• Ayuda por favor, ese señor me a estado siguiendo por mucho tiempo, no para de decir que volvamos rápidamente a la guarida, no lo entiendo.
    Ayuda por favor, ese señor me a estado siguiendo por mucho tiempo, no para de decir que volvamos rápidamente a la guarida, no lo entiendo.
    Me shockea
    2
    3 turnos 0 maullidos 123 vistas
  • 𝓢𝓸𝓶𝓫𝓻𝓪𝓼 𝓓𝓮𝓵 𝓐𝔂𝓮𝓻

    -Al mirar al horizonte, pudo observar una sirueta familiar. Al reconocerla, abrió los ojos shock. Sorpresa, confusión y esperanza se apoderaron de él.-

    ¿María...?

    -Su mente se aferró a lo lógico, saliendo de su estado de shock.-

    𝗡𝗼. Ella ya no está. Solo veo cosas...

    -Negó con la cabeza borrando el pensamiento de su mente.-

    Debo concentrarme. No debo perder el tiempo persiguiendo...sueños.
    𝓢𝓸𝓶𝓫𝓻𝓪𝓼 𝓓𝓮𝓵 𝓐𝔂𝓮𝓻 -Al mirar al horizonte, pudo observar una sirueta familiar. Al reconocerla, abrió los ojos shock. Sorpresa, confusión y esperanza se apoderaron de él.- ¿María...? -Su mente se aferró a lo lógico, saliendo de su estado de shock.- 𝗡𝗼. Ella ya no está. Solo veo cosas... -Negó con la cabeza borrando el pensamiento de su mente.- Debo concentrarme. No debo perder el tiempo persiguiendo...sueños.
    Me entristece
    2
    0 turnos 0 maullidos 379 vistas
  • « ¿Y ahora qué hago? No debía terminar así. Es otro de esos malditos malentendidos. »

    Ese siempre había sido uno de sus problemas. No importaba cómo, siempre terminaba envuelto en algún malentendido con sus compañeros de oficina porque los seguía en silencio. A muchos les parecía raro, otros intentaban verlo como algo equis y nunca faltaba el que terminaba haciendo un alboroto porque "lo estaba siguiendo". Pues claro, los seguía por los pasillos porque no podía gritarles que esperaran por él o que quería preguntarles algo, siempre terminaba caminando detrás de ellos reuniendo la confianza suficiente para tocarles el hombro o un brazo. Pero siempre recibía las mismas miradas de odio o fastidio la primera vez. ¿Qué iba a saber que no a todos les gustaba el contacto físico de esa forma? ¿Qué más podía hacer? ¿Arrojarles bolas de papel o tonterías hasta que decidieran mirarlo? Sí, sí lo había intentado con algunos de sus amigos y aquello le había dado un par de pases directos a la oficina de orientación.

    Nikolay sacudió sus manos en repetidas ocasiones mientras que se ponía a la defensiva. A veces no pasaba solo de una mirada, en otras podía escalar hasta recibir algún insulto o una maldición que lo hacía odiar enormemente al mundo, pero siempre esperaba lo peor: Un golpe o una bofetada. De esas que solían darle sus padres o su hermano mayor para "enderezarlo" y que dejara de actuar como un idiota discapacitado. De inmediato sacó su teléfono, donde comenzó a escribir un par de cosas para mostrarle, al final, el resultado de su bloc de notas.

