• Aparezco por detrás aprovechando que estás distraída para abrazarte y besar tu mejilla

    —Muchas gracias por la cámara, te quiero Katherine Gilbert
    Aparezco por detrás aprovechando que estás distraída para abrazarte y besar tu mejilla —Muchas gracias por la cámara, te quiero [ThcSallow]
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  • Ave Basilia
    Vestigia
    Renacido entregado

    Dime tú, que vez en mi que yo no veo aún, renacido soy en tu sonrisa, inspirado en tus latidos, soñador del único deseo verdadero ser tuyo y amarte hasta los huesos, te diré no tengo un pasado que ofrecer, me olvidé de el, me pinche con una rosa azul y me olvidé de lo que hice y lo que fuí antes de ti, yo soy testigo de tesoros, pero de prodigios pocos, de amores muchos, pero a la verdad, a la legítima verdad, nunca lo he dado todo, porque siempre tengo mi ojo en la espalda y mi mano en la espada esperando la apuñalada, así soy, así fuí, porque me entrego renacido, renovado, envenenado del olvido, con ilusiones que tienen de esperanza no convertirse en desilusiones, es del alma mía lo que siento, es de mi propio yo la pasión que te ofrezco, va más lejos de ser un simple jugador, va más lejos que todo y distante de todo, pero perpetuo, ha locuras me provocas, yo el que sueña siempre con la silueta de tu boca, esa imagen que me despierta, esa imagen que me hace dormir, si es por mi haré cenizas el mundo y crearé uno nuevo, si es por ti yo perdonaré el mundo y me iré a un lugar en paz donde su perversión no nos alcance, eso quisiera, aveces creo que no es posible pero si tú lo creés yo entonces te seguiré y aprenderé de ti lo bueno, y también lo malo, porque sé nada es perfecto y nada como deseas pero siempre te sorprende y esa la llevo como bandera, te amare tormenta, te amare desierto, te amare mi primavera, eres semejante a la luna, reflejas un brillo de mi y ocultas una cara que creés que me puede herir, pero ya que, si todo lo que he pasado no me ha matado ya nada me matará, viviré el tiempo que deba y después abrazaré mi eternidad, espero verte del otro lado, conociendo mundos, aprendiendo Miles de cosas, sin morir, sin extrañar las noches que desperdiciamos sin estar abrazados, mujer mía renace con migo todos los días, perdona mis faltas y los días en los cuales mis acciones te ofendieron, soy una bestia así me conociste, y si te pido disculpas es porque ya no soy el mismo, claro he cambiado y lo que soy aún no lo conoces, y lo que seré mañana será una sorpresa, y así será hasta que me alcance la existencia .
    Ave Basilia Vestigia Renacido entregado Dime tú, que vez en mi que yo no veo aún, renacido soy en tu sonrisa, inspirado en tus latidos, soñador del único deseo verdadero ser tuyo y amarte hasta los huesos, te diré no tengo un pasado que ofrecer, me olvidé de el, me pinche con una rosa azul y me olvidé de lo que hice y lo que fuí antes de ti, yo soy testigo de tesoros, pero de prodigios pocos, de amores muchos, pero a la verdad, a la legítima verdad, nunca lo he dado todo, porque siempre tengo mi ojo en la espalda y mi mano en la espada esperando la apuñalada, así soy, así fuí, porque me entrego renacido, renovado, envenenado del olvido, con ilusiones que tienen de esperanza no convertirse en desilusiones, es del alma mía lo que siento, es de mi propio yo la pasión que te ofrezco, va más lejos de ser un simple jugador, va más lejos que todo y distante de todo, pero perpetuo, ha locuras me provocas, yo el que sueña siempre con la silueta de tu boca, esa imagen que me despierta, esa imagen que me hace dormir, si es por mi haré cenizas el mundo y crearé uno nuevo, si es por ti yo perdonaré el mundo y me iré a un lugar en paz donde su perversión no nos alcance, eso quisiera, aveces creo que no es posible pero si tú lo creés yo entonces te seguiré y aprenderé de ti lo bueno, y también lo malo, porque sé nada es perfecto y nada como deseas pero siempre te sorprende y esa la llevo como bandera, te amare tormenta, te amare desierto, te amare mi primavera, eres semejante a la luna, reflejas un brillo de mi y ocultas una cara que creés que me puede herir, pero ya que, si todo lo que he pasado no me ha matado ya nada me matará, viviré el tiempo que deba y después abrazaré mi eternidad, espero verte del otro lado, conociendo mundos, aprendiendo Miles de cosas, sin morir, sin extrañar las noches que desperdiciamos sin estar abrazados, mujer mía renace con migo todos los días, perdona mis faltas y los días en los cuales mis acciones te ofendieron, soy una bestia así me conociste, y si te pido disculpas es porque ya no soy el mismo, claro he cambiado y lo que soy aún no lo conoces, y lo que seré mañana será una sorpresa, y así será hasta que me alcance la existencia .
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  • NO LO PUEDO EVITAR
    Fandom Libre
    Categoría Romance
    *Conocí una bella señorita...
    Una bella criatura. Cuyos ojos irresistibles me hechizaron desde el primer momento, y su cabello dorado resplandecía como el sol...
    No lo puedo evitar. Me enamoré de ella. ¿Cómo podría no desear abrazarla, y besar sus labios tiernos? Su ternura me hacía sentir un fuerte impulso de tomarla en mis brazos y entregarle mi amor, sin miramientos, abrir mi corazón y dejarla habitar en él...
    Una flor, es lo más aproximado para describirla. Una flor tierna y delicada, a la que protegería de cualquiera que quisiera dañarla. Una flor que quiero cultivar, una flor a la que entregar mi amor...
    Y al mirarla me quedo sin habla, porque no hay palabras suficientes para describir, para expresar todo lo que ella me hace sentir...
    Pero aunque no pueda decirlo, me lo gritan las entrañas. Me lo grita el corazón y por eso sé que es bien real todo lo que siento por ella.
    La deseo. Quiero que sea mía. Que sea sólo para mí...
    Quiero abrazarla y nunca soltarla. Quiero llenarla de besos por toda su carita bonita, quiero escuchar su voz, que sus ojos sean la luz que ilumine mi vida y sea todo mi mundo. Quiero eso y más, mucho mucho más. Tantas cosas, y el espacio aquí es insuficiente para decirlo todo.
    Estoy como un loco que ha perdido la cabeza. Pero no me culpes, me enamoré de ella... ¿Y qué es eso, si no enloquecer por la persona que amas?*

