"Llegada de Sophie Beckett al baile de máscaras"

La música ya flotaba en el aire cuando la carroza se detuvo frente a la entrada principal del palacio. Sophie Beckett respiró hondo, una mezcla de nervios y emoción avivándole el pecho. Su vestido color marfil caía como una cascada de luz, y la máscara plateada que llevaba ocultaba lo suficiente para volverla un misterio, pero no tanto como para opacar la elegancia de sus ojos.

Los escalones de mármol parecían interminables. Cada paso hacía crujir la tela fina de su falda, mientras el murmullo del gentío dentro del salón crecía. Apenas cruzó las puertas, un torbellino de colores, risas y música la envolvió.

Candelabros dorados iluminaban el lugar con un brillo cálido, reflejándose en máscaras de todos los estilos. Sophie avanzó con suavidad, sintiendo varias miradas curiosas deslizándose hacia ella. No era habitual que alguien desconocido llegara tan impecablemente tarde.

Un violinista tocó una nota aguda justo cuando ella dio un paso al centro del salón, como si anunciara su entrada sin saberlo. Un par de bailarines se apartaron al verla, y una brisa ligera de sorpresa recorrió la sala.

Sophie levantó ligeramente el mentón, permitiéndose una sonrisa apenas perceptible detrás de la máscara. Si había un lugar donde los secretos florecían y las identidades se diluían, era ese baile.

Y esa noche, ella no era la hijastra invisible.

Esa noche, era la invitada que todos intentarían descifrar.

Benedict Bridgerton
"Llegada de Sophie Beckett al baile de máscaras" La música ya flotaba en el aire cuando la carroza se detuvo frente a la entrada principal del palacio. Sophie Beckett respiró hondo, una mezcla de nervios y emoción avivándole el pecho. Su vestido color marfil caía como una cascada de luz, y la máscara plateada que llevaba ocultaba lo suficiente para volverla un misterio, pero no tanto como para opacar la elegancia de sus ojos. Los escalones de mármol parecían interminables. Cada paso hacía crujir la tela fina de su falda, mientras el murmullo del gentío dentro del salón crecía. Apenas cruzó las puertas, un torbellino de colores, risas y música la envolvió. Candelabros dorados iluminaban el lugar con un brillo cálido, reflejándose en máscaras de todos los estilos. Sophie avanzó con suavidad, sintiendo varias miradas curiosas deslizándose hacia ella. No era habitual que alguien desconocido llegara tan impecablemente tarde. Un violinista tocó una nota aguda justo cuando ella dio un paso al centro del salón, como si anunciara su entrada sin saberlo. Un par de bailarines se apartaron al verla, y una brisa ligera de sorpresa recorrió la sala. Sophie levantó ligeramente el mentón, permitiéndose una sonrisa apenas perceptible detrás de la máscara. Si había un lugar donde los secretos florecían y las identidades se diluían, era ese baile. Y esa noche, ella no era la hijastra invisible. Esa noche, era la invitada que todos intentarían descifrar. [Bened1ct]
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