    « Lo lamento. Solo quería decirte que dejaste caer tu billetera y la levanté. Lo siento, caminas muy rápido. » Una vez que le permitió leer, Niko se palpó los bolsillos del pantalón hasta que sacó aquel objeto. Siempre que revelaba sus intenciones, al seguirlos en silencio insistentemente, parecía que el mundo a su alrededor cambiaba y dejaba de ser un completo extraño, o un acosador quizá. Aunque sonreía, sólo podía pensar en una cosa: Detestaba la hipocresía y la doble cara que le mostraban los demás al verlo con lástima.
    « ¿Y ahora qué hago? No debía terminar así. Es otro de esos malditos malentendidos. » Ese siempre había sido uno de sus problemas. No importaba cómo, siempre terminaba envuelto en algún malentendido con sus compañeros de oficina porque los seguía en silencio. A muchos les parecía raro, otros intentaban verlo como algo equis y nunca faltaba el que terminaba haciendo un alboroto porque "lo estaba siguiendo". Pues claro, los seguía por los pasillos porque no podía gritarles que esperaran por él o que quería preguntarles algo, siempre terminaba caminando detrás de ellos reuniendo la confianza suficiente para tocarles el hombro o un brazo. Pero siempre recibía las mismas miradas de odio o fastidio la primera vez. ¿Qué iba a saber que no a todos les gustaba el contacto físico de esa forma? ¿Qué más podía hacer? ¿Arrojarles bolas de papel o tonterías hasta que decidieran mirarlo? Sí, sí lo había intentado con algunos de sus amigos y aquello le había dado un par de pases directos a la oficina de orientación. Nikolay sacudió sus manos en repetidas ocasiones mientras que se ponía a la defensiva. A veces no pasaba solo de una mirada, en otras podía escalar hasta recibir algún insulto o una maldición que lo hacía odiar enormemente al mundo, pero siempre esperaba lo peor: Un golpe o una bofetada. De esas que solían darle sus padres o su hermano mayor para "enderezarlo" y que dejara de actuar como un idiota discapacitado. De inmediato sacó su teléfono, donde comenzó a escribir un par de cosas para mostrarle, al final, el resultado de su bloc de notas. « Lo lamento. Solo quería decirte que dejaste caer tu billetera y la levanté. Lo siento, caminas muy rápido. » Una vez que le permitió leer, Niko se palpó los bolsillos del pantalón hasta que sacó aquel objeto. Siempre que revelaba sus intenciones, al seguirlos en silencio insistentemente, parecía que el mundo a su alrededor cambiaba y dejaba de ser un completo extraño, o un acosador quizá. Aunque sonreía, sólo podía pensar en una cosa: Detestaba la hipocresía y la doble cara que le mostraban los demás al verlo con lástima.
    Me entristece
    2
    0 turnos 0 maullidos 393 vistas
  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    No imaginé que detrás de todo esto estuvieran aquellos cazadores de dragones.

    Mi error fue bajar un poco la guardia , tal vez estuvieron siguiendo mis pasos .

    O quizá fue una coincidencia cruzarme con ellos en este templo en el desierto.
    No imaginé que detrás de todo esto estuvieran aquellos cazadores de dragones. Mi error fue bajar un poco la guardia , tal vez estuvieron siguiendo mis pasos . O quizá fue una coincidencia cruzarme con ellos en este templo en el desierto.
    Me encocora
    1
    0 comentarios 0 compartidos 127 vistas
  • Siguiendo el consejo del cefalón Cy, aprovecha el tiempo libre para integrar un holocomunicador en la muñeca derecha del Warframe, junto a la cuchilla Pazaron, los rugidos simplemente no son un medio efectivo de comunicación, sin embargo, proyectar sus pensamientos en un holograma desde la palma de la diestra de la bestia permitiría transmitir mejor sus mensajes.
    Siguiendo el consejo del cefalón Cy, aprovecha el tiempo libre para integrar un holocomunicador en la muñeca derecha del Warframe, junto a la cuchilla Pazaron, los rugidos simplemente no son un medio efectivo de comunicación, sin embargo, proyectar sus pensamientos en un holograma desde la palma de la diestra de la bestia permitiría transmitir mejor sus mensajes.
    0 turnos 0 maullidos 188 vistas
  • Estás dispuesto a arriesgar tu vida?
    Fandom Cualquiera
    Categoría Otros
    *La luna llena se alzaba alta en el cielo, proyectando su tenue luz sobre el antiguo castillo oculto al borde de la ciudad. Los muros de piedra oscura, cubiertos de enredaderas, parecían susurrar secretos de siglos pasados. En el vasto salón principal, decorado con candelabros de hierro forjado y tapices descoloridos, Eliza aguardaba. Su figura se recortaba contra la luz vacilante de las velas, sentada con desdén en un trono de mármol negro adornado con gárgolas. Sus ojos carmesí brillaban en la penumbra, siguiendo los pasos de su visitante mientras cruzaba las enormes puertas de madera que chirriaban con un sonido fantasmagórico.*

    >Vaya, vaya...