    #ElJardinDeLasFloresYLosCorazones
    *Conocí una bella señorita... Una bella criatura. Cuyos ojos irresistibles me hechizaron desde el primer momento, y su cabello dorado resplandecía como el sol... No lo puedo evitar. Me enamoré de ella. ¿Cómo podría no desear abrazarla, y besar sus labios tiernos? Su ternura me hacía sentir un fuerte impulso de tomarla en mis brazos y entregarle mi amor, sin miramientos, abrir mi corazón y dejarla habitar en él... Una flor, es lo más aproximado para describirla. Una flor tierna y delicada, a la que protegería de cualquiera que quisiera dañarla. Una flor que quiero cultivar, una flor a la que entregar mi amor... Y al mirarla me quedo sin habla, porque no hay palabras suficientes para describir, para expresar todo lo que ella me hace sentir... Pero aunque no pueda decirlo, me lo gritan las entrañas. Me lo grita el corazón y por eso sé que es bien real todo lo que siento por ella. La deseo. Quiero que sea mía. Que sea sólo para mí... Quiero abrazarla y nunca soltarla. Quiero llenarla de besos por toda su carita bonita, quiero escuchar su voz, que sus ojos sean la luz que ilumine mi vida y sea todo mi mundo. Quiero eso y más, mucho mucho más. Tantas cosas, y el espacio aquí es insuficiente para decirlo todo. Estoy como un loco que ha perdido la cabeza. Pero no me culpes, me enamoré de ella... ¿Y qué es eso, si no enloquecer por la persona que amas?* #ElJardinDeLasFloresYLosCorazones
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    Individual
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  • —Una mañana lluviosa,mientras Paul volvia de su turno nocturno,noto una pequeña cuna puesta en la puerta de su casa,penso que se trataba de una mala broma o quizas solo se confundieron de casa,este se acerco todo empapado y alli vio una bebe,recostada mirandolo fijamente,no traia nota ni nada,apenas tenia una manta y su ropa,Paul sintio miedo,penso que quizas los padres la olvidaron alli o algo peor,que la hubieran dejado ahi,este miro a todos lados buscando a un adulto pero no habia nadie en todo el pasillo del edificio—



