• [∆] Tener cabello tiene sus retos. Tener cabello que regresa al largo predeterminado cada vez que lo corto, retos un poco diferentes. [∆]
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  • ♠ Je . Jajajaja, como nesecitaba ésto, me alegra ver a los estudiantes tan determinados ♠.

    [Está alegre, por qué uno de sus alumnos logró rozarle con su puño].
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  • ᴀɴᴛᴇꜱ ᴅᴇ ʟᴀ ɴɪᴇʙʟᴀ: 𝟣𝟫𝟦𝟤

    La niebla matutina se desvanecía lentamente en el campo de entrenamiento, revelando filas de jóvenes soldados que se preparaban para la batalla. Entre ellos, Bucky Barnes, su rostro firme y determinado mientras se sometía a la rutina diaria de ejercicios y entrenamiento. El aire estaba lleno del sonido de botas que marchaban, del clangor de metales que chocaban y del grito de los instructores que exigían más esfuerzo. James se movía con precisión, su cuerpo endurecido por el trabajo duro y la disciplina.

    Siempre. Mientras corrían a través del barro y la lluvia, el sonido de los disparos y las explosiones se escuchaba en la distancia, un recordatorio constante de la realidad de la guerra. James nunca se detenía, su respiración agitada y su corazón latiendo con fuerza mientras se esforzaba por superar sus límites. En ese momento, no era más que un joven soldado, ansioso por demostrar su valía y proteger a su país. No sabía que pronto se convertiría en algo más, algo que lo llevaría a los límites de la humanidad y lo cambiaría para siempre. Pero por ahora, solo se concentraría en el presente, en la tarea que tenía ante sí, y en la determinación de sobrevivir.
    ᴀɴᴛᴇꜱ ᴅᴇ ʟᴀ ɴɪᴇʙʟᴀ: 𝟣𝟫𝟦𝟤 La niebla matutina se desvanecía lentamente en el campo de entrenamiento, revelando filas de jóvenes soldados que se preparaban para la batalla. Entre ellos, Bucky Barnes, su rostro firme y determinado mientras se sometía a la rutina diaria de ejercicios y entrenamiento. El aire estaba lleno del sonido de botas que marchaban, del clangor de metales que chocaban y del grito de los instructores que exigían más esfuerzo. James se movía con precisión, su cuerpo endurecido por el trabajo duro y la disciplina. Siempre. Mientras corrían a través del barro y la lluvia, el sonido de los disparos y las explosiones se escuchaba en la distancia, un recordatorio constante de la realidad de la guerra. James nunca se detenía, su respiración agitada y su corazón latiendo con fuerza mientras se esforzaba por superar sus límites. En ese momento, no era más que un joven soldado, ansioso por demostrar su valía y proteger a su país. No sabía que pronto se convertiría en algo más, algo que lo llevaría a los límites de la humanidad y lo cambiaría para siempre. Pero por ahora, solo se concentraría en el presente, en la tarea que tenía ante sí, y en la determinación de sobrevivir.
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  • La brisa del amanecer arrastraba consigo el aroma fresco de la tierra humedecida por el rocío. La hierba se curvaba bajo el peso de la humedad matinal, y las flores, bañadas por la tenue luz del alba, parecían exhalar un susurro al ser acariciadas por el viento.

    Ella estaba arrodillada entre ellas, con la cabeza apenas inclinada hacia un grupo de pétalos pálidos que yacían abiertos a su alrededor. Sus dedos, cubiertos por guantes oscuros, rozaban con una delicadeza inusual la superficie de las flores, como si temiera quebrarlas con el más leve descuido. La textura sedosa de los pétalos contrastaba con la aspereza del cuero de sus guantes, y sin embargo, la caricia era ligera, casi reverente.

    Sus alas permanecían plegadas contra su espalda, inmóviles, como si el peso de un pensamiento profundo las hubiera anclado a la quietud. La oscuridad de su atuendo se desdibujaba con la penumbra de los árboles cercanos, pero los reflejos de la luz temprana atrapaban pequeños destellos en las plumas, recordando que no todo en ella era sombra.

