• "Todos somos monstruos aquí..."
    Fandom The Walking Dead
    Categoría Drama
    ㅤㅤㅤ
    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ∽『𝗦𝗧𝗔𝗥𝗧𝗘𝗥』∽
    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ Negan Smith



    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤNo hubiera dado ni un dólar por la probabilidad de volver a encontrarse con Rick, Daryl o Maggie. Cuando el Gobernador llegó a la prisión pensó que todo su mundo se iba al infierno, que tenía que volver a empezar. Y, en ese momento, totalmente sola. Pero el destino era azaroso y, cuando después de casi dos años había vuelto a escuchar la moto de Daryl, la cual la llevó de regreso con las personas que mejor conocía en el mundo, decidió que no desaprovecharía aquella oportunidad. Volver con el grupo de la prisión había sido como volver a casa… La sensación de inquietud y de miedo se había disipado en cuanto volvio a abrazar a Michonne, a Rick o a Maggie… Incluso fue bien recibida por amigos que el grupo había hecho en el camino hasta llegar a Washington. Nombres como Rosita, Eugene, Tara, Aaron o Gabriel ahora eran tan conocidos para ella como el suyo propio.

    Alexandria era grande y estaba repleta de personas e historias. Y todas ellas le fueron reveladas. Algunas en detalle. Otras no tanto…

    -¿Dónde esta Carl? -le preguntó a Rick la misma noche que llegó. Sabia cual era la respuesta, pero necesitaba confirmarlo.

    -Carl… -parecía que al líder de Alexandria le costaba trabajo pronunciar aquel nombre. Sus manos unidas una contra la otra frotaron sus palmas de forma algo nerviosa mientras tambien trataba de contener un nervioso tic en la pierna- Él murió…- resolvió el ex – sheriff- Murió por salvar a alguien. A Siddiq…


    Becca asintió, había podido entender que el tal Siddiq era el medico en la comunidad.

    “¿Dónde está Carol?”

    “Vive en El Reino..:”

    Y aquella respuesta parecía sencilla pero escondía un mundo expandido mucho más grande de lo que Becca se imaginaba. Sus amigos habían prosperado en Alexandria y habían abierto horizontes. Ahora hermanados con comunidades como Hilltop o El Reino. Todo aprecia más grande, pero la sensación que Becca tuvo era que todo se hacia mas pequeño. Todos estaban tan… lejos…

    Y se hizo mucho más pequeña el día que Rick murió.

    Y terminó de estrecharse aun más cuando Michonne decidió cerrar las puertas de Alexandria a forasteros y amigos después del “problema de Jocelyn”.

    Aun asi… la vida en Alexandria continuó.

    >> Habían pasado cuatro años desde que Becca llegase a aquella comunidad y ahora había dejado de ser la extraña, la forastera. Conocía a las personas que vivían allí. Sus historias. Sus batallas. Absolutamente a todos ellos. Salvo a una persona… Negan. Había escuchado ese nombre varias veces a lo largo de los años. Al principio como si mentaran al demonio, años después parecía solo un eco, un apunte a pie de página. Pero, a pesar de eso, a Becca le estaba terminantemente prohibido acercarse a la celda donde mantenían encerrado al líder del grupo que había propiciado la ultima guerra de las comunidades.

    Negan tenía un estricto y reducido horario de visitas. Tan reducido que solamente Gabriel y Michonne tenían permiso para bajar a aquella oscura celda. Pero la curiosidad podía con Becca y siempre que pasaba por delante de la casa donde Michonne vivía, echaba un rapido vistazo despreocupado al pequeño ventanuco del sótano desde donde alguna vez había logrado atisbar al reo, aunque nunca con demasiada claridad.

    >> Aquella mañana, Becca regresaba de casa de Aaron. Entre sus obligaciones como segundo medico de Alejandría (puesto que le habían asignado hace años cuando llegó) residía la de hacer el seguimiento de enfermos y pacientes en sus casas. Gracie, la hija de Aaron, llevaba unos dias enferma y Becca había pasado tan solo para hacer el seguimiento del estado de la niña. No tenia fiebre y las hierbas que le daban ayudaban bastante a que la tos remitiese poco a poco. Según su diagnóstico, en pocos dias estaría perfectamente recuperada.

    Regresó a la casa que hacía de enfermería y entró con su aire optimista de siempre, saludando a los escasos enfermos que Siddiq había considerado dejar en observación. Pero cuando entró encontró algunas caras largas.

    Rosita estaba cruzada de brazos, con aspecto cabreado. Eugene permanecía de brazos cruzados pero podía distinguirse manchas de sangre provocadas por roce con una herida. Y Siddiq tapaba la hemorragia nasal de un hombre llamado Paul Andrews.

    -Caramba. ¿Qué ha pasado? -preguntó Becca dejando su bolsa sobre una mesita auxiliar.

    Rosita chasqueó la lengua.

    -Le he dado un puñetazo.

    Becca abrió sus ojos con sorpresa, sin entender qué estaba ocurriendo allí. Pero Siddiq se apresuró a explicarle la situación.

    -Paul ha robado las llaves de la celda de Negan y… se ha tomado la justicia por su mano…- explicó- Eugene y Rosita han escuchado el estruendo y han bajado a ver qué ocurría.

    -Valeeee… -comentó Becca con cierto aire de duda, porque aun no entendía qué era lo que estaba pasando.

    -Algunas personas no pueden pasar página con lo que Negan hizo. Paul es uno de ellos. Ha golpeado a Negan y…

    Becca parpadeó alucinada.

    -¿Él está bien? ¿Lo sabe Michonne? -preguntó.

    Siddiq asintió lentamente.

    -Sí, está pensando en qué hacer con Paul… pero Negan… Está bastante magullado… Bastante herido. Paul se ha resistido y Rosita lo ha reducido rompiéndole la nariz.

    Becca miró a la interpelada, quien se encogió de hombros.

    -De acuerdo… ¿Puedo ayudar en algo? -preguntó ella.

    Siddiq asintió.

    -De hecho… Sí…- alargó una mano y señaló la sala- Yo estoy hasta arriba aquí… ¿Puedes tomar una bolsa con un botiquín y unas vendas de compresión y bajar a curar a Negan?

    Becca parpadeó alucinada.

