• EPIC BATTLE #23: Satoru Gojo vs Sung Jin Woo

    Título del encuentro: "La Límite Infinita contra la Sombra Eterna"

    Satoru Gojo – El Ilimitado
    Vestido de negro absoluto, Gojo se desplaza como un dios entre estrellas. Su técnica de Infinito distorsiona el espacio, haciendo que cualquier ataque sea detenido antes de tocarlo. Sus ojos brillan bajo la venda, listos para desatar la Expansión de Dominio: Vacío Infinito, que paraliza la mente del enemigo en un mar infinito de información.

    Movimientos clave:

    — Cursed Technique Lapse: Azul – aplasta el espacio con fuerza gravitacional.

    — Cursed Technique Reversal: Rojo – explosión devastadora de energía repelente.

    — Hollow Purple – colisión de Azul y Rojo, aniquilando todo en su camino.

    Sung Jin-Woo – El Monarca de las Sombras (Tenebrous)
    Vestido con una gabardina oscura, rodeado por un ejército de sombras, Jin-Woo camina con la autoridad de la muerte misma. Con solo una orden, invoca miles de soldados oscuros desde su sombra. Su espada cortaría incluso la esencia de las maldiciones.

    Movimientos clave:

    — Shadow Extraction – convierte a enemigos caídos en aliados.

    — Monarch’s Domain – multiplica su poder y el de sus sombras en área.

    — Kamish´s Wrath – invoca el poder de un dragón legendario.

    — Beru, Igris y Bellion – sus tres élites lideran la carga, imparables.

    El Choque:
    Gojo lanza un Hollow Purple a velocidades imposibles, pero Jin-Woo desaparece en su sombra y contraataca con una horda liderada por Igris. La batalla se convierte en un vals entre el espacio deformado de Gojo y la oscuridad creciente del monarca. Gojo activa su Expansión de Dominio, pero Jin-Woo responde abriendo su propio Reino del Monarca, donde la oscuridad consume incluso el infinito.

    ¿Quién ganará?

    ⚜ Gojo tiene el poder de detener cualquier ataque físico, pero…

    ⚜ Jin-Woo puede multiplicarse, adaptarse, y revivir constantemente desde la sombra.

    Ambos son titanes de su universo. El resultado… solo puede ser escrito por los dioses
    ⚔️ EPIC BATTLE #23: Satoru Gojo vs Sung Jin Woo⚔️ Título del encuentro: "La Límite Infinita contra la Sombra Eterna" 🧿 Satoru Gojo – El Ilimitado Vestido de negro absoluto, Gojo se desplaza como un dios entre estrellas. Su técnica de Infinito distorsiona el espacio, haciendo que cualquier ataque sea detenido antes de tocarlo. Sus ojos brillan bajo la venda, listos para desatar la Expansión de Dominio: Vacío Infinito, que paraliza la mente del enemigo en un mar infinito de información. ✨ Movimientos clave: — Cursed Technique Lapse: Azul – aplasta el espacio con fuerza gravitacional. — Cursed Technique Reversal: Rojo – explosión devastadora de energía repelente. — Hollow Purple – colisión de Azul y Rojo, aniquilando todo en su camino. 👑 Sung Jin-Woo – El Monarca de las Sombras (Tenebrous) Vestido con una gabardina oscura, rodeado por un ejército de sombras, Jin-Woo camina con la autoridad de la muerte misma. Con solo una orden, invoca miles de soldados oscuros desde su sombra. Su espada cortaría incluso la esencia de las maldiciones. 🛡️ Movimientos clave: — Shadow Extraction – convierte a enemigos caídos en aliados. — Monarch’s Domain – multiplica su poder y el de sus sombras en área. — Kamish´s Wrath – invoca el poder de un dragón legendario. — Beru, Igris y Bellion – sus tres élites lideran la carga, imparables. 🔥 El Choque: Gojo lanza un Hollow Purple a velocidades imposibles, pero Jin-Woo desaparece en su sombra y contraataca con una horda liderada por Igris. La batalla se convierte en un vals entre el espacio deformado de Gojo y la oscuridad creciente del monarca. Gojo activa su Expansión de Dominio, pero Jin-Woo responde abriendo su propio Reino del Monarca, donde la oscuridad consume incluso el infinito. 💥 ¿Quién ganará? ⚜ Gojo tiene el poder de detener cualquier ataque físico, pero… ⚜ Jin-Woo puede multiplicarse, adaptarse, y revivir constantemente desde la sombra. Ambos son titanes de su universo. El resultado… solo puede ser escrito por los dioses
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  • Hay días en los que preferiría no recordar. El amanecer de aquel día era uno de ellos, las antorchas aún ardían bajo la bruma cuando me llamaron. El aire olía a hierro, tierra húmeda y a miedo contenido, frente a nosotros, más allá del claro, se alzaban las filas del enemigo, igual de silenciosas, igual de resueltas. Para evitar la guerra total, ambas casas acordaron resolver el conflicto con un Juicio de Campeones. Una antigua tradición, olvidada por muchos, donde el honor se media en sangre y acero, no en cuerpos amontonados tras una siega sin sentido. Me eligieron a mí, tal vez porque era extranjero o tal vez porque no tenía esposa, ni hijos que me lloraran.

