• 🥀 ᴅᴀɴᴄɪɴɢ ᴡɪᴛʜ ᴛʜᴇ ᴅᴇᴠɪʟ: ᴜɴ ʙᴀɪʟᴇ ɪɴᴏʟᴠɪᴅᴀʙʟᴇ.
    Fandom Sin Fandom en específico.
    Categoría Slice of Life
    ╭────── · · · · ──────╮
    Invitación Oficial de Big Brother House – Halloween 2025

    Las puertas de Big Brother House se abrirán una vez más la noche del 31 de octubre, cuando el reloj marque las 23:00 y la línea entre placer y condena se vuelva delgada como un hilo de sangre.

    Este año, el tema es “Dancing With the Devil.”
    Una noche para perder el alma con estilo, para tentar al destino, para dejar que el infierno te tome de la mano y te enseñe a bailar.

    Las reglas son simples, pero sagradas:

    1. 𝗗𝗜𝗦𝗙𝗥𝗔𝗭 𝗢𝗕𝗟𝗜𝗚𝗔𝗧𝗢𝗥𝗜𝗢: No se admiten mortales sin máscara, maquillaje o atuendo. Ven como tu tentación, tu pecado o tu versión más demoníaca. Eso no importa, lo importante es que todos cuenten con un disfraz.


    2. 𝗡𝗔𝗗𝗜𝗘 𝗕𝗔𝗜𝗟𝗔 𝗦𝗢𝗟𝗢: Si el diablo te elige como pareja, no puedes decir que no.


    3. El sótano permanecerá abierto solo para los valientes. Lo que entregues ahí, no lo recuperarás.


    4. 𝗡𝗢 rompas el círculo de fuego. Si lo haces… Que Dios te ampare.


    Entre luces rojas, música prohibida y cuerpos que se mueven al compás del peligro, sólo los que sepan entregarse disfrutarán de la noche hasta el amanecer.

    Lugar: Big Brother House, ala este del campus.
    Fecha: Jueves 31 de octubre – 23:00 hrs.
    Código de vestimenta: Disfraces obligatorios.

    Firmado:
    Big Brother House
    “Todos bailan con el diablo, tarde o temprano.”
    ╰────── · · · · ──────╯

    Katherine sonrió apenas terminó de leer la invitación. La tipografía gótica, el sello negro con el emblema de Big Brother House y aquella frase final —“Todos bailan con el diablo, tarde o temprano”— le provocaron una mezcla de curiosidad y entusiasmo. Sabía que los muchachos se esmeraban cuando querían impresionar, y por alguna razón, intuía que esta vez lo harían mejor que nunca.

    Desde que God Is a Woman había dejado de organizar la tradicional fiesta de Halloween, todo había perdido su brillo. Las noches se habían vuelto predecibles, los temas repetitivos, y la esencia —esa chispa de misterio y provocación— se había esfumado entre disfraces improvisados y tragos baratos. Pero algo en esta invitación le devolvía la fe. Quizás era el nombre del evento, “Dancing With the Devil”, o tal vez el simple hecho de sentir que esta vez tendría un escenario digno para presentarse al mundo junto a Rachel.

    La idea de llegar con ella, de ser vistas, de marcar presencia… Le dibujó una sonrisa distinta, más íntima. Una que duró unos segundos más de lo normal.

    Dejó la invitación sobre la mesa, cuidando que el papel no se manchara con el café que aún humeaba al lado, y estiró la mano hacia su móvil.
    Definitivamente, necesitaba buscar un disfraz. Algo que estuviera a la altura de la noche… Y de la tentación.









    ִֶָ𓂃 ࣪˖𓉸ִֶָྀི ִֶָ་༘࿐

    Pequeñas aclaraciones:

    1. Las cartas fueron enviadas de manera individual a cada personaje, no importa si tu OC está en la universidad o no. Puede ir de todas formas.

    2. El evento va a estar disponible hasta el día 02/11.

    3. El evento no está pensado para afectar el canon de los personajes, sino más bien como un "Especial de Halloween".

    4. Cualquier duda pueden consultarme al privado y voy a estar encantada de responderles .
    ╭────── · · ⚰️· · ──────╮ Invitación Oficial de Big Brother House – Halloween 2025 Las puertas de Big Brother House se abrirán una vez más la noche del 31 de octubre, cuando el reloj marque las 23:00 y la línea entre placer y condena se vuelva delgada como un hilo de sangre. Este año, el tema es “Dancing With the Devil.” Una noche para perder el alma con estilo, para tentar al destino, para dejar que el infierno te tome de la mano y te enseñe a bailar. Las reglas son simples, pero sagradas: 1. 𝗗𝗜𝗦𝗙𝗥𝗔𝗭 𝗢𝗕𝗟𝗜𝗚𝗔𝗧𝗢𝗥𝗜𝗢: No se admiten mortales sin máscara, maquillaje o atuendo. Ven como tu tentación, tu pecado o tu versión más demoníaca. Eso no importa, lo importante es que todos cuenten con un disfraz. 2. 𝗡𝗔𝗗𝗜𝗘 𝗕𝗔𝗜𝗟𝗔 𝗦𝗢𝗟𝗢: Si el diablo te elige como pareja, no puedes decir que no. 3. El sótano permanecerá abierto solo para los valientes. Lo que entregues ahí, no lo recuperarás. 4. 𝗡𝗢 rompas el círculo de fuego. Si lo haces… Que Dios te ampare. Entre luces rojas, música prohibida y cuerpos que se mueven al compás del peligro, sólo los que sepan entregarse disfrutarán de la noche hasta el amanecer. 📍 Lugar: Big Brother House, ala este del campus. 🕛 Fecha: Jueves 31 de octubre – 23:00 hrs. 😈 Código de vestimenta: Disfraces obligatorios. Firmado: Big Brother House “Todos bailan con el diablo, tarde o temprano.” ╰────── · · ⚰️· · ──────╯ Katherine sonrió apenas terminó de leer la invitación. La tipografía gótica, el sello negro con el emblema de Big Brother House y aquella frase final —“Todos bailan con el diablo, tarde o temprano”— le provocaron una mezcla de curiosidad y entusiasmo. Sabía que los muchachos se esmeraban cuando querían impresionar, y por alguna razón, intuía que esta vez lo harían mejor que nunca. Desde que God Is a Woman había dejado de organizar la tradicional fiesta de Halloween, todo había perdido su brillo. Las noches se habían vuelto predecibles, los temas repetitivos, y la esencia —esa chispa de misterio y provocación— se había esfumado entre disfraces improvisados y tragos baratos. Pero algo en esta invitación le devolvía la fe. Quizás era el nombre del evento, “Dancing With the Devil”, o tal vez el simple hecho de sentir que esta vez tendría un escenario digno para presentarse al mundo junto a Rachel. La idea de llegar con ella, de ser vistas, de marcar presencia… Le dibujó una sonrisa distinta, más íntima. Una que duró unos segundos más de lo normal. Dejó la invitación sobre la mesa, cuidando que el papel no se manchara con el café que aún humeaba al lado, y estiró la mano hacia su móvil. Definitivamente, necesitaba buscar un disfraz. Algo que estuviera a la altura de la noche… Y de la tentación. ִֶָ𓂃 ࣪˖𓉸ִֶָྀི ִֶָ་༘࿐🎃 Pequeñas aclaraciones: 1. Las cartas fueron enviadas de manera individual a cada personaje, no importa si tu OC está en la universidad o no. Puede ir de todas formas. 2. El evento va a estar disponible hasta el día 02/11. 3. El evento no está pensado para afectar el canon de los personajes, sino más bien como un "Especial de Halloween". 4. Cualquier duda pueden consultarme al privado y voy a estar encantada de responderles 🫂🤍.
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  • El bar no era particularmente grande, pero tenía ese encanto que solo los lugares con historia conservan. Las paredes estaban cubiertas de retratos antiguos y botellas de vino con etiquetas descoloridas por el tiempo. Desde las ventanas amplias, la luz del mediodía caía en haces dorados que cruzaban el aire, iluminando el polvo suspendido como si fueran fragmentos de un pequeño universo detenido. –Zareth estaba sentado en uno de los taburetes del extremo, con la postura relajada y el vaso de licor entre las manos–. Su mirada dorada se perdía entre los reflejos del cristal, ensimismado en pensamientos que apenas él entendía.