    -Perdona… ¿Me estás diciendo que alguien ha dado una paliza a Negan y te estás ocupando primero del agresor? -preguntó Becca, sintiendo que la habían sacado de su propia realidad- Por dios, Siddiq. ¿Lo habéis dejado en la celda? ¿Por qué no lo traéis a una habitación?

    Rosita se adelantó.

    -Porque no es de fiar. Nadie quiere tenerlo cerca. No vamos a sacarlo de ahí.

    Becca la enfrentó.

    -Es una persona. Y le han pegado una paliza -señaló a Paul con un desaire de su mano diestra.

    Después bufó y se giró para tomar su bolsa y encaminarse al armario para coger vendas, gasas, alcohol, puntos de papel… es decir, todo lo que fuera necesario para curar al herido de la celda. Por supuesto tomó vendas de compresión y el anticuado ecógrafo a pilas que Eugene había arreglado.

    Se colocó delante de Rosita y extendió una mano pidiendo silenciosamente las llaves.

    >> El chasquido de la segunda puerta resonó con una especie de eco escalofriante. Joder, ¿estaba sugestionándose demasiado con respecto a la macabra leyenda de Negan? ¿O es que acaso realmente el tipo era tan demoniaco como todos decían? Estaba a un paso de averiguarlo, desde luego.

    El suelo de cemento amortiguó ligeramente sus pasos pero, daba igual, la puerta de acceso a la prisión ya había delatado su presencia. Anduvo un par de pasos por el suelo de cemento, mientras su mirada se fijaba en cada centímetro de aquella celda. Desde luego nada tenia que ver con las casas de ahí arriba. Ni siquiera con los sótanos de otras de las casas… Aquel lugar era gris y algo más frio de lo que uno puede esperar del verano en Virginia.

    Una enorme reja de hierro forjado atravesaba la estancia de una punta a otra, dejando un pasillo para los visitantes. Y dentro de la celda, sentado en un camastro de dudosa y precaria estabilidad, un hombre trataba de limpiar la sangre de una herida en su ceja.

    No queria hacer aquello como si estuviese en presencia de Hannibal Lecter. Era una persona herida y era su deber atenderlo. Por lo que, sin titubear, metió la llave en la cerradura y entró en la celda, metiéndose la llave en el bolsillo trasero del pantalón.

    -Hola -saludó ella con una sonrisa, la misma que le ponía a todos sus pacientes de ahí arriba- Me llamo Becca. Siddiq tiene varios casos de gripe asi que… estás de suerte… Soy tu médico -le dijo sin perder esa sonrisa encantadora mientras se acuclillaba delante del herido dejando a un lado su bolsa- Déjame ver…- le dijo apartando el trapo sucio con el que él se limpiaba la sangre del la ceja- Vaya… Te han hecho un buen destrozo, ¿eh? ¿Te parece si te echo un vistazo? Siddiq cree que puedes tener una costilla fracturada -de otro modo no le habría pedido que bajase vendas de compresión- Tienes que quitarte la…- carraspeó- La camisa… ¿Necesitas ayuda?