    La mirada de Móiril vagaba, no en el entorno inmediato, sino en un punto indeterminado más allá del jardín. Se perdía en pensamientos que viajaban entre tiempos y distancias, atrapada entre recuerdos que aún ardían en su piel y presentimientos que la inquietaban. Había algo en la forma en que sus manos se demoraban sobre las flores que hablaba de duda, de nostalgia… O quizás de algo más sutil, algo aún no nombrado siquiera en su propia conciencia.

    El amanecer continuaba su ascenso lento y pálido, extendiendo su fulgor sobre las sombras persistentes de la noche. Pero no parecía notarlo. Seguía allí, inmóvil, con los dedos suspendidos sobre los pétalos, como si esperara una respuesta de la tierra misma.
    La brisa del amanecer arrastraba consigo el aroma fresco de la tierra humedecida por el rocío. La hierba se curvaba bajo el peso de la humedad matinal, y las flores, bañadas por la tenue luz del alba, parecían exhalar un susurro al ser acariciadas por el viento. Ella estaba arrodillada entre ellas, con la cabeza apenas inclinada hacia un grupo de pétalos pálidos que yacían abiertos a su alrededor. Sus dedos, cubiertos por guantes oscuros, rozaban con una delicadeza inusual la superficie de las flores, como si temiera quebrarlas con el más leve descuido. La textura sedosa de los pétalos contrastaba con la aspereza del cuero de sus guantes, y sin embargo, la caricia era ligera, casi reverente. Sus alas permanecían plegadas contra su espalda, inmóviles, como si el peso de un pensamiento profundo las hubiera anclado a la quietud. La oscuridad de su atuendo se desdibujaba con la penumbra de los árboles cercanos, pero los reflejos de la luz temprana atrapaban pequeños destellos en las plumas, recordando que no todo en ella era sombra. La mirada de Móiril vagaba, no en el entorno inmediato, sino en un punto indeterminado más allá del jardín. Se perdía en pensamientos que viajaban entre tiempos y distancias, atrapada entre recuerdos que aún ardían en su piel y presentimientos que la inquietaban. Había algo en la forma en que sus manos se demoraban sobre las flores que hablaba de duda, de nostalgia… O quizás de algo más sutil, algo aún no nombrado siquiera en su propia conciencia. El amanecer continuaba su ascenso lento y pálido, extendiendo su fulgor sobre las sombras persistentes de la noche. Pero no parecía notarlo. Seguía allí, inmóvil, con los dedos suspendidos sobre los pétalos, como si esperara una respuesta de la tierra misma.
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    Hola Hola! ¿¡Cómo anda gente tan hermosa y bella de Ficrol!?

    Aquí, luego del periodo determinado y un poco más, ya tenemos nuestros ganadores.
    Aunque pocos participaron, se agradece que algunos comentaron y otros reaccionaron a la publicación!

    Primer puesto : Freya Magrina

    Segundo puesto : [ripple_ivory_elephant_889]

    Tercer puesto : Un huevo con ojos y boca!

    Ahora sí, me retiro a entregar los premios.
    Hola Hola! ¿¡Cómo anda gente tan hermosa y bella de Ficrol!? Aquí, luego del periodo determinado y un poco más, ya tenemos nuestros ganadores. Aunque pocos participaron, se agradece que algunos comentaron y otros reaccionaron a la publicación! Primer puesto 🥇: [haze_titanium_lizard_847] Segundo puesto 🥈: [ripple_ivory_elephant_889] Tercer puesto 🥉: Un huevo con ojos y boca! Ahora sí, me retiro a entregar los premios.
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  • De pie frente al majestuoso portal que conecta Eldoria con el mundo humano, sentí una mezcla de emociones cruzar por mi pecho. Este viaje, como todos los anteriores, significaba dejar atrás la magia ancestral de Azurheim para sumergirme en la complejidad y el caos de los humanos.

    El portal brillaba con un resplandor etéreo, reflejando los tonos mágicos del cielo de mi hogar. Sostuve mi cetro con firmeza, canalizando mi energía para activarlo. La magia fluyó a través de mí como un río cálido y familiar.

    Al adoptar mi forma humana, sentí cómo mis escamas se desvanecían y mi cuerpo se transformaba, más pequeño, más frágil, pero igualmente determinado. Mi cabello castaño caía liso sobre mis hombros, y mis ojos verdes mantenían ese destello dracónico que nunca desaparecía del todo.

