Ecos
Rol privado: Mina Murray
Los vestigios del tiempo siguen su curso, el hoy se vuelve ayer, esa línea crece y cuando se dió cuenta habían pasado ya varias décadas. La evolución de la cuenta y el crecimiento de la humanidad, las mejoras de sus herramientas más para un mal que para un buen siempre dejan residuos calcinados bajo sus pies.
Nolan, quizás se ha preguntado más de una vez el porque continúa luchando para mantener esa delgada linea entre el deber y la colisión. No había nadie con quién compartir sus pensamientos, no tenía de quien agarrarse cuando el frío del pasado le nublaba el pensamiento, no tenía claro un hogar en el cual pudiera refugiarse cuando su cuerpo dolería y su cabeza estallará.
Estaba solo más por compromiso que por devoción. La esperanza se quiebra, la búsqueda no da ningún resultado aunque es lo único que le quedaba para seguir de pie. Solo ahí en la bruma del abismo, en la soledad de las alturas podía concebir algo de perdón por sus crímenes.
La ciudad es tan frágil más brillante como el Sol de medio día, sus habitantes en gloria o descenso de sus vidas siguen su curso ajenos a lo que se guarda en las entrañas del vacío sobre las sombras.
De pie, contempla lo que ha protegido o al menos lo que considera que es el resultado de sus convicciones. Sus ojos vacios no demuestran más que una frágil línea que se desploma con las luces artificiales, su estructura corporal es un ancla implacable que no se mece a ningún lado, sus agudos sentidos están despiertos.
Cada voz, cada petición de ayuda, cada escena de amor o desprecio, cualquier cosa que sucede la escucha con presión más decide ignorar por completo los recursos que no son debatibles con su misión.
Salvó por aquello que se tiñe de negro y lo acompaña en esa sepulcral soledad. No lo vió venir, su aura es tan callada que al girar su rostro vio esa estructura femenina contemplar el mismo abismo que él.
⸻ ¿Piensa que este mundo vale o no la pena?. — Le cuestiona pero sin cruzar miradas.
Los vestigios del tiempo siguen su curso, el hoy se vuelve ayer, esa línea crece y cuando se dió cuenta habían pasado ya varias décadas. La evolución de la cuenta y el crecimiento de la humanidad, las mejoras de sus herramientas más para un mal que para un buen siempre dejan residuos calcinados bajo sus pies.
Nolan, quizás se ha preguntado más de una vez el porque continúa luchando para mantener esa delgada linea entre el deber y la colisión. No había nadie con quién compartir sus pensamientos, no tenía de quien agarrarse cuando el frío del pasado le nublaba el pensamiento, no tenía claro un hogar en el cual pudiera refugiarse cuando su cuerpo dolería y su cabeza estallará.
Estaba solo más por compromiso que por devoción. La esperanza se quiebra, la búsqueda no da ningún resultado aunque es lo único que le quedaba para seguir de pie. Solo ahí en la bruma del abismo, en la soledad de las alturas podía concebir algo de perdón por sus crímenes.
La ciudad es tan frágil más brillante como el Sol de medio día, sus habitantes en gloria o descenso de sus vidas siguen su curso ajenos a lo que se guarda en las entrañas del vacío sobre las sombras.
De pie, contempla lo que ha protegido o al menos lo que considera que es el resultado de sus convicciones. Sus ojos vacios no demuestran más que una frágil línea que se desploma con las luces artificiales, su estructura corporal es un ancla implacable que no se mece a ningún lado, sus agudos sentidos están despiertos.
Cada voz, cada petición de ayuda, cada escena de amor o desprecio, cualquier cosa que sucede la escucha con presión más decide ignorar por completo los recursos que no son debatibles con su misión.
Salvó por aquello que se tiñe de negro y lo acompaña en esa sepulcral soledad. No lo vió venir, su aura es tan callada que al girar su rostro vio esa estructura femenina contemplar el mismo abismo que él.
⸻ ¿Piensa que este mundo vale o no la pena?. — Le cuestiona pero sin cruzar miradas.
Rol privado: [phantom_pink_hippo_912]
Los vestigios del tiempo siguen su curso, el hoy se vuelve ayer, esa línea crece y cuando se dió cuenta habían pasado ya varias décadas. La evolución de la cuenta y el crecimiento de la humanidad, las mejoras de sus herramientas más para un mal que para un buen siempre dejan residuos calcinados bajo sus pies.
Nolan, quizás se ha preguntado más de una vez el porque continúa luchando para mantener esa delgada linea entre el deber y la colisión. No había nadie con quién compartir sus pensamientos, no tenía de quien agarrarse cuando el frío del pasado le nublaba el pensamiento, no tenía claro un hogar en el cual pudiera refugiarse cuando su cuerpo dolería y su cabeza estallará.
Estaba solo más por compromiso que por devoción. La esperanza se quiebra, la búsqueda no da ningún resultado aunque es lo único que le quedaba para seguir de pie. Solo ahí en la bruma del abismo, en la soledad de las alturas podía concebir algo de perdón por sus crímenes.
La ciudad es tan frágil más brillante como el Sol de medio día, sus habitantes en gloria o descenso de sus vidas siguen su curso ajenos a lo que se guarda en las entrañas del vacío sobre las sombras.
De pie, contempla lo que ha protegido o al menos lo que considera que es el resultado de sus convicciones. Sus ojos vacios no demuestran más que una frágil línea que se desploma con las luces artificiales, su estructura corporal es un ancla implacable que no se mece a ningún lado, sus agudos sentidos están despiertos.
Cada voz, cada petición de ayuda, cada escena de amor o desprecio, cualquier cosa que sucede la escucha con presión más decide ignorar por completo los recursos que no son debatibles con su misión.
Salvó por aquello que se tiñe de negro y lo acompaña en esa sepulcral soledad. No lo vió venir, su aura es tan callada que al girar su rostro vio esa estructura femenina contemplar el mismo abismo que él.
⸻ ¿Piensa que este mundo vale o no la pena?. — Le cuestiona pero sin cruzar miradas.
Tipo
Grupal
Líneas
10
Estado
Disponible