    #Personajes3D #3D #Comunidad3D #NuevoStarter #TheWalkingDead
    ㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ∽『𝗦𝗧𝗔𝗥𝗧𝗘𝗥』∽ ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ [NOTEENIEANYM0RE] ㅤ ㅤ ㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤNo hubiera dado ni un dólar por la probabilidad de volver a encontrarse con Rick, Daryl o Maggie. Cuando el Gobernador llegó a la prisión pensó que todo su mundo se iba al infierno, que tenía que volver a empezar. Y, en ese momento, totalmente sola. Pero el destino era azaroso y, cuando después de casi dos años había vuelto a escuchar la moto de Daryl, la cual la llevó de regreso con las personas que mejor conocía en el mundo, decidió que no desaprovecharía aquella oportunidad. Volver con el grupo de la prisión había sido como volver a casa… La sensación de inquietud y de miedo se había disipado en cuanto volvio a abrazar a Michonne, a Rick o a Maggie… Incluso fue bien recibida por amigos que el grupo había hecho en el camino hasta llegar a Washington. Nombres como Rosita, Eugene, Tara, Aaron o Gabriel ahora eran tan conocidos para ella como el suyo propio. Alexandria era grande y estaba repleta de personas e historias. Y todas ellas le fueron reveladas. Algunas en detalle. Otras no tanto… -¿Dónde esta Carl? -le preguntó a Rick la misma noche que llegó. Sabia cual era la respuesta, pero necesitaba confirmarlo. -Carl… -parecía que al líder de Alexandria le costaba trabajo pronunciar aquel nombre. Sus manos unidas una contra la otra frotaron sus palmas de forma algo nerviosa mientras tambien trataba de contener un nervioso tic en la pierna- Él murió…- resolvió el ex – sheriff- Murió por salvar a alguien. A Siddiq… Becca asintió, había podido entender que el tal Siddiq era el medico en la comunidad. “¿Dónde está Carol?” “Vive en El Reino..:” Y aquella respuesta parecía sencilla pero escondía un mundo expandido mucho más grande de lo que Becca se imaginaba. Sus amigos habían prosperado en Alexandria y habían abierto horizontes. Ahora hermanados con comunidades como Hilltop o El Reino. Todo aprecia más grande, pero la sensación que Becca tuvo era que todo se hacia mas pequeño. Todos estaban tan… lejos… Y se hizo mucho más pequeña el día que Rick murió. Y terminó de estrecharse aun más cuando Michonne decidió cerrar las puertas de Alexandria a forasteros y amigos después del “problema de Jocelyn”. Aun asi… la vida en Alexandria continuó. >> Habían pasado cuatro años desde que Becca llegase a aquella comunidad y ahora había dejado de ser la extraña, la forastera. Conocía a las personas que vivían allí. Sus historias. Sus batallas. Absolutamente a todos ellos. Salvo a una persona… Negan. Había escuchado ese nombre varias veces a lo largo de los años. Al principio como si mentaran al demonio, años después parecía solo un eco, un apunte a pie de página. Pero, a pesar de eso, a Becca le estaba terminantemente prohibido acercarse a la celda donde mantenían encerrado al líder del grupo que había propiciado la ultima guerra de las comunidades. Negan tenía un estricto y reducido horario de visitas. Tan reducido que solamente Gabriel y Michonne tenían permiso para bajar a aquella oscura celda. Pero la curiosidad podía con Becca y siempre que pasaba por delante de la casa donde Michonne vivía, echaba un rapido vistazo despreocupado al pequeño ventanuco del sótano desde donde alguna vez había logrado atisbar al reo, aunque nunca con demasiada claridad. >> Aquella mañana, Becca regresaba de casa de Aaron. Entre sus obligaciones como segundo medico de Alejandría (puesto que le habían asignado hace años cuando llegó) residía la de hacer el seguimiento de enfermos y pacientes en sus casas. Gracie, la hija de Aaron, llevaba unos dias enferma y Becca había pasado tan solo para hacer el seguimiento del estado de la niña. No tenia fiebre y las hierbas que le daban ayudaban bastante a que la tos remitiese poco a poco. Según su diagnóstico, en pocos dias estaría perfectamente recuperada. Regresó a la casa que hacía de enfermería y entró con su aire optimista de siempre, saludando a los escasos enfermos que Siddiq había considerado dejar en observación. Pero cuando entró encontró algunas caras largas. Rosita estaba cruzada de brazos, con aspecto cabreado. Eugene permanecía de brazos cruzados pero podía distinguirse manchas de sangre provocadas por roce con una herida. Y Siddiq tapaba la hemorragia nasal de un hombre llamado Paul Andrews. -Caramba. ¿Qué ha pasado? -preguntó Becca dejando su bolsa sobre una mesita auxiliar. Rosita chasqueó la lengua. -Le he dado un puñetazo. Becca abrió sus ojos con sorpresa, sin entender qué estaba ocurriendo allí. Pero Siddiq se apresuró a explicarle la situación. -Paul ha robado las llaves de la celda de Negan y… se ha tomado la justicia por su mano…- explicó- Eugene y Rosita han escuchado el estruendo y han bajado a ver qué ocurría. -Valeeee… -comentó Becca con cierto aire de duda, porque aun no entendía qué era lo que estaba pasando. -Algunas personas no pueden pasar página con lo que Negan hizo. Paul es uno de ellos. Ha golpeado a Negan y… Becca parpadeó alucinada. -¿Él está bien? ¿Lo sabe Michonne? -preguntó. Siddiq asintió lentamente. -Sí, está pensando en qué hacer con Paul… pero Negan… Está bastante magullado… Bastante herido. Paul se ha resistido y Rosita lo ha reducido rompiéndole la nariz. Becca miró a la interpelada, quien se encogió de hombros. -De acuerdo… ¿Puedo ayudar en algo? -preguntó ella. Siddiq asintió. -De hecho… Sí…- alargó una mano y señaló la sala- Yo estoy hasta arriba aquí… ¿Puedes tomar una bolsa con un botiquín y unas vendas de compresión y bajar a curar a Negan? Becca parpadeó alucinada. -Perdona… ¿Me estás diciendo que alguien ha dado una paliza a Negan y te estás ocupando primero del agresor? -preguntó Becca, sintiendo que la habían sacado de su propia realidad- Por dios, Siddiq. ¿Lo habéis dejado en la celda? ¿Por qué no lo traéis a una habitación? Rosita se adelantó. -Porque no es de fiar. Nadie quiere tenerlo cerca. No vamos a sacarlo de ahí. Becca la enfrentó. -Es una persona. Y le han pegado una paliza -señaló a Paul con un desaire de su mano diestra. Después bufó y se giró para tomar su bolsa y encaminarse al armario para coger vendas, gasas, alcohol, puntos de papel… es decir, todo lo que fuera necesario para curar al herido de la celda. Por supuesto tomó vendas de compresión y el anticuado ecógrafo a pilas que Eugene había arreglado. Se colocó delante de Rosita y extendió una mano pidiendo silenciosamente las llaves. >> El chasquido de la segunda puerta resonó con una especie de eco escalofriante. Joder, ¿estaba sugestionándose demasiado con respecto a la macabra leyenda de Negan? ¿O es que acaso realmente el tipo era tan demoniaco como todos decían? Estaba a un paso de averiguarlo, desde luego. El suelo de cemento amortiguó ligeramente sus pasos pero, daba igual, la puerta de acceso a la prisión ya había delatado su presencia. Anduvo un par de pasos por el suelo de cemento, mientras su mirada se fijaba en cada centímetro de aquella celda. Desde luego nada tenia que ver con las casas de ahí arriba. Ni siquiera con los sótanos de otras de las casas… Aquel lugar era gris y algo más frio de lo que uno puede esperar del verano en Virginia. Una enorme reja de hierro forjado atravesaba la estancia de una punta a otra, dejando un pasillo para los visitantes. Y dentro de la celda, sentado en un camastro de dudosa y precaria estabilidad, un hombre trataba de limpiar la sangre de una herida en su ceja. No queria hacer aquello como si estuviese en presencia de Hannibal Lecter. Era una persona herida y era su deber atenderlo. Por lo que, sin titubear, metió la llave en la cerradura y entró en la celda, metiéndose la llave en el bolsillo trasero del pantalón. -Hola -saludó ella con una sonrisa, la misma que le ponía a todos sus pacientes de ahí arriba- Me llamo Becca. Siddiq tiene varios casos de gripe asi que… estás de suerte… Soy tu médico -le dijo sin perder esa sonrisa encantadora mientras se acuclillaba delante del herido dejando a un lado su bolsa- Déjame ver…- le dijo apartando el trapo sucio con el que él se limpiaba la sangre del la ceja- Vaya… Te han hecho un buen destrozo, ¿eh? ¿Te parece si te echo un vistazo? Siddiq cree que puedes tener una costilla fracturada -de otro modo no le habría pedido que bajase vendas de compresión- Tienes que quitarte la…- carraspeó- La camisa… ¿Necesitas ayuda? #Personajes3D #3D #Comunidad3D #NuevoStarter #TheWalkingDead
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    || Estoy blessed con Magna y Aaron. De verdad, es que la ilusión.
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  • "Día de caza, es bueno volver a casa..."
    Fandom The Walking Dead
    Categoría Acción
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    ㅤㅤㅤㅤ" Hogᥲr ᥒo ᥱs ᥙᥒ ᥣᥙgᥲr,
    ㅤㅤㅤㅤsoᥒ ᥣᥲs ρᥱrsoᥒᥲs qᥙᥱ tᥱ ιmρortᥲᥒ"
    ㅤㅤㅤㅤ⧽ 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑
    ㅤㅤㅤㅤ˹ 𝑨𝘼𝑹𝙊𝑵 ᴬᵁ



    ㅤㅤㅤㅤㅤNo había imaginado, cuando sus pasos la llevaban de un lado a otro con Miko, Connie, Kelly, Luke y Bernie, que algún día encontraría un lugar donde establecerse realmente. Un lugar fuerte, un lugar lleno de buenas personas que los acogieron y los trataron como familia desde que los conocieron. Nunca imaginó que otras personas le importarían tanto como aquellos compañeros de viaje con los que había compartido años de andanzas, peleas y combates. Había tenido que recorrer muchos kilómetros pero ahora, cada mañana que despertaba en Hilltop, se sentía… en casa.

