• Tengo el vestido perfecto para ponérmelo en la boda de mi nueva jefa Mitsuru Kirijo y su futuro marido Akihiko Sanada
    Yo misma lo diseñé y cosí, estoy muy orgullosa del primer vestido que cree desde cero.
    Tengo el vestido perfecto para ponérmelo en la boda de mi nueva jefa [ThxicewomanMK13] y su futuro marido [Sanada_Thcx] Yo misma lo diseñé y cosí, estoy muy orgullosa del primer vestido que cree desde cero.
    Me encocora
    2
    0 turnos 0 maullidos
  • Me sorprende la increible desolación de estos lares... ¿O seré yo, quién está demás aquí?.
    Me sorprende la increible desolación de estos lares... ¿O seré yo, quién está demás aquí?.
    0 turnos 0 maullidos
  • —Uno de los muchos recuerdos de Ozen, nunca pronunciado en voz alta.


    El chico yacía al borde de un claro, envuelto en ramas húmedas, quieto como si pudiera engañar al Abismo fingiendo ser parte de él.

    Lo encontré por el olor.
    No a sangre, sino a desesperación, ese hedor particular de quien aún respira pero ya ha dejado de vivir.

    Me acerqué sin sonido, no necesitaba anunciarme, los que han visto lo suficiente saben cuándo estoy cerca.
    El aire cambia.
    El entorno se aprieta.
    El mundo contiene el aliento.

    Me vio y sus ojos se abrieron como si la muerte tuviera rostro y ese rostro fuese el mío.

    No dije nada al principio, solo lo miré, a veces eso basta.

    Pero él habló, claro que lo hizo.

    —“¿Ozen…? Por favor… me atacó una... no sé qué era… no pude... perdí a los demás…”— Dijo con una voz débil y desesperada.

    Excusas.
    Listados de errores.
    Súplicas envueltas en relato.

    —¿Y quieres vivir después de eso? — Mi voz fue suave, demasiado suave, como una hoja cayendo sobre una herida abierta.

    Él tragó saliva. No entendía la pregunta. Buscaba consuelo. Creía que porque yo lo había encontrado, debía significar algo.

    —“Sí… por favor…” — Su voz parecía temblorosa... O aterrada.

    Me arrodillé a su lado. No por cercanía, por cálculo.

    Le aparté la venda improvisada del brazo. La herida era leve, la infección, peor, pero no terminal.

    — Esto no te matará. — Le devolví la venda, más sucia que antes. — Puedes caminar. El dolor no te va a arrancar las piernas. —

    Me quedé en silencio. Y eso fue lo peor para él.

    Quería palabras, necesitaba un veredicto, un motivo para odiarse o salvarse. Yo no se lo di.

    Porque el Abismo no te enseña con explicaciones. Te vacía, te pela capa por capa, hasta que o eres piedra… o eres nada.

    Me puse de pie. Él no.

    — Si sigues aquí cuando vuelva, te daré lo que estás buscando. — Dije antes de darle la espalda.

    No aclaré si me refería a ayuda…
    …o a un entierro.
    —Uno de los muchos recuerdos de Ozen, nunca pronunciado en voz alta. El chico yacía al borde de un claro, envuelto en ramas húmedas, quieto como si pudiera engañar al Abismo fingiendo ser parte de él. Lo encontré por el olor. No a sangre, sino a desesperación, ese hedor particular de quien aún respira pero ya ha dejado de vivir. Me acerqué sin sonido, no necesitaba anunciarme, los que han visto lo suficiente saben cuándo estoy cerca. El aire cambia. El entorno se aprieta. El mundo contiene el aliento. Me vio y sus ojos se abrieron como si la muerte tuviera rostro y ese rostro fuese el mío. No dije nada al principio, solo lo miré, a veces eso basta. Pero él habló, claro que lo hizo. —“¿Ozen…? Por favor… me atacó una... no sé qué era… no pude... perdí a los demás…”— Dijo con una voz débil y desesperada. Excusas. Listados de errores. Súplicas envueltas en relato. —¿Y quieres vivir después de eso? — Mi voz fue suave, demasiado suave, como una hoja cayendo sobre una herida abierta. Él tragó saliva. No entendía la pregunta. Buscaba consuelo. Creía que porque yo lo había encontrado, debía significar algo. —“Sí… por favor…” — Su voz parecía temblorosa... O aterrada. Me arrodillé a su lado. No por cercanía, por cálculo. Le aparté la venda improvisada del brazo. La herida era leve, la infección, peor, pero no terminal. — Esto no te matará. — Le devolví la venda, más sucia que antes. — Puedes caminar. El dolor no te va a arrancar las piernas. — Me quedé en silencio. Y eso fue lo peor para él. Quería palabras, necesitaba un veredicto, un motivo para odiarse o salvarse. Yo no se lo di. Porque el Abismo no te enseña con explicaciones. Te vacía, te pela capa por capa, hasta que o eres piedra… o eres nada. Me puse de pie. Él no. — Si sigues aquí cuando vuelva, te daré lo que estás buscando. — Dije antes de darle la espalda. No aclaré si me refería a ayuda… …o a un entierro.
    Me shockea
    Me gusta
    Me encocora
    Me endiabla
    5
    0 turnos 0 maullidos
  • He creado tendencia en las bodas, me siento muy orgulloso de que me copien.