    Recuerdo al otro campeón era alto y se veía fuerte como un roble, cubierto de una armadura oscura que parecía beberse la luz. No dijo una sola palabra cuando nos encontramos frente al viejo templo derruido, el punto neutro entre ambos campamentos. Desenvainé mi espada mi mano temblaba ligeramente.

    La lucha fue brutal espada contra espada y hierro contra voluntad, él golpeaba como si cada tajo pudiera partir el mundo en dos. Pero yo bailaba, en cada paso me jugaba la vida, sentía el peso de mi escudo, el crujir de la cota de malla, el sabor metálico de la sangre que comenzaba a llenar mi boca tras un impacto mal recibido. Una, dos, cinco veces caí y las cinco mismas me puse de pie, hasta que en un instante fugaz, vi la abertura bajo su brazo, entre la hombrera y la coraza, tipico fallo humano.

    Mi espada entró y él cayó de rodillas, mirándome bajo el yelmo, como si en el fondo agradeciera no tener que continuar con esa guerra absurda. Cuando terminó, el silencio fue absoluto, no hubo vítores, ni aplausos. Solo una calma pesada, como la que precede a una tormenta, o en este caso, a una paz impuesta. Caminé de regreso entre filas de soldados que no sabían si vitorearme o temerme, mis piernas temblaban, pero no estaba cansado. La paz puede ganarse con una espada, pero nunca deja de pesar en las manos de quien la empuñó.
    Hay días en los que preferiría no recordar. El amanecer de aquel día era uno de ellos, las antorchas aún ardían bajo la bruma cuando me llamaron. El aire olía a hierro, tierra húmeda y a miedo contenido, frente a nosotros, más allá del claro, se alzaban las filas del enemigo, igual de silenciosas, igual de resueltas. Para evitar la guerra total, ambas casas acordaron resolver el conflicto con un Juicio de Campeones. Una antigua tradición, olvidada por muchos, donde el honor se media en sangre y acero, no en cuerpos amontonados tras una siega sin sentido. Me eligieron a mí, tal vez porque era extranjero o tal vez porque no tenía esposa, ni hijos que me lloraran. Recuerdo al otro campeón era alto y se veía fuerte como un roble, cubierto de una armadura oscura que parecía beberse la luz. No dijo una sola palabra cuando nos encontramos frente al viejo templo derruido, el punto neutro entre ambos campamentos. Desenvainé mi espada mi mano temblaba ligeramente. La lucha fue brutal espada contra espada y hierro contra voluntad, él golpeaba como si cada tajo pudiera partir el mundo en dos. Pero yo bailaba, en cada paso me jugaba la vida, sentía el peso de mi escudo, el crujir de la cota de malla, el sabor metálico de la sangre que comenzaba a llenar mi boca tras un impacto mal recibido. Una, dos, cinco veces caí y las cinco mismas me puse de pie, hasta que en un instante fugaz, vi la abertura bajo su brazo, entre la hombrera y la coraza, tipico fallo humano. Mi espada entró y él cayó de rodillas, mirándome bajo el yelmo, como si en el fondo agradeciera no tener que continuar con esa guerra absurda. Cuando terminó, el silencio fue absoluto, no hubo vítores, ni aplausos. Solo una calma pesada, como la que precede a una tormenta, o en este caso, a una paz impuesta. Caminé de regreso entre filas de soldados que no sabían si vitorearme o temerme, mis piernas temblaban, pero no estaba cansado. La paz puede ganarse con una espada, pero nunca deja de pesar en las manos de quien la empuñó.
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  • El amor es una guerra, y tú y yo somos los soldados. Pero en esta batalla, no busco victoria… solo quiero que cada herida que me causes sea un grito de placer...

