• ☆ STREAM URGENTE ☆ Ep 999: El Culto de Akasha
    Fandom OC
    Categoría Ciencia ficción
    ☆ ¡LA ESPERA TERMINÓ, XINLIEVERS! ☆

    Incluso Pao decidió acompañarme. ¡Saluda al chat, Pao!

    ¡O.K. empecemos! Lo prometido es deuda y en este episodio número 999 vamos a hablar de un culto misterioso conocido como El Culto de Akasha. ¡No me estoy inventando nada, chat! Todo es completamente verídico y voy a demostrarlo.

    ¡Un saludo a mi nuevo superfan...! ¿Hu...? "Robomommy999", ... okeeeey... !gracias por la donación!

    ¡Como iba diciendo! Este culto tiene muchos, muchos siglos de antiguedad y un montón de gente poderosa e importante a través de la historia ha sido miembro de él. A pesar de eso, muy poca gente sabe de su existencia. ¡Hasta ahora, gracias a Xin Yi! ¡A ver esas reacciones, chat!

    Okey, okey, ¿dónde iba? Ah sí sí, el culto de Akasha tenía la creencia de que la culpa de todo el sufrimiento de la humanidad era la causalidad. ¿Y qué es eso, se preguntan, chat? Pues la causalidad es la causa y el efecto, ya saben, "a toda acción corresponde una reacción" y todo eso.

    ¿Qué tiene que ver la causalidad con el sufrimiento de la humanidad? Pues bueno, muchas veces nos preguntamos, si existe una deidad, creador, dios, destino, lo que quieran y en lo que crean ustedes, ¿por qué permite que la gente sufra? Y ahí es donde algunos dicen que sufrimos porque nos dan libre albedrío y todo eso.

    No vamos a entrar en esos temas ahora, chat. ¡Porque está muy oscuro aquí! ¿Creen que haya algún ecto-ente aquí? ¡Qué emoción!

    Bueno bueno, me estoy desviando. ¿En qué iba? Oh sí, la causalidad. Bueno pues la humanidad sufre porque sus acciones tienen consecuencias, es así de simple. Cuando un bebé acerca la mano al fuego, se quema. El efecto de su acción le enseñó que el fuego lastima pero el pobre nene fue lastimado en el proceso.

    El culto de Akasha plantea esta pregunta: ¿por qué es necesario el sufrimiento para el aprendizaje? Aprender de los errores es una experiencia universal que nos toca a todos, tanto que ni cuestionamos por qué tiene que ser así. El culto creía que un creador verdaderamente bondadoso no pondría el aprendizaje y la iluminación atrás de una cortina de sufrimiento. Consideraban que eso haría al universo inherentemente cruel y decidieron rechazar esa noción.

    ¿Pero cómo se puede aprender sin dolor y sin errores? Ahí es donde entra este concepto, "Akasha". Akasha es el concepto de todo lo que ha sucedido, todo lo que sucede y todo lo que sucederá. Todo esto está guardado en registros, que el culto llamaba "Registros Akáshicos". Es algo así como una biblioteca enorme donde está escrito todo.

    El culto creía que podía existir un ser con la capacidad de ver y alterar los registros podía reescribir cómo funciona el universo. Borrar, editar o mover de lugar cada suceso del universo. Increíblemente, aunque suene a algo de fantasía o a un mito, hay teorías científicas que hablan de algo muy similar.

    "El Demonio de Laplace", un ser capaz de conocer el estado de todos los átomos del universo simultáneamente. No me meteré mucho en jerga científica, Xinlievers, pero este concepto creado por el científico Pierre Laplace tiene un parecido IN-CRE-Í-BLE con los Registros Akáshicos. ¿No es fascinante, chat?

    Y llegamos a la parte buena: ¿Qué quería este culto? Pues esto, crear a este ser, a Akasha, al Demonio de Laplace. Un ser que le brindara a la humanidad el aprendizaje sin dolor. ¿Qué les parece? Y este lugar en el que estoy, lo crean o no, solía ser un centro de adoración para esta entidad, Akasha.

