• -Algunas veces solo quiero.-
    ...
    -y después seguir con mi vida.-

    (¿Te a pasado?, ese impulso estúpido.)
    -Algunas veces solo quiero.- ... -y después seguir con mi vida.- (¿Te a pasado?, ese impulso estúpido.)
    Me encocora
    Me shockea
    2
    3 turnos 0 maullidos
  • Al parecer muchos de por aquí proclaman tener un gran poder e influencia, me gustaría comprobarlo con mis propios ojos.

    Por si se preguntan que es lo que busco, desearía contactos que me ayuden a conseguir lo que deseo, no me importa si tengo que vender mi alma al diablo o hacerle favores a alguien, haré lo que sea, literalmente lo que sea para alcanzar mi objetivo.
    Al parecer muchos de por aquí proclaman tener un gran poder e influencia, me gustaría comprobarlo con mis propios ojos. Por si se preguntan que es lo que busco, desearía contactos que me ayuden a conseguir lo que deseo, no me importa si tengo que vender mi alma al diablo o hacerle favores a alguien, haré lo que sea, literalmente lo que sea para alcanzar mi objetivo.
    Me encocora
    2
    0 turnos 0 maullidos
  • La semana pasada Alex y yo descubrimos un paraíso lo hicimos por casualidad y desde entonces hemos hecho la playa nuestra.
    Quiero aprovechar todo el tiempo posible en las Maldivas, ya que cuando los dos regresemos nos veremos envueltos en nuestros respectivos trabajos y tendremos que seguir viéndonos a escondidas.
    La semana pasada Alex y yo descubrimos un paraíso lo hicimos por casualidad y desde entonces hemos hecho la playa nuestra. Quiero aprovechar todo el tiempo posible en las Maldivas, ya que cuando los dos regresemos nos veremos envueltos en nuestros respectivos trabajos y tendremos que seguir viéndonos a escondidas.
    Me gusta
    Me encocora
    Me shockea
    5
    0 turnos 0 maullidos
  • Voluntariamente escribí un correo eléctronico a mi superior donde le pedía que me cambiará administracción, tantos casos que me llevan a los diferentes estados
    dejan completamente agotado a cualquier persona.
    Además para tener una vida más estable será perfectamente compatible con el trabajo de oficina, mientras espero a que acepten mi petición, seguiré realizando mi
    puesto actual.
    Hoy termine antes mi jornada laboral que hasta me dio tiempo a hacer ejercicio, recoger la ropa de la tintorería antes de regresar a casa.
    Voluntariamente escribí un correo eléctronico a mi superior donde le pedía que me cambiará administracción, tantos casos que me llevan a los diferentes estados dejan completamente agotado a cualquier persona. Además para tener una vida más estable será perfectamente compatible con el trabajo de oficina, mientras espero a que acepten mi petición, seguiré realizando mi puesto actual. Hoy termine antes mi jornada laboral que hasta me dio tiempo a hacer ejercicio, recoger la ropa de la tintorería antes de regresar a casa.
    Me gusta
    Me encocora
    7
    0 turnos 0 maullidos
  • La hermana de Kat sigue disfrutando de su viaje a las Maldivas nos ha dejado ciertas tareas relacionadas con nuestra boda, la semana pasada fui con mis
    hermanos al modisto para que nos tomara las medidas para los trajes.
    Todavía no nos han llamado para ir a probárnoslos, se que es una de las cosas que tenía que dejar para Diciembre ya que hasta Enero no celebraremos la boda pero
    hay muchos preparativos que organizar, aparte de que en el buffet donde trabajo no dejan de entrar nuevos clientes (con una suma importancia de ingresos), lo cuál
    implica que nuestro jefe nos obliga atender primero sus casos antes que a los clientes que llevan confiando en nosotros toda la vida.
    Salto dicha norma ya que soy uno de los pocos que sigue centrado en nuestros clientes antiguos, sin ir más lejos ahora mismo llevo dos casos de divorcio y reconozco
    que no tengo la cabeza donde debo tenerla.
    A veces me replanteo en abandonar el buffet y seguir trabajando como abogado por libre, luego pienso en mis pobres clientes algunos son amigos, no quiero dejarlos
    tirados y también esta que ahora más que nunca necesito dinero para darla a Kat la boda de sus sueños.
    La hermana de Kat sigue disfrutando de su viaje a las Maldivas nos ha dejado ciertas tareas relacionadas con nuestra boda, la semana pasada fui con mis hermanos al modisto para que nos tomara las medidas para los trajes. Todavía no nos han llamado para ir a probárnoslos, se que es una de las cosas que tenía que dejar para Diciembre ya que hasta Enero no celebraremos la boda pero hay muchos preparativos que organizar, aparte de que en el buffet donde trabajo no dejan de entrar nuevos clientes (con una suma importancia de ingresos), lo cuál implica que nuestro jefe nos obliga atender primero sus casos antes que a los clientes que llevan confiando en nosotros toda la vida. Salto dicha norma ya que soy uno de los pocos que sigue centrado en nuestros clientes antiguos, sin ir más lejos ahora mismo llevo dos casos de divorcio y reconozco que no tengo la cabeza donde debo tenerla. A veces me replanteo en abandonar el buffet y seguir trabajando como abogado por libre, luego pienso en mis pobres clientes algunos son amigos, no quiero dejarlos tirados y también esta que ahora más que nunca necesito dinero para darla a Kat la boda de sus sueños.
    Me gusta
    Me encocora
    Me shockea
    7
    0 turnos 0 maullidos
  • Ya era el día de ir a ver nuestras opciones para interrumpir el embarazo, entrabamos nerviosas por lo que sea que podría pasar puesto que los riesgos eran muchos.