    #SeductiveSunday(?
    El amor es una guerra, y tú y yo somos los soldados. Pero en esta batalla, no busco victoria… solo quiero que cada herida que me causes sea un grito de placer... #SeductiveSunday(?
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  • 𝟎𝟗:𝟎𝟎 𝓟𝓜
    ═══════ ≪ •❈• ≫ ═══════
    Esta noche colgué el uniforme.
    Literalmente.
    Por primera vez en mucho tiempo, me vi obligada —y no me quejo del todo— a usar un vestido elegante. Sin la estructura rígida de la vida militar envolviéndome los hombros. Solo tela suave, un par de tacones que ya me pesan y una sonrisa que, si bien diplomática… también es sincera.
    El salón resplandece entre candelabros y reflejos dorados. Todos hablan, ríen, beben vino fino y lanzan miradas que lo dicen todo sin pronunciar palabra.
    Yo camino entre ellos, no como soldado esta vez, sino como una dama más.
    Y aunque una parte de mí aún se siente fuera de lugar sin su chaqueta azul oscuro, otra parte… se permite disfrutar.
    ¿Me reconocen? Tal vez no de inmediato.
    Y, por una vez, me parece bien que así sea.
    𝟎𝟗:𝟎𝟎 𝓟𝓜 ═══════ ≪ •❈• ≫ ═══════ Esta noche colgué el uniforme. Literalmente. Por primera vez en mucho tiempo, me vi obligada —y no me quejo del todo— a usar un vestido elegante. Sin la estructura rígida de la vida militar envolviéndome los hombros. Solo tela suave, un par de tacones que ya me pesan y una sonrisa que, si bien diplomática… también es sincera. El salón resplandece entre candelabros y reflejos dorados. Todos hablan, ríen, beben vino fino y lanzan miradas que lo dicen todo sin pronunciar palabra. Yo camino entre ellos, no como soldado esta vez, sino como una dama más. Y aunque una parte de mí aún se siente fuera de lugar sin su chaqueta azul oscuro, otra parte… se permite disfrutar. ¿Me reconocen? Tal vez no de inmediato. Y, por una vez, me parece bien que así sea.
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    Hay un instante eterno en el que el tiempo parece detenerse mientras el corazón le sigue latiendo. Tuc. Tuc. Tuc. Siente la vibración contra su caja torácica, retumbando en sus tímpanos mientras intenta recuperar el aliento solo para darse cuenta de que no puede hacerlo.

    Tony está a su derecha, pero por primera vez desde que se conocen, él no está prestándole atención. No tiene lugar para más que la imagen amarillenta que se transmite sin sonido en una pantalla maltratada a treinta centímetros de él. A la izquierda, Bucky tiene una expresión desencajada por la angustia de un recuerdo vívido pero antiguo, que literalmente se reproduce frente a él.

    Y justo en el medio de ambos, está Stephanie. Solo ella, junto a un corazón que late con fuerza y unos pulmones que han dejado de servir.

    Hay un torbellino de sensaciones encontradas en su interior, que se revuelven para hacerla sentir mareada. Por un lado, quiere sujetar a Tony y abrazarlo como lo ha hecho desde la primera pesadilla con agujeros de gusano y vacíos oscuros. Por el otro, su corazón se rompe al ver la expresión ausente en el rostro de su mejor amigo, captado por la cámara de video mientras asesina a Howard y María Stark con la automaticidad con la que ha sido maldecido desde el día en que cayó del tren.

    La capitana siente una culpa que no puede controlar, como si la culpa que ha sentido desde el día en que eso pasó, se acrecentara para engullirla entera solo por la forma en la que los dedos de la armadura de Tony se flexionan.

    Su corazón comienza a deshacerse justo ahí. A medio camino de lo único que tiene en la vida después de tanto perder. A medio camino entre los dos hombres que ama. A su izquierda, el hombre con el que había compartido toda su vida. A su derecha, el hombre con el que, hasta ese instante, creyó que estaba destinada a vivir los años que le quedasen.

    Si alguien se lo hubiese preguntado en un cuestionario, definitivamente Stephanie no hubiese podido contestar.

    Más eligió a uno sobre el otro de forma automática, sin siquiera titubear, cuando al terminar el video Tony se giró hacia James y ella le sujetó el antebrazo de la armadura.

    Allí, con ese único gesto, todo lo que había sido especial en su vínculo con Stark, se deshizo como arena entre los dedos. Se hizo añicos mientras él la miraba con el ardor de la traición y la furia en sus ojos castaños.

    —Tony, no—susurró ella, con voz carrasposa. El hombre de acero tira del agarre, como queriendo quitársela de encima, pero la rubia insiste, esta vez con desesperación:—. No ha sido su culpa, por favor.

    A partir de allí todo es caos. Gritos. Disparos.