    ¡Bien, suficiente por ahora! Vamos a responder unas preguntas de nuestro chat.
    ☆ ¡LA ESPERA TERMINÓ, XINLIEVERS! ☆ Incluso Pao decidió acompañarme. ¡Saluda al chat, Pao! ¡O.K. empecemos! Lo prometido es deuda y en este episodio número 999 vamos a hablar de un culto misterioso conocido como El Culto de Akasha. ¡No me estoy inventando nada, chat! Todo es completamente verídico y voy a demostrarlo. ¡Un saludo a mi nuevo superfan...! ¿Hu...? "Robomommy999", ... okeeeey... !gracias por la donación! ¡Como iba diciendo! Este culto tiene muchos, muchos siglos de antiguedad y un montón de gente poderosa e importante a través de la historia ha sido miembro de él. A pesar de eso, muy poca gente sabe de su existencia. ¡Hasta ahora, gracias a Xin Yi! ¡A ver esas reacciones, chat! Okey, okey, ¿dónde iba? Ah sí sí, el culto de Akasha tenía la creencia de que la culpa de todo el sufrimiento de la humanidad era la causalidad. ¿Y qué es eso, se preguntan, chat? Pues la causalidad es la causa y el efecto, ya saben, "a toda acción corresponde una reacción" y todo eso. ¿Qué tiene que ver la causalidad con el sufrimiento de la humanidad? Pues bueno, muchas veces nos preguntamos, si existe una deidad, creador, dios, destino, lo que quieran y en lo que crean ustedes, ¿por qué permite que la gente sufra? Y ahí es donde algunos dicen que sufrimos porque nos dan libre albedrío y todo eso. No vamos a entrar en esos temas ahora, chat. ¡Porque está muy oscuro aquí! ¿Creen que haya algún ecto-ente aquí? ¡Qué emoción! Bueno bueno, me estoy desviando. ¿En qué iba? Oh sí, la causalidad. Bueno pues la humanidad sufre porque sus acciones tienen consecuencias, es así de simple. Cuando un bebé acerca la mano al fuego, se quema. El efecto de su acción le enseñó que el fuego lastima pero el pobre nene fue lastimado en el proceso. El culto de Akasha plantea esta pregunta: ¿por qué es necesario el sufrimiento para el aprendizaje? Aprender de los errores es una experiencia universal que nos toca a todos, tanto que ni cuestionamos por qué tiene que ser así. El culto creía que un creador verdaderamente bondadoso no pondría el aprendizaje y la iluminación atrás de una cortina de sufrimiento. Consideraban que eso haría al universo inherentemente cruel y decidieron rechazar esa noción. ¿Pero cómo se puede aprender sin dolor y sin errores? Ahí es donde entra este concepto, "Akasha". Akasha es el concepto de todo lo que ha sucedido, todo lo que sucede y todo lo que sucederá. Todo esto está guardado en registros, que el culto llamaba "Registros Akáshicos". Es algo así como una biblioteca enorme donde está escrito todo. El culto creía que podía existir un ser con la capacidad de ver y alterar los registros podía reescribir cómo funciona el universo. Borrar, editar o mover de lugar cada suceso del universo. Increíblemente, aunque suene a algo de fantasía o a un mito, hay teorías científicas que hablan de algo muy similar. "El Demonio de Laplace", un ser capaz de conocer el estado de todos los átomos del universo simultáneamente. No me meteré mucho en jerga científica, Xinlievers, pero este concepto creado por el científico Pierre Laplace tiene un parecido IN-CRE-Í-BLE con los Registros Akáshicos. ¿No es fascinante, chat? Y llegamos a la parte buena: ¿Qué quería este culto? Pues esto, crear a este ser, a Akasha, al Demonio de Laplace. Un ser que le brindara a la humanidad el aprendizaje sin dolor. ¿Qué les parece? Y este lugar en el que estoy, lo crean o no, solía ser un centro de adoración para esta entidad, Akasha. ¡Bien, suficiente por ahora! Vamos a responder unas preguntas de nuestro chat.
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  • [∆] ¿Quieres aprender a leer los Registros? No es tan difícil, mira, este símbolo representa el momento, y si lo tocas, la textura te dirá el lugar, y luego... ¿Todos se sienten igual para ti? Oh... [∆]
    [∆] ¿Quieres aprender a leer los Registros? No es tan difícil, mira, este símbolo representa el momento, y si lo tocas, la textura te dirá el lugar, y luego... ¿Todos se sienten igual para ti? Oh... [∆]
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  • — asi que Adriana Salvatore, te casarias conmigo? —

