• Let's take a ride
    Fandom The legend of zelda
    Categoría Fantasía
    //Rol privado con Link //

    Por mucho que intentaron retrasar, el calendario marcó el principio del fin. El rey zora y el héroe del tiempo debían ir a Hyrule.

    Los últimos dos meses y medio habían pasado más rápido de lo que quisiera admitir en voz alta. Al inicio, había creído que sólo recuperó a su mejor amigo, a su cómplice, aquel que admiraba como el héroe valeroso que era de quien se cantaban leyendas y cuyo nombre ahora portaban niños en su honor. No obstante, conforme pasaron los días y fue conociendo más a Link, el hyliano, Sidón se encontró más y más a gusto en su presencia, recuperando ese característico repiqueteo que acostumbraba sentir en su corazón hace más de un siglo cada que lo veía. El rubor constante y las risas alegres delataban lo bien que se estaba a su lado.

    Y sobre todas las cosas, se alegraba de ver el cambio tan positivo que había tenido el reino en aquel rubio que había arribado sin un solo fragmento de alma. Sidón no quería darse crédito del asunto, incluso con toda la ayuda que otorgó, y simplemente era feliz viendo que Link volvía pues a ser Link.

    -Tenemos todo listo para el viaje -había dicho a uno de sus consejeros mientras terminaban de ver algunas cosas.

    -Me alegro de que vaya escoltado por el héroe. De otro modo, insistiría en que llevara guardias -respondió aquel zora, que era mucho mayor que el rey y las arrugas en su rostro delataba los años de la experiencia-. Lo que no entiendo… es por qué solicitaron un caballo extra ¿Epona no irá con ustedes?

    -Ah, debió ser un error o la costumbre tal vez, no hace falta -Sidón, como siempre, mentía con maestría.

    Al tonto se le había olvidado que los zora no acostumbran usar caballos y no había modo de explicarles que deseaba la montura para cuando sucediera su maldición. Hasta ahora, solo un alma sabía al respecto y deseaba que siguiera así.

    Las dos semanas que estuvieron entrenando en el bosque, conversando y bromeando, le habían sanado también un poco el alma al rey. No le daba oportunidad de pensar respecto a sus males y ya no necesitaba escapar corriendo cada que veía a Link. Después de todo, Mipha sí que había tenido razón: la pena dolió menos en compañía.

    Fue a esperar a Link en la entrada del reino. Sin despedidas públicas o glamurosas y con el frío sol de las diez de la mañana, quería ser lo más discreto posible.

    -¡Link! ¿Está todo listo? -preguntó nada más verlo, con su sonrisa colmilluda visible. Sidón llevaba una mochila cruzada con un par de provisiones. Según le explicaron, la mayor parte de lo necesario se lo habrían dado a Link para poner en sus alforjas-. Tendremos viaje libre hasta eso de las seis de la tarde. Nos serviré de reloj -aprovechaba ahora que alguien podía entender sus temas. Sus escamas incluso parecían haber adquirido un tono más vibrante.
    //Rol privado con [Hero0ft1me] // Por mucho que intentaron retrasar, el calendario marcó el principio del fin. El rey zora y el héroe del tiempo debían ir a Hyrule. Los últimos dos meses y medio habían pasado más rápido de lo que quisiera admitir en voz alta. Al inicio, había creído que sólo recuperó a su mejor amigo, a su cómplice, aquel que admiraba como el héroe valeroso que era de quien se cantaban leyendas y cuyo nombre ahora portaban niños en su honor. No obstante, conforme pasaron los días y fue conociendo más a Link, el hyliano, Sidón se encontró más y más a gusto en su presencia, recuperando ese característico repiqueteo que acostumbraba sentir en su corazón hace más de un siglo cada que lo veía. El rubor constante y las risas alegres delataban lo bien que se estaba a su lado. Y sobre todas las cosas, se alegraba de ver el cambio tan positivo que había tenido el reino en aquel rubio que había arribado sin un solo fragmento de alma. Sidón no quería darse crédito del asunto, incluso con toda la ayuda que otorgó, y simplemente era feliz viendo que Link volvía pues a ser Link. -Tenemos todo listo para el viaje -había dicho a uno de sus consejeros mientras terminaban de ver algunas cosas. -Me alegro de que vaya escoltado por el héroe. De otro modo, insistiría en que llevara guardias -respondió aquel zora, que era mucho mayor que el rey y las arrugas en su rostro delataba los años de la experiencia-. Lo que no entiendo… es por qué solicitaron un caballo extra ¿Epona no irá con ustedes? -Ah, debió ser un error o la costumbre tal vez, no hace falta -Sidón, como siempre, mentía con maestría. Al tonto se le había olvidado que los zora no acostumbran usar caballos y no había modo de explicarles que deseaba la montura para cuando sucediera su maldición. Hasta ahora, solo un alma sabía al respecto y deseaba que siguiera así. Las dos semanas que estuvieron entrenando en el bosque, conversando y bromeando, le habían sanado también un poco el alma al rey. No le daba oportunidad de pensar respecto a sus males y ya no necesitaba escapar corriendo cada que veía a Link. Después de todo, Mipha sí que había tenido razón: la pena dolió menos en compañía. Fue a esperar a Link en la entrada del reino. Sin despedidas públicas o glamurosas y con el frío sol de las diez de la mañana, quería ser lo más discreto posible. -¡Link! ¿Está todo listo? -preguntó nada más verlo, con su sonrisa colmilluda visible. Sidón llevaba una mochila cruzada con un par de provisiones. Según le explicaron, la mayor parte de lo necesario se lo habrían dado a Link para poner en sus alforjas-. Tendremos viaje libre hasta eso de las seis de la tarde. Nos serviré de reloj -aprovechaba ahora que alguien podía entender sus temas. Sus escamas incluso parecían haber adquirido un tono más vibrante.
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  • Está preparando los regalos para mañana y está estresada entre papeles de regalo, cintas, tarjetas y mil cosas.

