• Caso California
    Fandom Free rol
    Categoría Original
    Avise a todos los agentes para que llegaran una hora antes, en la mesa redonda en frente de cada silla dejé bien colocados la carpeta con toda la información sobre el caso.
    La cafetera está hasta arriba de café, conecte los cables de la televisión para poder exponer a mis compañeros todo lo que tenemos hasta ahora sobre el caso.


    Oliver Williams 𝐆𝐑𝐀𝐘𝐒𝐎𝐍 𝐀𝐑𝐆𝐄𝐍𝐓
    Avise a todos los agentes para que llegaran una hora antes, en la mesa redonda en frente de cada silla dejé bien colocados la carpeta con toda la información sobre el caso. La cafetera está hasta arriba de café, conecte los cables de la televisión para poder exponer a mis compañeros todo lo que tenemos hasta ahora sobre el caso. [Th_xSnow] [ThxArgent91]
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  • El Encuentro de las Dos Sendas: Maestro y Aprendiz en la Oficina Arcana
    Fandom Ninguno
    Categoría Fantasía
    Todo parecía ser un día habitual en una de las tantas sucursales del departamento de seguridad mágica. En donde aquel joven prodigio se encontraba haciendo papeleo, ya fuera haciendo reportes de misiones pasadas o leyendo nuevas peticiones de misiones nuevas. En medio de aquellos papeles, uno llamo su atención y es que era una petición de una madre sobre el guiar a su hija como hechicera. Claramente arqueó una ceja, no porque le incomodará la petición pero tenía duda de como llegó hacia él, pues el era un agente de seguridad, no un profesor. Igualmente mientras meditaba las implicaciones de la petición, escucho que tocaron a la puerta. Así que se levanto con elegancia, y abrió la puerta.


    ⸻ ¿Si? ¿En que puedo ayudarle?


    Fueron sus primeras palabras hacia la persona detrás de la puerta. Un tono cordial pero serio.


    Whit: Zahmira
    Todo parecía ser un día habitual en una de las tantas sucursales del departamento de seguridad mágica. En donde aquel joven prodigio se encontraba haciendo papeleo, ya fuera haciendo reportes de misiones pasadas o leyendo nuevas peticiones de misiones nuevas. En medio de aquellos papeles, uno llamo su atención y es que era una petición de una madre sobre el guiar a su hija como hechicera. Claramente arqueó una ceja, no porque le incomodará la petición pero tenía duda de como llegó hacia él, pues el era un agente de seguridad, no un profesor. Igualmente mientras meditaba las implicaciones de la petición, escucho que tocaron a la puerta. Así que se levanto con elegancia, y abrió la puerta. ⸻ ¿Si? ¿En que puedo ayudarle? Fueron sus primeras palabras hacia la persona detrás de la puerta. Un tono cordial pero serio. Whit: [Zhamira_01]
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  • Claire Novak llevaba años en el negocio de la caza, pero esta vez el caso exigía algo más que balas de plata y agua bendita: necesitaba una fachada perfecta. La mansión Hillcrest, situada en lo alto de una colina en San Francisco, había sido escenario de cinco muertes inexplicables en el último año. El espíritu que habitaba allí no era del tipo que se enfrentaba directamente, sino uno que acechaba en las sombras, esperando el momento de atacar.

    Para acercarse sin levantar sospechas, Claire se reinventó como Helena Monroe, una inversora de bienes raíces con una fortuna hecha a base de comprar y vender propiedades de lujo. Con un guardarropa impecable y una presencia imponente, Helena llegó a la mansión bajo el pretexto de estar interesada en adquirirla. Su llegada fue recibida por el agente inmobiliario y el ama de llaves, quienes, sin saberlo, serían sus primeras fuentes de información.

