escapé a mordiscos y arañazos, pero nadie me creyó. No sé qué dolió más: el miedo o que mi madre no quisiera escucharme. Supongo que estaba demasiado ocupada tratando de mantenernos vivas. A los catorce, me rompieron dos costillas en un callejón por una deuda que él dejó atrás. No lloré. Aprendí que llorar te hace parecer débil y que la gente que huele debilidad siempre aprieta más fuerte. A los dieciséis, mataron a mi madre. Dijeron que fue fuego cruzado en una misión humanitaria. Mentira. No fue un accidente. Fue un mensaje. Y yo lo entendí perfectamente: nadie te salva, nadie te protege, nadie responde por ti. Después de eso dormí en estaciones de tren, en casas abandonadas, en cualquier lugar donde pudiera cerrar los ojos sin que me cortaran el cuello. Hacía encargos para cualquiera que pagara: llevar mensajes, mover cajas, cosas pequeñas. Hasta que alguien me vio disparar una pistola y decidió que podía servirme de algo más. Me llevaron a un campamento en Europa del Este. No era un colegio, no era un entrenamiento normal. Era un infierno diseñado para convertirte en herramienta. Aprendí a disparar con cualquier cosa que tenga gatillo, a pelear hasta romper huesos, a no confiar en nadie, a dormir con un ojo abierto. Y cada error se pagaba con sangre o con hambre. ¿Si fue mi elección? No. Pero entendí que si quería seguir respirando tenía que convertirme en alguien peor que ellos. Hoy soy mercenaria. Trabajo donde otros no quieren ensuciarse las manos. Matar, infiltrar, mover armas, robar información, lo que sea. No represento banderas, no doy explicaciones, no firmo contratos. Y no lo hago porque me guste. Lo hago porque el mundo me enseñó que si no aprendes a ser depredador, te comen viva. ¿Si me arrepiento? No. ¿Si me preocupa ir al infierno? Ese sitio ya lo conozco. Crecí allí. No hago esto por dinero. Lo hago porque no voy a morir como murió mi madre: esperando que alguien venga a salvarme. Y porque algún día, cuando encuentre a mi padre, se lo haré pagar todo.
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  • —Mark irrumpio en el Pentagono para hacerlo pedazos y destruir toda su tecnología,en los pisos inferiores tuvo la suerte de encontrarse con varios comandantes y al presidente estadounidense—

    —Bueno,bueno,bueno...llevaba dias buscándolos y no aparecian pequeñas cucarahitas..

    —Mark tomo del cuello al general del ejercito por el cuello—

    —Hicieron un club de la casa del arbol y no me invitaron a mi pero si invitan a esa copia barata de Inmortal,que malos amigos...

    —Mark con una sonrisa burlona rompio el cuello del general y lanzo su cadaver contra la pared,haciendo que se convierta en una mancha de carne y sangre—

    —Y en cuanto a los demas,les dare la oportunidad de esconderse...

    —El presidente,los soldados,operadores y científicos se vieron entre todos mientras el miedo recorria la sala—

    —¿¡QUE ESPERAN?!,¡CORRAN,LARGUENSE!


    —El caos rompio el silencio e inmediatamente todos salieron corriendo por doquier,mientras el tenia una sonrisa de satisfacción por los gritos—

    —"¡Corre Forest,Corre!"
    —Mark irrumpio en el Pentagono para hacerlo pedazos y destruir toda su tecnología,en los pisos inferiores tuvo la suerte de encontrarse con varios comandantes y al presidente estadounidense— —Bueno,bueno,bueno...llevaba dias buscándolos y no aparecian pequeñas cucarahitas.. —Mark tomo del cuello al general del ejercito por el cuello— —Hicieron un club de la casa del arbol y no me invitaron a mi pero si invitan a esa copia barata de Inmortal,que malos amigos... —Mark con una sonrisa burlona rompio el cuello del general y lanzo su cadaver contra la pared,haciendo que se convierta en una mancha de carne y sangre— —Y en cuanto a los demas,les dare la oportunidad de esconderse... —El presidente,los soldados,operadores y científicos se vieron entre todos mientras el miedo recorria la sala— —¿¡QUE ESPERAN?!,¡CORRAN,LARGUENSE! —El caos rompio el silencio e inmediatamente todos salieron corriendo por doquier,mientras el tenia una sonrisa de satisfacción por los gritos— —"¡Corre Forest,Corre!"
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    ㅤㅤ¿𝘌𝘯 𝘷𝘦𝘳𝘥𝘢𝘥 𝘦𝘳𝘢 𝘰𝘧𝘪𝘤𝘪𝘢𝘭? Sí, lo era. 𝐄𝐯𝐞 𝐒𝐡𝐞𝐟𝐟𝐢𝐞𝐥𝐝