    Nesta tiene pedacitos de papel enganchado en su pelo, de hecho, varios mechones rebeldes enmarcan su rostro.

    Festejos navideños en Velaris... Pft.... ¡Menudo fastidio!
    Está preparando los regalos para mañana y está estresada entre papeles de regalo, cintas, tarjetas y mil cosas. Nesta tiene pedacitos de papel enganchado en su pelo, de hecho, varios mechones rebeldes enmarcan su rostro. Festejos navideños en Velaris... Pft.... ¡Menudo fastidio!
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
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    ❒; Aclaro, por si las moscas, que RJ es muy zalamero y le gusta gustar, pero este personaje lo he creado con y para mi partner asi que, salvo con ella, nunca va a ocurrir nada más que un ligoteo ocasional y puntual.

    Es con Maya Lockwood con quien desarrollaré otp.

    ¡Grazie mile por entenderlo! <3
    ❒; Aclaro, por si las moscas, que RJ es muy zalamero y le gusta gustar, pero este personaje lo he creado con y para mi partner asi que, salvo con ella, nunca va a ocurrir nada más que un ligoteo ocasional y puntual. Es con [thxlastL0ckwood] con quien desarrollaré otp. ¡Grazie mile por entenderlo! <3
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  • Como hablar sin llegar a decir nada, por RJ.
    Como hablar sin llegar a decir nada, por RJ.
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  • *Las marcas de un desenlace para los contrarios se encontraban sobre su ropa y calzado, gotas carmesí en su rostro y melena, la chamarra de cuero que portaba siempre, atravesada sobre su hombro, tomándola con la diestra, su caminar pesado y su mirada llena de fastidio y cansancio, entre sus labios el último cigarrillo el cual estaba por terminar. *

    — De...detectie...-*La voz de aquella secretaria boba con gafas y vestuario de monja se escuchó tras ella*... Le ...dejaron un presente sobre su escritorio y...

    —No me interesa, ya puedes irte a descansar. 
    *Raven escupió la colilla del cigarrillo a una de las plantas que adornaban el pasillo, dejando atrás a su secretaria boca abierta, con la zurda abrió la puerta de su oficina, cerrándola con furia tras ella. * — ¡Por fin!, este maldito día se terminó. - Arrojó la chaqueta en uno de los sofás más cerca, tomó asiento en su silla giratoria, subió los pies sobre el escritorio, recargó su cabeza sobre el respaldo suspiro profundo y de reojo notó aquella pequeña caja sobre el escritorio, al lado de sus botas de batalla. 

    —¿Mmm?...

    *Colores serios y elegantes forraban el presente, junto a ella una pequeña tarjeta en color vino, bajó inmediatamente los pies y con ambas manos tomó el obsequio, un tanto insegura de que fuera algo que le causara alguna lesión, lo llevó a sus oídos asegurándose de que fuera una maldita bomba y sin más procedió a abrirla. *

    —... Son ciga...rrillos.