    #SeductiveSunday
    #Personajes3D #3D #Comunidad3D
    Claire Novak llevaba años en el negocio de la caza, pero esta vez el caso exigía algo más que balas de plata y agua bendita: necesitaba una fachada perfecta. La mansión Hillcrest, situada en lo alto de una colina en San Francisco, había sido escenario de cinco muertes inexplicables en el último año. El espíritu que habitaba allí no era del tipo que se enfrentaba directamente, sino uno que acechaba en las sombras, esperando el momento de atacar. Para acercarse sin levantar sospechas, Claire se reinventó como Helena Monroe, una inversora de bienes raíces con una fortuna hecha a base de comprar y vender propiedades de lujo. Con un guardarropa impecable y una presencia imponente, Helena llegó a la mansión bajo el pretexto de estar interesada en adquirirla. Su llegada fue recibida por el agente inmobiliario y el ama de llaves, quienes, sin saberlo, serían sus primeras fuentes de información. #SeductiveSunday #Personajes3D #3D #Comunidad3D
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  • Ya tengo bolso para cuando cierto agente / cazador me presente a sus padres....pero voy a necesitar ayuda con la ropa, quiero causarles buena impresión.
    Ya tengo bolso para cuando cierto agente / cazador me presente a sus padres....pero voy a necesitar ayuda con la ropa, quiero causarles buena impresión.
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  • Cuando regreses a casa antes ponte el antifaz que guardé en tu coche, yo te estaré esperando en el garaje.
    Hoy seré tus ojos y también tus piernas, pasa una buena jornada de trabajo te amo.

    Feliz San Valentín agente Argent

    𝐆𝐑𝐀𝐘𝐒𝐎𝐍 𝐀𝐑𝐆𝐄𝐍𝐓

    Después de enviarte el mensaje regreso a seguir preparando mi sorpresa para esta noche.
    💬Cuando regreses a casa antes ponte el antifaz que guardé en tu coche, yo te estaré esperando en el garaje. Hoy seré tus ojos y también tus piernas, pasa una buena jornada de trabajo te amo. Feliz San Valentín agente Argent [ThxArgent91] Después de enviarte el mensaje regreso a seguir preparando mi sorpresa para esta noche.
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  • Quién lo diría, pero aquí afuera las cosas han cambiado mucho.
    18 años no pasan en balde. Ahora hay más extranjeros en las calles, veo más cosas internacionales, pero hay algo que no logro descifrar.
    ¿cómo hicieron los sicarios para ahora ser vendedores de bienes raíces, dueños de embarcaciones, agentes de vacaciones, inversionistas y .....dueños de idols?
    Malditos perros, yo quiero conocer un idol.
    Quién lo diría, pero aquí afuera las cosas han cambiado mucho. 18 años no pasan en balde. Ahora hay más extranjeros en las calles, veo más cosas internacionales, pero hay algo que no logro descifrar. ¿cómo hicieron los sicarios para ahora ser vendedores de bienes raíces, dueños de embarcaciones, agentes de vacaciones, inversionistas y .....dueños de idols? Malditos perros, yo quiero conocer un idol.
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  • PERSECUCIÓN EN LA CIUDAD
    Fandom OC
    Categoría Acción
    El viento helado le cortaba la piel mientras corría. Sus patas—no, sus pies—golpeaban el asfalto mojado, dejando huellas irregulares de sangre en su carrera desesperada por las calles iluminadas por farolas parpadeantes.

    La ciudad era un laberinto de edificios altos, callejones estrechos y luces de neón vibrando en la niebla. El caos de las sirenas y los motores rugía a su alrededor, pero Eon-9 solo escuchaba una cosa:

    Los cazadores venían por él.

    —¡Ahí está! ¡No lo pierdan!

    El grito rasgó el aire, seguido por el sonido de botas golpeando el suelo con una precisión militar. Los agentes del laboratorio se movían como depredadores, coordinados, disciplinados. Sabían lo que buscaban. Sabían lo que era él.

    Y no podían permitirse perderlo.

    Un zumbido agudo le hizo girar en el último segundo. El dardo tranquilizante pasó a centímetros de su oreja. No se detuvo. No podía detenerse.

    Saltó sobre un contenedor de basura, usándolo como impulso para trepar un muro de ladrillo viejo. Sus dedos ensangrentados resbalaron, pero se aferró. Sentía los músculos quemar, el cuerpo al borde del colapso.