    Stephanie es consciente de una forma casi dolorosa, de que en reiteradas oportunidades Tony no la enfrenta sino que la aparta. En muchos encontronazos el uno con el otro, simplemente la empuja contra las paredes con la fuerza de la armadura y la aleja de él, porque su objetivo es Bucky. Pero ella vuelve a la carrera, arrojándose hacia él y sujetándolo mientras le grita a su mejor amigo que se vaya. Las manos le duelen y las uñas se le parten por el esfuerzo que hace arrancando los trozos de la armadura para descomponerla, como una manifestación física de todo el dolor que la hace trizas desde adentro.

    En algún punto, la paciencia de Tony se agota y empieza lo verdaderamente duro. Los golpes van y vuelven, el escudo regresa a su mano para protegerla de los disparos y estrellarse contra el metal que ya no puede alcanzar porque es demasiado grueso para ser arrancado. Su prometido la ataca, pero eventualmente continúa diciendole que se aleje cada vez que logra estrellarla contra una pared a diez metros de dónde él está parado. Ella le dice que no puede, que podría hacer eso todo el día, un mantra casi típico de sí que toda la vida ha sido el pilar de su personalidad. Tony dispara contra James y el super soldado vuela por los aires antes de que la capitana embista en su contra y lo arroje contra el suelo, se le trepa encima y le da un puñetazo. Luego otro, y otro más. Arranca un pedazo de la máscara que se agrieta con un golpe del filo del escudo y un golpe del propulsor en la mano ajena se le estrella en el pecho. Arde, el calor atraviesa el traje y hace un agujero al mismo tiempo en que ella utiliza el escudo para romper el reactor en su pecho con un chasquido vidriado, grotesco.

    Ella está llorando. Tiene el rostro cubierto de sangre que brota por los cortes y lágrimas que se le escapan de los ojos. Escucha su propia voz, suplicándole a Tony, diciéndole que lo siente.

    La armadura se apaga, porque ella le arranca el reactor del pecho. Le arranca la fuente de energía de una forma casi tan poética como irónica al pensar que, ese reactor, en algún momento era como el corazón de Tony Stark.

    Ella le está arrancando el corazón.
    En algún punto, el que es su prometido llega a la misma conclusión, porque no lucha más en su contra después de que la capitana arranque el escudo de su pecho. Tiene la mirada fija en los ojos de ella, con el dolor y la tristeza golpeándola como una bofetada.
    Stephanie se pone de pie con la respiración cortada, se acerca a James para ayudarlo a incorporarse y comienza a alejarse despacio, sabiendo que Tony no va a seguirlos.

    Él grita, sin embargo. El tono de su voz está cargado de rencor, frustración e ira.

    —¡Ese escudo no te pertenece! ¡No lo mereces! ¡Mi padre hizo ese escudo!
    Los dedos de Stephanie tiemblan en el agarre de cuero sujeto al vibranio. Se estremece.

    —¡No mereces nada de lo que tenía para ti!

    Inhala con brusquedad, sin siquiera molestarse en detener el llanto que se escapa de sus ojos azules. El escudo se afloja, resbalándose del enganche alrededor de su antebrazo cuando abre los dedos y lo deja ir, empuñando los ojos. Hay un segundo de silencio en el que nadie dice nada, en el que nada suena, pero en el que el aire quema en sus pulmones agitados y el peso de las miradas ajenas le hace doler los hombros. Cuando vuelve a abrirlos, ha tomado la decisión sin retorno, incluso si en ese punto ya no existía. Bucky sigue la mirada de la capitana, que baja a su propia mano izquierda dónde un discreto anillo de oro blanco lanza un guiño burlesco desde su dedo anular. Ella fleziona el pulgar para enganchar el anillo y deslizarlo por las falanges hasta que queda colgando de la punta del anular antes de que lo suelte.

    Otro chasquido. Esta vez, el del oro repicando contra el vibranio.

    Después, silencio.

    Tony no los sigue. Bucky no le habla.

    El frío del exterior le acaricia la cara, congelando sus lágrimas y causando un escozor sobre las heridas abiertas, que ni siquiera tiene una mínima comparación con el dolor de su corazón al desangrarse por dentro.