    Dijo riendo levemente

    Su aldea acostumbraba a hacer una pequeña feria para hijos de la luna, pero también dejaban acceder a invitados y Adri claro que estaria invitada este dia,

    Habia todo tipo de actividades ,competencia de baile, juegos, comida, etc entre eso un "Registro civil" donde los niños y adultos que quisieran se podrian "casar"

    Esto venia incluso actas de matrimonio falsas y " anillos " hecho de dulces por lo que a Daniel le gusto la idea y... Bueno... Aqui estamos no?

    Adriana Salvatore <3
    — asi que Adriana Salvatore, te casarias conmigo? — Dijo riendo levemente Su aldea acostumbraba a hacer una pequeña feria para hijos de la luna, pero también dejaban acceder a invitados y Adri claro que estaria invitada este dia, Habia todo tipo de actividades ,competencia de baile, juegos, comida, etc entre eso un "Registro civil" donde los niños y adultos que quisieran se podrian "casar" Esto venia incluso actas de matrimonio falsas y " anillos " hecho de dulces por lo que a Daniel le gusto la idea y... Bueno... Aqui estamos no? [Adri_Salvatore] <3
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  • —Extraño a mi cervatillo...

    Suspirando, se encogió de hombros, terminando de trabajar para cerrar su registro y tomar asiento.
    —Extraño a mi cervatillo... Suspirando, se encogió de hombros, terminando de trabajar para cerrar su registro y tomar asiento.
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  • —No lo entiendo...no tengo un acta de nacimiento...fui al hospital donde mis padres dicen que naci...y no hay registros de ellos o de mi...nadie sabe nada...dios santo,si mis sospechas son verdad...dios me libre...
    —No lo entiendo...no tengo un acta de nacimiento...fui al hospital donde mis padres dicen que naci...y no hay registros de ellos o de mi...nadie sabe nada...dios santo,si mis sospechas son verdad...dios me libre...
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  • ¿Y después de una emergencia médica...?
    Fandom Original
    Categoría Acción
    Ryuna Takahari

    Era martes por la mañana, y… Estaba estresado. Demasiado estresado. Quería echarse a dormir un poco, pero el día no prometía darle un mero descanso. Al contrario.

    —No tiene porqué estar perdido…

    Lo miraba dar vueltas de un lado a otro en el apartamento, provocando que su propia sensación de angustia incrementara; buscaba primero tras el televisor, luego bajo la mesa, luego en los cajones, luego detrás de una estatuilla de San Lucas. Ella se llevó dos dedos sobre el anillo que le dio antes del supuesto incidente - el tenerlo en el dedo le hacía creer que sería imposible para él haberlo perdido en cualquier sitio, como si nada.

    —Es que tiene que estarlo, si no… ¡Ugh! —acababa berreando de frustración mientras guardaba de nuevo unos libros en su estantería—. ¿Crees que me lo han robado?

    Ella inmediatamente negó con la cabeza. La idea de que lo hicieran era hasta un poquito graciosa, aunque no tanto para hacerla salir de su miedo y responderle cara a cara. —¿Quién robaría un cuaderno de bocetos? Uno sin empezar, encima.

    —No lo sé. Pero es uno de cuero… Algún valor tiene.

    —Iso… Tiene todo el valor del mundo, para ti. Y para él.

    Los celos no impedían que le sentara mal verlo de esa forma. Había pasado unos malos días, y con todo no lo culpaba por reaccionar alterado. El chico tomó asiento sobre el sofá y ella al fin se puso de pie para aproximarse, arrastrando los zapatos por los azulejos del suelo. Cuanto más cerca la tenía, más notaba el olor a…

    Sí, a marihuana. Estaba fumando dentro de su casa, y las ventanas abiertas no evitaban que aquello se llenara de una peste terrible; pero si ella le aguantaba el alcoholismo, él tampoco iba a decir nada. Le pasó los dedos por el cabello, rascando de una forma especial que lo hizo entornar los ojos. —Tendrás otro momento de darle algo, pero… ¡Tampoco es nada! Y yo creo que estará feliz de verte, más que de tener algo súper especial de ti. Ahora…