    —¡Flanqueen el perímetro! ¡Que no llegue a la avenida!

    Un destello de luz roja. Láseres de escáner. Querían fijar su posición. Quería desaparecer.

    Rodó por el otro lado del muro y aterrizó en un callejón oscuro. El hedor a humedad y a desechos se pegó a su nariz. Perfecto.

    Agazapado tras una fila de cajas rotas, intentó controlar su respiración. Pero su corazón latía como un tambor de guerra.

    —Unidad Beta, escaneen esta zona. No puede haber ido lejos.

    Los pasos se acercaban. Eon-9 sintió el pulso en sus oídos, la presión en su pecho.

    ¿Era esto todo?

    ¿Volver a la jaula? Volver a las agujas, a las voces frías, a los bisturíes cortando su carne como si no doliera…?

    No.

    NO.

    Se impulsó con toda la energía que le quedaba y se lanzó a la calle principal. Un coche casi lo atropella. Frenó con un chirrido, el conductor gritando insultos. No importaba. Los agentes abrieron fuego.

    Chispas saltaron del asfalto cuando las balas impactaron el suelo.

    Esquivó, rodó, giró bruscamente hacia un mercado nocturno lleno de gente. Gritos. Bolsas cayendo. Platos rompiéndose.

    —¡Mierda, se metió entre la multitud!

    —¡No disparen! ¡Demasiados civiles!

    Oportunidad.

    Saltó sobre un puesto, impulsándose con las manos. Su cuerpo ya no respondía bien, pero la adrenalina lo mantenía en movimiento.

    Dos calles más. Un giro brusco. Un túnel subterráneo.

    La oscuridad lo envolvió cuando se dejó caer en las sombras. Los pasos de sus perseguidores se volvieron más distantes.

    Silencio.

    Respiró hondo. El hedor a alcantarilla quemó su nariz.

    No importaba. Seguía vivo.

    Por ahora.
    El viento helado le cortaba la piel mientras corría. Sus patas—no, sus pies—golpeaban el asfalto mojado, dejando huellas irregulares de sangre en su carrera desesperada por las calles iluminadas por farolas parpadeantes. La ciudad era un laberinto de edificios altos, callejones estrechos y luces de neón vibrando en la niebla. El caos de las sirenas y los motores rugía a su alrededor, pero Eon-9 solo escuchaba una cosa: Los cazadores venían por él. —¡Ahí está! ¡No lo pierdan! El grito rasgó el aire, seguido por el sonido de botas golpeando el suelo con una precisión militar. Los agentes del laboratorio se movían como depredadores, coordinados, disciplinados. Sabían lo que buscaban. Sabían lo que era él. Y no podían permitirse perderlo. Un zumbido agudo le hizo girar en el último segundo. El dardo tranquilizante pasó a centímetros de su oreja. No se detuvo. No podía detenerse. Saltó sobre un contenedor de basura, usándolo como impulso para trepar un muro de ladrillo viejo. Sus dedos ensangrentados resbalaron, pero se aferró. Sentía los músculos quemar, el cuerpo al borde del colapso. —¡Flanqueen el perímetro! ¡Que no llegue a la avenida! Un destello de luz roja. Láseres de escáner. Querían fijar su posición. Quería desaparecer. Rodó por el otro lado del muro y aterrizó en un callejón oscuro. El hedor a humedad y a desechos se pegó a su nariz. Perfecto. Agazapado tras una fila de cajas rotas, intentó controlar su respiración. Pero su corazón latía como un tambor de guerra. —Unidad Beta, escaneen esta zona. No puede haber ido lejos. Los pasos se acercaban. Eon-9 sintió el pulso en sus oídos, la presión en su pecho. ¿Era esto todo? ¿Volver a la jaula? Volver a las agujas, a las voces frías, a los bisturíes cortando su carne como si no doliera…? No. NO. Se impulsó con toda la energía que le quedaba y se lanzó a la calle principal. Un coche casi lo atropella. Frenó con un chirrido, el conductor gritando insultos. No importaba. Los agentes abrieron fuego. Chispas saltaron del asfalto cuando las balas impactaron el suelo. Esquivó, rodó, giró bruscamente hacia un mercado nocturno lleno de gente. Gritos. Bolsas cayendo. Platos rompiéndose. —¡Mierda, se metió entre la multitud! —¡No disparen! ¡Demasiados civiles! Oportunidad. Saltó sobre un puesto, impulsándose con las manos. Su cuerpo ya no respondía bien, pero la adrenalina lo mantenía en movimiento. Dos calles más. Un giro brusco. Un túnel subterráneo. La oscuridad lo envolvió cuando se dejó caer en las sombras. Los pasos de sus perseguidores se volvieron más distantes. Silencio. Respiró hondo. El hedor a alcantarilla quemó su nariz. No importaba. Seguía vivo. Por ahora.
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  • — ...