    Hay un instante eterno en el que el tiempo parece detenerse mientras el corazón le sigue latiendo. Tuc. Tuc. Tuc. Siente la vibración contra su caja torácica, retumbando en sus tímpanos mientras intenta recuperar el aliento solo para darse cuenta de que no puede hacerlo. Tony está a su derecha, pero por primera vez desde que se conocen, él no está prestándole atención. No tiene lugar para más que la imagen amarillenta que se transmite sin sonido en una pantalla maltratada a treinta centímetros de él. A la izquierda, Bucky tiene una expresión desencajada por la angustia de un recuerdo vívido pero antiguo, que literalmente se reproduce frente a él. Y justo en el medio de ambos, está Stephanie. Solo ella, junto a un corazón que late con fuerza y unos pulmones que han dejado de servir. Hay un torbellino de sensaciones encontradas en su interior, que se revuelven para hacerla sentir mareada. Por un lado, quiere sujetar a Tony y abrazarlo como lo ha hecho desde la primera pesadilla con agujeros de gusano y vacíos oscuros. Por el otro, su corazón se rompe al ver la expresión ausente en el rostro de su mejor amigo, captado por la cámara de video mientras asesina a Howard y María Stark con la automaticidad con la que ha sido maldecido desde el día en que cayó del tren. La capitana siente una culpa que no puede controlar, como si la culpa que ha sentido desde el día en que eso pasó, se acrecentara para engullirla entera solo por la forma en la que los dedos de la armadura de Tony se flexionan. Su corazón comienza a deshacerse justo ahí. A medio camino de lo único que tiene en la vida después de tanto perder. A medio camino entre los dos hombres que ama. A su izquierda, el hombre con el que había compartido toda su vida. A su derecha, el hombre con el que, hasta ese instante, creyó que estaba destinada a vivir los años que le quedasen. Si alguien se lo hubiese preguntado en un cuestionario, definitivamente Stephanie no hubiese podido contestar. Más eligió a uno sobre el otro de forma automática, sin siquiera titubear, cuando al terminar el video Tony se giró hacia James y ella le sujetó el antebrazo de la armadura. Allí, con ese único gesto, todo lo que había sido especial en su vínculo con Stark, se deshizo como arena entre los dedos. Se hizo añicos mientras él la miraba con el ardor de la traición y la furia en sus ojos castaños. —Tony, no—susurró ella, con voz carrasposa. El hombre de acero tira del agarre, como queriendo quitársela de encima, pero la rubia insiste, esta vez con desesperación:—. No ha sido su culpa, por favor. A partir de allí todo es caos. Gritos. Disparos. Stephanie es consciente de una forma casi dolorosa, de que en reiteradas oportunidades Tony no la enfrenta sino que la aparta. En muchos encontronazos el uno con el otro, simplemente la empuja contra las paredes con la fuerza de la armadura y la aleja de él, porque su objetivo es Bucky. Pero ella vuelve a la carrera, arrojándose hacia él y sujetándolo mientras le grita a su mejor amigo que se vaya. Las manos le duelen y las uñas se le parten por el esfuerzo que hace arrancando los trozos de la armadura para descomponerla, como una manifestación física de todo el dolor que la hace trizas desde adentro. En algún punto, la paciencia de Tony se agota y empieza lo verdaderamente duro. Los golpes van y vuelven, el escudo regresa a su mano para protegerla de los disparos y estrellarse contra el metal que ya no puede alcanzar porque es demasiado grueso para ser arrancado. Su prometido la ataca, pero eventualmente continúa diciendole que se aleje cada vez que logra estrellarla contra una pared a diez metros de dónde él está parado. Ella le dice que no puede, que podría hacer eso todo el día, un mantra casi típico de sí que toda la vida ha sido el pilar de su personalidad. Tony dispara contra James y el super soldado vuela por los aires antes de que la capitana embista en su contra y lo arroje contra el suelo, se le trepa encima y le da un puñetazo. Luego otro, y otro más. Arranca un pedazo de la máscara que se agrieta con un golpe del filo del escudo y un golpe del propulsor en la mano ajena se le estrella en el pecho. Arde, el calor atraviesa el traje y hace un agujero al mismo tiempo en que ella utiliza el escudo para romper el reactor en su pecho con un chasquido vidriado, grotesco. Ella está llorando. Tiene el rostro cubierto de sangre que brota por los cortes y lágrimas que se le escapan de los ojos. Escucha su propia voz, suplicándole a Tony, diciéndole que lo siente. La armadura se apaga, porque ella le arranca el reactor del pecho. Le arranca la fuente de energía de una forma casi tan poética como irónica al pensar que, ese reactor, en algún momento era como el corazón de Tony Stark. Ella le está arrancando el corazón. En algún punto, el que es su prometido llega a la misma conclusión, porque no lucha más en su contra después de que la capitana arranque el escudo de su pecho. Tiene la mirada fija en los ojos de ella, con el dolor y la tristeza golpeándola como una bofetada. Stephanie se pone de pie con la respiración cortada, se acerca a James para ayudarlo a incorporarse y comienza a alejarse despacio, sabiendo que Tony no va a seguirlos. Él grita, sin embargo. El tono de su voz está cargado de rencor, frustración e ira. —¡Ese escudo no te pertenece! ¡No lo mereces! ¡Mi padre hizo ese escudo! Los dedos de Stephanie tiemblan en el agarre de cuero sujeto al vibranio. Se estremece. —¡No mereces nada de lo que tenía para ti! Inhala con brusquedad, sin siquiera molestarse en detener el llanto que se escapa de sus ojos azules. El escudo se afloja, resbalándose del enganche alrededor de su antebrazo cuando abre los dedos y lo deja ir, empuñando los ojos. Hay un segundo de silencio en el que nadie dice nada, en el que nada suena, pero en el que el aire quema en sus pulmones agitados y el peso de las miradas ajenas le hace doler los hombros. Cuando vuelve a abrirlos, ha tomado la decisión sin retorno, incluso si en ese punto ya no existía. Bucky sigue la mirada de la capitana, que baja a su propia mano izquierda dónde un discreto anillo de oro blanco lanza un guiño burlesco desde su dedo anular. Ella fleziona el pulgar para enganchar el anillo y deslizarlo por las falanges hasta que queda colgando de la punta del anular antes de que lo suelte. Otro chasquido. Esta vez, el del oro repicando contra el vibranio. Después, silencio. Tony no los sigue. Bucky no le habla. El frío del exterior le acaricia la cara, congelando sus lágrimas y causando un escozor sobre las heridas abiertas, que ni siquiera tiene una mínima comparación con el dolor de su corazón al desangrarse por dentro.
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  • Una nueva oportunidad
    Categoría Fantasía
    Una joven Alexandra de 19 años llego hasta los reinos humanos en su desesperación por esconderse de quienes la cazaban en nombre de Ian decidió desaparecer del reino Fae hasta que fuera seguro volver, pues habiendo huido con el hijo de Ian en su vientre, el cual ya había perdido por culpa del mismo Ian, no la dejaría tranquila.