    Con un paso decidido, crucé el umbral. El aire del mundo humano me envolvió lleno de vida y posibilidades. Cada vez que venía aquí, me sentía más conectada con su gente y sus historias, como si estuviera destinada a aprender algo nuevo en cada visita.

    El mundo humano me llama de nuevo
    De pie frente al majestuoso portal que conecta Eldoria con el mundo humano, sentí una mezcla de emociones cruzar por mi pecho. Este viaje, como todos los anteriores, significaba dejar atrás la magia ancestral de Azurheim para sumergirme en la complejidad y el caos de los humanos. El portal brillaba con un resplandor etéreo, reflejando los tonos mágicos del cielo de mi hogar. Sostuve mi cetro con firmeza, canalizando mi energía para activarlo. La magia fluyó a través de mí como un río cálido y familiar. Al adoptar mi forma humana, sentí cómo mis escamas se desvanecían y mi cuerpo se transformaba, más pequeño, más frágil, pero igualmente determinado. Mi cabello castaño caía liso sobre mis hombros, y mis ojos verdes mantenían ese destello dracónico que nunca desaparecía del todo. Con un paso decidido, crucé el umbral. El aire del mundo humano me envolvió lleno de vida y posibilidades. Cada vez que venía aquí, me sentía más conectada con su gente y sus historias, como si estuviera destinada a aprender algo nuevo en cada visita. El mundo humano me llama de nuevo
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  • ~{Los Hilos Del Destino}~

    En el mundo moderno, Apolo, conocido como Alex Delos, sigue su labor como visionario y guía, equilibrando tecnología y arte en su empresa llamada Helios Innovations. Sin embargo, el destino tiene otros planes para él. Las Moiras, las diosas del destino, han comenzado a intervenir en los hilos de su vida, tejiendo una trama que pondrá a prueba su poder y su voluntad.


    El Encuentro Inesperado

    Todo comienza cuando Apolo empieza a tener visiones fragmentadas de un futuro incierto. En sus sueños, ve a las Moiras—Cloto, Láquesis y Átropos—sentadas en torno a un telar cósmico. Cada noche, las visiones se vuelven más claras: las Moiras están manipulando los hilos de su destino, intentando alterar su camino.

    Una noche, mientras medita en el Templo de la Luz en Delos, Apolo siente una presencia poderosa. Las sombras se alargan y las tres diosas aparecen ante él.

    Cloto: “Apolo, tus acciones en el mundo de los mortales han perturbado el equilibrio del destino.”

    Láquesis: “Has desafiado los designios escritos, alterando el curso de la humanidad con tu luz y tu conocimiento.”

    Átropos: “Ahora, debemos intervenir para asegurarnos de que el equilibrio sea restaurado.”

    El Dilema del Destino

    Apolo, desafiante, les responde que su misión siempre ha sido iluminar a la humanidad, no dictar su destino. Sin embargo, las Moiras advierten que sus intervenciones están alterando el tejido del tiempo, creando posibilidades que no deberían existir. Le ofrecen un ultimátum: renunciar a su influencia en el mundo mortal o enfrentar las consecuencias de un destino impredecible.

    Apolo, determinado a proteger a la humanidad y su legado, decide enfrentarse a las Moiras. Sabe que no puede cambiar el destino directamente, pero sí puede influir en cómo se desarrolla.

    La Búsqueda de los Hilos Perdidos

    Para desafiar a las Moiras, Apolo debe encontrar tres hilos dorados ocultos en diferentes rincones del mundo, cada uno representando una parte esencial de su ser: su pasado, su presente, y su futuro. Con la ayuda de sus aliados en Helios Innovations, comienza una búsqueda que lo llevará a lugares antiguos, llenos de secretos olvidados.

    Cada hilo está protegido por pruebas que desafían sus convicciones:
    • El Hilo del Pasado: En el santuario de Delfos, Apolo enfrenta visiones de sus errores y pérdidas, incluidas las sombras de sus amores pasados. Debe aceptarlos para recuperar el hilo.
    • El Hilo del Presente: En la ciudad de Atenas, debe resolver un enigma que involucra la conexión entre la tecnología y la naturaleza, demostrando que puede equilibrar ambos mundos sin destruir el destino.
    • El Hilo del Futuro: En una cueva oculta en Creta, Apolo confronta una visión de un mundo sin su luz, donde la oscuridad domina. Para reclamar el hilo, debe reafirmar su propósito y su fe en la humanidad.