    –Hacía días que no se permitía una pausa–. Entre turnos de noche, vasos por limpiar y conversaciones a medio terminar, apenas recordaba cómo se sentía simplemente ser un cliente. Por eso estaba allí, lejos de su bar, buscando un poco de anonimato y silencio. La música que sonaba de fondo era suave, un jazz antiguo que se mezclaba con el murmullo de un par de conversaciones dispersas. Todo parecía fluir con calma, como si el tiempo hubiera decidido tomarse un respiro también.

    El bartender, un hombre de unos cuarenta años con una sonrisa cansada, se acercó a él con cierta complicidad.
    ¿Lo mismo de siempre, Zareth?
    –Él alzó la vista y esbozó una sonrisa leve–.
    Sí, pero esta vez con menos hielo. No quiero que se diluya tan rápido.

    El otro rió por lo bajo antes de apartarse, y Zareth volvió a observar la barra, deslizando un dedo por la superficie brillante. –Llevaba la camisa arremangada, el cuello ligeramente desabrochado y el cabello castaño cayendo sobre la frente en un descuido que parecía intencional–. A pesar de su serenidad, había algo en su presencia que desentonaba con el resto: un magnetismo silencioso, algo en la forma en que su aura se mezclaba con el ambiente sin realmente pertenecerle.

    –Dejó el vaso a un lado y se inclinó hacia adelante, observando cómo un rayo de luz atravesaba el líquido ambarino y lo convertía en fuego líquido–. No podía evitar pensar en lo irónico que resultaba: un ángel mitad íncubo buscando calma en un lugar lleno de tentaciones humanas. Era como un lobo en un rebaño, pero demasiado cansado para morder.

    Su atención se desvió cuando la campanilla sobre la puerta sonó. –Giró apenas el rostro, observando cómo la claridad del exterior se filtraba brevemente en el bar junto con una figura nueva–. Tal vez un cliente más, tal vez alguien perdido. Pero había algo en esa entrada que le resultó... diferente.

    –Sus ojos dorados se detuvieron un instante más de lo necesario, curiosos, expectantes–.
    Quizá esta vez, pensó, la tarde no terminaría en silencio.
    El bar no era particularmente grande, pero tenía ese encanto que solo los lugares con historia conservan. Las paredes estaban cubiertas de retratos antiguos y botellas de vino con etiquetas descoloridas por el tiempo. Desde las ventanas amplias, la luz del mediodía caía en haces dorados que cruzaban el aire, iluminando el polvo suspendido como si fueran fragmentos de un pequeño universo detenido. –Zareth estaba sentado en uno de los taburetes del extremo, con la postura relajada y el vaso de licor entre las manos–. Su mirada dorada se perdía entre los reflejos del cristal, ensimismado en pensamientos que apenas él entendía. –Hacía días que no se permitía una pausa–. Entre turnos de noche, vasos por limpiar y conversaciones a medio terminar, apenas recordaba cómo se sentía simplemente ser un cliente. Por eso estaba allí, lejos de su bar, buscando un poco de anonimato y silencio. La música que sonaba de fondo era suave, un jazz antiguo que se mezclaba con el murmullo de un par de conversaciones dispersas. Todo parecía fluir con calma, como si el tiempo hubiera decidido tomarse un respiro también. El bartender, un hombre de unos cuarenta años con una sonrisa cansada, se acercó a él con cierta complicidad. ¿Lo mismo de siempre, Zareth? –Él alzó la vista y esbozó una sonrisa leve–. Sí, pero esta vez con menos hielo. No quiero que se diluya tan rápido. El otro rió por lo bajo antes de apartarse, y Zareth volvió a observar la barra, deslizando un dedo por la superficie brillante. –Llevaba la camisa arremangada, el cuello ligeramente desabrochado y el cabello castaño cayendo sobre la frente en un descuido que parecía intencional–. A pesar de su serenidad, había algo en su presencia que desentonaba con el resto: un magnetismo silencioso, algo en la forma en que su aura se mezclaba con el ambiente sin realmente pertenecerle. –Dejó el vaso a un lado y se inclinó hacia adelante, observando cómo un rayo de luz atravesaba el líquido ambarino y lo convertía en fuego líquido–. No podía evitar pensar en lo irónico que resultaba: un ángel mitad íncubo buscando calma en un lugar lleno de tentaciones humanas. Era como un lobo en un rebaño, pero demasiado cansado para morder. Su atención se desvió cuando la campanilla sobre la puerta sonó. –Giró apenas el rostro, observando cómo la claridad del exterior se filtraba brevemente en el bar junto con una figura nueva–. Tal vez un cliente más, tal vez alguien perdido. Pero había algo en esa entrada que le resultó... diferente. –Sus ojos dorados se detuvieron un instante más de lo necesario, curiosos, expectantes–. Quizá esta vez, pensó, la tarde no terminaría en silencio.
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  • 🎃 ᴀᴍᴏɴɢ ꜱʜᴀᴅᴏᴡꜱ: ʟᴀ ɴᴏᴄʜᴇ ᴅᴇʟ ᴊᴜᴇɢᴏ ꜱɪʟᴇɴᴄɪᴏꜱᴏ
    Fandom Scream x Original
    Categoría Suspenso
    Reglas simples: Nadie revela su identidad, todos usan máscara, y solo uno sabrá la verdad.