    Llego a un reino humano e hizo lo que alguien como ella siempre hace, ayudar a los que lo necesitan, aun con su magia bloqueada la joven mujer era completamente capaz de curar enfermos, suturar heridas, romper maldiciones e incluso preparar medicamentos. Tenia conocimiento en hierbas y magia elemental, de esa que no necesita energía mágica propia solo lo que la intención ofrece.

    Ella comenzó curando a los pobres, esos que solo le podían ofrecer pan o refugio por una noche, después sus habilidades llegaron a oídos de quien le ofrecía monedas de oro, de los soldados que le daban raciones de comida, después a los nobles que le daban joyas y banquetes, hasta que sus acciones llegaron a oídos de la realeza.

    Ellos la habían mandado llamar, llevándola con una legión de solados como escolta, ella sabia que aquello podía significar muchas cosas, así que iba cubierta entera, solo con su cabello y labios visibles, su identidad era lo mas valioso que poseía, no lo entregaría por nada.

    La llevaron a una habitación oscura donde para su sorpresa solo se encontraba una bella joven que la miraba inquiridoramente. Supuso seria de la raleza, por lo que inmediatamente hizo una reverencia. Ella conocía bien los protocolos, la habían educado en ellos toda una vida.

    — Buenas noches su majestad...

    Dijo sin mostrar su rostro, con una voz suave y tranquila

    ||Rol con ᴅᴀᴇᴍʏʀᴀ ᴛᴀʀɢᴀʀʏᴇɴ
    Una joven Alexandra de 19 años llego hasta los reinos humanos en su desesperación por esconderse de quienes la cazaban en nombre de Ian decidió desaparecer del reino Fae hasta que fuera seguro volver, pues habiendo huido con el hijo de Ian en su vientre, el cual ya había perdido por culpa del mismo Ian, no la dejaría tranquila. Llego a un reino humano e hizo lo que alguien como ella siempre hace, ayudar a los que lo necesitan, aun con su magia bloqueada la joven mujer era completamente capaz de curar enfermos, suturar heridas, romper maldiciones e incluso preparar medicamentos. Tenia conocimiento en hierbas y magia elemental, de esa que no necesita energía mágica propia solo lo que la intención ofrece. Ella comenzó curando a los pobres, esos que solo le podían ofrecer pan o refugio por una noche, después sus habilidades llegaron a oídos de quien le ofrecía monedas de oro, de los soldados que le daban raciones de comida, después a los nobles que le daban joyas y banquetes, hasta que sus acciones llegaron a oídos de la realeza. Ellos la habían mandado llamar, llevándola con una legión de solados como escolta, ella sabia que aquello podía significar muchas cosas, así que iba cubierta entera, solo con su cabello y labios visibles, su identidad era lo mas valioso que poseía, no lo entregaría por nada. La llevaron a una habitación oscura donde para su sorpresa solo se encontraba una bella joven que la miraba inquiridoramente. Supuso seria de la raleza, por lo que inmediatamente hizo una reverencia. Ella conocía bien los protocolos, la habían educado en ellos toda una vida. — Buenas noches su majestad... Dijo sin mostrar su rostro, con una voz suave y tranquila ||Rol con [fable_topaz_zebra_366]
    Tipo
    Individual
    Líneas
    Cualquier línea
    Estado
    Disponible
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    Estoy pensando muy seriamente comenzar una saga dedicada a la Infantería Móvil. Donde todos mis personajes, Shinn, Elios, Adam y Cal, sean soldados...