    El Confrontación Final

    Con los tres hilos dorados en su poder, Apolo regresa a Delos para enfrentar a las Moiras. Las diosas están impresionadas por su determinación, pero no convencidas. Le ofrecen una última prueba: entrelazar los hilos en el telar cósmico sin romper el equilibrio del destino.

    Apolo, guiado por su sabiduría y su amor por los mortales, teje cuidadosamente los hilos, creando un patrón que permite tanto la libertad como la inevitabilidad del destino. Al finalizar, las Moiras lo observan en silencio, antes de otorgarle su bendición.

    Cloto: “Has demostrado que incluso el destino puede ser moldeado sin romperse.”

    Láquesis: “Tu luz puede coexistir con los designios escritos.”

    Átropos: “Continúa tu camino, Apolo, pero recuerda siempre que el destino es un lienzo frágil.”

    El Nuevo Amanecer

    Con la aprobación de las Moiras, Apolo retoma su vida en la Tierra, más consciente de la delicada danza entre el destino y la libre voluntad. Helios Innovations florece como un faro de inspiración, y Apolo, como Alex Delos, sigue guiando a la humanidad con su luz, sabiendo que su lugar en el telar del destino está seguro, al menos por ahora.

    ~{Los Hilos Del Destino}~ En el mundo moderno, Apolo, conocido como Alex Delos, sigue su labor como visionario y guía, equilibrando tecnología y arte en su empresa llamada Helios Innovations. Sin embargo, el destino tiene otros planes para él. Las Moiras, las diosas del destino, han comenzado a intervenir en los hilos de su vida, tejiendo una trama que pondrá a prueba su poder y su voluntad. El Encuentro Inesperado Todo comienza cuando Apolo empieza a tener visiones fragmentadas de un futuro incierto. En sus sueños, ve a las Moiras—Cloto, Láquesis y Átropos—sentadas en torno a un telar cósmico. Cada noche, las visiones se vuelven más claras: las Moiras están manipulando los hilos de su destino, intentando alterar su camino. Una noche, mientras medita en el Templo de la Luz en Delos, Apolo siente una presencia poderosa. Las sombras se alargan y las tres diosas aparecen ante él. Cloto: “Apolo, tus acciones en el mundo de los mortales han perturbado el equilibrio del destino.” Láquesis: “Has desafiado los designios escritos, alterando el curso de la humanidad con tu luz y tu conocimiento.” Átropos: “Ahora, debemos intervenir para asegurarnos de que el equilibrio sea restaurado.” El Dilema del Destino Apolo, desafiante, les responde que su misión siempre ha sido iluminar a la humanidad, no dictar su destino. Sin embargo, las Moiras advierten que sus intervenciones están alterando el tejido del tiempo, creando posibilidades que no deberían existir. Le ofrecen un ultimátum: renunciar a su influencia en el mundo mortal o enfrentar las consecuencias de un destino impredecible. Apolo, determinado a proteger a la humanidad y su legado, decide enfrentarse a las Moiras. Sabe que no puede cambiar el destino directamente, pero sí puede influir en cómo se desarrolla. La Búsqueda de los Hilos Perdidos Para desafiar a las Moiras, Apolo debe encontrar tres hilos dorados ocultos en diferentes rincones del mundo, cada uno representando una parte esencial de su ser: su pasado, su presente, y su futuro. Con la ayuda de sus aliados en Helios Innovations, comienza una búsqueda que lo llevará a lugares antiguos, llenos de secretos olvidados. Cada hilo está protegido por pruebas que desafían sus convicciones: • El Hilo del Pasado: En el santuario de Delfos, Apolo enfrenta visiones de sus errores y pérdidas, incluidas las sombras de sus amores pasados. Debe aceptarlos para recuperar el hilo. • El Hilo del Presente: En la ciudad de Atenas, debe resolver un enigma que involucra la conexión entre la tecnología y la naturaleza, demostrando que puede equilibrar ambos mundos sin destruir el destino. • El Hilo del Futuro: En una cueva oculta en Creta, Apolo confronta una visión de un mundo sin su luz, donde la oscuridad domina. Para reclamar el hilo, debe reafirmar su propósito y su fe en la humanidad. El Confrontación Final Con los tres hilos dorados en su poder, Apolo regresa a Delos para enfrentar a las Moiras. Las diosas están impresionadas por su determinación, pero no convencidas. Le ofrecen una última prueba: entrelazar los hilos en el telar cósmico sin romper el equilibrio del destino. Apolo, guiado por su sabiduría y su amor por los mortales, teje cuidadosamente los hilos, creando un patrón que permite tanto la libertad como la inevitabilidad del destino. Al finalizar, las Moiras lo observan en silencio, antes de otorgarle su bendición. Cloto: “Has demostrado que incluso el destino puede ser moldeado sin romperse.” Láquesis: “Tu luz puede coexistir con los designios escritos.” Átropos: “Continúa tu camino, Apolo, pero recuerda siempre que el destino es un lienzo frágil.” El Nuevo Amanecer Con la aprobación de las Moiras, Apolo retoma su vida en la Tierra, más consciente de la delicada danza entre el destino y la libre voluntad. Helios Innovations florece como un faro de inspiración, y Apolo, como Alex Delos, sigue guiando a la humanidad con su luz, sabiendo que su lugar en el telar del destino está seguro, al menos por ahora.
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  • La Transformación de Yukine