    Y se detuvo. Era un silencio sepulcral que lo dejó algo descolocado, porque se le iban el tartamudeo y la vergüenza con él cerca. Entonces empezó a mover los dedos sobre su pelo de forma errática. Isidro levantó la cabeza y se dio cuenta de que Bruna no miraba a ninguna parte, y que su mandíbula se tensaba y que ya no podía hablar, y que posiblemente no sabía ni dónde estaba en ese momento.

    -----

    —Presenta actividad cerebral anómala en el lóbulo temporal...

    —Sí, ya sé que es epiléptica.

    Pese a que lo llevaba sabiendo desde que se conocieron, aquel matasanos se empeñaba en darle la tabarra con las mismas explicaciones de siempre, causando que se le agotaran la paciencia y la educación. Claro, que Isidro no aparecía en sus registros como familiar, o pareja de hecho, o nada del estilo. De hecho, no aparecía nadie, pese al hecho de que Razvan estaba en su habitación fingiendo ser un tío, o primo, o hermano, o un vetetúasaberquéleshadichoéste. El caso es que Razvan estaba con ella (¡y con el chiquillo de cinco años, encima!), y él estaba obligado a quedarse fuera a esperar. Como si ella fuera una persona inmunocomprometida, y él pudiera matarla por introducir patógenos de español viejomundano en sus cercanías.

    —Yo solamente deseo informar… —le dio un papel con alguna clase de infografía sobre crisis epilépticas—... de que hay ciertos factores, como el consumo de sustancias estupefacientes o el estrés, que aumentan el riesgo de que…

    Ahora lo entendía todo. ¿Por qué le daban la tabarra a él? Porque fue el que llamó cuando vio que tardaba demasiado en volver a la normalidad, el que estaba junto a ella mientras se drogaba y aguantaba algo en silencio, y porque tendría que haberlo evitado. Escuchó el resto del discurso con la cabeza gacha, sin rebatirlo, o defenderse. Era cierto que ella cada vez fumaba más, y él nunca quería indagar en esas cosas…