    *murmuró con una voz sedosa, casi un susurro que resonó en la inmensidad del salón. Se inclinó ligeramente hacia adelante, dejando que una sonrisa ladeada revelara sus colmillos. Su tono era casi juguetón, pero con un filo que hacía difícil discernir si era un saludo o una amenaza*

    >¿Quién sería tan osado como para irrumpir en mi dominio sin anunciarse?

    *Sin levantarse, Eliza extendió una mano pálida, con uñas pintadas de negro, señalando la alfombra roja que llevaba directamente hasta su trono.*

    >Acércate, desconocid@.

    *Su sonrisa se amplió, sus colmillos reluciendo a la luz de las velas*

    Pero ten cuidado... algunos que se atreven a entrar aquí no vuelven a salir.

    *Un murmullo etéreo pareció emanar de las sombras que la rodeaban, como si el castillo mismo respirara en sincronía con la vampira. El aire se tornó más frío, y el aroma de rosas secas llenaba la estancia, haciendo que cada paso hacia ella pareciera un desafío a lo desconocido.*
    *La luna llena se alzaba alta en el cielo, proyectando su tenue luz sobre el antiguo castillo oculto al borde de la ciudad. Los muros de piedra oscura, cubiertos de enredaderas, parecían susurrar secretos de siglos pasados. En el vasto salón principal, decorado con candelabros de hierro forjado y tapices descoloridos, Eliza aguardaba. Su figura se recortaba contra la luz vacilante de las velas, sentada con desdén en un trono de mármol negro adornado con gárgolas. Sus ojos carmesí brillaban en la penumbra, siguiendo los pasos de su visitante mientras cruzaba las enormes puertas de madera que chirriaban con un sonido fantasmagórico.* >Vaya, vaya... *murmuró con una voz sedosa, casi un susurro que resonó en la inmensidad del salón. Se inclinó ligeramente hacia adelante, dejando que una sonrisa ladeada revelara sus colmillos. Su tono era casi juguetón, pero con un filo que hacía difícil discernir si era un saludo o una amenaza* >¿Quién sería tan osado como para irrumpir en mi dominio sin anunciarse? *Sin levantarse, Eliza extendió una mano pálida, con uñas pintadas de negro, señalando la alfombra roja que llevaba directamente hasta su trono.* >Acércate, desconocid@. *Su sonrisa se amplió, sus colmillos reluciendo a la luz de las velas* Pero ten cuidado... algunos que se atreven a entrar aquí no vuelven a salir. *Un murmullo etéreo pareció emanar de las sombras que la rodeaban, como si el castillo mismo respirara en sincronía con la vampira. El aire se tornó más frío, y el aroma de rosas secas llenaba la estancia, haciendo que cada paso hacia ella pareciera un desafío a lo desconocido.*
    Tipo
    Individual
    Líneas
    15
    Estado
    Disponible
    Me encocora
    Me gusta
    Me endiabla
    Me shockea
    7
    2 turnos 0 maullidos 583 vistas

  • Grim Reaper.
    Rol libre.

    Pasó toda la noche persiguiendo almas, hasta que finalmente envió a la última de regreso al inframundo. A veces debía usar la violencia en casos difíciles. Revisó la hora y se dió cuenta que estaba en medio de la madrugada, faltaban pocas horas para que saliera el sol, sin embargo, se tomó un descanso en un pequeño motel que se encontró en medio de la carretera.

    Aunque era un mensajero de la muerte, ahora residía en el cuerpo de un humano y sentía sus emociones, incluyendo el cansancio, por lo que debía darle atención. Y aunque el lugar parecía un poco sospechoso, sólo quería cerrar sus ojos un momento y olvidarse del trabajo, sin importarle nada más.
    Grim Reaper. Rol libre. Pasó toda la noche persiguiendo almas, hasta que finalmente envió a la última de regreso al inframundo. A veces debía usar la violencia en casos difíciles. Revisó la hora y se dió cuenta que estaba en medio de la madrugada, faltaban pocas horas para que saliera el sol, sin embargo, se tomó un descanso en un pequeño motel que se encontró en medio de la carretera. Aunque era un mensajero de la muerte, ahora residía en el cuerpo de un humano y sentía sus emociones, incluyendo el cansancio, por lo que debía darle atención. Y aunque el lugar parecía un poco sospechoso, sólo quería cerrar sus ojos un momento y olvidarse del trabajo, sin importarle nada más.
    Me gusta
    1
    0 turnos 0 maullidos 261 vistas
  • El descenso
    Fandom Original- Sobrenatural
    Categoría Otros
    //Libre para quien quiera responder, no busco rol de 5 lineas ni rol con personajes tipo furry o caricaturas//