    Pasaron a mi mujer a su chequeo, miraron el feto, y luego empezaron a explorar opciones que eso lo hicieron mientras estabas en la camilla.

    Doctora: Bueno señorita Alessia Leone hay varias opciones que puede tomar, está la píldora y la inyección que son las más comunes y sus riesgos ya los conoce, desgarres, quizás demasiado sangrado entre otros efectos más hormonales pero también corremos el riesgo de que sea más costoso que se vuelva a embarazar

    Dijo está mirándonos y yo hablo con sinceridad.


    — La próxima vez, yo llevaré al bebé así que lo único que necesitamos son un buen conteo de óvulos.

    La doctora asistió con una leve sonrisa y continuo con normalidad.

    Doctora: eso se puede mantener, por ahora, podemos proseguir con el método de aborto que desee hoy mismo y primero deben llenar un formulario.
    Ya era el día de ir a ver nuestras opciones para interrumpir el embarazo, entrabamos nerviosas por lo que sea que podría pasar puesto que los riesgos eran muchos. Pasaron a mi mujer a su chequeo, miraron el feto, y luego empezaron a explorar opciones que eso lo hicieron mientras estabas en la camilla. Doctora: Bueno señorita [eclipse_silver_bat_642] hay varias opciones que puede tomar, está la píldora y la inyección que son las más comunes y sus riesgos ya los conoce, desgarres, quizás demasiado sangrado entre otros efectos más hormonales pero también corremos el riesgo de que sea más costoso que se vuelva a embarazar Dijo está mirándonos y yo hablo con sinceridad. — La próxima vez, yo llevaré al bebé así que lo único que necesitamos son un buen conteo de óvulos. La doctora asistió con una leve sonrisa y continuo con normalidad. Doctora: eso se puede mantener, por ahora, podemos proseguir con el método de aborto que desee hoy mismo y primero deben llenar un formulario.
    Me gusta
    Me shockea
    3
    32 turnos 0 maullidos
  • aun no me acostumbro a tener un cuerpo algo femenino... pero.... al parecer es divertido je.... hace poco un bandido dejó de robar y se puso a perseguirme como loco... creo que lo demas es historia...

    -apenas alza una ceja..-

    que... tu tanbiem?... uhmm.... puede que lo piense mejor. si tienes buenos motivos para creer que debes sentirme entero, adelante cariño...
    aun no me acostumbro a tener un cuerpo algo femenino... pero.... al parecer es divertido je.... hace poco un bandido dejó de robar y se puso a perseguirme como loco... creo que lo demas es historia... -apenas alza una ceja..- que... tu tanbiem?... uhmm.... puede que lo piense mejor. si tienes buenos motivos para creer que debes sentirme entero, adelante cariño...
    Me gusta
    1
    5 turnos 0 maullidos
  • "El hombre del árbol"

    (Perspectiva de Cillian)

    — Hay algo en la lluvia que me recuerda al principio.

    Cuando el universo aún no sabía que podía morir, ya existía el sonido de la caída.
    Es lo más cercano a mí que la vida puede producir: el suspiro de algo que deja de ser para transformarse.

    Fumo por costumbre, no por necesidad. El humo me enseña cómo se disuelve la existencia.
    Cada bocanada es un alma que exhala. Cada chispa, un final diminuto.

    Apoyo mi espalda contra el árbol. Lo conozco.
    Ha muerto tres veces. Ha nacido cuatro. Y todavía guarda en su savia la memoria de los cuerpos que descansan bajo sus raíces.

    Entonces lo siento.
    Una presencia leve, temblorosa, curiosa.
    Un hombre camina por el parque, y sin saberlo, me ve.