    Tanto la 𝗌𝗈𝗇𝗋𝗂𝗌𝖺 en el soldado, como la 𝗋𝖾𝗅𝖺𝖼𝗂ó𝗇 entre ambos. Todo "oficialmente oficial".
    ── No dejaría de decir oficial. Te amo.
    ㅤㅤ¿𝘌𝘯 𝘷𝘦𝘳𝘥𝘢𝘥 𝘦𝘳𝘢 𝘰𝘧𝘪𝘤𝘪𝘢𝘭? Sí, lo era. [Sheffield_Eve] Tanto la 𝗌𝗈𝗇𝗋𝗂𝗌𝖺 en el soldado, como la 𝗋𝖾𝗅𝖺𝖼𝗂ó𝗇 entre ambos. Todo "oficialmente oficial". ── No dejaría de decir oficial. Te amo.
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  • En el cumpleaños de la persona que lo hacía sentir humano, Bucky se atrevió a dar un paso que había estado posponiendo durante mucho tiempo. Un ramo de rosas, símbolo de pasión y amor, fue el preludio de ese siguiente beso que selló su conexión de manera irreversible. En ese momento, la coraza que lo protegía, forjada por años de dolor y lucha, se derrumbó, y James Buchanan Barnes volvió a sentir. Volvió a ser el hombre que una vez fue, antes de que la guerra y el trauma lo cambiaran para siempre.

    Encontró la libertad de ser él mismo, de dejar atrás el pasado y abrazar el presente. La persona que tanto amaba lo miró a los ojos y vio más allá de la máscara de soldado, vio al hombre vulnerable y sensible que se escondía detrás. Bucky supo que había encontrado su hogar, su refugio, su lugar en el mundo. Ya no quería avanzar, quería estar ahí dentro de esas cuatro paredes.

    La conexión entre ellos fue como una llama que ardía con intensidad, una llama que iluminaba el camino y calentaba el corazón. Se sentía más que vivo, se sentía completo, humano de nuevo. Y en ese momento, supo que nunca la dejaría ir, que haría cualquier cosa para protegerla y hacerla feliz.

    𝐄𝐯𝐞 𝐒𝐡𝐞𝐟𝐟𝐢𝐞𝐥𝐝
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    En el cumpleaños de la persona que lo hacía sentir humano, Bucky se atrevió a dar un paso que había estado posponiendo durante mucho tiempo. Un ramo de rosas, símbolo de pasión y amor, fue el preludio de ese siguiente beso que selló su conexión de manera irreversible. En ese momento, la coraza que lo protegía, forjada por años de dolor y lucha, se derrumbó, y James Buchanan Barnes volvió a sentir. Volvió a ser el hombre que una vez fue, antes de que la guerra y el trauma lo cambiaran para siempre. Encontró la libertad de ser él mismo, de dejar atrás el pasado y abrazar el presente. La persona que tanto amaba lo miró a los ojos y vio más allá de la máscara de soldado, vio al hombre vulnerable y sensible que se escondía detrás. Bucky supo que había encontrado su hogar, su refugio, su lugar en el mundo. Ya no quería avanzar, quería estar ahí dentro de esas cuatro paredes. La conexión entre ellos fue como una llama que ardía con intensidad, una llama que iluminaba el camino y calentaba el corazón. Se sentía más que vivo, se sentía completo, humano de nuevo. Y en ese momento, supo que nunca la dejaría ir, que haría cualquier cosa para protegerla y hacerla feliz. [Sheffield_Eve] ㅤㅤ
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