    ---- Hace mucho tiempo atrás----

    Y lo primero que conoció de este mundo, fue el barro.
    El barro recibió el impacto de su llegada, junto con el dolor.
    Su entidad, flameante y gloriosa fue atrapada en este cuerpo, pesado y asfixiante que brillaba intensamente, en este corazón galopante que le llenaba de adrenalina cada extremidad.

    En el barro inició, tratando de levantarse, de hacer equilibrio, sintiendo en la espalda el peso de sus alas.
    Jamás habia tenido que cargar consigo mismo, sus manos al principio dolieron, tratando de apalancar su torso desnudo.

    Cuando por fin alzó la cabeza, pudo darse cuenta de que estaba en el bosque. Pudo sentir el frío sobre su mejilla, su desnudez de una piel tersa y perfecta, y unos cabellos que se pegaban a su rostro y se llenaban de barro.

    Pero pudo sonreir, entre jadeos, pues le habia sido concedido su deseo. Estaba en el valle de los hombres, en el jardín personal del Creador.
    En su granja de hormigas.
    Ya no más como un espectador pasivo, o un oyente de anécdotas. Ahora tenia la oportunidad de vivir, de sentir y aprender a través de este cuerpo perecedero y esta mente encerrada en una nueva cosmovisión.

    Se puso de pie, tomandose su tiempo para sentir las piernas, percatarse de que tenia una encarnación masculina. Se olfateó y tomó hasta consciencia de sus órganos, de su éter, del poder encapsulado en él, preparado para dar lucha y muerte si quería.

    Caminó por primera vez, entre tierra negra, líquenes y follaje, lastimándose con piedras y raspándose con la hiedra. El dolor era soportable, una distracción apenas.

    Al salir del matorral, sintió la claridad de la mañana en el rostro, junto al canto de las aves, los insectos y otras alimañas. Jamás volveria a vivenciar un amanecer como ése, uno que le llenó de esperanza por la humanidad. Sería la última vez que la tendría tan alto en el corazón, aunque no lo sabía aún.

    Caminó lentamente hasta divisar un camino, y a lo lejos, la ciudad.
    A voluntad escondió sus alas, su brillo que quemaba el cesped, y caminó. Estaba consciente de la desnudez así que tocaba caminar hasta encontrar con qué cubrirse, muy enterado de que en el mundo de los humanos, andar sin ropa alteraba el orden social.