    La noche de Halloween cayó con un aire distinto, casi eléctrico. En el antiguo edificio del campus, los estudiantes se reunían bajo un mismo pretexto: Una fiesta exclusiva, un “juego” inventado por la fraternidad más excéntrica del lugar.
    Luces anaranjadas, humo artificial, y un cartel en la entrada que decía en letras rojas:
    “Among Shadows — Solo los valientes entran.”

    A medianoche, la voz del anfitrión resonó en los altavoces:

    “Entre nosotros se esconde alguien. Encuéntrenlo… antes de que él los encuentre a ustedes.”

    Las luces titilaron. Un grito se ahogó entre risas nerviosas.
    Cuando la música volvió, una máscara yacía en el suelo, rota. Nadie supo si era parte del juego o el inicio de algo más real.

    Entre los asistentes, una figura pelirroja observaba desde el fondo.
    Su disfraz: elegante, oscuro, y coronado con una máscara blanca decorada con cristales carmesí.
    Sadie Macher no participaba para ganar. Observaba, medía, analizaba. El miedo era su tablero, y todos los demás, simples piezas.

    —This will be fun, murmuró con una sonrisa apenas visible.

    Reglas del rol:
    — Cualquier personaje puede unirse.
    — Todos deben llevar disfraz.
    — Nadie conoce las identidades reales.
    — Se fomenta el suspenso, la manipulación social y la tensión psicológica.
    — El miedo, la sospecha y el juego mental son el eje principal.

    Bienvenido al juego. No confíes en nadie.
    Reglas simples: Nadie revela su identidad, todos usan máscara, y solo uno sabrá la verdad. La noche de Halloween cayó con un aire distinto, casi eléctrico. En el antiguo edificio del campus, los estudiantes se reunían bajo un mismo pretexto: Una fiesta exclusiva, un “juego” inventado por la fraternidad más excéntrica del lugar. Luces anaranjadas, humo artificial, y un cartel en la entrada que decía en letras rojas: “Among Shadows — Solo los valientes entran.” A medianoche, la voz del anfitrión resonó en los altavoces: “Entre nosotros se esconde alguien. Encuéntrenlo… antes de que él los encuentre a ustedes.” Las luces titilaron. Un grito se ahogó entre risas nerviosas. Cuando la música volvió, una máscara yacía en el suelo, rota. Nadie supo si era parte del juego o el inicio de algo más real. Entre los asistentes, una figura pelirroja observaba desde el fondo. Su disfraz: elegante, oscuro, y coronado con una máscara blanca decorada con cristales carmesí. Sadie Macher no participaba para ganar. Observaba, medía, analizaba. El miedo era su tablero, y todos los demás, simples piezas. —This will be fun, murmuró con una sonrisa apenas visible. 🔪 Reglas del rol: — Cualquier personaje puede unirse. — Todos deben llevar disfraz. — Nadie conoce las identidades reales. — Se fomenta el suspenso, la manipulación social y la tensión psicológica. — El miedo, la sospecha y el juego mental son el eje principal. 🎭 Bienvenido al juego. No confíes en nadie.
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  • 𝐂𝐀𝐍𝐆𝐑𝐄𝐉𝐎 - 𝐕𝐈
    𝐄𝐧 𝐥𝐚 𝐞𝐫𝐚 𝐝𝐞 𝐥𝐨𝐬 𝐡é𝐫𝐨𝐞𝐬 𝐲 𝐦𝐨𝐧𝐬𝐭𝐫𝐮𝐨𝐬

    ────Yo, Anquises, hijo de Capis, descendiente Dárdano, presento ahora a mi hijo Eneas ante los dioses para pedir su protección y sus bendiciones.

    Al tercer día, como dictaban las costumbres de los troyanos, Anquises había alzado a su hijo frente al fuego del hogar, en una pequeña ceremonia a la que asistieron algunas de las familias nobles de las ciudades aliadas de Dardania. Luego, se volvió hacia el sacerdote, quién posó su mano sobre la cabeza de su hijo para bendecirlo.

    El sacerdote comenzó a recitar plegarias sagradas para el Portador de Tormentas, pero su voz, vieja y astillada como la corteza de un viejo roble, flotó a un lugar lejano para Afro. Ocupaba su sitio junto al resto de los sirvientes congregados en el patio del palacio, entre las sombras que retrocedían ante el fuego de las antorchas dispuestas a su alrededor. Se refugio bajo el largo velo que caía detrás de su espalda. Aunque era una noche de verano, el aire cargado del dulce aroma del incienso y jazmín estaba bastante fresco.

    ────¡Zeus Cronión! Portador del rayo, centelleante, tonante, fulminante; escúchanos ahora…

    Afro apretó las manos frente a su estómago y observó con cierto anhelo a los nobles aglomerados en el interior. No iba a negarlo: le habría encantado tener un sitio delante de todo ese gran gentío, a un lado de la reina Temiste, presenciando la ceremonia como lo que realmente era: la madre de Eneas. No obstante, estar hasta atrás también tenía sus ventajas; y es que mientras la ceremonia transcurría, Afro había tenido la ocasión de examinar con ojo curioso a los invitados.