    Aparta tablones hasta ver al fin luz del amanecer, tal como dijeron, hay de esos agentes que lo vigilan.

    — Listo.

    Solo eso se resigna a decir, por primera vez si tiene deseos de escribir un reporte de todos los sucesos de la noche anterior, solo como una válvula de escape y no dejar que esos pensamientos queden atrapados en su cerebro.
    — ... Aparta tablones hasta ver al fin luz del amanecer, tal como dijeron, hay de esos agentes que lo vigilan. — Listo. Solo eso se resigna a decir, por primera vez si tiene deseos de escribir un reporte de todos los sucesos de la noche anterior, solo como una válvula de escape y no dejar que esos pensamientos queden atrapados en su cerebro.
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  • Una vida acaba y la otra empieza.
    Fandom Ninguno.
    Categoría Original
    "Introduction"

    -A veces las consecuencias de los actos que nos llevan a estar donde estamos. Son algo que nosotros mismos nos buscamos.-

    *Eso es culpa de no tener un ejemplo qué seguir*

    -Eso se decía Niles a sí mismo sentado en ese lugar.
    Lleno de humedad; Sucio, lleno de goteras, con apenas luz, una bandeja de comida tirada en el suelo con un engrudo sin gracia y un pan más duro que las paredes.
    Si ropa estaba sucia, olía tal cual que una persona que no se había bañado en unas semanas... ¿Puede que un mes?-

    *Maldita suerte*

    -Cosas que Murmuraba entre dientes, esperando así desahogar su frustración... ¿Pero quien cojones le había mandado a robarle 14 millones de dólares a ese maldito Yakuza?
    Sin duda alguna era un gilipollas de manual.
    Muy arrogante para ver la soga al cuello que se estaba poniendo... Porque no le iban a dejar ahí, no señor. Estaban esperando recuperar el dinero con la información que les había dado.

    Una vez tengan todo el dinero de vuelta no le iban a soltar. Tenía su sentencia de muerte pintada en la cara; todos esos golpes a diario. La sangre seca en su ropa, la tela rajada y sobre todo el par de costillas rotas que le provocaban un dolor insoportable al gritar por golpes que divertían a sus captores.-

    *Sí me golpeo la cabeza contra la pared, con suerte me rompa el cuello y acabo con todo*

    -Lagrimas rodaban por sus mejillas. Empañando sus ojos y haciendo más amarga su espera.
    Habría sido mejor morir de un disparo en la frente. Así no sentir nada más... Solo dejarse caer en la oscuridad y en la nada.
    Porque no creía en un Dios que no ve ni intercede por nadie. Solo en lo que sus manos podían hacer.-

    *Puede que la policía me busque y venga a por mí... Tienen buenos agentes en sus agencias federales.*

    -Ríe amargamente pensando que esos cabrones solo saben rascarse los huevos y rogar que por suerte den con quien buscan antes de encontrar su fiambre en una cuneta o flotando en un lago helado.-

    *Solo espero que mi hermana no sepa nunca lo que me pasó. Que no tenga que pasar por otra muerte más. Ya perdimos a nuestros padres hace poco y ahora yo... ¡JODER!*

    -Días pasaron, o eso creía, la puta ventana estaba cerrada, solo una bombilla que chisporrotea, enciende y apaga, le da luz.