    El amanecer bañaba el Bosque de los Ancestros con una luz dorada, revelando un paisaje de magia y misterio. Yukine, el mago de renombre, se encontraba en su estudio preparando los hechizos para su próxima misión. Sin embargo, esta vez, había algo diferente en el aire. Una sensación de cambio y renovación lo envolvía.

    Yukine observó su reflejo en el antiguo espejo encantado. Recordó las palabras del anciano sabio que había conocido en sus viajes: "A veces, para enfrentar grandes desafíos, uno debe adoptar una nueva perspectiva, incluso un nuevo ser".

    Con decisión, Yukine comenzó a recitar un antiguo hechizo de transformación que había aprendido en los textos sagrados. La habitación se llenó de una luz brillante, y su forma comenzó a cambiar. Su cabello se alargó, volviéndose plateado y suave como la seda, sus rasgos faciales se suavizaron, y su cuerpo se transformó en la figura de una mujer. Yukine se miró en el espejo, ahora en su forma femenina, y sonrió.

    La Misión de Infiltración
    Preparativos y Viaje al Castillo de las Sombras

    Antes de partir, Yukine y Lidica estudian el plano del Castillo de las Sombras que obtuvieron de un informante confiable. Saben que el castillo está fuertemente protegido por guardianas mágicas y trampas encantadas, diseñadas para repeler a cualquier intruso. Yukine, en su forma femenina, se pone una capa mágica que oculta su aura mágica para evitar ser detectada, mientras Lidica afila sus dagas y prepara frascos de pociones curativas.

    Con todo listo, se embarcan en su viaje a través del Bosque de los Ancestros, sabiendo que la oscuridad del castillo los espera.

    Al llegar a la entrada del castillo, las grandes puertas de hierro están custodiadas por guardianas con lanzas mágicas. Yukine y Lidica, utilizando la capa mágica, logran acercarse sin ser detectadas. Lidica, usando su destreza y sigilo, desactiva silenciosamente la trampa de alarma en la puerta principal utilizando una herramienta especial.

    pasando desapercibidas entre las guardianas del lugar. Gracias a la nueva apariencia de Yukine, pudieron acceder a áreas restringidas, acercándose cada vez más a su objetivo: recuperar el Amuleto del Destino, un artefacto legendario.

    Una vez abren una gran puerta negra, solo había oscuridad total.

    "este es el pasillo de las sombras, nos llevara al amuleto"

    expreso yukine, y Lidica asintió, una vez ambos entraron en el pasillo la gran puerta detrás de ellos se cerro súbitamente, encerrándolos en la oscuridad casi que absoluta salvo por unas runas mágicas que emitían una luz tenue.

    con cada paso que daban les era mas dificil dar el siguiente ambos sentían que algo se aferraba a ellos ralentizando sus movimientos y una extraña sensación de cansancio los cubría.

    "Yukine son las sombras, las sombras tienen vida!!"

    grito Lidica al percatarse que ambos estaban siendo cubiertos por seres sombríos que les estaban drenando la energía.