    *No cualquier cigarrillo, de los mejores, sus ojos se pusieron redondos y brillantes, inmediatamente leyó aquella tarjeta y ese mensaje se reflejó en una sonrisa ladina*. Ghost Writer
    *Las marcas de un desenlace para los contrarios se encontraban sobre su ropa y calzado, gotas carmesí en su rostro y melena, la chamarra de cuero que portaba siempre, atravesada sobre su hombro, tomándola con la diestra, su caminar pesado y su mirada llena de fastidio y cansancio, entre sus labios el último cigarrillo el cual estaba por terminar. * — De...detectie...-*La voz de aquella secretaria boba con gafas y vestuario de monja se escuchó tras ella*... Le ...dejaron un presente sobre su escritorio y... —No me interesa, ya puedes irte a descansar.  *Raven escupió la colilla del cigarrillo a una de las plantas que adornaban el pasillo, dejando atrás a su secretaria boca abierta, con la zurda abrió la puerta de su oficina, cerrándola con furia tras ella. * — ¡Por fin!, este maldito día se terminó. - Arrojó la chaqueta en uno de los sofás más cerca, tomó asiento en su silla giratoria, subió los pies sobre el escritorio, recargó su cabeza sobre el respaldo suspiro profundo y de reojo notó aquella pequeña caja sobre el escritorio, al lado de sus botas de batalla.  —¿Mmm?... *Colores serios y elegantes forraban el presente, junto a ella una pequeña tarjeta en color vino, bajó inmediatamente los pies y con ambas manos tomó el obsequio, un tanto insegura de que fuera algo que le causara alguna lesión, lo llevó a sus oídos asegurándose de que fuera una maldita bomba y sin más procedió a abrirla. * —... Son ciga...rrillos. *No cualquier cigarrillo, de los mejores, sus ojos se pusieron redondos y brillantes, inmediatamente leyó aquella tarjeta y ese mensaje se reflejó en una sonrisa ladina*. [BK201]
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  • .
    Cho abrió la puerta de la enorme casa, sintiendo cómo el eco del cerrojo resonaba en el vacío. Un silencio profundo la recibió, denso pero familiar. Se quitó los zapatos junto a la entrada, empujándolos con el pie hacia un rincón del mueble zapatero. Sus pasos descalzos resonaron ligeros en el suelo de mármol mientras recorría el pasillo iluminado con luces cálidas.

    La sala estaba impecable, como siempre. No había rastros de vida reciente: los cojines perfectamente colocados en el sofá, ni una taza en la mesa, ni el sonido de risas o de la televisión encendida. La ausencia era evidente.

    Dejó caer su mochila sobre el sillón más cercano, dejándose hundir en la suavidad del cuero mientras suspiraba. Su padre debía haber salido con su esposa y el niño. Era típico de él organizar cenas espontáneas para pasar tiempo con ellos, aunque rara vez le preguntaba si quería unirse.

    "Supongo que no le pasó por la cabeza invitarme…" murmuró, encogiéndose de hombros. No estaba molesta, al menos no mucho. Había aprendido a no esperar demasiado de estas dinámicas familiares. Su madrastra siempre parecía incómoda cuando Cho estaba cerca, y su medio hermano, aunque simpático, era un niño pequeño que solía cansarla rápido.

    Se levantó del sofá y caminó hacia la cocina, el espacio más amplio y frío de la casa. Abrió el refrigerador, revisando el contenido sin mucho entusiasmo. Sobras de alguna cena anterior, ensaladas perfectamente ordenadas en recipientes de vidrio, pero nada que realmente se le antojara. Cerró la puerta con un golpe suave y apoyó la frente contra ella, exhalando un largo suspiro.

    Después de un momento de contemplación, sacó su teléfono y abrió la app de comida a domicilio. Era más sencillo pedir algo con la tarjeta que su papá le había dado para evitar que le estuviera pidiendo dinero a cada rato. Elegir entre tantas opciones fue el único dilema. Finalmente, decidió por una hamburguesa doble con papas y un batido de chocolate. Algo reconfortante y lleno de calorías, justo lo que necesitaba esa noche.

    Mientras esperaba su pedido, subió a su habitación en el segundo piso, dejando el eco de sus pasos en la escalera de madera. Cerró la puerta detrás de ella y encendió las luces, observando su espacio. A diferencia del resto de la casa, su habitación tenía vida: pósters en las paredes, libros apilados en el escritorio, y una manta desordenada sobre la cama.

    Se dejó caer sobre el colchón, agarrando su tablet para ponerse al día con la serie que había dejado a medias. Aunque la casa era enorme, se sentía cómoda en la burbuja que había creado en su habitación. No necesitaba más esa noche.