    Es un tema que me emociona bastante, pero lo complicado es aterrizar las ideas. Una guerra intergaláctica entre la humanidad contra Entidades Biológicas Extraterrestres (EBE) donde se descubran misterios, haya batallas épicas y mucha acción...
    Shinn como ya es un soldado sería una especie de capitán, con un rango alto en el ejército. Elios y Adam soldados de tropa, aunque Adam, dadas sus habilidades como conductor, podría ser un auriga, y Cal una especie de artillero...
    Creo que sería genial. Al menos el germen ya está, ya he comenzado a hacer rol de este tipo... Sólo me falta desarrollarlo.
    Estoy pensando muy seriamente comenzar una saga dedicada a la Infantería Móvil. Donde todos mis personajes, Shinn, Elios, Adam y Cal, sean soldados... Es un tema que me emociona bastante, pero lo complicado es aterrizar las ideas. Una guerra intergaláctica entre la humanidad contra Entidades Biológicas Extraterrestres (EBE) donde se descubran misterios, haya batallas épicas y mucha acción... Shinn como ya es un soldado sería una especie de capitán, con un rango alto en el ejército. Elios y Adam soldados de tropa, aunque Adam, dadas sus habilidades como conductor, podría ser un auriga, y Cal una especie de artillero... Creo que sería genial. Al menos el germen ya está, ya he comenzado a hacer rol de este tipo... Sólo me falta desarrollarlo.
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  • Dentro De La Casa Negra
    Fandom The Animals
    Categoría Acción
    con: Kalhi NigDurgae, Wolf ᴬᵁ , Tolek Zientek

    https://www.youtube.com/watch?v=YWkBlpiaTvY

    Se detiene a un par de metros de la entrada. La puerta parpadea una última vez antes de desvanecerse, como si nunca hubiera estado allí, encerrándole junto a sus escoltas. En su lugar, solo queda la continuidad absurda del pasillo, ahora extendido también en dirección contraria.

    Una ilusión quebrada. Un nuevo comienzo.

    Ella sonríe, esa sonrisa suya, delgada y enigmática, que cuenta historias sin final feliz.

    — ¿Lo ves? —susurra, aunque no está claro a quién se dirige—. Esto es lo que quería mostrarte…

    Ekkora ya no corre. Camina despacio, con el dedo índice apoyado contra la pared derecha. La yema acaricia el cemento pintado de blanco, dejando una huella negra a su paso, como si su tacto fuera tizón.

    — Este lugar... cambia —dice, con voz suave, casi encantada. Mira las manchas de moho, huele el aire podrido—. Como yo.

    El lugar es un liminal sin tiempo ni origen. Las luces del techo zumban con un parpadeo irregular, a ratos blancas, a ratos amarillas, dejando sombras inconsistentes que se mueven por cuenta propia. El piso es de loseta deslucida, agrietada en los bordes. Las paredes, lisas y sin adornos, tienen ese tono gastado que no pertenece a ninguna época, como si fueran una copia mal hecha de una copia perdida.

    No hay puertas. Ni ventanas. Solo pasillo. Recto, eterno, sin un final a la vista. Pero cuando Ekkora roza un punto particular con la yema del dedo, el muro cede. Un pliegue en la realidad se revela: una línea apenas perceptible se abre, primero como una grieta en la pintura, luego como una ranura de aire que huele a tierra húmeda, óxido y pólvora quemada.

    La desviación se forma a su derecha, una abertura estrecha y serpenteante que no debería estar allí. Oscura. Orgánica. Su presencia es una anomalía palpable, como si el propio espacio respirara.

    Al fondo, un soldado espectral permanece inmóvil, pero no indiferente. Sus ojos, cargados de un brillo enfermo, la siguen. Les siguen. Y aterrizan en Kalhi NigDurgae.

