https://ficrol.com/posts/25241 ⬅ prev. con Tolek Zientek
En su interior así como en su exterior, hay odio e irá. Hacia todo. Hacia todos. Maldice la existencia de todo ser, desprecia cada centímetro de tierra a sus pies, más aún cuando se hace notar con el frio que le envuelve.
El golpe se repite contra el muro de hielo. Una, dos, tres y cuatro veces, fuertes pero caóticos, como si intentara tumbar un árbol en tiempo record con un hacha sin filo.
Cegado por el odio, es incapaz de percibir la intrusión del brujo, sin embargo, está remueve recuerdos que el Balrog creía perdidos.
Ve a una niña risueña de ojos claros y cabello dorado, corriendo por un campo de flores. Un instante después, la misma niña yace partida en dos, en un charco de sangre.
De pronto, la masa explota en llamaradas para lanzar un golpe brutal a su adversario.
En su interior así como en su exterior, hay odio e irá. Hacia todo. Hacia todos. Maldice la existencia de todo ser, desprecia cada centímetro de tierra a sus pies, más aún cuando se hace notar con el frio que le envuelve.
El golpe se repite contra el muro de hielo. Una, dos, tres y cuatro veces, fuertes pero caóticos, como si intentara tumbar un árbol en tiempo record con un hacha sin filo.
Cegado por el odio, es incapaz de percibir la intrusión del brujo, sin embargo, está remueve recuerdos que el Balrog creía perdidos.
Ve a una niña risueña de ojos claros y cabello dorado, corriendo por un campo de flores. Un instante después, la misma niña yace partida en dos, en un charco de sangre.
De pronto, la masa explota en llamaradas para lanzar un golpe brutal a su adversario.
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En su interior así como en su exterior, hay odio e irá. Hacia todo. Hacia todos. Maldice la existencia de todo ser, desprecia cada centímetro de tierra a sus pies, más aún cuando se hace notar con el frio que le envuelve.
El golpe se repite contra el muro de hielo. Una, dos, tres y cuatro veces, fuertes pero caóticos, como si intentara tumbar un árbol en tiempo record con un hacha sin filo.
Cegado por el odio, es incapaz de percibir la intrusión del brujo, sin embargo, está remueve recuerdos que el Balrog creía perdidos.
Ve a una niña risueña de ojos claros y cabello dorado, corriendo por un campo de flores. Un instante después, la misma niña yace partida en dos, en un charco de sangre.
De pronto, la masa explota en llamaradas para lanzar un golpe brutal a su adversario.
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