Se desploma en el sillón que tiene detrás y sin hacer ningún gesto prende la pantalla de su Televisor en el frente, para distraerse luego de un largo día evitando ser visto por esos desgraciados agentes en cubierto.

Cierra los ojos dejando un canal de música de fondo, un Jazz un género que no existe en su línea pero le agradaba a su devorador de mentes.

Cuelga la llamada, ya más adiestrado, sobre el manejo correcto de los denominados, smartphones, por ahora necesitaba más descanso, su habilidad de extraer recuerdos de sus objetivos le ha hecho ver cosas que simplemente no se irán de su mente por un largo rato.

- Quizá un poco de licor ayude.

No responde absolutamente nada, sin duda, desearía que esa clase de ser humano sea devorado por "los otros" o que se pudra bien en una prisión, la muerte solo sería un premio, pero no se va de ese lugar rompiendo una de sus propias reglas.

Usa su gravitoquinesis para romper las piernas de ese individuo, y dejarle sufrir mientras lleguen las autoridades, ni siquiera se molesta en ver como torció las piernas de ese individuo, simplemente cruza la puerta en silencio y deja en el refrigerador toda una hoja con toda clase de contraseñas y credenciales para darle toda la evidencia posible a los que corresponda.

Hace tiempo que no tomaba un té, aunque le sigue causando mucho lo abundante o recurrente que es ese tipo de bebidas en esta dimensión, mucho más habitual y corriente hasta cierto punto.

- Nada mal.

La taza flota por sí sola hacia la mesa que ha dejado atrás con la vista de una urbe nocturna bajo sus pies, un excelente mirador.

- Menos mal que aquí no utilizan cerebros humanos para este medicamento.

Contempla la ampolla que sujeta con la diestra, este mundo, al menos los humanos, son más débiles pero más ingeniosos, que replicaron perfectamente el activo que no mata su propio cerebro.

Sin tener contacto visual con un bolígrafo que está volando alrededor de él, el nuevo medicamento ha resultado exitoso, por lo que deja de hacer girar el bolígrafo en el aire y lo atrapa con la diestra

- Nunca creí que llegará un beneficio sin sangre.