    Cuando el timbre sonó, bajó corriendo las escaleras, casi tropezando en el último peldaño. Firmó el recibo y tomó la bolsa con la comida, agradeciendo al repartidor antes de cerrar la puerta. Regresó a su habitación con su botín, dispuesta a disfrutar de su pequeña cena para uno mientras el resto de la casa seguía vacía.

    Al menos, en ese enorme espacio que a veces se sentía demasiado grande para ella, había aprendido a encontrar consuelo en su soledad.

    . Cho abrió la puerta de la enorme casa, sintiendo cómo el eco del cerrojo resonaba en el vacío. Un silencio profundo la recibió, denso pero familiar. Se quitó los zapatos junto a la entrada, empujándolos con el pie hacia un rincón del mueble zapatero. Sus pasos descalzos resonaron ligeros en el suelo de mármol mientras recorría el pasillo iluminado con luces cálidas. La sala estaba impecable, como siempre. No había rastros de vida reciente: los cojines perfectamente colocados en el sofá, ni una taza en la mesa, ni el sonido de risas o de la televisión encendida. La ausencia era evidente. Dejó caer su mochila sobre el sillón más cercano, dejándose hundir en la suavidad del cuero mientras suspiraba. Su padre debía haber salido con su esposa y el niño. Era típico de él organizar cenas espontáneas para pasar tiempo con ellos, aunque rara vez le preguntaba si quería unirse. "Supongo que no le pasó por la cabeza invitarme…" murmuró, encogiéndose de hombros. No estaba molesta, al menos no mucho. Había aprendido a no esperar demasiado de estas dinámicas familiares. Su madrastra siempre parecía incómoda cuando Cho estaba cerca, y su medio hermano, aunque simpático, era un niño pequeño que solía cansarla rápido. Se levantó del sofá y caminó hacia la cocina, el espacio más amplio y frío de la casa. Abrió el refrigerador, revisando el contenido sin mucho entusiasmo. Sobras de alguna cena anterior, ensaladas perfectamente ordenadas en recipientes de vidrio, pero nada que realmente se le antojara. Cerró la puerta con un golpe suave y apoyó la frente contra ella, exhalando un largo suspiro. Después de un momento de contemplación, sacó su teléfono y abrió la app de comida a domicilio. Era más sencillo pedir algo con la tarjeta que su papá le había dado para evitar que le estuviera pidiendo dinero a cada rato. Elegir entre tantas opciones fue el único dilema. Finalmente, decidió por una hamburguesa doble con papas y un batido de chocolate. Algo reconfortante y lleno de calorías, justo lo que necesitaba esa noche. Mientras esperaba su pedido, subió a su habitación en el segundo piso, dejando el eco de sus pasos en la escalera de madera. Cerró la puerta detrás de ella y encendió las luces, observando su espacio. A diferencia del resto de la casa, su habitación tenía vida: pósters en las paredes, libros apilados en el escritorio, y una manta desordenada sobre la cama. Se dejó caer sobre el colchón, agarrando su tablet para ponerse al día con la serie que había dejado a medias. Aunque la casa era enorme, se sentía cómoda en la burbuja que había creado en su habitación. No necesitaba más esa noche. Cuando el timbre sonó, bajó corriendo las escaleras, casi tropezando en el último peldaño. Firmó el recibo y tomó la bolsa con la comida, agradeciendo al repartidor antes de cerrar la puerta. Regresó a su habitación con su botín, dispuesta a disfrutar de su pequeña cena para uno mientras el resto de la casa seguía vacía. Al menos, en ese enorme espacio que a veces se sentía demasiado grande para ella, había aprendido a encontrar consuelo en su soledad.
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  • Revisión
    Fandom Multifandom
    Categoría Original
    Hace unos días le di una segunda oportunidad para que rehiciera desde cero su trabajo.
    Vendrá hoy para que me lo entregue en personal y así lo comentamos.
    Al ser tarde ya no hay ningún alumno, todavía queda algún profesor en sus respectivos despachos y el conserje.

    Mientras espero la llegada de Anne continuó revisando unos trabajos que me quedaban pendientes por corregir.