    Yukine rápidamente uso su hechizo de dispersión para alejar las sombrar y evitar ser drenados, lo cual resulto ser efectivo ya que la iluminación del hechizo disipo las sombras que los cubrían y mantenía a raya a las demás que intentaban desesperadamente acercarse para envolverlos, hecho esto pudieron llegar a la puerta que seria la salida del pasillo y entrada al próximo desafío.

    Una vez atraviesan la puerta que los saco del pasillo de las sombras se encontraron en una basta cámara.

    "estamos en la cámara de las ilusiones, ten mucho cuidado lidica"

    dijo yukine están en estado alerta ya que no sabia cual seria el próximo desafío a enfrentar lidica lo miro por un momento y saco sus dagas y se preparo para cualquier cosa.

    La sala de las ilusiones está construida de mármol negro, con paredes cubiertas de espejos antiguos y cristales encantados que emiten una tenue luz púrpura. En el centro de la sala hay un pedestal vacío, sobre el cual parece flotar un orbe de luz ilusoria que cambia de color y forma constantemente. Este orbe es el núcleo de las ilusiones, proyectando visiones y distorsiones en toda la sala.

    Segundos después de entrar en la sala a pesar de estar alertas una sensación de vértigo los ataca Los espejos y cristales proyectan imágenes distorsionadas y cambiantes de la realidad, haciendo difícil distinguir entre lo que es real y lo que es ilusión.

    Las paredes parecen moverse y cambiar de forma, creando corredores falsos y trampas visuales que desorientan a ambos héroes.

    En un momento, Yukine ve múltiples reflejos de sí mismo y de Lidica atacándolos. Cada reflejo parece tan real que ambos se ven obligados a defenderse. Luchan contra enemigos que desaparecen al ser golpeados, solo para reaparecer en otros lugares.

    La confusión hace que Yukine gaste más energía mágica de la necesaria, y Lidica se encuentra agotada tratando de esquivar ataques ilusorios.

    La sala también tiene un efecto sutil pero potente en las emociones de Yukine y Lidica. La magia del orbe intenta crear un sentimiento de desesperación y duda en sus mentes.

    Yukine comienza a cuestionar su capacidad para completar la misión, viendo visiones de su fracaso y de los reinos cayendo en la oscuridad. Lidica, por su parte, es atacada por recuerdos dolorosos de su pasado, que la hacen vacilar.

    El piso de la sala está cubierto de trampas visuales. Algunas partes del suelo parecen sólidas pero desaparecen al pisarlas, haciendo que los héroes caigan en pozos profundos llenos de sombras. Otras partes se elevan para bloquear el camino, obligándolos a encontrar rutas alternativas.

    Lidica utiliza su Agilidad Sobrehumana para saltar y moverse rápidamente, evitando las trampas, mientras que Yukine usa hechizos de levitación para cruzar áreas inseguras.

    Yukine y Lidica se dan cuenta de que necesitan colaborar estrechamente para superar las ilusiones. Deciden confiar en sus instintos y en las habilidades del otro.

    Yukine utiliza su magia para detectar las trampas ilusorias y desactivar los espejos y cristales que proyectan las ilusiones, mientras que Lidica se mueve con rapidez para destruir los cristales con sus dagas encantadas.

    una vez superadas las ilusiones la sala vuelve a la normalidad identifican que el orbe en el centro es la fuente de las ilusiones. Yukine lanza un hechizo concentrado de Dispersión, dirigiendo toda su energía mágica hacia el orbe.

    Mientras el orbe se debilita, Lidica aprovecha la oportunidad para saltar y asestar un golpe final con sus dagas encantadas, destruyendo el orbe y desactivando todas las ilusiones restantes en la sala.

    Con la destrucción del orbe, Yukine y Lidica toman un momento para recuperarse y evaluar sus heridas.

    Aunque agotados, están más determinados que nunca a continuar su misión y enfrentar al Señor de las Sombras.

    La puerta que seria la salida de la cámara y entrada a su próximo desafío aparece ante ellos La experiencia en la Sala de las Ilusiones ha fortalecido su vínculo y su resolución de triunfar y una vez recuperados avanzan a su siguiente prueba.