    Ekkora ladea la cabeza, curiosa, casi divertida.

    — Estás atrapado, ¿no? —dice, como si hablara con un niño travieso—. Ni vivo ni muerto. Eso debe doler.

    Da un paso más y se inclina apenas, como si quisiera examinarlo más de cerca sin acercarse del todo.

    El soldado emite un sonido sordo, algo entre un quejido y un gruñido, pero no se mueve. No puede. Sus botas, sus pies son parte del suelo.

    Ekkora mira a los hombres que le acompañan, les sonríe y señala hacia adelante, hacia el soldado.

    — Primer Checkpoint.
    con: [Kalh1], [Wolfy], [Tolek] https://www.youtube.com/watch?v=YWkBlpiaTvY Se detiene a un par de metros de la entrada. La puerta parpadea una última vez antes de desvanecerse, como si nunca hubiera estado allí, encerrándole junto a sus escoltas. En su lugar, solo queda la continuidad absurda del pasillo, ahora extendido también en dirección contraria. Una ilusión quebrada. Un nuevo comienzo. Ella sonríe, esa sonrisa suya, delgada y enigmática, que cuenta historias sin final feliz. — ¿Lo ves? —susurra, aunque no está claro a quién se dirige—. Esto es lo que quería mostrarte… Ekkora ya no corre. Camina despacio, con el dedo índice apoyado contra la pared derecha. La yema acaricia el cemento pintado de blanco, dejando una huella negra a su paso, como si su tacto fuera tizón. — Este lugar... cambia —dice, con voz suave, casi encantada. Mira las manchas de moho, huele el aire podrido—. Como yo. El lugar es un liminal sin tiempo ni origen. Las luces del techo zumban con un parpadeo irregular, a ratos blancas, a ratos amarillas, dejando sombras inconsistentes que se mueven por cuenta propia. El piso es de loseta deslucida, agrietada en los bordes. Las paredes, lisas y sin adornos, tienen ese tono gastado que no pertenece a ninguna época, como si fueran una copia mal hecha de una copia perdida. No hay puertas. Ni ventanas. Solo pasillo. Recto, eterno, sin un final a la vista. Pero cuando Ekkora roza un punto particular con la yema del dedo, el muro cede. Un pliegue en la realidad se revela: una línea apenas perceptible se abre, primero como una grieta en la pintura, luego como una ranura de aire que huele a tierra húmeda, óxido y pólvora quemada. La desviación se forma a su derecha, una abertura estrecha y serpenteante que no debería estar allí. Oscura. Orgánica. Su presencia es una anomalía palpable, como si el propio espacio respirara. Al fondo, un soldado espectral permanece inmóvil, pero no indiferente. Sus ojos, cargados de un brillo enfermo, la siguen. Les siguen. Y aterrizan en [Kalh1]. Ekkora ladea la cabeza, curiosa, casi divertida. — Estás atrapado, ¿no? —dice, como si hablara con un niño travieso—. Ni vivo ni muerto. Eso debe doler. Da un paso más y se inclina apenas, como si quisiera examinarlo más de cerca sin acercarse del todo. El soldado emite un sonido sordo, algo entre un quejido y un gruñido, pero no se mueve. No puede. Sus botas, sus pies son parte del suelo. Ekkora mira a los hombres que le acompañan, les sonríe y señala hacia adelante, hacia el soldado. — Primer Checkpoint.
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    Me descuido un poco y ꧁༒☬𝓐𝓛𝓐𝓢𝓣𝓞𝓡 𝓡𝓔𝓓 𝓓𝓔𝓜𝓞𝓝 𝓞𝓥𝓔𝓡𝓛𝓞𝓡𝓓☬༒꧂
    Ya tiene pareja, lo que pasa cuando se pierde una un rato.

    Enfin F por los soldados caídos...(?)
    Me descuido un poco y [legend_crimson_rabbit_440] Ya tiene pareja, lo que pasa cuando se pierde una un rato. Enfin F por los soldados caídos...(?)
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    Me agradan estas perspectivas de la Infantería Móvil... 🏻🏻
    Adaptar a Shinn, Elios y Adam para que sean soldados que luchan contra EBE (Entidades Biológicas Extraterrestres) por la supervivencia en el universo de la humanidad... 🏻🏻
    Me agradan estas perspectivas de la Infantería Móvil... 🤩👍🏻👌🏻😁 Adaptar a Shinn, Elios y Adam para que sean soldados que luchan contra EBE (Entidades Biológicas Extraterrestres) por la supervivencia en el universo de la humanidad... 🤩🤩🤩🤩😁👍🏻👌🏻
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