    Un hombre de unos 50 años entra con una cara de pocos amigos. Le ata las manos a la espalda con una bridas. Le levanta por el cuello sin ninguna delicadeza. Le empuja y le saca de la celda.
    Hacía mucho que no veía otra cosa que esa celda en la que estaba.
    Le llevan hasta una sala amplia, con una silla en el centro, un foco que apunta a la misma, una cámara de vídeo en frente y unos tipos parados en la penumbra.-

    *Ya está, este es mi fin...*

    -Se dijo para sí mismo en un susurro.
    Pensando en que solo le quedaba resignarse, no había como escapar.
    Le sientan en la silla, le ponen unos grilletes en los pies. Una cinta en el pecho y una bolsa de tela negra en la cabeza.

    Un profundo gemido ahogado en miedo sale de su garganta con la boca entre abierta.
    Cierra los ojos y busca el recuerdo más feliz que pueda evocar.-

    *Cariño no corras cerca de la piscina, te puedes caer*

    -Recuerda la voz de su madre cuando él era pequeño...-

    *Deja que se divierta y si se cae, aprenderá solo qué es lo que debe y no hacer*

    -Ahora suena la voz de su padre. El mismo que sentado desde una tumbona estaba leyendo una revista de motos.-

    *Bueno ahora puede que me reúna con ellos... Que esta pesadilla acabe y todo esté bien... ¿No? *

    -La aceptación era lo único que le quedaba en su lista de fases por pasar.

    Se escuchan voces en japonés. Se notaban molestos, no sabía lo que estaba diciendo pero sonaban molestos...
    Nota un sonido metálico y sordo. Un arma de fuego. Por tener la cabeza tapada no supo qué era. Pero qué más daba saberlo o no.

    Su momento estaba marcado. No había mas...

    Quiso suplicar que le perdonasen la vida, prometer que nunca iba a volver a hacerlo y que no le iba a contar nada a nadie de lo que había pasado... Pero son Yakuzas... De nada le iba a servir suplicar por su vida.-

    *Solo espero que sea rápido... No podría aguantar otro agonico día. *

    -Siente en la gente que algo se apoya y le empuja levemente la cabeza para atrás. La garganta se le hace un nudo, la mente se le llena de cosas... Su vida pasa como los carretes de película de esos filmes antiguos, todo en color sepia, con un sonido lejano y difuminado.

    Los cumpleaños; Los momentos felices y tristes, las risas, los abrazos, las excursiones y los castigos.

    Todo aquello parecía desvanecerse en una bruma densa y se iba a perder en el olvido.-

    *Yego tu ola maldito vastaldo, vas a molil como el pelo que eles... Con nosotlos no se juega y menos se le puede lobal sin pagal con la vida.*

    -Dice la voz en una mala entonación del idioma. Puede que en otro momento hubiera arrancado en risas y hecho la burla. Pero esas eran las últimas palabras que iba a escuchar... Maldita ironia... Su muerte iba a ser una puta burla.

    Podria jurar que esos segundos le parecieron horas. Quería que se acabe, pero también que no lo haga.
    Hasta que a lo lejos se escuchan unos gritos, luego unos disparos y finalmente un golpe en la puerta de la sala donde se encuentra.

    Lo que supone que es el cañón de la pistola que tiene en la frente se desvía un poco ante el giro que hace su verdugo.
    Se escucha el disparo justo contra su oreja. Y un ardor le pasa por el lado de cabeza, por encima de la oreja.
    Un pitido hace que no pueda escuchar bien los gritos y disparos que se producen y hacen eco en esa sala.

    Finalmente se hace el silencio, algo que dura poco. Luego unos pasos acercarse.
    Le toman por la cabeza y lo mueven.
    Le quitan la bolsa de la cabeza y con los ojos entrecerrados, intenta enfocar y solo ve a un tipo en frente suyo.
    Le grita cosas, las entiende, solo sacude la cabeza asíntiendo y todo se apaga.-

    *¡SIGUE VIVO, ESTÁ HERIDO, ESTABA CONSCIENTE PERO AHORA SE HA DESMAYADO, LLEVEMOSLO AHORA!*

    -Fue lo último que pudo escuchar antes de que todo se apagase, no escuchara nada y a los pocos días despierte en una cama lleno de vendas, con una gasa en la cabeza y tapado hasta el cuello con una manta.
    No sentía su ropa, aunque ya no olía como un establo lleno de cerdos.
    Mira con dificultad ya que la luz le molesta, intentando enfocar y reconocer donde está.
    Estaba solo en aquel lugar.

