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La habitación solo era ilumina por la luz que emitía la televisión pegada a la pared, proyectando al otro extremo de la habitación un par de siluetas.

- Las desapariciones y desmebramientos de hoy en día se están haciendo más comunes de los que a la gente le gustaría. La policía sigue tratando de encontrar al responsables pero no se sabe de este criminal más que
su gusto por quitarle a sus víctimas ojos, corazón e hígado, las víctimas van desde personas mayores hasta niños de menos de cuatro años... -

La reportera hacia su anuncio nocturno sobre la situación tan horrible que pasaba.

En el sillón de la sala habían dos siluetas sentadas mirando la televisión, aún que ninguna se movía mientras a sus pies habían otras dos, una tirada en el suelo y otra sentada en el piso alfombrado.

Pasó entre mis dedos un cuchillo que brilla con el resplandor del televisión.

Estaba tan aburrida. Aún que matar se hacía más difícil cada vez perdía más esa emoción de euforia. Esto era igual a cuando un adicto se vuelve resistente a su droga favorita. mñMe sentía hueca, el sentimiento de vacío eterno que me perseguía ahora se aferraba con todo a mi, suspirado aún lado de mi oído.

Suelto un quejido fastidiada antes de clavar el cuchillo a un lado mío y oevmtarme del suelo con peresa.

- Que aburrimiento, ya no importa cuánto haga ya me sé de memoria todas sus expresiones ¿Es que no pueden hacer esto más emocionante? -

Volteo a ver a mi espaldas viendo a la mujer y a al hombre que tenían amordazados y atados en el sillón.

Los cables estaban atadaso en sus muñecas brazos, rodillas y tobillos para evitar que se moviran, sus bocas eran cubiertas por cinta gris para que no pudieran gritar. Respiraban erráticamente mientras me miraban aterrorizados y dolidos.

Me hagacho y saco el cuchillo de la espalda del joven chico que ya hacía muerto, con la grimas en la cara y sangre brotando de su boca, su mirada perdida y vacía revelaban que ya tenía un rato muerto así como la sangre oscura que mancha la alfombra.

Entre movimientos perezosos de muñeca apuntó el cuchillo entre uno y otro mientras los miro desanimada.

- Mari de do pingue ¿A quien mataré primero? ¿A mamá o a papá? -

Dijo pasando mis ojos de uno a otro junto al cuchillo antes de centrarme sobre el regazo del señor.

- Hmmmm -

Ronroneo mirándolo a los ojos mientras deslizó la hoga del cuchillo muy peligrosamente sobre la piel sudada de su cuello.

Con mi mano libre le tomo de los cabellos de atras y tiro de su cabeza para verlo mejor antes de ir enterrando muy lentamente la punta en su cuello.

Sus gritos eran ahogados por la cinta mientras un fino hilo de sangre escurre de la herida que le provocaba hasta que me detengo.

Para contemplar esa expresión tan patética que tenía.

- Aburres -

Le dijo tajante antes de soltar su cabeza y quitar de un tirón el cuchillo, no había perforando lo suficientemente como para matarlo pero si para dejar que se desangrara tortuosamente lento.

La mujer grito por la herida que había provocado a su esposo mientras sus mejillas se llenaban de lágrimas.

Volteo los ojos hacia ella y me cambio a su regazo para ahora examinarla.

- Tampoco eres divertida -

Le habló decepcionada antes de acercar el cuchillo a su cara justo a un lado de su oreja.

- Pero creo que puedo solucionar eso -

Cambio mi tono a uno expectante antes de comenzar a cortar su rostro con mucho cuidado estado de fondo del noticiero y los hornos de su esposo que veía horrorizado como iba quitando la piel de la cara de su esposa hasta que está dejo de gritar de dolor y su cuerpo quedó completamente flácido, como una marioneta de cuerdas sin cuerdas.

Con cuidado termino de quitar su cara del cuerpo y la la piel curiosa antes de darle la vuelta para ver las venas que habían en la piel resaltando por la tenue luz de fondo.

Mi mano comenzaba a cubrirse con su sangre mientras el sillón se empapaba en un húmedo charco rojo que se deslizaba hasta la alfombra.

Si que sangraba está mujer.

Pongo su cara sombre la mía reteniéndola de los lado antes de guiarme al hombre y para verlo con la piel de su mujer. El espacio de los ojos estaba estirada mientras el de la boca cauida en una muñeca que se podría decir de tristeza.

- ¿Te parezco más bonita ahora? -

Mi voz es amortiguada por la piel para d spues despegarme de ella dejando mi rostro lleno de sangre.

- ¿O me veo mejor así? -

Le sonrió en burla ante mi broma tan bizarra, a lo que el hombre trata de decir algo sin lograrse terminar de entender a su vez que luchaba contra el sueño de la muerte.

- Tranquilo en un momento arreglaré todo este dezatre -

Le dijo con casualidad antes de clavar el cuchillo en su pecho hasta que el mango medio se india en su piel.

- Ahora muerte ¿Si? -

Inclinó la cabeza a su vez que le sonrió para justo después bajar de un tirón, rompiendo su hueso torácico y órganos antes de que estos salieran de su cuerpo ante la falta de soporte.

La sonrisa en mi rostro se borra y regresa el aburrimiento mientras saco el cuchillo y tomos los intestinos del hombre para ponerlos sobre mi cuello como una bufanda antes de darme la vuelta y acercarme al televisor.

- Mañana nos volveremos a ver... Señorita reportera -

Hablo al aire antes de apagar el televisor.