    –El bajo su vista y volvio a ver a la pequeña,si era verdad su sospecha,no podia aceptarla,no podia tomar esa carga en esa etapa de su vida,asi que solo la rodeo y se metio dentro de la casa,en cuestion de minutos,la bebe empezo a llorar de tal manera que el eco de su llanto resonaba en todo el edificio,mientras Paul se tapaba los oidos intentado no escuchar o fingir demencia.
    En un momento recordo algo,a su hermana y como se sintio cuidarla cuando era pequeña,sintio que era cruel con solo una niña muy pequeña,sentia como su corazon crujia por cada segundo que ella estaba alli fuera sola,este se levanto de la cama y corriendo fue a abrir esa puerta para alzar a la bebe y abrazarla—


    —Perdoname...no debi hacerte eso,perdoname..


    —Ahora ninguno de los dos estaria solo,nunca mas—
    —Una mañana lluviosa,mientras Paul volvia de su turno nocturno,noto una pequeña cuna puesta en la puerta de su casa,penso que se trataba de una mala broma o quizas solo se confundieron de casa,este se acerco todo empapado y alli vio una bebe,recostada mirandolo fijamente,no traia nota ni nada,apenas tenia una manta y su ropa,Paul sintio miedo,penso que quizas los padres la olvidaron alli o algo peor,que la hubieran dejado ahi,este miro a todos lados buscando a un adulto pero no habia nadie en todo el pasillo del edificio— –El bajo su vista y volvio a ver a la pequeña,si era verdad su sospecha,no podia aceptarla,no podia tomar esa carga en esa etapa de su vida,asi que solo la rodeo y se metio dentro de la casa,en cuestion de minutos,la bebe empezo a llorar de tal manera que el eco de su llanto resonaba en todo el edificio,mientras Paul se tapaba los oidos intentado no escuchar o fingir demencia. En un momento recordo algo,a su hermana y como se sintio cuidarla cuando era pequeña,sintio que era cruel con solo una niña muy pequeña,sentia como su corazon crujia por cada segundo que ella estaba alli fuera sola,este se levanto de la cama y corriendo fue a abrir esa puerta para alzar a la bebe y abrazarla— —Perdoname...no debi hacerte eso,perdoname.. —Ahora ninguno de los dos estaria solo,nunca mas—
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  • Las sombras abrazaron su cuerpo como si fueran parte de ella. Se mantuvo encogida, su postura tan frágil como la piedra que la rodeaba. Pero no era frágil. No después de todo lo que había visto, de todo lo que había sido.

    Sus serpientes dormían en quietud, aunque de vez en cuando un par de ellas despertaban, moviéndose con lentitud, rozando su piel en un intento de consolarla. Ellas entendían lo que los hombres no podían: el peso del tiempo, del exilio, de la soledad. Eran su único refugio, sus únicas compañeras.

    —No pueden comprenderme. —Pensó, mientras la penumbra se volvía aún más densa a su alrededor.