    Las cosas en la colonia funcionaban. Poco a poco. Tras la caída del Reino había muchas más bocas que alimentar y las heladas del invierno habían destruido gran parte de las cosechas. La comida guardada en el almacén no duraría eternamente, por lo que las raciones se habían reducido considerablemente. Además, con las fronteras limitadas por culpa de Alpha y sus normas restrictivas cada vez costaba más encontrar caza con la que alimentar a tantas personas. Por suerte, no estaban solos. Contaban con ayuda de Alejandría y de Oceanside. Un par de carros de cada comunidad llegaban al menos una vez al mes para ayudar. A cambio, Hilltop proporcionaba armas, clavos, artículos de herrería, todo lo que Alden y Earl pudieran construir y manufacturar. Afilaban armas, cuchillos, fabricaban herraduras. Y todo esto era enviado a ambas comunidades al menos una vez al mes.

    La pérdida de los seres queridos tras la feria en El Reino aun creaba una enorme brecha de ausencia, el ambiente era… extraño. Enid, Tara, Tammy Rose, DJ… cada uno de esos nombres era un hueco enorme en las mesas a la hora de comer, en las conversaciones, en los corazones. Todos en la colonia sobre la colina intentaban sobreponerse a la tristeza, esa que todavia perduraba. Y, para huir de ese ambiente y cambiar de aires, Magna había decidido unirse a la comitiva que llevaría un par de carros a Alejandría. Miko no estaba demasiado contenta con aquella decisión por parte de Magna, había mucho que arreglar en Hilltop, decía.
    -Si no salgo de aquí, al menos un par de dias, me pegaré un tiro, Miko…- expresó Magna mientras preparaba una mochila como improvisado equipaje.

    -Buena suerte, no tenemos balas, ¿recuerdas? -le dijo la morena mientras Magna ya cerraba y aseguraba las hebillas de la mochila.

    Magna, por su parte, rodó los ojos y giró el rostro para mirar a su novia.

    -Te prometo que volveré antes de que tengas tiempo de echarme de menos… Además, tendrás la cama para ti sola. Yo probablemente tenga que compartir cuarto con Judith -bromeó Magna.

    Miko sonrió, le había hecho gracia el comentario.

    -Por suerte te entiendes bien con los niños… -respondió mientras llevaba una mano a la mejilla de Magna- Una semana, es el máximo de tiempo que te doy. Si no vuelves antes, saldré para traerte de la oreja.

    Magna negó con la cabeza y se acercó a besar a la morena.

    -Me tendrás aquí en menos tiempo, prometido.



    ㅤㅤㅤ▬▬▬ Un día después la comitiva de Hilltop formada por Ezekiel, Marco, Cal, Magna, Luke y Marlene llegaba a las puertas de Alejandría donde Scott les abrió la puerta, saludándolos efusivamente, contento de verlos de nuevo. Aun recordaba la primera vez que atravesó las puertas de aquella comunidad. Habían peleado con los muertos durante todo un día, estaban exhaustos y Miko herida cuando Judith los encontró. Una inevitable sonrisa de divertida nostalgia asomó a sus labios casi visualizando aquel día. Las miradas incomodas, el Consejo, Michonne y su propia terquedad que casi les cuesta la expulsión. Ahora podía reírse de aquello con las personas implicadas. Ahora eran familia. Nombres que antes eran desconocidos como Aaron, Gabriel, Michonne, Laura, Siddiq o Judith, ahora simbolizaban hogar. Un lugar al que volver y saber que serias recibido con los brazos abiertos.

    Saludaron rápidamente a Scott sin descender de los carros antes de que estos pasaran hasta el interior de la comunidad. Los alejandrinos que trabajaban en huertos, carpintería o herrería se detenían a mirarlos al pasar y los saludaban con camaradería desde sus puestos de trabajo. Definitivamente aquello era un poco de paz en mitad de todo el caos del mundo exterior… Un oasis.

    Antes de descender del carro, Magna divisó a Aaron, Judith y Gracie acercándose a los carros. Las dos niñas corrían entusiasmadas hacia los carros y Aaron los saludaba con su mano diestra.

    -¡Hola, Magna! -saludó Judith con entusiasmo cuando los pies de la pelirroja pisaron el suelo. Inmediatamente la niña se abrazó a su cintura.

    -¡Jud! ¡Caramba! Cada día estás más alta -respondió Magna rodeando a Judith con un brazo- Hola, Gracie -saludó a la niña rubia parada delante de ella- Os he traído un regalo recién recogido de Hilltop.

    Judith se apartó y Magna internó una mano en una de las cestas para sacar algunos melocotones. Dio uno a cada niña, y aquel regalo fue respondido en forma de agradecimientos entusiasmados y abrazos.

    -Ahora, ayudad a Luke a bajar las cajas. ¿Creéis que podréis? -preguntó Magna.

    -¡Si! -respondió Judith.

    -¡Vamos, Jud! -exclamó Gracie y ambas corrieron al final del carro.

    Magna alzó la mirada hacia Aaron.