    Observó sus ropajes, la calidad de las telas que eran superiores a lo que ella llevaba puesto, los colores, los bordados tan finos hechos con hilos de oro. Un hermoso collar de cuentas de ámbar rodeaba el cuello de una noble, resaltando el color de sus ojos felinos. «Ah, esta sabe perfectamente lo que lleva sobre las clavículas. Es su mejor arma, es obvio que acaparará todas las miradas. Y ya veo algunos cuellos curiosos erguidos en su dirección». Pensó Afro, apenas disimulando una sonrisa.

    En el otro extremo del salón, un hombre de túnica azul oscuro estaba parado a un costado de una columna, Afro arqueó una ceja. No parecía haber recibido la invitación con mucha antelación; había sido uno de los últimos invitados en atravesar las puertas y su sonrisa, aunque amable y cortes, supo ocultar el color en sus mejillas. ¿Habría corrido a toda prisa para llegar hasta el palacio? Una pulsera de diminutas conchas rodeaba su muñeca. Eso le hizo sospechar que quizás el hombre venía de las costas de Licia.

    Pero de todos los invitados, un grupo en particular llamó su atención. Nunca había visto a ninguno, a pesar de que había escuchado sus nombres; hacían compañía a la reina Temiste. La cercanía en su trato, la naturalidad con la que hablaban, tan amena y cercana, le indicó que ya existía confianza entre ellos desde hace un tiempo. Más tarde, Anquises se encargaría de contarle que se trataba de la casa real de Ilión (Troya). El rey Príamo con su corona de lapislázuli que resaltaba sobre la cascada de cabellos negros, llevaba del brazo a la reina Hécuba de mirada vivas y gentil. Y a su lado, se encontraban sus hijos, sosteniendo ramas de olivo y laurel entre sus manitas. Por la forma en que sus dedos jugueteaban con los tallos frescos, era evidente el gran esfuerzo que estaban poniendo en no pelear, ni bostezar.

    Que buenos estaban siendo esos niños, había pensado para sus adentros. Si ella tuviera ese nivel de paciencia, probablemente habría hecho grandes proezas hace mucho. Era un logro que debía reconocerse.

    Y casi como si le hubiera leído las palabras en la mente, la hija pequeña de Príamo giró la cabeza, en su dirección.

    Afro contuvo la respiración cuando esos ojos de obsidiana cruzaron con los suyos. ¿Por qué… esa niña la miraba así? Era la expresión de alguien que había encontrado un cabello en su comida y empieza, meticulosamente, a hacer una lista mental de posibles cabezas sospechosas a quién podría pertenecer esa hebra. Era la primera vez que un niño mortal la observaba de esa manera, con tanta suspicacia, y eso, para su propia sorpresa, le provocó un ligero nerviosismo.

    Forzó una sonrisa, la más amable que sus labios consiguieron esbozar y discretamente levantó la mano para saludarla. Pero su gesto se derritió al instante, como la nieve bajo el sol de primavera. La niña no solo no le devolvió el saludo, sino que su expresión ceñuda se tornó aún más analítica. Tragó saliva, aunque incomoda, Afro no se achicó, ni rompió el contacto visual. Dejó que la niña hiciera su análisis sobre ella, convirtiéndose en el objetivo de contemplación de su estudio. Creyó que la descomponía pieza por pieza, hasta entender cada función, o al menos, eso intentaba ¿Podía culparla? En su edad más temprana, motivada por la curiosidad inocente, Afro habría hecho lo mismo con una ostra y un cangrejo que encontró en las orillas de la playa de Chipre, la primera vez que pisó tierra firme después de su nacimiento en el seno de las profundidades del mar. Los dioses crecían a una velocidad alarmante, así que cuando el oleaje terminó de dar forma a la carne y la sangre celestial de su padre que habían sido arrojados al mar, las olas expulsaron a la superficie a una niña que, aunque frágil, tenía la fuerza suficiente en las extremidades para nadar hasta la costa.

    Su conocimiento sobre el mundo era limitado y sin nadie quién la supervisara, se dedicó a caminar por la playa desierta. La playa de arenas blancas era enorme, los árboles frondosos que se alzaban a la distancia no le inspiraron el menor deseo de adentrarse en su espesura. Vagó sin rumbo hasta que algo capturó su atención: una ostra. Era liviana entre sus manos y al no oír sonido alguno al sacudirla junto a su oído, la abrió con ayuda de una piedra de punta afilada. Dentro encontró un par de perlas que después convertiría en los pendientes que ahora llevaba puestos.

    Más adelante halló un cangrejo caminando detrás de una roca enorme. Se acuclilló para observarlo, fascinada por esa forma tan peculiar de moverse de lado. Cada vez que intentaba llegar al mar, ella le cortaba el paso con la mano. El pequeño insistía, avanzando primero hacia un lado y luego hacia el otro, y ella, divertida, volvía a interponerse. Un duelo de paciencia que él perdió primero. Entre risas, cuando volvió a bloquearle el camino, el cangrejo esa vez cerró sus pinzas con firmeza alrededor de su dedo.

    Aún recordaba el dolor que aquello le causó, tan vivido y punzante que podría jurar que, después de años, el cangrejo seguía aferrado a su dedo solo para darle una lección de límites. Y vaya que lo consiguió; aquella punzada fantasma bastó para devolverla, de golpe, a la realidad.

    «Está bien. Ganaste esta ronda, amigo crustáceo».

    Hizo una leve mueca, el recuerdo tardío de esas pinzas que, al parecer, aún tenían algo que reclamarle, antes de que el murmullo de la ceremonia la alcanzara en los oídos.

    Moiras santas. Eso... eso dolió bastante...

    Gracias a los dioses, el sacerdote terminó su labor, poniendo fin al análisis de aquella niña troyana. La reina Hécuba tomó de la mano a la niña para conducirla junto a sus hermanos al frente, y fue entonces que Afro descubrió el nombre de aquella chiquilla.

    ────Ven, Cassandra ─le dijo su madre─. Vamos a llevarle nuestros regalos al príncipe.