    Caminó siguiendo esa ruta asfaltada, a la espera de su primer contacto con otra criatura esperaba, pacífica.
    //Libre para quien quiera responder, no busco rol de 5 lineas ni rol con personajes tipo furry o caricaturas// ---- Hace mucho tiempo atrás---- Y lo primero que conoció de este mundo, fue el barro. El barro recibió el impacto de su llegada, junto con el dolor. Su entidad, flameante y gloriosa fue atrapada en este cuerpo, pesado y asfixiante que brillaba intensamente, en este corazón galopante que le llenaba de adrenalina cada extremidad. En el barro inició, tratando de levantarse, de hacer equilibrio, sintiendo en la espalda el peso de sus alas. Jamás habia tenido que cargar consigo mismo, sus manos al principio dolieron, tratando de apalancar su torso desnudo. Cuando por fin alzó la cabeza, pudo darse cuenta de que estaba en el bosque. Pudo sentir el frío sobre su mejilla, su desnudez de una piel tersa y perfecta, y unos cabellos que se pegaban a su rostro y se llenaban de barro. Pero pudo sonreir, entre jadeos, pues le habia sido concedido su deseo. Estaba en el valle de los hombres, en el jardín personal del Creador. En su granja de hormigas. Ya no más como un espectador pasivo, o un oyente de anécdotas. Ahora tenia la oportunidad de vivir, de sentir y aprender a través de este cuerpo perecedero y esta mente encerrada en una nueva cosmovisión. Se puso de pie, tomandose su tiempo para sentir las piernas, percatarse de que tenia una encarnación masculina. Se olfateó y tomó hasta consciencia de sus órganos, de su éter, del poder encapsulado en él, preparado para dar lucha y muerte si quería. Caminó por primera vez, entre tierra negra, líquenes y follaje, lastimándose con piedras y raspándose con la hiedra. El dolor era soportable, una distracción apenas. Al salir del matorral, sintió la claridad de la mañana en el rostro, junto al canto de las aves, los insectos y otras alimañas. Jamás volveria a vivenciar un amanecer como ése, uno que le llenó de esperanza por la humanidad. Sería la última vez que la tendría tan alto en el corazón, aunque no lo sabía aún. Caminó lentamente hasta divisar un camino, y a lo lejos, la ciudad. A voluntad escondió sus alas, su brillo que quemaba el cesped, y caminó. Estaba consciente de la desnudez así que tocaba caminar hasta encontrar con qué cubrirse, muy enterado de que en el mundo de los humanos, andar sin ropa alteraba el orden social. Caminó siguiendo esa ruta asfaltada, a la espera de su primer contacto con otra criatura esperaba, pacífica.
    Tipo
    Individual
    Líneas
    50
    Estado
    Disponible
    Me gusta
    Me encocora
    2
    0 turnos 0 maullidos 982 vistas
  • El jueves 21 de noviembre, comenzó mi aventura personal, la primera pero no la última. Todo comenzó con mi pequeña intención de dar libertad a medias a mi loba espiritual: Astra, pero todo se salió de control al no hacer una buena observación de los ingredientes y el mejor estado de estos para hacer la poción para cambiar de formas, es decir: "la Transmutación instantánea." Había investigado a profundidad los ingredientes y la preparación correcta para la poción.

    Uno por uno de los ingredientes para poción bebible fui mezclando en un pequeño jarron de cristal; vertí el agua traslúcida pero algo grumosa hervida de la mandrágora, también la esencia de camaleón con una cucharada sopera mezclandolo en sentido contrario a las agujas del reloj. Miré la pluma de fénix que levitaba a un lado mío y lo dirigí al jarrón, dejándolo caer; inmediatamente el fuego encendido hizo una erupción al contacto con el líquido grumoso de la mezcla.

    En cuanto había hecho la mezcla el agua se había vuelto verdosa traslúcida al mezclarse con la pluma rojiza del fénix. En mi mortero de piedra tenía ya listos los petalos de rosa negra machacados previamente, espolvoreé el polvo de la rosa negra sobre la mezcla, volviendo el color hermoso a uno oscuro, sin embargo, el siguiente polvo: obsidiana, siguiendo la técnica de mezclar tres veces hacia el sentido horario con la cuchara.

    Olía exquisito. Todo parecía ir perfectamente de acuerdo al plan.

    El siguiente ingrediente fue el sacrificio de verter mi sangre en la poción, consiguiendo cerrar el ciclo mágico de la poción. De esta salieron cinco frascos de la poción, sin embargo cuando lo probé e ingerido el líquido ardió en mi garganta, cuerpo y poco despues una pequeña explosión interna hizo salir de mi nariz y oidos una pequeña humareda de explosión, dejándome ciega por unos instantes. Torpemente recuerdo haberme parado en búsqueda de un espejo, y fue grata la sorpresa de que la poción había logrado mostrar en efecto un cuerpo humano mitad loba.

    Los días fueron pasando, amigos se extrañaron por mi apariencia, otros al principio desconfiaron y finalmente empezaron a flotar de muchos fantasías de cosplay, vestimentas y hasta próximas formas de animales. Lastimosamente la poción no funcionaba así, en esta oportunidad estaba siendo una Ookami, es decir: chica loba. Por mi linaje lycan, yo no tenía elección para cambiar de forma como un humano común lo pudiera tener.