    #3D
    #personajes3D
    #comunidad3D
    He creado tendencia en las bodas, me siento muy orgulloso de que me copien. :STK-9: #3D #personajes3D #comunidad3D
    Me enjaja
    Me gusta
    Me encocora
    7
    0 turnos 0 maullidos
  • Estoy muy emocionada y a la vez nerviosa
    Estoy muy emocionada y a la vez nerviosa
    0 turnos 0 maullidos
  • —Ya ha encontrado el vestido perfecto para la boda de Mitsuru Kirijo y Akihiko Sanada. Puede que no parezca el más apropiado para una boda en la playa, pero... es perfecto—
    —Ya ha encontrado el vestido perfecto para la boda de [ThxicewomanMK13] y [Sanada_Thcx]. Puede que no parezca el más apropiado para una boda en la playa, pero... es perfecto—
    Me enjaja
    1
    0 turnos 0 maullidos
  • Pᥣᥲყᥲ dᥱ Zᥲᥒtᥱ, ᥲtᥲrdᥱᥴᥱr

    Lᥲ brιsᥲ mᥲrιᥒᥲ ᥲᥴᥲrιᥴιᥲ sᥙ rostro mιᥱᥒtrᥲs ᥴᥲmιᥒᥲ dᥱsᥴᥲᥣzᥲ ρor ᥣᥲ orιᥣᥣᥲ, dᥱjᥲᥒdo qᥙᥱ ᥣᥲs oᥣᥲs bᥱsᥱᥒ sᥙᥲvᥱmᥱᥒtᥱ sᥙs ριᥱs. Mᥲrιᥒᥲ soᥒrίᥱ, ᥴoᥒ ᥣᥲ mιrᥲdᥲ ρᥱrdιdᥲ ᥱᥒ ᥱᥣ horιzoᥒtᥱ tᥱñιdo dᥱ toᥒos ᥒᥲrᥲᥒjᥲs ყ rosᥲdos.

    —No hᥲყ ᥣᥙgᥲr ᥴomo ᥱstᥱ —sᥙsᥙrrᥲ, mᥲ́s ρᥲrᥲ sί mιsmᥲ qᥙᥱ ρᥲrᥲ ᥒᥲdιᥱ mᥲ́s—. Eᥣ mᥲr ᥱs mι hogᥲr, mι rᥱfᥙgιo… mι todo. Cᥲdᥲ oᥣᥲ mᥱ hᥲbᥣᥲ, ᥴᥲdᥲ ᥴᥲrᥲᥴoᥣᥲ mᥱ gᥙᥲrdᥲ ᥙᥒ sᥱᥴrᥱto, ყ ᥱᥣ vιᥱᥒto ᥣᥣᥱvᥲ ᥱᥣ ᥱᥴo dᥱ mιs rᥱᥴᥙᥱrdos. Aqᥙί ᥱs doᥒdᥱ ᥲρrᥱᥒdί ᥲ soñᥲr… ყ tᥲmbιᥱ́ᥒ doᥒdᥱ ᥲρrᥱᥒdί ᥲ sᥱr fᥙᥱrtᥱ.

    Sᥱ ᥲgᥲᥴhᥲ ყ rᥱᥴogᥱ ᥙᥒᥲ ρᥱqᥙᥱñᥲ ᥴoᥒᥴhᥲ ᥱᥒ formᥲ dᥱ ᥱsριrᥲᥣ, ᥣᥲ obsᥱrvᥲ ᥴoᥒ ᥴᥲrιño ყ ᥣᥲ gᥙᥲrdᥲ ᥱᥒ ᥱᥣ boᥣsιᥣᥣo dᥱ sᥙ vᥱstιdo vᥱrᥲᥒιᥱgo.