    Dedicándole una última mirada que prometía continuar con el estudio de su persona más tarde y sin hacer más, obediente, Cassandra dio media vuelta y se perdió entre la multitud de nobles que se amontonaba junto a sus hijos para presentar sus regalos a Eneas. Su familia se situó en el lugar de preeminencia que les correspondía, siendo ellos los primeros en entregar sus obsequios. Solo los hijos mayores de Príamo pasaron al frente para ofrecer las ramitas de olivo y laurel al pequeño príncipe. Claro, Eneas los observaba confundido con sus grandes ojitos. No comprendía lo que estaba ocurriendo. Pero su hijo ya desde bebé era valiente, ninguna sombra de duda o temor cubrió su rostro ante ninguno de esos extraños que se acercaron a darle la bienvenida al mundo.

    El banquete dio inicio y el palacio se llenó de música, cantos y risas. Las antorchas danzaban en los muros y las voces se mezclaron con el sonido de las copas. En lo que restó de la noche, Afro no volvió a saber nada de Cassandra ni de sus analíticos ojos de obsidiana. Por un momento, Afro se sintió como aquel cangrejo en la playa, solo que, a diferencia de él, ella ahora no tenía pinzas con que defenderse.

    Y no las necesitaba.
    𝐂𝐀𝐍𝐆𝐑𝐄𝐉𝐎 - 𝐕𝐈 🦀 𝐄𝐧 𝐥𝐚 𝐞𝐫𝐚 𝐝𝐞 𝐥𝐨𝐬 𝐡é𝐫𝐨𝐞𝐬 𝐲 𝐦𝐨𝐧𝐬𝐭𝐫𝐮𝐨𝐬 ────Yo, Anquises, hijo de Capis, descendiente Dárdano, presento ahora a mi hijo Eneas ante los dioses para pedir su protección y sus bendiciones. Al tercer día, como dictaban las costumbres de los troyanos, Anquises había alzado a su hijo frente al fuego del hogar, en una pequeña ceremonia a la que asistieron algunas de las familias nobles de las ciudades aliadas de Dardania. Luego, se volvió hacia el sacerdote, quién posó su mano sobre la cabeza de su hijo para bendecirlo. El sacerdote comenzó a recitar plegarias sagradas para el Portador de Tormentas, pero su voz, vieja y astillada como la corteza de un viejo roble, flotó a un lugar lejano para Afro. Ocupaba su sitio junto al resto de los sirvientes congregados en el patio del palacio, entre las sombras que retrocedían ante el fuego de las antorchas dispuestas a su alrededor. Se refugio bajo el largo velo que caía detrás de su espalda. Aunque era una noche de verano, el aire cargado del dulce aroma del incienso y jazmín estaba bastante fresco. ────¡Zeus Cronión! Portador del rayo, centelleante, tonante, fulminante; escúchanos ahora… Afro apretó las manos frente a su estómago y observó con cierto anhelo a los nobles aglomerados en el interior. No iba a negarlo: le habría encantado tener un sitio delante de todo ese gran gentío, a un lado de la reina Temiste, presenciando la ceremonia como lo que realmente era: la madre de Eneas. No obstante, estar hasta atrás también tenía sus ventajas; y es que mientras la ceremonia transcurría, Afro había tenido la ocasión de examinar con ojo curioso a los invitados. Observó sus ropajes, la calidad de las telas que eran superiores a lo que ella llevaba puesto, los colores, los bordados tan finos hechos con hilos de oro. Un hermoso collar de cuentas de ámbar rodeaba el cuello de una noble, resaltando el color de sus ojos felinos. «Ah, esta sabe perfectamente lo que lleva sobre las clavículas. Es su mejor arma, es obvio que acaparará todas las miradas. Y ya veo algunos cuellos curiosos erguidos en su dirección». Pensó Afro, apenas disimulando una sonrisa. En el otro extremo del salón, un hombre de túnica azul oscuro estaba parado a un costado de una columna, Afro arqueó una ceja. No parecía haber recibido la invitación con mucha antelación; había sido uno de los últimos invitados en atravesar las puertas y su sonrisa, aunque amable y cortes, supo ocultar el color en sus mejillas. ¿Habría corrido a toda prisa para llegar hasta el palacio? Una pulsera de diminutas conchas rodeaba su muñeca. Eso le hizo sospechar que quizás el hombre venía de las costas de Licia. Pero de todos los invitados, un grupo en particular llamó su atención. Nunca había visto a ninguno, a pesar de que había escuchado sus nombres; hacían compañía a la reina Temiste. La cercanía en su trato, la naturalidad con la que hablaban, tan amena y cercana, le indicó que ya existía confianza entre ellos desde hace un tiempo. Más tarde, Anquises se encargaría de contarle que se trataba de la casa real de Ilión (Troya). El rey Príamo con su corona de lapislázuli que resaltaba sobre la cascada de cabellos negros, llevaba del brazo a la reina Hécuba de mirada vivas y gentil. Y a su lado, se encontraban sus hijos, sosteniendo ramas de olivo y laurel entre sus manitas. Por la forma en que sus dedos jugueteaban con los tallos frescos, era evidente el gran esfuerzo que estaban poniendo en no pelear, ni bostezar. Que buenos estaban siendo esos niños, había pensado para sus adentros. Si ella tuviera ese nivel de paciencia, probablemente habría hecho grandes proezas hace mucho. Era un logro que debía reconocerse. Y casi como si le hubiera leído las palabras en la mente, la hija pequeña de Príamo giró la cabeza, en su dirección. Afro contuvo la respiración cuando esos ojos de obsidiana cruzaron con los suyos. ¿Por qué… esa niña la miraba así? Era la expresión de alguien que había encontrado un cabello en su comida y empieza, meticulosamente, a hacer una lista mental de posibles cabezas sospechosas a quién