    Un humano, un demonio o un elfo, podía convertirse gracias a la poción en otros animales cambiaformas, podrían ser: Nekomimi, Inui, entre otros. Mientras que a mi solo podría tomar una forma de Ookami, o bien cambiar mi aspecto físico en cuánto al cabello, ojos y piel, pero más de eso, era imposible hacer transformaciones más drásticas.

    Mientras estuve esperando que la mandrágora creciera sana, con un poco de crecimiento rápido a causa de mi magia, conocí a una chica, Nenet, muy agradable, risueña y hermosa siento que pronto podríamos ser muy buenas amigas. También tengo un roomie, se llama Wriot, (no se pronunciar bien su nombre pero espero pronto conseguirlo) en casa, estoy feliz de tener un amigo cercano sabiendo que siempre he sido una loba solitaria.

    Cada instante que paso mas en este gran pueblo de otra dimensión, llamado FicRol, me siento agradecida de no tener mi maldición de desinterés prendido a full y qué después de tres años, ya no me siento tan hermitaña.

    Hoy 3 de diciembre, por fin puedo decir que todos los ingredientes de mi poción "Transmutación instantánea" con efecto fallido, tendrá su fin.

    Tomo el nuevo frasco con el antídoto y no siento ningún cambio, hasta que las lágrimas empiezan a caer y una gran tristeza me hace aullar. Solo en ese instante se que Astra siente decepción por no haber aprovechado y encontrado pareja, pero mientras yo estuviera consciente ningún desliz cambiaría nuestra vida tranquila.

    —Es hora de volver a ser yo...

    Escuché un explosión y poco después puro humo me envolvió, haciendo que estornudara inmediatamente. Corrí con apuro al baño y suspiré aliviada que la luz del día mostrara de nuevo mi aspecto de siempre, con una gran sonrisa, por fin vuelvo a ser yo misma.
    El jueves 21 de noviembre, comenzó mi aventura personal, la primera pero no la última. Todo comenzó con mi pequeña intención de dar libertad a medias a mi loba espiritual: Astra, pero todo se salió de control al no hacer una buena observación de los ingredientes y el mejor estado de estos para hacer la poción para cambiar de formas, es decir: "la Transmutación instantánea." Había investigado a profundidad los ingredientes y la preparación correcta para la poción. Uno por uno de los ingredientes para poción bebible fui mezclando en un pequeño jarron de cristal; vertí el agua traslúcida pero algo grumosa hervida de la mandrágora, también la esencia de camaleón con una cucharada sopera mezclandolo en sentido contrario a las agujas del reloj. Miré la pluma de fénix que levitaba a un lado mío y lo dirigí al jarrón, dejándolo caer; inmediatamente el fuego encendido hizo una erupción al contacto con el líquido grumoso de la mezcla. En cuanto había hecho la mezcla el agua se había vuelto verdosa traslúcida al mezclarse con la pluma rojiza del fénix. En mi mortero de piedra tenía ya listos los petalos de rosa negra machacados previamente, espolvoreé el polvo de la rosa negra sobre la mezcla, volviendo el color hermoso a uno oscuro, sin embargo, el siguiente polvo: obsidiana, siguiendo la técnica de mezclar tres veces hacia el sentido horario con la cuchara. Olía exquisito. Todo parecía ir perfectamente de acuerdo al plan. El siguiente ingrediente fue el sacrificio de verter mi sangre en la poción, consiguiendo cerrar el ciclo mágico de la poción. De esta salieron cinco frascos de la poción, sin embargo cuando lo probé e ingerido el líquido ardió en mi garganta, cuerpo y poco despues una pequeña explosión interna hizo salir de mi nariz y oidos una pequeña humareda de explosión, dejándome ciega por unos instantes. Torpemente recuerdo haberme parado en búsqueda de un espejo, y fue grata la sorpresa de que la poción había logrado mostrar en efecto un cuerpo humano mitad loba. Los días fueron pasando, amigos se extrañaron por mi apariencia, otros al principio desconfiaron y finalmente empezaron a flotar de muchos fantasías de cosplay, vestimentas y hasta próximas formas de animales. Lastimosamente la poción no funcionaba así, en esta oportunidad estaba siendo una Ookami, es decir: chica loba. Por mi linaje lycan, yo no tenía elección para cambiar de forma como un humano común lo pudiera tener. Un humano, un demonio o un elfo, podía convertirse gracias a la poción en otros animales cambiaformas, podrían ser: Nekomimi, Inui, entre otros. Mientras que a mi solo podría tomar una forma de Ookami, o bien cambiar mi aspecto físico en cuánto al cabello, ojos y piel, pero más de eso, era imposible hacer transformaciones más drásticas. Mientras estuve esperando que la mandrágora creciera sana, con un poco de crecimiento rápido a causa de mi magia, conocí a una chica, Nenet, muy agradable, risueña y hermosa siento que pronto podríamos ser muy buenas amigas. También tengo un roomie, se llama Wriot, (no se pronunciar bien su nombre pero espero pronto conseguirlo) en casa, estoy feliz de tener un amigo cercano sabiendo que siempre he sido una loba solitaria. Cada instante que paso mas en este gran pueblo de otra dimensión, llamado FicRol, me siento agradecida de no tener mi maldición de desinterés prendido a full y qué después de tres años, ya no me siento tan hermitaña. Hoy 3 de diciembre, por fin puedo decir que todos los ingredientes de mi poción "Transmutación instantánea" con efecto fallido, tendrá su fin. Tomo el nuevo frasco con el antídoto y no siento ningún cambio, hasta que las lágrimas empiezan a caer y una gran tristeza me hace aullar. Solo en ese instante se que Astra siente decepción por no haber aprovechado y encontrado pareja, pero mientras yo estuviera consciente ningún desliz cambiaría nuestra vida tranquila. —Es hora de volver a ser yo... Escuché un explosión y poco después puro humo me envolvió, haciendo que estornudara inmediatamente. Corrí con apuro al baño y suspiré aliviada que la luz del día mostrara de nuevo mi aspecto de siempre, con una gran sonrisa, por fin vuelvo a ser yo misma.
    Me gusta
    Me encocora
    4
    0 turnos 0 maullidos 702 vistas
  • ──── 𝗗𝗼𝘀 𝗦𝗲𝗺𝗮𝗻𝗮𝘀 𝗔𝘁𝗿𝗮́𝘀