    -Para ti también hay regalo, papá -sonrió ella lanzándole suavemente un melocotón y acercándose luego a abrazarle. Tuvo que ponerse de puntillas para poder llegar a su cuello ya que Aaron era un tío enorme- Hola -sonrió- Earl quiere que os diga que estas son sus últimas herraduras…-informó al separarse- No habrá herraduras nuevas hasta que encontremos más chatarra. Alden queria salir hoy a aquel centro comercial cerca de la autopista… -se percató entonces de que en su prótesis zurda llevaba su lucero del alba, así que lo señaló con una mano- ¿Vas a salir? ¿Quieres que te acompañe? Quizás podemos encontrar algo de caza…


    #Personajes3D #3D #Comunidad3D #TheWalkingDead

    psd: psd 53 by tuschen
    ㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤ" Hogᥲr ᥒo ᥱs ᥙᥒ ᥣᥙgᥲr, ㅤㅤㅤㅤsoᥒ ᥣᥲs ρᥱrsoᥒᥲs qᥙᥱ tᥱ ιmρortᥲᥒ" ㅤㅤㅤㅤ⧽ 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑 ㅤㅤㅤㅤ˹ [AAR0N] ㅤㅤㅤㅤㅤNo había imaginado, cuando sus pasos la llevaban de un lado a otro con Miko, Connie, Kelly, Luke y Bernie, que algún día encontraría un lugar donde establecerse realmente. Un lugar fuerte, un lugar lleno de buenas personas que los acogieron y los trataron como familia desde que los conocieron. Nunca imaginó que otras personas le importarían tanto como aquellos compañeros de viaje con los que había compartido años de andanzas, peleas y combates. Había tenido que recorrer muchos kilómetros pero ahora, cada mañana que despertaba en Hilltop, se sentía… en casa. Las cosas en la colonia funcionaban. Poco a poco. Tras la caída del Reino había muchas más bocas que alimentar y las heladas del invierno habían destruido gran parte de las cosechas. La comida guardada en el almacén no duraría eternamente, por lo que las raciones se habían reducido considerablemente. Además, con las fronteras limitadas por culpa de Alpha y sus normas restrictivas cada vez costaba más encontrar caza con la que alimentar a tantas personas. Por suerte, no estaban solos. Contaban con ayuda de Alejandría y de Oceanside. Un par de carros de cada comunidad llegaban al menos una vez al mes para ayudar. A cambio, Hilltop proporcionaba armas, clavos, artículos de herrería, todo lo que Alden y Earl pudieran construir y manufacturar. Afilaban armas, cuchillos, fabricaban herraduras. Y todo esto era enviado a ambas comunidades al menos una vez al mes. La pérdida de los seres queridos tras la feria en El Reino aun creaba una enorme brecha de ausencia, el ambiente era… extraño. Enid, Tara, Tammy Rose, DJ… cada uno de esos nombres era un hueco enorme en las mesas a la hora de comer, en las conversaciones, en los corazones. Todos en la colonia sobre la colina intentaban sobreponerse a la tristeza, esa que todavia perduraba. Y, para huir de ese ambiente y cambiar de aires, Magna había decidido unirse a la comitiva que llevaría un par de carros a Alejandría. Miko no estaba demasiado contenta con aquella decisión por parte de Magna, había mucho que arreglar en Hilltop, decía. -Si no salgo de aquí, al menos un par de dias, me pegaré un tiro, Miko…- expresó Magna mientras preparaba una mochila como improvisado equipaje. -Buena suerte, no tenemos balas, ¿recuerdas? -le dijo la morena mientras Magna ya cerraba y aseguraba las hebillas de la mochila. Magna, por su parte, rodó los ojos y giró el rostro para mirar a su novia. -Te prometo que volveré antes de que tengas tiempo de echarme de menos… Además, tendrás la cama para ti sola. Yo probablemente tenga que compartir cuarto con Judith -bromeó Magna. Miko sonrió, le había hecho gracia el comentario. -Por suerte te entiendes bien con los niños… -respondió mientras llevaba una mano a la mejilla de Magna- Una semana, es el máximo de tiempo que te doy. Si no vuelves antes, saldré para traerte de la oreja. Magna negó con la cabeza y se acercó a besar a la morena. -Me tendrás aquí en menos tiempo, prometido. ㅤㅤㅤ▬▬▬ Un día después la comitiva de Hilltop formada por Ezekiel, Marco, Cal, Magna, Luke y Marlene llegaba a las puertas de Alejandría donde Scott les abrió la puerta, saludándolos efusivamente, contento de verlos de nuevo. Aun recordaba la primera vez que atravesó las puertas de aquella comunidad. Habían peleado con los muertos durante todo un día, estaban exhaustos y Miko herida cuando Judith los encontró. Una inevitable sonrisa de divertida nostalgia asomó a sus labios casi visualizando aquel día. Las miradas incomodas, el Consejo, Michonne y su propia terquedad que casi les cuesta la expulsión. Ahora podía reírse de aquello con las personas implicadas. Ahora eran familia. Nombres que antes eran desconocidos como Aaron, Gabriel, Michonne, Laura, Siddiq o Judith, ahora simbolizaban hogar. Un lugar al que volver y saber que serias recibido con los brazos abiertos. Saludaron rápidamente a Scott sin descender de los carros antes de que estos pasaran hasta el interior de la comunidad. Los alejandrinos que trabajaban en huertos, carpintería o herrería se detenían a mirarlos al pasar y los saludaban con camaradería desde sus puestos de trabajo. Definitivamente aquello era un poco de paz en mitad de todo el caos del mundo exterior… Un oasis. Antes de descender del carro, Magna divisó a Aaron, Judith y Gracie acercándose a los carros. Las dos niñas corrían entusiasmadas hacia los carros y Aaron los saludaba con su mano diestra. -¡Hola, Magna! -saludó Judith con entusiasmo cuando los pies de la pelirroja pisaron el suelo. Inmediatamente la niña se abrazó a su cintura. -¡Jud! ¡Caramba! Cada día estás más alta -respondió Magna rodeando a Judith con un brazo- Hola, Gracie -saludó a la niña rubia parada delante de ella- Os he traído un regalo recién recogido de Hilltop. Judith se apartó y Magna internó una mano en una de las cestas para sacar algunos melocotones. Dio uno a cada niña, y aquel regalo fue respondido en forma de agradecimientos entusiasmados y abrazos. -Ahora, ayudad a Luke a bajar las cajas. ¿Creéis que podréis? -preguntó Magna. -¡Si! -respondió Judith. -¡Vamos, Jud! -exclamó Gracie y ambas corrieron al final del carro. Magna alzó la mirada hacia Aaron. -Para ti también hay regalo, papá -sonrió ella lanzándole suavemente un melocotón y acercándose luego a abrazarle. Tuvo que ponerse de puntillas para poder llegar a su cuello ya que Aaron era un tío enorme- Hola -sonrió- Earl quiere que os diga que estas son sus últimas herraduras…-informó al separarse- No habrá herraduras nuevas hasta que encontremos más chatarra. Alden queria salir hoy a aquel centro comercial cerca de la autopista… -se percató entonces de que en su prótesis zurda llevaba su lucero del alba, así que lo señaló con una mano- ¿Vas a salir? ¿Quieres que te acompañe? Quizás podemos encontrar algo de caza… #Personajes3D #3D #Comunidad3D #TheWalkingDead psd: psd 53 by tuschen ㅤ
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  • Nunca se le habían dado mal las personas, esa era la verdad. Antes de que el mundo se fuera a la mierda, Liv sabía perfectamente cómo relacionarse con gente, sabía perfectamente cómo hacer amigos. Pero desde que los muertos empezaron a levantarse, nada era igual. Una ya no sabia en quien confiar y en quien no... La amistad y la confianza eran algo que se ganaban, que se lograba a pulso. O sangrabas por alguien o huías sin mirar atrás.