#Historia #Oc #Gore #Original #Violencia #+18
∆ No leer está publicación si no toleras el contenido fuerte ∆ La habitación solo era ilumina por la luz que emitía la televisión pegada a la pared, proyectando al otro extremo de la habitación un par de siluetas. - Las desapariciones y desmebramientos de hoy en día se están haciendo más comunes de los que a la gente le gustaría. La policía sigue tratando de encontrar al responsables pero no se sabe de este criminal más que su gusto por quitarle a sus víctimas ojos, corazón e hígado, las víctimas van desde personas mayores hasta niños de menos de cuatro años... - La reportera hacia su anuncio nocturno sobre la situación tan horrible que pasaba. En el sillón de la sala habían dos siluetas sentadas mirando la televisión, aún que ninguna se movía mientras a sus pies habían otras dos, una tirada en el suelo y otra sentada en el piso alfombrado. Pasó entre mis dedos un cuchillo que brilla con el resplandor del televisión. Estaba tan aburrida. Aún que matar se hacía más difícil cada vez perdía más esa emoción de euforia. Esto era igual a cuando un adicto se vuelve resistente a su droga favorita. mñMe sentía hueca, el sentimiento de vacío eterno que me perseguía ahora se aferraba con todo a mi, suspirado aún lado de mi oído. Suelto un quejido fastidiada antes de clavar el cuchillo a un lado mío y oevmtarme del suelo con peresa. - Que aburrimiento, ya no importa cuánto haga ya me sé de memoria todas sus expresiones ¿Es que no pueden hacer esto más emocionante? - Volteo a ver a mi espaldas viendo a la mujer y a al hombre que tenían amordazados y atados en el sillón. Los cables estaban atadaso en sus muñecas brazos, rodillas y tobillos para evitar que se moviran, sus bocas eran cubiertas por cinta gris para que no pudieran gritar. Respiraban erráticamente mientras me miraban aterrorizados y dolidos. Me hagacho y saco el cuchillo de la espalda del joven chico que ya hacía muerto, con la grimas en la cara y sangre brotando de su boca, su mirada perdida y vacía revelaban que ya tenía un rato muerto así como la sangre oscura que mancha la alfombra. Entre movimientos perezosos de muñeca apuntó el cuchillo entre uno y otro mientras los miro desanimada. - Mari de do pingue ¿A quien mataré primero? ¿A mamá o a papá? - Dijo pasando mis ojos de uno a otro junto al cuchillo antes de centrarme sobre el regazo del señor. - Hmmmm - Ronroneo mirándolo a los ojos mientras deslizó la hoga del cuchillo muy peligrosamente sobre la piel sudada de su cuello. Con mi mano libre le tomo de los cabellos de atras y tiro de su cabeza para verlo mejor antes de ir enterrando muy lentamente la punta en su cuello. Sus gritos eran ahogados por la cinta mientras un fino hilo de sangre escurre de la herida que le provocaba hasta que me detengo. Para contemplar esa expresión tan patética que tenía. - Aburres - Le dijo tajante antes de soltar su cabeza y quitar de un tirón el cuchillo, no había perforando lo suficientemente como para matarlo pero si para dejar que se desangrara tortuosamente lento. La mujer grito por la herida que había provocado a su esposo mientras sus mejillas se llenaban de lágrimas. Volteo los ojos hacia ella y me cambio a su regazo para ahora examinarla. - Tampoco eres divertida - Le habló decepcionada antes de acercar el cuchillo a su cara justo a un lado de su oreja. - Pero creo que puedo solucionar eso - Cambio mi tono a uno expectante antes de comenzar a cortar su rostro con mucho cuidado estado de fondo del noticiero y los hornos de su esposo que veía horrorizado como iba quitando la piel de la cara de su esposa hasta que está dejo de gritar de dolor y su cuerpo quedó completamente flácido, como una marioneta de cuerdas sin cuerdas. Con cuidado termino de quitar su cara del cuerpo y la la piel curiosa antes de darle la vuelta para ver las venas que habían en la piel resaltando por la tenue luz de fondo. Mi mano comenzaba a cubrirse con su sangre mientras el sillón se empapaba en un húmedo charco rojo que se deslizaba hasta la alfombra. Si que sangraba está mujer. Pongo su cara sombre la mía reteniéndola de los lado antes de guiarme al hombre y para verlo con la piel de su mujer. El espacio de los ojos estaba estirada mientras el de la boca cauida en una muñeca que se podría decir de tristeza. - ¿Te parezco más bonita ahora? - Mi voz es amortiguada por la piel para d spues despegarme de ella dejando mi rostro lleno de sangre. - ¿O me veo mejor así? - Le sonrió en burla ante mi broma tan bizarra, a lo que el hombre trata de decir algo sin lograrse terminar de entender a su vez que luchaba contra el sueño de la muerte. - Tranquilo en un momento arreglaré todo este dezatre - Le dijo con casualidad antes de clavar el cuchillo en su pecho hasta que el mango medio se india en su piel. - Ahora muerte ¿Si? - Inclinó la cabeza a su vez que le sonrió para justo después bajar de un tirón, rompiendo su hueso torácico y órganos antes de que estos salieran de su cuerpo ante la falta de soporte. La sonrisa en mi rostro se borra y regresa el aburrimiento mientras saco el cuchillo y tomos los intestinos del hombre para ponerlos sobre mi cuello como una bufanda antes de darme la vuelta y acercarme al televisor. - Mañana nos volveremos a ver... Señorita reportera - Hablo al aire antes de apagar el televisor. #Historia #Oc #Gore #Original #Violencia #+18
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