    Inclinó su cabeza, escondiendo su rostro entre los brazos, y por un momento, permitió que el cansancio escapara a través de un suspiro apenas audible.

    —Las historias siempre tergiversan... —Murmuró para sí misma, sus labios rojos curvándose en una mueca irónica.— Solo ven el monstruo, nunca el alma...

    Las serpientes parecieron responder a sus pensamientos, siseando suavemente en el aire, como si quisieran recordar a su dueña que seguía viva. Que seguía ahí, incluso si el mundo prefería olvidar.
    Las sombras abrazaron su cuerpo como si fueran parte de ella. Se mantuvo encogida, su postura tan frágil como la piedra que la rodeaba. Pero no era frágil. No después de todo lo que había visto, de todo lo que había sido. Sus serpientes dormían en quietud, aunque de vez en cuando un par de ellas despertaban, moviéndose con lentitud, rozando su piel en un intento de consolarla. Ellas entendían lo que los hombres no podían: el peso del tiempo, del exilio, de la soledad. Eran su único refugio, sus únicas compañeras. —No pueden comprenderme. —Pensó, mientras la penumbra se volvía aún más densa a su alrededor. Inclinó su cabeza, escondiendo su rostro entre los brazos, y por un momento, permitió que el cansancio escapara a través de un suspiro apenas audible. —Las historias siempre tergiversan... —Murmuró para sí misma, sus labios rojos curvándose en una mueca irónica.— Solo ven el monstruo, nunca el alma... Las serpientes parecieron responder a sus pensamientos, siseando suavemente en el aire, como si quisieran recordar a su dueña que seguía viva. Que seguía ahí, incluso si el mundo prefería olvidar.
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  • En ocasiones los dioses se ensañan con los seres que crean y doy fe de que este es uno de esos casos. Estuve allí cuando su madre y padre le concebían entre sudor y el sopor del placer; cuando su madre la parió con dolor de antaño y cuando esta fue asesinada por un lavaperros amurado por la necesidad de drogarse. Vi desde el refugio que me da la onírica oscuridad como creció, se volvió fuerte y dentro de sí el cáncer de la venganza hacía metástasis en su alma.

    Decir que no intercedí a lo largo de su vida sería mentir, y al no ser humano y menos algo que encaje en el canon mental de las razas terrícolas, me hace ser visceralmente franco por gusto e incapacidad. Sí, moví alguno que otro hilo y moví una que otra bala para que no le reventara la cabeza, ganándose el apodo de La Señora Suerte. Sí, yo fui el que implantó y mantenía viva la llama púrpura de vendetta que la quemaba por dentro y le daba ese peculiar aroma dulce que manaba de su piel color chocolate.

    Estuve allí cuando cortó una a una las cabezas de la hidra bañando su cuerpo con su sangre cuya tibieza y textura despertaba en ella el fetiche mórbido que hacía humedecer su sexo virgen; y estuve allí cuando por fin encontró al asesino de su madre, el lavaperros que alguna vez llamó papá, que corrompido por la codicia de lo material que solo los mortales comprenden, le mató.

    Estaba deseosa al tenerlo acorralado, pero la suerte tarde o temprano tiende a agotarse y su cuerpo de muerte fue herido y ya no tenía fuerzas para levantar el arma para poder culminar con su novela de venganza, pero para eso yo estaba allí, sé que por primera vez me sintió físicamente al abrazarla por la espalda, apoyar mi mejilla en la de ella y tomar su mano diestra para elevar la pistola que sostiene lánguidamente. Sé que ya no veía y aduras penas respiraba, pero al final ella fue la que apretó el gatillo con el último vestigio de Noxius que le quedaba y murió antes de ver como la pared se adornaba con el vitae y materia cefálica del hombre que se esparció como pieza de arte abstracto sobre lienzo blanco.