    Habia encajado con algunas personas en mitad del fin del mundo, no obstante. Gracias a Daryl habia aprendido a ser la persona que quería ser. En Maggie, Liv encontraba un alma afín, alguien que la comprendía mejor que ella misma...

    𝑨𝘼𝑹𝙊𝑵 ᴬᵁ , para Liv era la reminiscencia de un mundo anterior. Aaron se convirtió a pasos agigantados en el mejor amigo de la hija del ex-sheriff. Una persona que la ayudaba y la apoyaba sin reservas. Su mejor amigo de forma totalmente inesperada, pero no por ello menos maravillosa.

    #headcanons
    #Personajes3D #3D #Comunidad3D
    Nunca se le habían dado mal las personas, esa era la verdad. Antes de que el mundo se fuera a la mierda, Liv sabía perfectamente cómo relacionarse con gente, sabía perfectamente cómo hacer amigos. Pero desde que los muertos empezaron a levantarse, nada era igual. Una ya no sabia en quien confiar y en quien no... La amistad y la confianza eran algo que se ganaban, que se lograba a pulso. O sangrabas por alguien o huías sin mirar atrás. Habia encajado con algunas personas en mitad del fin del mundo, no obstante. Gracias a Daryl habia aprendido a ser la persona que quería ser. En Maggie, Liv encontraba un alma afín, alguien que la comprendía mejor que ella misma... [AAR0N], para Liv era la reminiscencia de un mundo anterior. Aaron se convirtió a pasos agigantados en el mejor amigo de la hija del ex-sheriff. Una persona que la ayudaba y la apoyaba sin reservas. Su mejor amigo de forma totalmente inesperada, pero no por ello menos maravillosa. #headcanons #Personajes3D #3D #Comunidad3D
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  • #flashforward

    Está ENTUSIASMADA porque su mejor amigo está aquí. Corre todo lo que las piernas le dan y salta sobre 𝑨𝘼𝑹𝙊𝑵 ᴬᵁ enganchándose como un mono araña

    -¡AARON! ¡HOLA! ¡HOLA!
    #flashforward Está ENTUSIASMADA porque su mejor amigo está aquí. Corre todo lo que las piernas le dan y salta sobre [AAR0N] enganchándose como un mono araña -¡AARON! ¡HOLA! ¡HOLA!
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    Busco a Aaron Hotchner para desarrollar tramas dentro de la UAC. El rol será con la Dra. Ellis Preece (OC), enfocándonos en dinámica profesional, confianza construida, tensión silenciosa y evolución emocional natural. Se aceptan casos, misiones, drama psicológico y desarrollo a largo plazo.
    Busco alguien que conozca lo básico del personaje, tenga buena ortografía y ganas de crear historias con consistencia. Rol en tercera persona, ritmo medio, cero drama fuera del rol.
    Busco a Aaron Hotchner para desarrollar tramas dentro de la UAC. El rol será con la Dra. Ellis Preece (OC), enfocándonos en dinámica profesional, confianza construida, tensión silenciosa y evolución emocional natural. Se aceptan casos, misiones, drama psicológico y desarrollo a largo plazo. Busco alguien que conozca lo básico del personaje, tenga buena ortografía y ganas de crear historias con consistencia. Rol en tercera persona, ritmo medio, cero drama fuera del rol.
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  • Pasarán los años y jamás me cansaré de estar a tu lado.
    Aún me preguntó ¿cómo me has soportado todo este tiempo? No sabes lo feliz que soy, de que me sigas eligiendo.
    Un "te amo" se queda corto de todo lo que siento por ti y un "gracias" no alcanza para agradecerte de todo lo que me has dado.
    Me has dado una felicidad que pensaba que solo lo vivían otras personas, algo inalcanzable. Llegaste a mi vida y puedo vivir esa felicidad junto a nuestros hijos.
    Aunque pasen los años y aunque tengamos momentos tan vez no gratos, siempre estaré a tu lado, tomando tu mano recordándote lo cuánto has enamorado mi corazón y llenado mi alma.
    Aaron Mckein
    Pasarán los años y jamás me cansaré de estar a tu lado. Aún me preguntó ¿cómo me has soportado todo este tiempo? No sabes lo feliz que soy, de que me sigas eligiendo. Un "te amo" se queda corto de todo lo que siento por ti y un "gracias" no alcanza para agradecerte de todo lo que me has dado. Me has dado una felicidad que pensaba que solo lo vivían otras personas, algo inalcanzable. Llegaste a mi vida y puedo vivir esa felicidad junto a nuestros hijos. Aunque pasen los años y aunque tengamos momentos tan vez no gratos, siempre estaré a tu lado, tomando tu mano recordándote lo cuánto has enamorado mi corazón y llenado mi alma. [Aaron_Mckein]
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  • "𝚆𝙴'𝙻𝙻 𝙴𝙽𝙳 𝚃𝙷𝙸𝚂..."
    Fandom 𝗧𝗵𝗲 𝗪𝗮𝗹𝗸𝗶𝗻𝗴 𝗗𝗲𝗮𝗱: 𝗗𝗲𝗮𝗱 𝗖𝗶𝘁𝘆
    Categoría Drama

    ㅤㅤㅤㅤ ...𝚃𝙾𝙶𝙴𝚃𝙷𝙴𝚁
    ㅤㅤㅤㅤ ⧽ 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑
    ㅤㅤㅤㅤ˹ Negan Smith



    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ¿Cuántos años llevaba deseando aquello? ¿Cuántos días había pasado en vela imaginando cómo mataría a aquel hombre? ¿De cuántas maneras se había imaginado su final? Demasiadas. En sus sueños regresaba a aquella tarde en el valle del molino, allí donde Rick pedía a Siddiq que curase a Negan de aquella fea herida en la garganta. Solo que en aquellas imágenes salidas de su anhelo y su dolor, Negan se desangraba sobre el césped sin nadie que se apiadara. En otras versiones más terribles y oscuras era ella quien sujetaba el bate y veía su cráneo partirse. Y sonreía. O sujetaba el cuchillo. O la pistola… Daba igual el arma, Negan siempre agonizaba en un charco de su propia sangre. Era la imagen que la había mantenido con vida los últimos quince años.