    No es la primera vez que alguien me mira. Pero cada mirada es distinta.

    Algunos me ven como un monstruo.
    Otros como un ángel.
    Otros, simplemente, no me ven.

    Pero él…
    Él me reconoce, aunque no sepa cómo.

    Lo miro.
    Y en su interior, algo se quiebra: una fibra mínima, invisible, la cuerda que lo ata a la negación del fin.

    Lo veo todo en él.
    Su infancia, su primera herida, su último sueño.
    Veo la forma que tendrá su muerte: tranquila, tibia, bajo un sol que aún no ha nacido.

    No lo toco.
    No lo llamo.

    No es su momento.

    Pero me quedo un instante más, observando cómo el miedo y la comprensión bailan dentro de sus ojos.
    Esa mezcla sagrada que solo los mortales pueden sentir: el terror ante la nada y el deseo imposible de seguir existiendo.

    El cigarro se apaga entre mis dedos.
    La brasa muere.

    Yo también sonrío.

    No por crueldad.
    Por ternura.

    Porque en él, en su respiración entrecortada, en el temblor de su alma, recuerdo algo que no debería recordar:

    lo que se siente estar vivo.

    Doy un paso atrás.
    La niebla me envuelve, y desaparezco del lugar que nunca fue mío.

    Lo dejaré ir.
    Por ahora.

    Hay muchos nombres antes que el suyo…

    Pero cuando el tiempo lo reclame,
    cuando su cuerpo y su alma se cansen de fingir eternidad, volveré a buscarlo.

    Y entonces, él entenderá.
    Que nunca fue perseguido.
    Que siempre fue acompañado.

    Porque yo no sigo a los vivos.

    Los espero.
    "El hombre del árbol" (Perspectiva de Cillian) — Hay algo en la lluvia que me recuerda al principio. Cuando el universo aún no sabía que podía morir, ya existía el sonido de la caída. Es lo más cercano a mí que la vida puede producir: el suspiro de algo que deja de ser para transformarse. Fumo por costumbre, no por necesidad. El humo me enseña cómo se disuelve la existencia. Cada bocanada es un alma que exhala. Cada chispa, un final diminuto. Apoyo mi espalda contra el árbol. Lo conozco. Ha muerto tres veces. Ha nacido cuatro. Y todavía guarda en su savia la memoria de los cuerpos que descansan bajo sus raíces. Entonces lo siento. Una presencia leve, temblorosa, curiosa. Un hombre camina por el parque, y sin saberlo, me ve. No es la primera vez que alguien me mira. Pero cada mirada es distinta. Algunos me ven como un monstruo. Otros como un ángel. Otros, simplemente, no me ven. Pero él… Él me reconoce, aunque no sepa cómo. Lo miro. Y en su interior, algo se quiebra: una fibra mínima, invisible, la cuerda que lo ata a la negación del fin. Lo veo todo en él. Su infancia, su primera herida, su último sueño. Veo la forma que tendrá su muerte: tranquila, tibia, bajo un sol que aún no ha nacido. No lo toco. No lo llamo. No es su momento. Pero me quedo un instante más, observando cómo el miedo y la comprensión bailan dentro de sus ojos. Esa mezcla sagrada que solo los mortales pueden sentir: el terror ante la nada y el deseo imposible de seguir existiendo. El cigarro se apaga entre mis dedos. La brasa muere. Yo también sonrío. No por crueldad. Por ternura. Porque en él, en su respiración entrecortada, en el temblor de su alma, recuerdo algo que no debería recordar: lo que se siente estar vivo. Doy un paso atrás. La niebla me envuelve, y desaparezco del lugar que nunca fue mío. Lo dejaré ir. Por ahora. Hay muchos nombres antes que el suyo… Pero cuando el tiempo lo reclame, cuando su cuerpo y su alma se cansen de fingir eternidad, volveré a buscarlo. Y entonces, él entenderá. Que nunca fue perseguido. Que siempre fue acompañado. Porque yo no sigo a los vivos. Los espero.
    Me gusta
    Me encocora
    Me shockea
    4
    0 turnos 0 maullidos
  • Bueno ya no insisto en querer hacer eso llamado disfraz de halloween pero es innecesario seguir metiéndome los dedos en la boca y si es por la gema que me trague .... No pienso regurgitar mi cena
    Bueno ya no insisto en querer hacer eso llamado disfraz de halloween pero es innecesario seguir metiéndome los dedos en la boca y si es por la gema que me trague .... No pienso regurgitar mi cena
    Me gusta
    Me shockea
    3
    7 turnos 0 maullidos
  • “El hombre del árbol”

    (Perspectiva de tercero sobre Cillian Warlock)

    — Lo vi por casualidad.