    Anne Halliwell
    Hace unos días le di una segunda oportunidad para que rehiciera desde cero su trabajo. Vendrá hoy para que me lo entregue en personal y así lo comentamos. Al ser tarde ya no hay ningún alumno, todavía queda algún profesor en sus respectivos despachos y el conserje. Mientras espero la llegada de Anne continuó revisando unos trabajos que me quedaban pendientes por corregir. [Featherington_cx]
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    Terminado
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  • —Irrumpió en el estudio de Valentino , sin siquiera importarle si estaba grabando o no.
    Ignoró cualquier cosa que allí pudiera suceder y se paró a su lado.—

    Lo que sea que estés haciendo, olvídalo. Tenemos algo más importante que hacer

    —Sentenció y con una amplia sonrisa le mostró lo que traía en sus manos. Era la tarjeta de Vox , si, se la había arrebatado a escondidas—
    —Irrumpió en el estudio de [Mothp1mp] , sin siquiera importarle si estaba grabando o no. Ignoró cualquier cosa que allí pudiera suceder y se paró a su lado.— Lo que sea que estés haciendo, olvídalo. Tenemos algo más importante que hacer —Sentenció y con una amplia sonrisa le mostró lo que traía en sus manos. Era la tarjeta de [myth_turquoise_shark_797] , si, se la había arrebatado a escondidas—
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  • ¡CUMPLEAÑOS FELIZ, CUMPLEAÑOS FELIZ!

    ¡FICROLERS!
    ¡Hoy estamos de fiesta!

    Es un día muy especial porque celebramos el cumpleaños de alguien increíble (¡o de varios!).
    Que no falten las sonrisas, las sorpresas y los buenos momentos para hacer de este día algo inolvidable.

    ¡𝐊A𝐘L𝐀 𝐒I𝐋V𝐄R𝐅O𝐗!
    ¡Skylar Jarsson!
    ¡Edward Lupin!

    "Que este nuevo año esté lleno de alegrías, éxitos y mucha magia. ¡Gracias por ser parte de esta comunidad tan especial y por todo lo que aportan! Hoy es su día, ¡disfrútenlo al máximo!"

    ¡A llenar este espacio de buenos deseos y mensajes festivos!


    #Personajes3D #3D #Comunidad3D
    🎵 ¡CUMPLEAÑOS FELIZ, CUMPLEAÑOS FELIZ! 🎶 ¡FICROLERS! 🎉 ¡Hoy estamos de fiesta! 🎂✨ Es un día muy especial porque celebramos el cumpleaños de alguien increíble (¡o de varios!). 🥳🎁 Que no falten las sonrisas, las sorpresas y los buenos momentos para hacer de este día algo inolvidable. ¡[thxsilverfox]! ¡[SkylarJarsson]! ¡[juststormcl0ud]! 🌟 "Que este nuevo año esté lleno de alegrías, éxitos y mucha magia. ¡Gracias por ser parte de esta comunidad tan especial y por todo lo que aportan! Hoy es su día, ¡disfrútenlo al máximo!" 🎈 ¡A llenar este espacio de buenos deseos y mensajes festivos! 🎊 #Personajes3D #3D #Comunidad3D
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  • Skylar, Skylar Jarsson

    Hoy quiero dedicarte unas palabras porque eres alguien que siempre tendrá un lugar especial en mi vida. Desde el día que te conocí —por un simple mechero de 1 dólar, quién lo diría— no me imaginaba que esa pequeña coincidencia nos llevaría hasta aquí.

    No se trata de idealizarte ni de hacer cumplidos exagerados, sino de reconocer algo real: contigo he encontrado una conexión distinta, sincera. Siempre estuviste ahí, demostrándome que a veces, en las cosas más simples, como ese mechero, empiezan las historias que realmente importan.

    Gracias por cada momento compartido, por ser quien eres y por darle un significado único a lo que construimos juntos. Quizás nunca terminen las casualidades que nos unieron, y me alegra que así sea. Muchas felicidades, Sky.

    Con aprecio, tu persona especial,
    Gervont. <3

    Skylar, [SkylarJarsson] Hoy quiero dedicarte unas palabras porque eres alguien que siempre tendrá un lugar especial en mi vida. Desde el día que te conocí —por un simple mechero de 1 dólar, quién lo diría— no me imaginaba que esa pequeña coincidencia nos llevaría hasta aquí. No se trata de idealizarte ni de hacer cumplidos exagerados, sino de reconocer algo real: contigo he encontrado una conexión distinta, sincera. Siempre estuviste ahí, demostrándome que a veces, en las cosas más simples, como ese mechero, empiezan las historias que realmente importan. Gracias por cada momento compartido, por ser quien eres y por darle un significado único a lo que construimos juntos. Quizás nunca terminen las casualidades que nos unieron, y me alegra que así sea. Muchas felicidades, Sky. Con aprecio, tu persona especial, Gervont. <3
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