    Se había convencido de que una vez matara a Negan todo iría bien, pero… aquel segundo viaje a Manhattan, aquella conversación con Hershel le hizo saber que no era así, que no sería así… Había abierto una herida muy grande entre si misma y su hijo. Y no se cerraría fácilmente, tal vez nunca.

    Hershel le había pedido que matara a Negan, a pesar de todo. Lo olvidarían todo, volverían a casa. Se acabó.

    Así que eso es lo que hizo, porque Glenn necesitaba paz, porque Hershel necesitaba paz. Porque ella misma necesitaba paz. Negan les había quitado demasiado con aquel bate. Y ahora… era ella quien sujetaba el cuchillo, ese que usó para hundirlo en las costillas del mayor cuando este siquiera se dio cuenta.

    El gemido de dolor de Negan se clavó en cada una de sus terminaciones nerviosas. Y se apegó a ella cuando fue Maggie quien sujetó aquella nueva versión de Lucille. Lo siguió de forma implacable mientras se arrastraba por el suelo con la férrea intención de terminar con su vida, hasta…

    Hasta que vio el dolor en el rostro de Negan al contemplar el caminante en que Ginny se había transformado. No supo exactamente porqué, pero aquello… removió demasiadas cosas dentro de ella. Y entonces se dio cuenta de que realmente no sería capaz de matarle. Porque matar a Negan no le devolvería a Glenn. Porque matar a Negan no le ayudaría a dormir. Porque esa persona ya no era el Negan que había matado a su marido. Y le seguía odiando por seguir con vida. Pero no lo suficiente para arrebatársela.

    Porque ahora Negan era su única oportunidad de salir con vida de aquella puñetera isla. No sabía cómo lo harían ni cuanto les costaría, pero habían llegado allí juntos la primera vez. Y se irían juntos. Costara lo que costara.

    -No tenemos antibióticos -dijo Armstrong aquella tarde. Maggie y él se habían apartado a unos metros mientras Negan descansaba en el sofá- Le subirá la fiebre, Maggie…

    Maggie echó una mirada al hombre en el sofá. Un sofá exageradamente pequeño para alguien tan alto. La sangre todavía manchaba su camisa negra a pesar de que habían conseguido mantener la hemorragia, pero si no encontraban antibióticos la infección lo mataría.

    -Tienes que decidir -continuó su segundo compañero de aventuras en toda aquella locura- O le dejas aquí para que muera y buscamos la forma de escapar sin él o… buscamos lo que necesita y salvamos su vida.

    En ese sofá reposaba, entre décimas de fiebre que subían por minutos, el hombre que había matado a Glenn, a Abraham, que había esclavizado a sus amigos, el hombre que había ayudado a Alpha a arrasar Hilltop… Pero, al mismo tiempo, era el hombre que había protegido a Hershel, el mismo hombre que había salvado la vida de Aaron y Gabriel, el mismo hombre que había detenido a Alpha… Puta escala de grises. Sería demasiado fácil dejarlo allí. Pero… no podía.

    Observó su ceño fruncido y el modo en que el convaleciente superviviente se llevaba la mano al costado, allí donde ella le había apuñalado. Había sido el monstruo que había poblado sus pesadillas y, sin embargo… era humano. Tan humano como cualquiera.

    -No -sentenció Maggie. Luego desvió su mirada de nuevo hacia Armstrong- No morirá aquí -inspiró de forma profunda- Vamos a buscarle antibióticos y vamos a salvarle la vida…

    Armstrong asintió y Maggie se apartó de él para acercarse a Negan. Llegó hasta él y se acuclilló delante del sofá mientras se recolocaba un mechón de cabello tras la oreja.

    -Negan…- lo llamó suavemente y después colocó una mano en su frente. Estaba empezando a subirle la fiebre- Negan…- repitió y cuando él abrió los ojos ella curvó una fugaz sonrisa- Tenemos que irnos, ¿de acuerdo? Vamos a buscarte antibióticos y puede que una camisa nueva -bromeó- Te ayudaré a levantarte…