    #Wendigo #ElBrujoCojo

    Una espesa lluvia caía aquella noche sobre Nueva York, el agua resbalaba por los ventanales del penthouse mientras las luces de la ciudad parpadeaban a lo lejos. James caminaba con cautela por la escena del crimen tras recibir la urgida llamada de Mark, su contacto en la policía. Las hojas del joven árbol de narcisos que había crecido de forma grotesca en el centro de la sala se agitaban levemente, como si aún respiraran la esencia de la víctima que lo alimentó; "No pasó más de un par de horas", pensó.

    Mark se mantenía en silencio, cruzado de brazos, observando cómo James inspeccionaba la habitación. Las raíces se extendían como venas negras por el suelo, enredadas en los muebles y entrelazadas con los restos momificados del mafioso.

    — Esto es... inquietante —murmuró James, apartando una hoja que caía sobre su hombro.

    Mark asintió, su expresión severa.

    — El tipo lo merecía. Secuestro, abuso, asesinato, tráfico, tenía el cartón lleno, pero esto... no es algo que pueda justificar en un informe.

    James se arrodilló, rozando la madera retorcida. Sentía la energía residual, el poder de Tolek impregnado en cada fibra del árbol. Luego, siguiendo el tronco hacia la copa, cayó en cuenta de los domos en el techo: cámaras de seguridad.

    — ¿Has visto las grabaciones? —preguntó James, su voz firme.

    Mark suspiró profundamente y asintió.

    — Sí, lo sé. Las revisé antes de que llegaras.

    James respiró profundamente, un nudo formándose en su estómago.

    — ¿Qué captaron?

    Mark miró hacia el árbol, luego a James.

    — Todo. La retención de un chico, la irrupción de Tolek para socorrerlo... Y cómo la semilla creció dentro de ese bastardo hasta convertirlo en esto. Las imágenes están distorsionadas, como es usual, pero en algunos fotogramas alcanza a distinguirse su rostro con claridad.

    James se levantó, colocando una mano sobre el hombro de su amigo.

    — Hay cosas que el sistema no puede manejar, Mark. Sabes que lo que hizo fue justo, aunque no sea legal. Necesitamos destruir esas grabaciones. Por él, y por el chico que salvó.