    Al final, se dedicó a dar vueltas por el hospital. Necesitaba estirar las piernas, respirar aire fresco, tranquilizarse un poquito… Necesitaba un trago. ¿Le pasaría factura inmediata a él también? Lo desconocía, pero ahora no le importaba, y maldecía estar en un hospital donde no sirvieran copa alguna. No guardaba el papel donde ponía datos básicos de la enfermedad, mismos a los que debería haber estado más atento, y se paseaba con este entre manos como si se lo estudiara para examen.
    [eclipse_violet_frog_172] Era martes por la mañana, y… Estaba estresado. Demasiado estresado. Quería echarse a dormir un poco, pero el día no prometía darle un mero descanso. Al contrario. —No tiene porqué estar perdido… Lo miraba dar vueltas de un lado a otro en el apartamento, provocando que su propia sensación de angustia incrementara; buscaba primero tras el televisor, luego bajo la mesa, luego en los cajones, luego detrás de una estatuilla de San Lucas. Ella se llevó dos dedos sobre el anillo que le dio antes del supuesto incidente - el tenerlo en el dedo le hacía creer que sería imposible para él haberlo perdido en cualquier sitio, como si nada. —Es que tiene que estarlo, si no… ¡Ugh! —acababa berreando de frustración mientras guardaba de nuevo unos libros en su estantería—. ¿Crees que me lo han robado? Ella inmediatamente negó con la cabeza. La idea de que lo hicieran era hasta un poquito graciosa, aunque no tanto para hacerla salir de su miedo y responderle cara a cara. —¿Quién robaría un cuaderno de bocetos? Uno sin empezar, encima. —No lo sé. Pero es uno de cuero… Algún valor tiene. —Iso… Tiene todo el valor del mundo, para ti. Y para él. Los celos no impedían que le sentara mal verlo de esa forma. Había pasado unos malos días, y con todo no lo culpaba por reaccionar alterado. El chico tomó asiento sobre el sofá y ella al fin se puso de pie para aproximarse, arrastrando los zapatos por los azulejos del suelo. Cuanto más cerca la tenía, más notaba el olor a… Sí, a marihuana. Estaba fumando dentro de su casa, y las ventanas abiertas no evitaban que aquello se llenara de una peste terrible; pero si ella le aguantaba el alcoholismo, él tampoco iba a decir nada. Le pasó los dedos por el cabello, rascando de una forma especial que lo hizo entornar los ojos. —Tendrás otro momento de darle algo, pero… ¡Tampoco es nada! Y yo creo que estará feliz de verte, más que de tener algo súper especial de ti. Ahora… Y se detuvo. Era un silencio sepulcral que lo dejó algo descolocado, porque se le iban el tartamudeo y la vergüenza con él cerca. Entonces empezó a mover los dedos sobre su pelo de forma errática. Isidro levantó la cabeza y se dio cuenta de que Bruna no miraba a ninguna parte, y que su mandíbula se tensaba y que ya no podía hablar, y que posiblemente no sabía ni dónde estaba en ese momento. ----- —Presenta actividad cerebral anómala en el lóbulo temporal... —Sí, ya sé que es epiléptica. Pese a que lo llevaba sabiendo desde que se conocieron, aquel matasanos se empeñaba en darle la tabarra con las mismas explicaciones de siempre, causando que se le agotaran la paciencia y la educación. Claro, que Isidro no aparecía en sus registros como familiar, o pareja de hecho, o nada del estilo. De hecho, no aparecía nadie, pese al hecho de que Razvan estaba en su habitación fingiendo ser un tío, o primo, o hermano, o un vetetúasaberquéleshadichoéste. El caso es que Razvan estaba con ella (¡y con el chiquillo de cinco años, encima!), y él estaba obligado a quedarse fuera a esperar. Como si ella fuera una persona inmunocomprometida, y él pudiera matarla por introducir patógenos de español viejomundano en sus cercanías. —Yo solamente deseo informar… —le dio un papel con alguna clase de infografía sobre crisis epilépticas—... de que hay ciertos factores, como el consumo de sustancias estupefacientes o el estrés, que aumentan el riesgo de que… Ahora lo entendía todo. ¿Por qué le daban la tabarra a él? Porque fue el que llamó cuando vio que tardaba demasiado en volver a la normalidad, el que estaba junto a ella mientras se drogaba y aguantaba algo en silencio, y porque tendría que haberlo evitado. Escuchó el resto del discurso con la cabeza gacha, sin rebatirlo, o defenderse. Era cierto que ella cada vez fumaba más, y él nunca quería indagar en esas cosas… Al final, se dedicó a dar vueltas por el hospital. Necesitaba estirar las piernas, respirar aire fresco, tranquilizarse un poquito… Necesitaba un trago. ¿Le pasaría factura inmediata a él también? Lo desconocía, pero ahora no le importaba, y maldecía estar en un hospital donde no sirvieran copa alguna. No guardaba el papel donde ponía datos básicos de la enfermedad, mismos a los que debería haber estado más atento, y se paseaba con este entre manos como si se lo estudiara para examen.
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  • ¡FicRolers!

    ¿Sabéis que podéis cambiar el identificador de vuestro personaje?

    A los usuarios nuevos de recién registro se les dota de un identificador aleatorio:

    "El identificador consta de 1 palabra aleatoria + guión bajo + color o mineral + guión bajo + animal aleatorio + guión bajo + un número de 3 dígitos.

    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤEjemplo: "raven_gray_wolf_617"

    ¡Pero esto se puede cambiar para escoger el identificador que vosotros queráis!