    #Personajes3D #3D #Comunidad3D #NuevoStarter
    ㅤ ㅤㅤㅤㅤ ...𝚃𝙾𝙶𝙴𝚃𝙷𝙴𝚁 ㅤㅤㅤㅤ ⧽ 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑 ㅤㅤㅤㅤ˹ [Here.Is.Negan] ㅤ ㅤ ㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ¿Cuántos años llevaba deseando aquello? ¿Cuántos días había pasado en vela imaginando cómo mataría a aquel hombre? ¿De cuántas maneras se había imaginado su final? Demasiadas. En sus sueños regresaba a aquella tarde en el valle del molino, allí donde Rick pedía a Siddiq que curase a Negan de aquella fea herida en la garganta. Solo que en aquellas imágenes salidas de su anhelo y su dolor, Negan se desangraba sobre el césped sin nadie que se apiadara. En otras versiones más terribles y oscuras era ella quien sujetaba el bate y veía su cráneo partirse. Y sonreía. O sujetaba el cuchillo. O la pistola… Daba igual el arma, Negan siempre agonizaba en un charco de su propia sangre. Era la imagen que la había mantenido con vida los últimos quince años. Se había convencido de que una vez matara a Negan todo iría bien, pero… aquel segundo viaje a Manhattan, aquella conversación con Hershel le hizo saber que no era así, que no sería así… Había abierto una herida muy grande entre si misma y su hijo. Y no se cerraría fácilmente, tal vez nunca. Hershel le había pedido que matara a Negan, a pesar de todo. Lo olvidarían todo, volverían a casa. Se acabó. Así que eso es lo que hizo, porque Glenn necesitaba paz, porque Hershel necesitaba paz. Porque ella misma necesitaba paz. Negan les había quitado demasiado con aquel bate. Y ahora… era ella quien sujetaba el cuchillo, ese que usó para hundirlo en las costillas del mayor cuando este siquiera se dio cuenta. El gemido de dolor de Negan se clavó en cada una de sus terminaciones nerviosas. Y se apegó a ella cuando fue Maggie quien sujetó aquella nueva versión de Lucille. Lo siguió de forma implacable mientras se arrastraba por el suelo con la férrea intención de terminar con su vida, hasta… Hasta que vio el dolor en el rostro de Negan al contemplar el caminante en que Ginny se había transformado. No supo exactamente porqué, pero aquello… removió demasiadas cosas dentro de ella. Y entonces se dio cuenta de que realmente no sería capaz de matarle. Porque matar a Negan no le devolvería a Glenn. Porque matar a Negan no le ayudaría a dormir. Porque esa persona ya no era el Negan que había matado a su marido. Y le seguía odiando por seguir con vida. Pero no lo suficiente para arrebatársela. Porque ahora Negan era su única oportunidad de salir con vida de aquella puñetera isla. No sabía cómo lo harían ni cuanto les costaría, pero habían llegado allí juntos la primera vez. Y se irían juntos. Costara lo que costara. -No tenemos antibióticos -dijo Armstrong aquella tarde. Maggie y él se habían apartado a unos metros mientras Negan descansaba en el sofá- Le subirá la fiebre, Maggie… Maggie echó una mirada al hombre en el sofá. Un sofá exageradamente pequeño para alguien tan alto. La sangre todavía manchaba su camisa negra a pesar de que habían conseguido mantener la hemorragia, pero si no encontraban antibióticos la infección lo mataría. -Tienes que decidir -continuó su segundo compañero de aventuras en toda aquella locura- O le dejas aquí para que muera y buscamos la forma de escapar sin él o… buscamos lo que necesita y salvamos su vida. En ese sofá reposaba, entre décimas de fiebre que subían por minutos, el hombre que había matado a Glenn, a Abraham, que había esclavizado a sus amigos, el hombre que había ayudado a Alpha a arrasar Hilltop… Pero, al mismo tiempo, era el hombre que había protegido a Hershel, el mismo hombre que había salvado la vida de Aaron y Gabriel, el mismo hombre que había detenido a Alpha… Puta escala de grises. Sería demasiado fácil dejarlo allí. Pero… no podía. Observó su ceño fruncido y el modo en que el convaleciente superviviente se llevaba la mano al costado, allí donde ella le había apuñalado. Había sido el monstruo que había poblado sus pesadillas y, sin embargo… era humano. Tan humano como cualquiera. -No -sentenció Maggie. Luego desvió su mirada de nuevo hacia Armstrong- No morirá aquí -inspiró de forma profunda- Vamos a buscarle antibióticos y vamos a salvarle la vida… Armstrong asintió y Maggie se apartó de él para acercarse a Negan. Llegó hasta él y se acuclilló delante del sofá mientras se recolocaba un mechón de cabello tras la oreja. -Negan…- lo llamó suavemente y después colocó una mano en su frente. Estaba empezando a subirle la fiebre- Negan…- repitió y cuando él abrió los ojos ella curvó una fugaz sonrisa- Tenemos que irnos, ¿de acuerdo? Vamos a buscarte antibióticos y puede que una camisa nueva -bromeó- Te ayudaré a levantarte… #Personajes3D #3D #Comunidad3D #NuevoStarter
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  • Jacob recuerda vagamente una noche que no quería que existiera, una cena que empezó con promesas de diplomacia y terminó en vergüenza y humillación. Aaron Smith, el presidente, sonrió como siempre, demasiado amable, y cuando Jacob se negó a seguirle el juego lo tranquilizaron con palabras y una copa que no debió aceptar. Después de eso hay lagunas, fragmentos sueltos... risas lejanas, una puerta cerrándose, la sensación de perder el control y calor.

    Cuando despertó desnudo no tenía recuerdos claros de lo ocurrido, y en su lugar apareció un día después la peor amenaza posible. Aaron tenía material íntimo de esa noche, imágenes que Jacob no recordaba pero que demostraban cosas que él jamás contaría si podía evitarlo. La vergüenza lo consumió, la rabia y el miedo se mezclaron, y pronto quedó claro que aquello no era sólo una deuda personal, era una moneda de cambio.

    Para asegurarse de que Jacob cumpliera, Aaron le ofreció —o mejor dicho le impuso— un encargo, proteger a su hija Irina y vigilar que cumpliera con su agenda, sus compromisos y su seguridad pública. Jacob aceptó porque no tuvo alternativa, porque llevaba encima la amenaza de ver su vida y su reputación destrozadas si no obedecía. Ahora, cada gesto hacia Irina está teñido por la culpa y la coacción, y Jacob vive con el peso de algo que no puede confesar.

    Jacob recuerda vagamente una noche que no quería que existiera, una cena que empezó con promesas de diplomacia y terminó en vergüenza y humillación. Aaron Smith, el presidente, sonrió como siempre, demasiado amable, y cuando Jacob se negó a seguirle el juego lo tranquilizaron con palabras y una copa que no debió aceptar. Después de eso hay lagunas, fragmentos sueltos... risas lejanas, una puerta cerrándose, la sensación de perder el control y calor. Cuando despertó desnudo no tenía recuerdos claros de lo ocurrido, y en su lugar apareció un día después la peor amenaza posible. Aaron tenía material íntimo de esa noche, imágenes que Jacob no recordaba pero que demostraban cosas que él jamás contaría si podía evitarlo. La vergüenza lo consumió, la rabia y el miedo se mezclaron, y pronto quedó claro que aquello no era sólo una deuda personal, era una moneda de cambio. Para asegurarse de que Jacob cumpliera, Aaron le ofreció —o mejor dicho le impuso— un encargo, proteger a su hija Irina y vigilar que cumpliera con su agenda, sus compromisos y su seguridad pública. Jacob aceptó porque no tuvo alternativa, porque llevaba encima la amenaza de ver su vida y su reputación destrozadas si no obedecía. Ahora, cada gesto hacia Irina está teñido por la culpa y la coacción, y Jacob vive con el peso de algo que no puede confesar.
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