    Pero estaba vivo, estaba curado y tenía otro día para poder vivir.-


    "Esto es el comienzo de su vida anterior y de su nueva vida, solo queda esperar que su pasado no le reclame aquello que se le escapó."


    Monorol 1 de varios.
    "Introduction" -A veces las consecuencias de los actos que nos llevan a estar donde estamos. Son algo que nosotros mismos nos buscamos.- *Eso es culpa de no tener un ejemplo qué seguir* -Eso se decía Niles a sí mismo sentado en ese lugar. Lleno de humedad; Sucio, lleno de goteras, con apenas luz, una bandeja de comida tirada en el suelo con un engrudo sin gracia y un pan más duro que las paredes. Si ropa estaba sucia, olía tal cual que una persona que no se había bañado en unas semanas... ¿Puede que un mes?- *Maldita suerte* -Cosas que Murmuraba entre dientes, esperando así desahogar su frustración... ¿Pero quien cojones le había mandado a robarle 14 millones de dólares a ese maldito Yakuza? Sin duda alguna era un gilipollas de manual. Muy arrogante para ver la soga al cuello que se estaba poniendo... Porque no le iban a dejar ahí, no señor. Estaban esperando recuperar el dinero con la información que les había dado. Una vez tengan todo el dinero de vuelta no le iban a soltar. Tenía su sentencia de muerte pintada en la cara; todos esos golpes a diario. La sangre seca en su ropa, la tela rajada y sobre todo el par de costillas rotas que le provocaban un dolor insoportable al gritar por golpes que divertían a sus captores.- *Sí me golpeo la cabeza contra la pared, con suerte me rompa el cuello y acabo con todo* -Lagrimas rodaban por sus mejillas. Empañando sus ojos y haciendo más amarga su espera. Habría sido mejor morir de un disparo en la frente. Así no sentir nada más... Solo dejarse caer en la oscuridad y en la nada. Porque no creía en un Dios que no ve ni intercede por nadie. Solo en lo que sus manos podían hacer.- *Puede que la policía me busque y venga a por mí... Tienen buenos agentes en sus agencias federales.* -Ríe amargamente pensando que esos cabrones solo saben rascarse los huevos y rogar que por suerte den con quien buscan antes de encontrar su fiambre en una cuneta o flotando en un lago helado.- *Solo espero que mi hermana no sepa nunca lo que me pasó. Que no tenga que pasar por otra muerte más. Ya perdimos a nuestros padres hace poco y ahora yo... ¡JODER!* -Días pasaron, o eso creía, la puta ventana estaba cerrada, solo una bombilla que chisporrotea, enciende y apaga, le da luz. Un hombre de unos 50 años entra con una cara de pocos amigos. Le ata las manos a la espalda con una bridas. Le levanta por el cuello sin ninguna delicadeza. Le empuja y le saca de la celda. Hacía mucho que no veía otra cosa que esa celda en la que estaba. Le llevan hasta una sala amplia, con una silla en el centro, un foco que apunta a la misma, una cámara de vídeo en frente y unos tipos parados en la penumbra.- *Ya está, este es mi fin...* -Se dijo para sí mismo en un susurro. Pensando en que solo le quedaba resignarse, no había como escapar. Le sientan en la silla, le ponen unos grilletes en los pies. Una cinta en el pecho y una bolsa de tela negra en la cabeza. Un profundo gemido ahogado en miedo sale de su garganta con la boca entre abierta. Cierra los ojos y busca el recuerdo más feliz que pueda evocar.- *Cariño no corras cerca de la piscina, te puedes caer* -Recuerda la voz de su madre cuando él era pequeño...- *Deja que se divierta y si se cae, aprenderá solo qué es lo que debe y no hacer* -Ahora suena la voz de su padre. El mismo que sentado desde una tumbona estaba leyendo una revista de motos.