    Solo tenéis que entrar en Ajustes > Cuenta > Identificador Personaje

    Os cuento todo esto en mis guias: https://ficrol.com/posts/167943

    Además, ¡tenéis muchas guías más a vuestra disposición! → https://ficrol.com/posts/147711

    #RolSage3D #AyudaRolSage #AyudaNuevosUsuarios #CambioIdentificador #GuiasRolSage #GuiasFicRol
    ✨ ¡FicRolers! ✨ 👤 ¿Sabéis que podéis cambiar el identificador de vuestro personaje? 🌐 A los usuarios nuevos de recién registro se les dota de un identificador aleatorio: "El identificador consta de 1 palabra aleatoria + guión bajo + color o mineral + guión bajo + animal aleatorio + guión bajo + un número de 3 dígitos. ㅤㅤㅤㅤㅤㅤEjemplo: "raven_gray_wolf_617" 💫 ¡Pero esto se puede cambiar para escoger el identificador que vosotros queráis! 🔴 Solo tenéis que entrar en Ajustes > Cuenta > Identificador Personaje 📍 Os cuento todo esto en mis guias: https://ficrol.com/posts/167943 📍 Además, ¡tenéis muchas guías más a vuestra disposición! → https://ficrol.com/posts/147711 #RolSage3D #AyudaRolSage #AyudaNuevosUsuarios #CambioIdentificador #GuiasRolSage #GuiasFicRol
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  • Can we stay here...?
    Fandom The Legend of Zelda
    Categoría Fantasía
    || Rol priv. con Link ||

    Tres de la tarde. El océano brillaba rebosante de vida, meciéndose tranquilo como si fuera encantado por la dulce melodía proveniente del reino a unos metros de altura. Suerte que las nubes habían decidido ser perezosas y no trabajar ese día, porque todo el plan de Sidón dependía específicamente de que el sol ahuyentara por una horas el frío del invierno.

    —Muy bien, casi seis horas son más que suficientes para gozar —dijo para sí mismo, apoyado en un balcón del palacio con una sonrisa enérgica.

    Habían pasado un par de días desde la última vez que vio a Link para su competencia. Desde entonces, sus visitas con el rubio eran un poco más cortas, siempre ajetreado, pero gozando en sobremanera cada una de ellas. Por otro lado, desde antier no había podido sentarse a charlar cómodamente con el mayor (aún era extraño pensarlo), pues se había decidido a adelantar cuantos deberes pudiese. Los registros, planes para el futuro, escuchar las peticiones y demás detalles. Si lo habían visto salir el palacio tres veces en cuarenta y ocho horas había sido demasiado. Se volvió todo un tiburón de biblioteca.

    Todo era por una buena causa. Después de todo, recordaba que las vacaciones de Link estaban prontas a terminar y deseaba poder tener un día entero de charla fluida. Sin estar corriendo por salir de reuniones, o sin tener que apresurar las charlas por el temor al reloj. Quería poder enserio tener un encuentro tranquilo, divertido y lejos del ojo público. Especialmente eso último sospechaba era lo que más necesitaba el pobre héroe, que lo veía cada vez más relajado entre menos le decían héroe y más le decían solo Link.

    —Volveré mañana —informó a su consejero—. Saldré con el héroe y luego iré a revisar el mar, quiero asegurarme de que todo siga en orden.

    El terreno de la guerra se había vuelto su excusa favorita esos días. Había prohibición de visitar la zona y el único guardia con permiso de ir era el propio rey. Nadie sospechaba de sus noches oculto, porque todos pensaban que estaba velando por el bien de su reino.

    Maldito mentiroso.

    Salió del palacio, con un poco menos de ornamentos de lo usual, queriendo llamar la menor atención posible para ir a la playa. Había mandado una nota al héroe de cabellos dorados para citarlo, pidiéndole que no trajera sus abrigos porque quería mostrarle algo.

    Como siempre, Sidón había llegado antes de la hora señalada, esperando con gusto en el agua templada. Hasta que escuchó un par de pasos, asomó solo los ojos cual tiburón en cacería, mismos ojos que se iluminaron con júbilo al reconocer al héroe.