    Si me preguntan por qué lo hice, no tendría una respuesta concreta, fue una sumatoria de aburrimiento producido por la eternidad inmutable en la que existo y la posibilidad de hacerlo, porque sí, podía hacerlo y lo hice, sin trasfondo poético y profundo. Simplemente jugué a ser dios y me gustó.
    En ocasiones los dioses se ensañan con los seres que crean y doy fe de que este es uno de esos casos. Estuve allí cuando su madre y padre le concebían entre sudor y el sopor del placer; cuando su madre la parió con dolor de antaño y cuando esta fue asesinada por un lavaperros amurado por la necesidad de drogarse. Vi desde el refugio que me da la onírica oscuridad como creció, se volvió fuerte y dentro de sí el cáncer de la venganza hacía metástasis en su alma. Decir que no intercedí a lo largo de su vida sería mentir, y al no ser humano y menos algo que encaje en el canon mental de las razas terrícolas, me hace ser visceralmente franco por gusto e incapacidad. Sí, moví alguno que otro hilo y moví una que otra bala para que no le reventara la cabeza, ganándose el apodo de La Señora Suerte. Sí, yo fui el que implantó y mantenía viva la llama púrpura de vendetta que la quemaba por dentro y le daba ese peculiar aroma dulce que manaba de su piel color chocolate. Estuve allí cuando cortó una a una las cabezas de la hidra bañando su cuerpo con su sangre cuya tibieza y textura despertaba en ella el fetiche mórbido que hacía humedecer su sexo virgen; y estuve allí cuando por fin encontró al asesino de su madre, el lavaperros que alguna vez llamó papá, que corrompido por la codicia de lo material que solo los mortales comprenden, le mató. Estaba deseosa al tenerlo acorralado, pero la suerte tarde o temprano tiende a agotarse y su cuerpo de muerte fue herido y ya no tenía fuerzas para levantar el arma para poder culminar con su novela de venganza, pero para eso yo estaba allí, sé que por primera vez me sintió físicamente al abrazarla por la espalda, apoyar mi mejilla en la de ella y tomar su mano diestra para elevar la pistola que sostiene lánguidamente. Sé que ya no veía y aduras penas respiraba, pero al final ella fue la que apretó el gatillo con el último vestigio de Noxius que le quedaba y murió antes de ver como la pared se adornaba con el vitae y materia cefálica del hombre que se esparció como pieza de arte abstracto sobre lienzo blanco. Si me preguntan por qué lo hice, no tendría una respuesta concreta, fue una sumatoria de aburrimiento producido por la eternidad inmutable en la que existo y la posibilidad de hacerlo, porque sí, podía hacerlo y lo hice, sin trasfondo poético y profundo. Simplemente jugué a ser dios y me gustó.
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  • Vestigia .
    Cántico Araba .
    Es así, lo que un día nace un día morirá, pero que no se empañe tu alma en una despedida que no se puede evitar, al cerrar mis ojos en tiempo que no se abrirán nunca más verás tu en los cielos un carruaje hecho de estrellas, me verás y verás como mi cuerpo lentamente desaparece, serás testigo de la última sonrisa del Rey Basilio, sin lamentos, sin lágrimas, mi alma abrazara la eternidad mientras escribo un verso hermoso en el capítulo final .
    Vestigia . Cántico Araba . Es así, lo que un día nace un día morirá, pero que no se empañe tu alma en una despedida que no se puede evitar, al cerrar mis ojos en tiempo que no se abrirán nunca más verás tu en los cielos un carruaje hecho de estrellas, me verás y verás como mi cuerpo lentamente desaparece, serás testigo de la última sonrisa del Rey Basilio, sin lamentos, sin lágrimas, mi alma abrazara la eternidad mientras escribo un verso hermoso en el capítulo final .
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  • Descansando aún al pie del árbol, vió que alguien le dejó un paquete envuelto con cuidado. Al principio, frunció el ceño, sabiendo que en su vida rara vez hay sorpresas agradables. Se acercó y, con curiosidad, desenvolvió el paquete, encontrándose con un dragón rojo de peluche.