    —A vᥱᥴᥱs ριᥱᥒso qᥙᥱ ᥣᥣᥱvo ᥱᥣ mᥲr dᥱᥒtro dᥱ mί… ᥱᥒ mι sᥲᥒgrᥱ, ᥱᥒ mι ᥲᥣmᥲ. No ιmρortᥲ ᥲ dóᥒdᥱ vᥲყᥲ, sιᥱmρrᥱ vᥙᥱᥣvo. Porqᥙᥱ ᥲqᥙί… ᥲqᥙί ᥱs doᥒdᥱ rᥱᥲᥣmᥱᥒtᥱ ᥱxιsto.

    Sᥱ sιᥱᥒtᥲ ᥱᥒ ᥣᥲ ᥲrᥱᥒᥲ, ᥲbrᥲzᥲᥒdo sᥙs rodιᥣᥣᥲs, dᥱjᥲᥒdo qᥙᥱ ᥱᥣ soᥒιdo dᥱᥣ oᥣᥱᥲjᥱ ᥣᥱ ᥲrrᥙᥣᥣᥱ ᥴomo ᥣo hᥲᥴίᥲ sᥙ mᥲdrᥱ ᥴᥙᥲᥒdo ᥱrᥲ ᥒιᥒ̃ᥲ.

    —Grᥲᥴιᥲs ρor ᥱsρᥱrᥲrmᥱ sιᥱmρrᥱ —mᥙrmᥙrᥲ ᥲᥣ mᥲr—. Nᥙᥒᥴᥲ mᥱ fᥲᥣᥣᥲs.
    Pᥣᥲყᥲ dᥱ Zᥲᥒtᥱ, ᥲtᥲrdᥱᥴᥱr Lᥲ brιsᥲ mᥲrιᥒᥲ ᥲᥴᥲrιᥴιᥲ sᥙ rostro mιᥱᥒtrᥲs ᥴᥲmιᥒᥲ dᥱsᥴᥲᥣzᥲ ρor ᥣᥲ orιᥣᥣᥲ, dᥱjᥲᥒdo qᥙᥱ ᥣᥲs oᥣᥲs bᥱsᥱᥒ sᥙᥲvᥱmᥱᥒtᥱ sᥙs ριᥱs. Mᥲrιᥒᥲ soᥒrίᥱ, ᥴoᥒ ᥣᥲ mιrᥲdᥲ ρᥱrdιdᥲ ᥱᥒ ᥱᥣ horιzoᥒtᥱ tᥱñιdo dᥱ toᥒos ᥒᥲrᥲᥒjᥲs ყ rosᥲdos. —No hᥲყ ᥣᥙgᥲr ᥴomo ᥱstᥱ —sᥙsᥙrrᥲ, mᥲ́s ρᥲrᥲ sί mιsmᥲ qᥙᥱ ρᥲrᥲ ᥒᥲdιᥱ mᥲ́s—. Eᥣ mᥲr ᥱs mι hogᥲr, mι rᥱfᥙgιo… mι todo. Cᥲdᥲ oᥣᥲ mᥱ hᥲbᥣᥲ, ᥴᥲdᥲ ᥴᥲrᥲᥴoᥣᥲ mᥱ gᥙᥲrdᥲ ᥙᥒ sᥱᥴrᥱto, ყ ᥱᥣ vιᥱᥒto ᥣᥣᥱvᥲ ᥱᥣ ᥱᥴo dᥱ mιs rᥱᥴᥙᥱrdos. Aqᥙί ᥱs doᥒdᥱ ᥲρrᥱᥒdί ᥲ soñᥲr… ყ tᥲmbιᥱ́ᥒ doᥒdᥱ ᥲρrᥱᥒdί ᥲ sᥱr fᥙᥱrtᥱ. Sᥱ ᥲgᥲᥴhᥲ ყ rᥱᥴogᥱ ᥙᥒᥲ ρᥱqᥙᥱñᥲ ᥴoᥒᥴhᥲ ᥱᥒ formᥲ dᥱ ᥱsριrᥲᥣ, ᥣᥲ obsᥱrvᥲ ᥴoᥒ ᥴᥲrιño ყ ᥣᥲ gᥙᥲrdᥲ ᥱᥒ ᥱᥣ boᥣsιᥣᥣo dᥱ sᥙ vᥱstιdo vᥱrᥲᥒιᥱgo. —A vᥱᥴᥱs ριᥱᥒso qᥙᥱ ᥣᥣᥱvo ᥱᥣ mᥲr dᥱᥒtro dᥱ mί… ᥱᥒ mι sᥲᥒgrᥱ, ᥱᥒ mι ᥲᥣmᥲ. No ιmρortᥲ ᥲ dóᥒdᥱ vᥲყᥲ, sιᥱmρrᥱ vᥙᥱᥣvo. Porqᥙᥱ ᥲqᥙί… ᥲqᥙί ᥱs doᥒdᥱ rᥱᥲᥣmᥱᥒtᥱ ᥱxιsto. Sᥱ sιᥱᥒtᥲ ᥱᥒ ᥣᥲ ᥲrᥱᥒᥲ, ᥲbrᥲzᥲᥒdo sᥙs rodιᥣᥣᥲs, dᥱjᥲᥒdo qᥙᥱ ᥱᥣ soᥒιdo dᥱᥣ oᥣᥱᥲjᥱ ᥣᥱ ᥲrrᥙᥣᥣᥱ ᥴomo ᥣo hᥲᥴίᥲ sᥙ mᥲdrᥱ ᥴᥙᥲᥒdo ᥱrᥲ ᥒιᥒ̃ᥲ. —Grᥲᥴιᥲs ρor ᥱsρᥱrᥲrmᥱ sιᥱmρrᥱ —mᥙrmᥙrᥲ ᥲᥣ mᥲr—. Nᥙᥒᥴᥲ mᥱ fᥲᥣᥣᥲs.
    Me gusta
    Me encocora
    4
    0 turnos 0 maullidos
  • Decepcionante...
    -suspira mostrando una expresión de claro fastidio-
    Decepcionante... -suspira mostrando una expresión de claro fastidio-
    Me gusta
    Me shockea
    2
    0 turnos 0 maullidos
  • Desde lo alto, Atropos los veía correr tras algo que no sabían nombrar. Lo llamaban felicidad. Lo vestían de risas, de promesas, de brazos entrelazados. Lo vendían en canciones, lo lloraban en películas, lo buscaban en otros cuerpos.
    Decían que era amor. Pero ¿cómo podían reconocerlo, si nunca lo habían sostenido con las manos limpias?