- *Bueno ahora puede que me reúna con ellos... Que esta pesadilla acabe y todo esté bien... ¿No? * -La aceptación era lo único que le quedaba en su lista de fases por pasar. Se escuchan voces en japonés. Se notaban molestos, no sabía lo que estaba diciendo pero sonaban molestos... Nota un sonido metálico y sordo. Un arma de fuego. Por tener la cabeza tapada no supo qué era. Pero qué más daba saberlo o no. Su momento estaba marcado. No había mas... Quiso suplicar que le perdonasen la vida, prometer que nunca iba a volver a hacerlo y que no le iba a contar nada a nadie de lo que había pasado... Pero son Yakuzas... De nada le iba a servir suplicar por su vida.- *Solo espero que sea rápido... No podría aguantar otro agonico día. * -Siente en la gente que algo se apoya y le empuja levemente la cabeza para atrás. La garganta se le hace un nudo, la mente se le llena de cosas... Su vida pasa como los carretes de película de esos filmes antiguos, todo en color sepia, con un sonido lejano y difuminado. Los cumpleaños; Los momentos felices y tristes, las risas, los abrazos, las excursiones y los castigos. Todo aquello parecía desvanecerse en una bruma densa y se iba a perder en el olvido.- *Yego tu ola maldito vastaldo, vas a molil como el pelo que eles... Con nosotlos no se juega y menos se le puede lobal sin pagal con la vida.* -Dice la voz en una mala entonación del idioma. Puede que en otro momento hubiera arrancado en risas y hecho la burla. Pero esas eran las últimas palabras que iba a escuchar... Maldita ironia... Su muerte iba a ser una puta burla. Podria jurar que esos segundos le parecieron horas. Quería que se acabe, pero también que no lo haga. Hasta que a lo lejos se escuchan unos gritos, luego unos disparos y finalmente un golpe en la puerta de la sala donde se encuentra. Lo que supone que es el cañón de la pistola que tiene en la frente se desvía un poco ante el giro que hace su verdugo. Se escucha el disparo justo contra su oreja. Y un ardor le pasa por el lado de cabeza, por encima de la oreja. Un pitido hace que no pueda escuchar bien los gritos y disparos que se producen y hacen eco en esa sala. Finalmente se hace el silencio, algo que dura poco. Luego unos pasos acercarse. Le toman por la cabeza y lo mueven. Le quitan la bolsa de la cabeza y con los ojos entrecerrados, intenta enfocar y solo ve a un tipo en frente suyo. Le grita cosas, las entiende, solo sacude la cabeza asíntiendo y todo se apaga.- *¡SIGUE VIVO, ESTÁ HERIDO, ESTABA CONSCIENTE PERO AHORA SE HA DESMAYADO, LLEVEMOSLO AHORA!* -Fue lo último que pudo escuchar antes de que todo se apagase, no escuchara nada y a los pocos días despierte en una cama lleno de vendas, con una gasa en la cabeza y tapado hasta el cuello con una manta. No sentía su ropa, aunque ya no olía como un establo lleno de cerdos. Mira con dificultad ya que la luz le molesta, intentando enfocar y reconocer donde está. Estaba solo en aquel lugar. Pero estaba vivo, estaba curado y tenía otro día para poder vivir.- "Esto es el comienzo de su vida anterior y de su nueva vida, solo queda esperar que su pasado no le reclame aquello que se le escapó." Monorol 1 de varios.
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  • 𝐆𝐑𝐀𝐘𝐒𝐎𝐍 𝐀𝐑𝐆𝐄𝐍𝐓

    Aparezco por detrás subiéndome a tu espalda a caballito y empiezo a besarte el cuello y la mejilla
    —Te quiero mucho mi agente
    [ThxArgent91] Aparezco por detrás subiéndome a tu espalda a caballito y empiezo a besarte el cuello y la mejilla —Te quiero mucho mi agente
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