    Era tarde, quizá demasiado para andar por el parque, pero la lluvia había cesado y el aire olía a tierra recién lavada. Caminaba sin rumbo cuando lo noté: un hombre, apoyado contra un árbol, fumando.

    No sé por qué me llamó la atención. Había algo… quieto en él. No el tipo de quietud que tienen los que descansan, sino esa inmovilidad que tiene una estatua, o una idea.

    Su cabello era tan claro que parecía absorber la luz, no reflejarla. Y su abrigo, negro y largo, parecía hecho de sombra más que de tela.

    El humo del cigarro subía lento, como si incluso el aire se resistiera a alejarse de él.

    Quise seguir caminando, pero algo me detuvo.
    Una sensación antigua, visceral, como si mi cuerpo recordara algo que mi mente no podía nombrar.

    Cuando lo miré, sentí un vacío en el pecho.
    No miedo. No tristeza.
    Algo más… profundo.
    Como si me mirara alguien que ya me había visto morir.

    Lo juro: el ruido del parque desapareció. No había viento, ni hojas, ni pasos.
    Solo él.

    Y entonces, lo imposible.

    Me miró.

    No por mucho —un segundo, tal vez— pero fue suficiente.
    Su mirada no tenía color. No tenía emoción.
    Era un espejo, pero no reflejaba mi rostro.
    Reflejaba algo más… algo que no puedo describir sin que me tiemblen las manos.

    Lo que vi no fue mi imagen, fue mi final.

    Quise retroceder, pero no pude. Él inhaló el último trazo del cigarro, lo apagó contra el tronco, y entonces sonrió.

    Fue una sonrisa leve, triste, casi humana.
    Y por alguna razón, me tranquilizó.

    Me di cuenta de que no iba a morir, al menos no esa noche.
    Pero entendí, con una claridad terrible, que algún día él volvería por mí.

    No como enemigo.
    Ni como juez.

    Sino como alguien que ha estado esperándome desde siempre.

    Cuando logré volver a moverme y seguí caminando, el parque volvió a tener sonido.
    La lluvia empezó a caer otra vez.

    Me giré, pero él ya no estaba.

    Solo quedaba el árbol.

    Y una colilla aún encendida, ardiendo en silencio.
    “El hombre del árbol” (Perspectiva de tercero sobre Cillian Warlock) — Lo vi por casualidad. Era tarde, quizá demasiado para andar por el parque, pero la lluvia había cesado y el aire olía a tierra recién lavada. Caminaba sin rumbo cuando lo noté: un hombre, apoyado contra un árbol, fumando. No sé por qué me llamó la atención. Había algo… quieto en él. No el tipo de quietud que tienen los que descansan, sino esa inmovilidad que tiene una estatua, o una idea. Su cabello era tan claro que parecía absorber la luz, no reflejarla. Y su abrigo, negro y largo, parecía hecho de sombra más que de tela. El humo del cigarro subía lento, como si incluso el aire se resistiera a alejarse de él. Quise seguir caminando, pero algo me detuvo. Una sensación antigua, visceral, como si mi cuerpo recordara algo que mi mente no podía nombrar. Cuando lo miré, sentí un vacío en el pecho. No miedo. No tristeza. Algo más… profundo. Como si me mirara alguien que ya me había visto morir. Lo juro: el ruido del parque desapareció. No había viento, ni hojas, ni pasos. Solo él. Y entonces, lo imposible. Me miró. No por mucho —un segundo, tal vez— pero fue suficiente. Su mirada no tenía color. No tenía emoción. Era un espejo, pero no reflejaba mi rostro. Reflejaba algo más… algo que no puedo describir sin que me tiemblen las manos. Lo que vi no fue mi imagen, fue mi final. Quise retroceder, pero no pude. Él inhaló el último trazo del cigarro, lo apagó contra el tronco, y entonces sonrió. Fue una sonrisa leve, triste, casi humana. Y por alguna razón, me tranquilizó. Me di cuenta de que no iba a morir, al menos no esa noche. Pero entendí, con una claridad terrible, que algún día él volvería por mí. No como enemigo. Ni como juez. Sino como alguien que ha estado esperándome desde siempre. Cuando logré volver a moverme y seguí caminando, el parque volvió a tener sonido. La lluvia empezó a caer otra vez. Me giré, pero él ya no estaba. Solo quedaba el árbol. Y una colilla aún encendida, ardiendo en silencio.
    Me gusta
    Me encocora
    Me shockea
    6
    0 turnos 0 maullidos
Ver más resultados
Patrocinados