podría pertenecer esa hebra. Era la primera vez que un niño mortal la observaba de esa manera, con tanta suspicacia, y eso, para su propia sorpresa, le provocó un ligero nerviosismo. Forzó una sonrisa, la más amable que sus labios consiguieron esbozar y discretamente levantó la mano para saludarla. Pero su gesto se derritió al instante, como la nieve bajo el sol de primavera. La niña no solo no le devolvió el saludo, sino que su expresión ceñuda se tornó aún más analítica. Tragó saliva, aunque incomoda, Afro no se achicó, ni rompió el contacto visual. Dejó que la niña hiciera su análisis sobre ella, convirtiéndose en el objetivo de contemplación de su estudio. Creyó que la descomponía pieza por pieza, hasta entender cada función, o al menos, eso intentaba ¿Podía culparla? En su edad más temprana, motivada por la curiosidad inocente, Afro habría hecho lo mismo con una ostra y un cangrejo que encontró en las orillas de la playa de Chipre, la primera vez que pisó tierra firme después de su nacimiento en el seno de las profundidades del mar. Los dioses crecían a una velocidad alarmante, así que cuando el oleaje terminó de dar forma a la carne y la sangre celestial de su padre que habían sido arrojados al mar, las olas expulsaron a la superficie a una niña que, aunque frágil, tenía la fuerza suficiente en las extremidades para nadar hasta la costa. Su conocimiento sobre el mundo era limitado y sin nadie quién la supervisara, se dedicó a caminar por la playa desierta. La playa de arenas blancas era enorme, los árboles frondosos que se alzaban a la distancia no le inspiraron el menor deseo de adentrarse en su espesura. Vagó sin rumbo hasta que algo capturó su atención: una ostra. Era liviana entre sus manos y al no oír sonido alguno al sacudirla junto a su oído, la abrió con ayuda de una piedra de punta afilada. Dentro encontró un par de perlas que después convertiría en los pendientes que ahora llevaba puestos. Más adelante halló un cangrejo caminando detrás de una roca enorme. Se acuclilló para observarlo, fascinada por esa forma tan peculiar de moverse de lado. Cada vez que intentaba llegar al mar, ella le cortaba el paso con la mano. El pequeño insistía, avanzando primero hacia un lado y luego hacia el otro, y ella, divertida, volvía a interponerse. Un duelo de paciencia que él perdió primero. Entre risas, cuando volvió a bloquearle el camino, el cangrejo esa vez cerró sus pinzas con firmeza alrededor de su dedo. Aún recordaba el dolor que aquello le causó, tan vivido y punzante que podría jurar que, después de años, el cangrejo seguía aferrado a su dedo solo para darle una lección de límites. Y vaya que lo consiguió; aquella punzada fantasma bastó para devolverla, de golpe, a la realidad. «Está bien. Ganaste esta ronda, amigo crustáceo». Hizo una leve mueca, el recuerdo tardío de esas pinzas que, al parecer, aún tenían algo que reclamarle, antes de que el murmullo de la ceremonia la alcanzara en los oídos. Moiras santas. Eso... eso dolió bastante... Gracias a los dioses, el sacerdote terminó su labor, poniendo fin al análisis de aquella niña troyana. La reina Hécuba tomó de la mano a la niña para conducirla junto a sus hermanos al frente, y fue entonces que Afro descubrió el nombre de aquella chiquilla. ────Ven, Cassandra ─le dijo su madre─. Vamos a llevarle nuestros regalos al príncipe. Dedicándole una última mirada que prometía continuar con el estudio de su persona más tarde y sin hacer más, obediente, Cassandra dio media vuelta y se perdió entre la multitud de nobles que se amontonaba junto a sus hijos para presentar sus regalos a Eneas. Su familia se situó en el lugar de preeminencia que les correspondía, siendo ellos los primeros en entregar sus obsequios. Solo los hijos mayores de Príamo pasaron al frente para ofrecer las ramitas de olivo y laurel al pequeño príncipe. Claro, Eneas los observaba confundido con sus grandes ojitos. No comprendía lo que estaba ocurriendo. Pero su hijo ya desde bebé era valiente, ninguna sombra de duda o temor cubrió su rostro ante ninguno de esos extraños que se acercaron a darle la bienvenida al mundo. El banquete dio inicio y el palacio se llenó de música, cantos y risas. Las antorchas danzaban en los muros y las voces se mezclaron con el sonido de las copas. En lo que restó de la noche, Afro no volvió a saber nada de Cassandra ni de sus analíticos ojos de obsidiana. Por un momento, Afro se sintió como aquel cangrejo en la playa, solo que, a diferencia de él, ella ahora no tenía pinzas con que defenderse. Y no las necesitaba.
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  • *Había preparado un hermoso festejo muy colorido en tonos pasteles y rosas, además de que había decorado todo muy bien y perfecto para la ocasión y día especial del 21 de Octubre del 2025, para su querida y grandiosa hermana gatita Sora Niki, no quería que ningún detalle se perdiera, la fiesta que había preparado para su preciada familiar había sido planeada con debido cuidado, desde la comida, hasta la música y los adornos del lugar, además que había hecho un gran mural con todos los recuerdos y fotos de su querida hermana, hasta había dibujado y pintando algo en el fondo con diseño exclusivo de flores de sakura, era así como había planeado la ambientación de la fiesta*.