    Idealizaban lo que no comprendían.
    Querían sentir sin tocar el dolor, querían compañía sin exponerse, querían eternidad sin entender el precio.
    Creían que amar era una forma de redención. Que bastaba con decirlo, gritarlo, tatuarlo.
    Pero Atropos sabía la verdad: los humanos no amaban.
    Amaban la idea de amar.

    Se enamoraban de reflejos, de versiones, de momentos.
    Y cuando el espejo se quebraba, no sabían qué hacer con las esquirlas.
    Entonces culpaban al otro. Al mundo. A sí mismos.
    Jamás a su ceguera.

    Atropos, que había visto hilos unirse y romperse desde el principio de los siglos, solo pensaba lo mismo, una y otra vez:

    "No puedes encontrar lo que nunca has definido. No puedes amar si no has aprendido a sentir sin condiciones."

    Y sin decir nada, dejaba que sus dedos rozaran otro hilo.
    Uno más que no entendió nunca lo que buscaba.
    Desde lo alto, Atropos los veía correr tras algo que no sabían nombrar. Lo llamaban felicidad. Lo vestían de risas, de promesas, de brazos entrelazados. Lo vendían en canciones, lo lloraban en películas, lo buscaban en otros cuerpos. Decían que era amor. Pero ¿cómo podían reconocerlo, si nunca lo habían sostenido con las manos limpias? Idealizaban lo que no comprendían. Querían sentir sin tocar el dolor, querían compañía sin exponerse, querían eternidad sin entender el precio. Creían que amar era una forma de redención. Que bastaba con decirlo, gritarlo, tatuarlo. Pero Atropos sabía la verdad: los humanos no amaban. Amaban la idea de amar. Se enamoraban de reflejos, de versiones, de momentos. Y cuando el espejo se quebraba, no sabían qué hacer con las esquirlas. Entonces culpaban al otro. Al mundo. A sí mismos. Jamás a su ceguera. Atropos, que había visto hilos unirse y romperse desde el principio de los siglos, solo pensaba lo mismo, una y otra vez: "No puedes encontrar lo que nunca has definido. No puedes amar si no has aprendido a sentir sin condiciones." Y sin decir nada, dejaba que sus dedos rozaran otro hilo. Uno más que no entendió nunca lo que buscaba.
    Me gusta
    Me entristece
    4
    0 turnos 0 maullidos
  • Esperando a que el mesero le mire para poder pedir comida. Le da pena levantar la mano y llamarlo. (?)
    Esperando a que el mesero le mire para poder pedir comida. Le da pena levantar la mano y llamarlo. (?)
    Me enjaja
    Me gusta
    Me shockea
    13
    7 turnos 0 maullidos
Patrocinados