    —¡Viniste! —¿por qué no lo haría? Terminó de ponerse de pie. El agua le llegaba a la mitad de los muslos— ¿Cómo has estado?
    || Rol priv. con Link || Tres de la tarde. El océano brillaba rebosante de vida, meciéndose tranquilo como si fuera encantado por la dulce melodía proveniente del reino a unos metros de altura. Suerte que las nubes habían decidido ser perezosas y no trabajar ese día, porque todo el plan de Sidón dependía específicamente de que el sol ahuyentara por una horas el frío del invierno. —Muy bien, casi seis horas son más que suficientes para gozar —dijo para sí mismo, apoyado en un balcón del palacio con una sonrisa enérgica. Habían pasado un par de días desde la última vez que vio a Link para su competencia. Desde entonces, sus visitas con el rubio eran un poco más cortas, siempre ajetreado, pero gozando en sobremanera cada una de ellas. Por otro lado, desde antier no había podido sentarse a charlar cómodamente con el mayor (aún era extraño pensarlo), pues se había decidido a adelantar cuantos deberes pudiese. Los registros, planes para el futuro, escuchar las peticiones y demás detalles. Si lo habían visto salir el palacio tres veces en cuarenta y ocho horas había sido demasiado. Se volvió todo un tiburón de biblioteca. Todo era por una buena causa. Después de todo, recordaba que las vacaciones de Link estaban prontas a terminar y deseaba poder tener un día entero de charla fluida. Sin estar corriendo por salir de reuniones, o sin tener que apresurar las charlas por el temor al reloj. Quería poder enserio tener un encuentro tranquilo, divertido y lejos del ojo público. Especialmente eso último sospechaba era lo que más necesitaba el pobre héroe, que lo veía cada vez más relajado entre menos le decían héroe y más le decían solo Link. —Volveré mañana —informó a su consejero—. Saldré con el héroe y luego iré a revisar el mar, quiero asegurarme de que todo siga en orden. El terreno de la guerra se había vuelto su excusa favorita esos días. Había prohibición de visitar la zona y el único guardia con permiso de ir era el propio rey. Nadie sospechaba de sus noches oculto, porque todos pensaban que estaba velando por el bien de su reino. Maldito mentiroso. Salió del palacio, con un poco menos de ornamentos de lo usual, queriendo llamar la menor atención posible para ir a la playa. Había mandado una nota al héroe de cabellos dorados para citarlo, pidiéndole que no trajera sus abrigos porque quería mostrarle algo. Como siempre, Sidón había llegado antes de la hora señalada, esperando con gusto en el agua templada. Hasta que escuchó un par de pasos, asomó solo los ojos cual tiburón en cacería, mismos ojos que se iluminaron con júbilo al reconocer al héroe. —¡Viniste! —¿por qué no lo haría? Terminó de ponerse de pie. El agua le llegaba a la mitad de los muslos— ¿Cómo has estado?
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    Terminado
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  • Se la pasó desde temprano en la biblioteca, leyendo uno tras otro libro sobre fauna mítica, magia y demás que pudiera ayudarlo a saber que le sucedía a su mascota.
    Habían pasado muchas cosas en tan pocos días, pero cada vez estaba menos convencido de que hubiera sido buena idea dejarlo consumir aquellas cenizas, suspirando con una gran jaqueca.

    —Maldita sea... Debe haber algo.
    No conocía de absolutamente nada a Alduin, ni siquiera sé si aquí hay registro alguno de él pero... mi Slyther ya no es él mismo, necesito saber que hacer...

    Se quitó las gafas, tomando un respiro.
    Con el estrés a tope y las constantes peleas entre su mascota y su esposo, menos tenía cabeza para concentrarse.
    Se la pasó desde temprano en la biblioteca, leyendo uno tras otro libro sobre fauna mítica, magia y demás que pudiera ayudarlo a saber que le sucedía a su mascota. Habían pasado muchas cosas en tan pocos días, pero cada vez estaba menos convencido de que hubiera sido buena idea dejarlo consumir aquellas cenizas, suspirando con una gran jaqueca. —Maldita sea... Debe haber algo. No conocía de absolutamente nada a Alduin, ni siquiera sé si aquí hay registro alguno de él pero... mi Slyther ya no es él mismo, necesito saber que hacer... Se quitó las gafas, tomando un respiro. Con el estrés a tope y las constantes peleas entre su mascota y su esposo, menos tenía cabeza para concentrarse.
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  • - estaba en una biblioteca con registros históricas , llenas de aquellas leyendas y profecías que alguna vez existieron por todo el mundo -

    ¿Quien anda allí?
    - estaba en una biblioteca con registros históricas , llenas de aquellas leyendas y profecías que alguna vez existieron por todo el mundo - ¿Quien anda allí?
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