    —¡Mi más querida, dulce y amada hermanita, en este día de vuestro Cumpleaños, espero la paséis de lo mejor, que vuestras amistades, hermandades y familia os deseamos mucha felicidad, que siempre podáis sonreír y ser feliz, espero os sea de agrado estos presentes, que hicimos con mucho cariño para ti, de parte mía y de toda vuestra familia de amistad y hermandad a nivel mundial: Familia FicRol, y vuestra familia Souvenir Ma Famille Le Jardin Des Meilleurs Amis!.

    *Esbozó una ligera, y tierna sonrisa en su rostro, mientras terminó los últimos detalles del mural, con las siguientes palabras bien grandes en el mismo*

    —¡Feliz Cumpleaños para mi hermosa hermana Sora Niki!.


    *Había preparado un hermoso festejo muy colorido en tonos pasteles y rosas, además de que había decorado todo muy bien y perfecto para la ocasión y día especial del 21 de Octubre del 2025, para su querida y grandiosa hermana gatita [solar_malachite_lizard_684], no quería que ningún detalle se perdiera, la fiesta que había preparado para su preciada familiar había sido planeada con debido cuidado, desde la comida, hasta la música y los adornos del lugar, además que había hecho un gran mural con todos los recuerdos y fotos de su querida hermana, hasta había dibujado y pintando algo en el fondo con diseño exclusivo de flores de sakura, era así como había planeado la ambientación de la fiesta*. —¡Mi más querida, dulce y amada hermanita, en este día de vuestro Cumpleaños, espero la paséis de lo mejor, que vuestras amistades, hermandades y familia os deseamos mucha felicidad, que siempre podáis sonreír y ser feliz, espero os sea de agrado estos presentes, que hicimos con mucho cariño para ti, de parte mía y de toda vuestra familia de amistad y hermandad a nivel mundial: Familia FicRol, y vuestra familia Souvenir Ma Famille Le Jardin Des Meilleurs Amis!. *Esbozó una ligera, y tierna sonrisa en su rostro, mientras terminó los últimos detalles del mural, con las siguientes palabras bien grandes en el mismo* —¡Feliz Cumpleaños para mi hermosa hermana Sora Niki!. 😇 🤗 🥳 🥳 🥳 💖 🧡 🤎 💜 💯 💯 💯 👏 👏 👏 👏 👏 👏 👏 👏 👏 👏 👏 👏 🙏 🙏 🙏 🙏 🙏 🐻 🐼 🦄 🐾 🐾 🐾 🕊️ 🏵️ 🌹 🌹 🌹 🌺 🌺 🌺 🌻 🌻 🌻 🌼 🌼 🌼 🌷 🌷 🌷 🍀 ☘️ 🍀 🌻 🌻 🌻 🌹 🌹 🌹 🌼 🌼 🌼 💐 🌸 🌸 🌸 🌸 🌸 🌸 💮 💮 💮 💮 🌸 🌸 🌸 🌸 🦋 🐯 🐱 🐯 🐾 🐾 🐾 🐾 🐾 🐾 🐾 🌏 🌌 🌠 ☀️ ☀️ ☀️ ☀️ ☀️ ☀️ ☀️ ☀️ ☀️ ☀️ 🎂 🍭 🍬 🍨 🍧 🍩 🍦 🥗 🥞 🧇 🍜 🍚 🏞️ 🏜️ 🏝️ ⛲ 🏙️ 🌃 🌄 🌆 🌅 🌉 🎠 🎡 🎢 🌈 🎇 🎆 🎉 🎊 🎈 ✨ ✨ ✨ 🎉 🎈 🎊 🎊 🎈 🎉 🎊 🎊 🎊 🎈 🎈 🎈 🎈 🎈 🎈 🎈 🎈 🎈 🎈 🎃 🎈 🎉 🎊 🎈 🎈 🎈 🎈 🎈 🎈 🎈 🎈 🎈 🎈 🎁 🥇 🏆 🧸 🎨 🧶 👑 🎺 🎻 🎸 🎷 🪕 🥁 🪘 🎶 🎤 🎶 🎵 🎶 🎵 🎶 🎵 🎶 🎵 🎶 🎵 🎶 🎵 📝 🔆 🔅 🔆 🔅 🔆 🔅 🔆 🔅 🔆 🔅 🔆 🔅 🔆 🔅 🔆 ✉️
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    La noche de Yue

    La luna estaba alta, pero no brillaba.
    Era como si esperara algo.
    Como si supiera que esa noche, no sería ella quien iluminara el cielo.

    Yue caminó sola hacia el claro, donde el bosque se abría como un suspiro.
    Sus pasos no hacían ruido.
    Ni las hojas se atrevían a crujir.

    Vestía su atuendo de Supernova, pero sin el fulgor del escenario.
    La capa caía como un velo de sombra, y sus ojos reflejaban algo más antiguo que la música:
    una memoria que no era suya, pero que había decidido custodiar.

    Se detuvo en el centro del claro.
    No había público.
    No había luces.
    Solo la luna, y el silencio que la rodeaba como un altar.

    Entonces, cantó.

    No fue un canto para ser aplaudido.
    Fue un canto que parecía surgir del suelo, como si la tierra misma lo recordara.
    Su voz era baja, como un secreto que se confiesa sin palabras.
    Y sin embargo, cada nota parecía abrir una puerta en el aire.

    Las ramas se inclinaron.
    Las estrellas parpadearon.
    Y la luna, finalmente, comenzó a brillar.

    Pero no con su propia luz.
    Brillaba con la voz de Yue.

    Era como si el universo hubiera estado esperando ese momento:
    no para escucharla, sino para recordar que el silencio también canta.

    Yue no sonrió.
    No lloró.
    Solo cerró los ojos, y dejó que la canción terminara como había empezado:
    como una sombra que abraza.

    ---
    --- 🌙 La noche de Yue La luna estaba alta, pero no brillaba. Era como si esperara algo. Como si supiera que esa noche, no sería ella quien iluminara el cielo. Yue caminó sola hacia el claro, donde el bosque se abría como un suspiro. Sus pasos no hacían ruido. Ni las hojas se atrevían a crujir. Vestía su atuendo de Supernova, pero sin el fulgor del escenario. La capa caía como un velo de sombra, y sus ojos reflejaban algo más antiguo que la música: una memoria que no era suya, pero que había decidido custodiar. Se detuvo en el centro del claro. No había público. No había luces. Solo la luna, y el silencio que la rodeaba como un altar. Entonces, cantó. No fue un canto para ser aplaudido. Fue un canto que parecía surgir del suelo, como si la tierra misma lo recordara. Su voz era baja, como un secreto que se confiesa sin palabras. Y sin embargo, cada nota parecía abrir una puerta en el aire. Las ramas se inclinaron. Las estrellas parpadearon. Y la luna, finalmente, comenzó a brillar. Pero no con su propia luz. Brillaba con la voz de Yue. Era como si el universo hubiera estado esperando ese momento: no para escucharla, sino para recordar que el silencio también canta. Yue no sonrió. No lloró. Solo cerró los ojos, y dejó que la canción terminara como había empezado: como una sombra que abraza. ---
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  • La banda de Nana logra tocar los corazones de las personas con su música, sin mencionar que Nana brilla en el escenario. #BlastFanForever
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  • "¡Nos volveremos a ver!"

    Fue lo último que Aoi gritó al micrófono en el dia de clausura.
    Pero la música jamás volvió a sonar, la voz de Aoi solo se convirtió en un recuerdo lejano de aquellos que fueron por cinco años a ese bar punk-grunge, la zona se hizo una plaza y ella ya no hizo el esfuerzo de reubicarse, con lo que le dieron, compro un departamento, vendió casi todas sus guitarras, amplificadores y siguió con el periodismo como un segundo pasatiempo y trabajo.

    Puntual estaba ahi, para una rueda de prensa en donde iban a dar por terminado el desarrollo de esa zona, así como el reporte de lo gastado e invertido.