    El policía titubeó por un momento, mirando el árbol con un gesto de desagrado, pero finalmente asintió.

    — Lo haré. Pero, James... esto no puede repetirse. Si alguien más descubre lo que pasó, estaremos en problemas.

    James asintió solemnemente.

    — Lo sé. Gracias, Mark.

    Cuando James salió del penthouse, el aire frío y húmedo de la noche le golpeó el rostro. La lluvia continuaba cayendo, formando charcos en las aceras iluminadas por las farolas. Se ajustó el abrigo y caminó unos pasos antes de detenerse bajo la marquesina del edificio. Sacó su teléfono, sus dedos aún húmedos, y abrió su lista de contactos.

    Encontró el nombre de Tolek Zientek y, tras un breve suspiro, escribió:

    "Tenemos que hablar. He estado en el penthouse. Llámame cuando puedas."

    ──── 𝗗𝗼𝘀 𝗦𝗲𝗺𝗮𝗻𝗮𝘀 𝗔𝘁𝗿𝗮́𝘀 #Wendigo #ElBrujoCojo Una espesa lluvia caía aquella noche sobre Nueva York, el agua resbalaba por los ventanales del penthouse mientras las luces de la ciudad parpadeaban a lo lejos. James caminaba con cautela por la escena del crimen tras recibir la urgida llamada de Mark, su contacto en la policía. Las hojas del joven árbol de narcisos que había crecido de forma grotesca en el centro de la sala se agitaban levemente, como si aún respiraran la esencia de la víctima que lo alimentó; "No pasó más de un par de horas", pensó. Mark se mantenía en silencio, cruzado de brazos, observando cómo James inspeccionaba la habitación. Las raíces se extendían como venas negras por el suelo, enredadas en los muebles y entrelazadas con los restos momificados del mafioso. — Esto es... inquietante —murmuró James, apartando una hoja que caía sobre su hombro. Mark asintió, su expresión severa. — El tipo lo merecía. Secuestro, abuso, asesinato, tráfico, tenía el cartón lleno, pero esto... no es algo que pueda justificar en un informe. James se arrodilló, rozando la madera retorcida. Sentía la energía residual, el poder de Tolek impregnado en cada fibra del árbol. Luego, siguiendo el tronco hacia la copa, cayó en cuenta de los domos en el techo: cámaras de seguridad. — ¿Has visto las grabaciones? —preguntó James, su voz firme. Mark suspiró profundamente y asintió. — Sí, lo sé. Las revisé antes de que llegaras. James respiró profundamente, un nudo formándose en su estómago. — ¿Qué captaron? Mark miró hacia el árbol, luego a James. — Todo. La retención de un chico, la irrupción de Tolek para socorrerlo... Y cómo la semilla creció dentro de ese bastardo hasta convertirlo en esto. Las imágenes están distorsionadas, como es usual, pero en algunos fotogramas alcanza a distinguirse su rostro con claridad. James se levantó, colocando una mano sobre el hombro de su amigo. — Hay cosas que el sistema no puede manejar, Mark. Sabes que lo que hizo fue justo, aunque no sea legal. Necesitamos destruir esas grabaciones. Por él, y por el chico que salvó. El policía titubeó por un momento, mirando el árbol con un gesto de desagrado, pero finalmente asintió. — Lo haré. Pero, James... esto no puede repetirse. Si alguien más descubre lo que pasó, estaremos en problemas. James asintió solemnemente. — Lo sé. Gracias, Mark. Cuando James salió del penthouse, el aire frío y húmedo de la noche le golpeó el rostro. La lluvia continuaba cayendo, formando charcos en las aceras iluminadas por las farolas. Se ajustó el abrigo y caminó unos pasos antes de detenerse bajo la marquesina del edificio. Sacó su teléfono, sus dedos aún húmedos, y abrió su lista de contactos. Encontró el nombre de [Tolek] y, tras un breve suspiro, escribió: "Tenemos que hablar. He estado en el penthouse. Llámame cuando puedas."
    Me gusta
    Me shockea
    2
    0 turnos 0 maullidos 332 vistas
Ver más resultados
Patrocinados