    El Laberinto de las Guardianas
    La Transformación de Yukine El amanecer bañaba el Bosque de los Ancestros con una luz dorada, revelando un paisaje de magia y misterio. Yukine, el mago de renombre, se encontraba en su estudio preparando los hechizos para su próxima misión. Sin embargo, esta vez, había algo diferente en el aire. Una sensación de cambio y renovación lo envolvía. Yukine observó su reflejo en el antiguo espejo encantado. Recordó las palabras del anciano sabio que había conocido en sus viajes: "A veces, para enfrentar grandes desafíos, uno debe adoptar una nueva perspectiva, incluso un nuevo ser". Con decisión, Yukine comenzó a recitar un antiguo hechizo de transformación que había aprendido en los textos sagrados. La habitación se llenó de una luz brillante, y su forma comenzó a cambiar. Su cabello se alargó, volviéndose plateado y suave como la seda, sus rasgos faciales se suavizaron, y su cuerpo se transformó en la figura de una mujer. Yukine se miró en el espejo, ahora en su forma femenina, y sonrió. La Misión de Infiltración Preparativos y Viaje al Castillo de las Sombras Antes de partir, Yukine y Lidica estudian el plano del Castillo de las Sombras que obtuvieron de un informante confiable. Saben que el castillo está fuertemente protegido por guardianas mágicas y trampas encantadas, diseñadas para repeler a cualquier intruso. Yukine, en su forma femenina, se pone una capa mágica que oculta su aura mágica para evitar ser detectada, mientras Lidica afila sus dagas y prepara frascos de pociones curativas. Con todo listo, se embarcan en su viaje a través del Bosque de los Ancestros, sabiendo que la oscuridad del castillo los espera. Al llegar a la entrada del castillo, las grandes puertas de hierro están custodiadas por guardianas con lanzas mágicas. Yukine y Lidica, utilizando la capa mágica, logran acercarse sin ser detectadas. Lidica, usando su destreza y sigilo, desactiva silenciosamente la trampa de alarma en la puerta principal utilizando una herramienta especial. pasando desapercibidas entre las guardianas del lugar. Gracias a la nueva apariencia de Yukine, pudieron acceder a áreas restringidas, acercándose cada vez más a su objetivo: recuperar el Amuleto del Destino, un artefacto legendario. Una vez abren una gran puerta negra, solo había oscuridad total. "este es el pasillo de las sombras, nos llevara al amuleto" expreso yukine, y Lidica asintió, una vez ambos entraron en el pasillo la gran puerta detrás de ellos se cerro súbitamente, encerrándolos en la oscuridad casi que absoluta salvo por unas runas mágicas que emitían una luz tenue. con cada paso que daban les era mas dificil dar el siguiente ambos sentían que algo se aferraba a ellos ralentizando sus movimientos y una extraña sensación de cansancio los cubría. "Yukine son las sombras, las sombras tienen vida!!" grito Lidica al percatarse que ambos estaban siendo cubiertos por seres sombríos que les estaban drenando la energía. Yukine rápidamente uso su hechizo de dispersión para alejar las sombrar y evitar ser drenados, lo cual resulto ser efectivo ya que la iluminación del hechizo disipo las sombras que los cubrían y mantenía a raya a las demás que intentaban desesperadamente acercarse para envolverlos, hecho esto pudieron llegar a la puerta que seria la salida del pasillo y entrada al próximo desafío. Una vez atraviesan la puerta que los saco del pasillo de las sombras se encontraron en una basta cámara. "estamos en la cámara de las ilusiones, ten mucho cuidado lidica" dijo yukine están en estado alerta ya que no sabia cual seria el próximo desafío a enfrentar lidica lo miro por un momento y saco sus dagas y se preparo para cualquier cosa. La sala de las ilusiones está construida de mármol negro, con paredes cubiertas de espejos antiguos y cristales encantados que emiten una tenue luz púrpura. En el centro de la sala hay un pedestal vacío, sobre el cual parece flotar un orbe de luz ilusoria que cambia de color y forma constantemente. Este orbe es el núcleo de las ilusiones, proyectando visiones y distorsiones en toda la sala. Segundos después de entrar en la sala a pesar de estar alertas una sensación de vértigo los ataca Los espejos y cristales proyectan imágenes distorsionadas y cambiantes de la realidad, haciendo difícil distinguir entre lo que es real y