    Se queda inmóvil por un segundo, observando el muñeco con sorpresa. No es lo que esperaba, para nada. Era pequeño, pero tenia detalles que lo hacian único, desde las escamas tejidas hasta los ojos brillantes. No sabía si reír o enojarse.

    —¿Un dragón? ¿De peluche? Esto… No me lo esperaba. —Lo sostuvo en las manos, mirando el dragón rojo como si estuviera evaluando su propósito.

    Después de un rato de silencio, no pudo evitar soltar una risa suave, casi imperceptible, pero auténtica. Nunca pensó que un peluche podría hacerla sentir de esa manera.

    —¿Esto es una broma? ¿Un dragón de peluche por mi cumpleaños? —Murmuró en voz baja, sin poder evitar sonreír.

    Su mirada se suavizó, y por primera vez en mucho tiempo, se sintió un poco más ligera. Aunque no iba a admitir, aquel gesto tan inesperado tocó algo en ella. No era el tipo de regalo que esperaría de alguien, pero de alguna manera era perfecto en su simplicidad.

    —Es ridículo... Pero me hace sentir bien. ¿Por qué? —Su mente dió vueltas, pero decidió no complicarlo más. Miró al peluche una vez más y se recostó contra el árbol, agarrando este de cerca.

    —Gracias. No sé si esto fue una broma o... Algo más, pero es... Bonito.

    Sintió una calidez que no solía permitirse abiertamente, y aunque no iba a admitirlo completamente, la ligera sonrisa permaneció en su rostro mientras observaba el dragón rojo de peluche. Leyó el mensaje escrito en la tarjeta adjunta. Al principio, su mirada se endureció, tratando de comprender el propósito detrás de palabras tan amables. Su corazón dio un ligero salto, pero no lo mostró. El peluche ahora parecía más un símbolo de algo que va más allá de lo que esperaba.

    —Abrazar algo... No suelo hacerlo, pero esto... Parece extraño. —Por un momento, se quedó quieta, el dragón en sus manos, y algo en ella comenzó a cuestionar por qué, de alguna manera, algo tan simple podría tocarla tan profundamente.— Compañía… en los malos momentos…

    Sintió un impulso de tirar el peluche a un lado, de rechazar el gesto por completo, como una forma de protegerse. Pero, al mirarlo de nuevo, el mensaje calentó su corazón más de lo que debería. Suspiró, sin poder evitar un pequeño, casi imperceptible cambio en su actitud.

    —Gracias... No sé si esto es lo que esperabas, pero… No está mal. —Musito, en voz baja, con una ligera sonrisa.

    Abrazo el dragón de peluche, con un de familiaridad, embriagándose de una sensación de consuelo en ese pequeño gesto de apreciación.

    —Quizás... Tal vez no está tan mal tener algo a lo que aferrarse de vez en cuando.