    Entre la gente, lo vio, era nada mas y menos que Vᴀᴅɪᴋ su empresa ahora era dueño de la zona y sabía que las rentas a los locales era buena, sobre todo porque alrededor había tantos hoteles de lujo.

    Dudaba que él se acordara de ella de manera positiva, todos odiaban a los reporteros, lo sabía.
    La rueda de prensa inició puntual, todos empujando para poder preguntar, ella tenía una pregunta que le quemaba los labios.

    Se le dio la palabra y era hora de "atacar"

    ── Buen dia, Aoi, de la prensa independiente. ──
    Enseguida la voltearon a ver, ya no era cantante, pero su belleza, su presencia y su voz eran únicas.

    ── Antes que nada, gracias por volver la zona un perfecto desarrollo con naturaleza y protegiendo esta zona tan importante de la ciudad.
    Mi pregunta es....
    ¿los cimientos de los edificios aledaños han sido revisados? Todos vimos con horror cómo la tierra se comió esos cuatro locales en la zona norte y por ello se desalojaron todas las zonas. ¿qué seguridad a la gente de que no caerá? ──

    Todos empezaron a hablar y preguntar y responder entre ellos, pero ella, solo lo veía a él..... "el hombre del abrigo caro"
    "¡Nos volveremos a ver!" Fue lo último que Aoi gritó al micrófono en el dia de clausura. Pero la música jamás volvió a sonar, la voz de Aoi solo se convirtió en un recuerdo lejano de aquellos que fueron por cinco años a ese bar punk-grunge, la zona se hizo una plaza y ella ya no hizo el esfuerzo de reubicarse, con lo que le dieron, compro un departamento, vendió casi todas sus guitarras, amplificadores y siguió con el periodismo como un segundo pasatiempo y trabajo. Puntual estaba ahi, para una rueda de prensa en donde iban a dar por terminado el desarrollo de esa zona, así como el reporte de lo gastado e invertido. Entre la gente, lo vio, era nada mas y menos que [Zaits.ev] su empresa ahora era dueño de la zona y sabía que las rentas a los locales era buena, sobre todo porque alrededor había tantos hoteles de lujo. Dudaba que él se acordara de ella de manera positiva, todos odiaban a los reporteros, lo sabía. La rueda de prensa inició puntual, todos empujando para poder preguntar, ella tenía una pregunta que le quemaba los labios. Se le dio la palabra y era hora de "atacar" ── Buen dia, Aoi, de la prensa independiente. ── Enseguida la voltearon a ver, ya no era cantante, pero su belleza, su presencia y su voz eran únicas. ── Antes que nada, gracias por volver la zona un perfecto desarrollo con naturaleza y protegiendo esta zona tan importante de la ciudad. Mi pregunta es.... ¿los cimientos de los edificios aledaños han sido revisados? Todos vimos con horror cómo la tierra se comió esos cuatro locales en la zona norte y por ello se desalojaron todas las zonas. ¿qué seguridad a la gente de que no caerá? ── Todos empezaron a hablar y preguntar y responder entre ellos, pero ella, solo lo veía a él..... "el hombre del abrigo caro"
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    Mi rol:
    LOS ODIO A TODOS, HIJOS DE PUTA, LOS ODIO, MUERAN MALDITAS CREATURAS, PÚDRANSE EN EL INFIERNO Y DEJEN DE REVIVIR, DÉJENME DORMIR, POR SU CULPA DUERMO DE DIA, POR SU CULPA TENGO QUE DORMIR ABRAZADO DE VARIAS ARMAS Y UN COLLAR DE AJOS.
    ¿SABEN LO DIFICIL ES CONSEGUIR UNA SALIDA CUANDO HUELES A UN ESPECIERO? ¿YA DIJE QUE LOS ODIO? PUES LOS RE-CONTRA ODIO.

    ---

    Mi música ~~~ ♥★ฅ՞•ﻌ•՞ฅ
    https://open.spotify.com/track/5UFt8MX05ryKpZeJXKmcpK?si=3044e34ebea44af1
    Mi rol: LOS ODIO A TODOS, HIJOS DE PUTA, LOS ODIO, MUERAN MALDITAS CREATURAS, PÚDRANSE EN EL INFIERNO Y DEJEN DE REVIVIR, DÉJENME DORMIR, POR SU CULPA DUERMO DE DIA, POR SU CULPA TENGO QUE DORMIR ABRAZADO DE VARIAS ARMAS Y UN COLLAR DE AJOS. ¿SABEN LO DIFICIL ES CONSEGUIR UNA SALIDA CUANDO HUELES A UN ESPECIERO? ¿YA DIJE QUE LOS ODIO? PUES LOS RE-CONTRA ODIO. --- Mi música ~~~ ♥★ฅ՞•ﻌ•՞ฅ https://open.spotify.com/track/5UFt8MX05ryKpZeJXKmcpK?si=3044e34ebea44af1
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  • -cantar canciones de amor me parece algo hipócrita de mi siendo que eh tenido tantos novios como un recién nacido, 0- soltó unas risitas justo cuando la música empezo preparándose para cantar
    -Don't you notice how
    I get quiet when there's no one else around?
    Me and you and awkward silence
    Don't you dare look at me that way
    I don't need reminders of how you don't feel the same
    Oh, the burning pain
    Listening to you harp on 'bout some new soulmate
    "She's so perfect, " blah, blah, blah
    Oh, how I wish you'll wake up one day
    Run to me, confess your love, at least just let me say-

    https://music.youtube.com/watch?v=h8DeZSB2o-c&si=kHCIPUmp-40b4zMv
    -cantar canciones de amor me parece algo hipócrita de mi siendo que eh tenido tantos novios como un recién nacido, 0- soltó unas risitas justo cuando la música empezo preparándose para cantar -Don't you notice how I get quiet when there's no one else around? Me and you and awkward silence Don't you dare look at me that way I don't need reminders of how you don't feel the same Oh, the burning pain Listening to you harp on 'bout some new soulmate "She's so perfect, " blah, blah, blah Oh, how I wish you'll wake up one day Run to me, confess your love, at least just let me say- https://music.youtube.com/watch?v=h8DeZSB2o-c&si=kHCIPUmp-40b4zMv
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