lo que es ilusión. Las paredes parecen moverse y cambiar de forma, creando corredores falsos y trampas visuales que desorientan a ambos héroes. En un momento, Yukine ve múltiples reflejos de sí mismo y de Lidica atacándolos. Cada reflejo parece tan real que ambos se ven obligados a defenderse. Luchan contra enemigos que desaparecen al ser golpeados, solo para reaparecer en otros lugares. La confusión hace que Yukine gaste más energía mágica de la necesaria, y Lidica se encuentra agotada tratando de esquivar ataques ilusorios. La sala también tiene un efecto sutil pero potente en las emociones de Yukine y Lidica. La magia del orbe intenta crear un sentimiento de desesperación y duda en sus mentes. Yukine comienza a cuestionar su capacidad para completar la misión, viendo visiones de su fracaso y de los reinos cayendo en la oscuridad. Lidica, por su parte, es atacada por recuerdos dolorosos de su pasado, que la hacen vacilar. El piso de la sala está cubierto de trampas visuales. Algunas partes del suelo parecen sólidas pero desaparecen al pisarlas, haciendo que los héroes caigan en pozos profundos llenos de sombras. Otras partes se elevan para bloquear el camino, obligándolos a encontrar rutas alternativas. Lidica utiliza su Agilidad Sobrehumana para saltar y moverse rápidamente, evitando las trampas, mientras que Yukine usa hechizos de levitación para cruzar áreas inseguras. Yukine y Lidica se dan cuenta de que necesitan colaborar estrechamente para superar las ilusiones. Deciden confiar en sus instintos y en las habilidades del otro. Yukine utiliza su magia para detectar las trampas ilusorias y desactivar los espejos y cristales que proyectan las ilusiones, mientras que Lidica se mueve con rapidez para destruir los cristales con sus dagas encantadas. una vez superadas las ilusiones la sala vuelve a la normalidad identifican que el orbe en el centro es la fuente de las ilusiones. Yukine lanza un hechizo concentrado de Dispersión, dirigiendo toda su energía mágica hacia el orbe. Mientras el orbe se debilita, Lidica aprovecha la oportunidad para saltar y asestar un golpe final con sus dagas encantadas, destruyendo el orbe y desactivando todas las ilusiones restantes en la sala. Con la destrucción del orbe, Yukine y Lidica toman un momento para recuperarse y evaluar sus heridas. Aunque agotados, están más determinados que nunca a continuar su misión y enfrentar al Señor de las Sombras. La puerta que seria la salida de la cámara y entrada a su próximo desafío aparece ante ellos La experiencia en la Sala de las Ilusiones ha fortalecido su vínculo y su resolución de triunfar y una vez recuperados avanzan a su siguiente prueba. El Laberinto de las Guardianas
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  • El odio, la muerte, la enemistad... todo eso son simples obstáculos en mi camino, ruidos insignificantes que no afectan mi voluntad. A lo largo de los años, he sido despreciado, temido, y perseguido. He enfrentado a enemigos que buscaban mi fin, y aun así, aquí estoy, más fuerte y más determinado que nunca.

    Mi fidelidad no pertenece a nadie más que a mí mismo y a mis ideales. Otros buscan aprobación, reconocimiento, una conexión con el mundo. Yo no necesito nada de eso. Mi propósito es claro, mi ambición no conoce límites, y mi lealtad es inquebrantable… porque se dirige solo a una causa.....
    El odio, la muerte, la enemistad... todo eso son simples obstáculos en mi camino, ruidos insignificantes que no afectan mi voluntad. A lo largo de los años, he sido despreciado, temido, y perseguido. He enfrentado a enemigos que buscaban mi fin, y aun así, aquí estoy, más fuerte y más determinado que nunca. Mi fidelidad no pertenece a nadie más que a mí mismo y a mis ideales. Otros buscan aprobación, reconocimiento, una conexión con el mundo. Yo no necesito nada de eso. Mi propósito es claro, mi ambición no conoce límites, y mi lealtad es inquebrantable… porque se dirige solo a una causa.....
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  • Estamos destinados a morir en un día determinado, pero es nuestra elección hacer lo que queramos hasta que ese día llegue.
    Estamos destinados a morir en un día determinado, pero es nuestra elección hacer lo que queramos hasta que ese día llegue.
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