    [¡Muchas gracias por el regalo, Maximiliaan y Jack Williams! ♥
    El dragoncito rojo me ha enternecido mucho.~]
    Descansando aún al pie del árbol, vió que alguien le dejó un paquete envuelto con cuidado. Al principio, frunció el ceño, sabiendo que en su vida rara vez hay sorpresas agradables. Se acercó y, con curiosidad, desenvolvió el paquete, encontrándose con un dragón rojo de peluche. Se queda inmóvil por un segundo, observando el muñeco con sorpresa. No es lo que esperaba, para nada. Era pequeño, pero tenia detalles que lo hacian único, desde las escamas tejidas hasta los ojos brillantes. No sabía si reír o enojarse. —¿Un dragón? ¿De peluche? Esto… No me lo esperaba. —Lo sostuvo en las manos, mirando el dragón rojo como si estuviera evaluando su propósito. Después de un rato de silencio, no pudo evitar soltar una risa suave, casi imperceptible, pero auténtica. Nunca pensó que un peluche podría hacerla sentir de esa manera. —¿Esto es una broma? ¿Un dragón de peluche por mi cumpleaños? —Murmuró en voz baja, sin poder evitar sonreír. Su mirada se suavizó, y por primera vez en mucho tiempo, se sintió un poco más ligera. Aunque no iba a admitir, aquel gesto tan inesperado tocó algo en ella. No era el tipo de regalo que esperaría de alguien, pero de alguna manera era perfecto en su simplicidad. —Es ridículo... Pero me hace sentir bien. ¿Por qué? —Su mente dió vueltas, pero decidió no complicarlo más. Miró al peluche una vez más y se recostó contra el árbol, agarrando este de cerca. —Gracias. No sé si esto fue una broma o... Algo más, pero es... Bonito. Sintió una calidez que no solía permitirse abiertamente, y aunque no iba a admitirlo completamente, la ligera sonrisa permaneció en su rostro mientras observaba el dragón rojo de peluche. Leyó el mensaje escrito en la tarjeta adjunta. Al principio, su mirada se endureció, tratando de comprender el propósito detrás de palabras tan amables. Su corazón dio un ligero salto, pero no lo mostró. El peluche ahora parecía más un símbolo de algo que va más allá de lo que esperaba. —Abrazar algo... No suelo hacerlo, pero esto... Parece extraño. —Por un momento, se quedó quieta, el dragón en sus manos, y algo en ella comenzó a cuestionar por qué, de alguna manera, algo tan simple podría tocarla tan profundamente.— Compañía… en los malos momentos… Sintió un impulso de tirar el peluche a un lado, de rechazar el gesto por completo, como una forma de protegerse. Pero, al mirarlo de nuevo, el mensaje calentó su corazón más de lo que debería. Suspiró, sin poder evitar un pequeño, casi imperceptible cambio en su actitud. —Gracias... No sé si esto es lo que esperabas, pero… No está mal. —Musito, en voz baja, con una ligera sonrisa. Abrazo el dragón de peluche, con un de familiaridad, embriagándose de una sensación de consuelo en ese pequeño gesto de apreciación. —Quizás... Tal vez no está tan mal tener algo a lo que aferrarse de vez en cuando. [¡Muchas gracias por el regalo, [Maxi8]! ♥ El dragoncito rojo me ha enternecido mucho.~]
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  • —Es...¡UN PINGÜINO!


    —Denji lo alzo con una sonrisa de oreja a oreja para luego abrazarlo con cuidado,realemente amaba a los pingüinos casi tanto como a sus amigos,a Makima o las tetas—
    —Es...¡UN PINGÜINO! —Denji lo alzo con una sonrisa de oreja a oreja para luego abrazarlo con cuidado,realemente amaba a los pingüinos casi tanto como a sus amigos,a Makima o las tetas—
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  • -la existencia de algunas ondinas resulta triste....- la bruja suspiro tocando el agua mientras el espiritu de la dama hacia lo mismo -ella murio ahogada salvando a su hermano de unos captores, su alma quedo confinada al agua de este lago y al reflejo de las gotas de lluvia, poder ver a su hermano atra vez del reflejo del agua, saber que el esta bien, pero no pdoer abrazarlo, hablarle o siquiera escucharlo, solo ser una expectadora mas de lo que las aguas reflejan-
    -la existencia de algunas ondinas resulta triste....- la bruja suspiro tocando el agua mientras el espiritu de la dama hacia lo mismo -ella murio ahogada salvando a su hermano de unos captores, su alma quedo confinada al agua de este lago y al reflejo de las gotas de lluvia, poder ver a su hermano atra vez del reflejo del agua, saber que el esta bien, pero no pdoer abrazarlo, hablarle o siquiera escucharlo, solo ser una expectadora mas de lo que las aguas reflejan-
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