Sentada ante la ventana, veía como su esposo Jörmungandr y sus dos hijos, Erik Exypnos y Letha Astrid jugaban con la nieve. Habían hecho un muñeco de nieve. Tanto padre como hijos reían juntos felices. Ate veía todo eso desde casa. Acariciaba sonriente su abultado vientre y ya imaginaba a sus dos pequeños jugar del mismo modo. Ya habían elegido sus nombres. El niño se llamaría Emrys Floki y la niña Sigrid Ivy. Ya quedaba poco para el nacimiento y todo estaba listo. Estaba en sus pensamientos, cuando la puerta se abrió y Jormun entró con sus hijos riendo. Los niños comentaban lo bien que se lo habían pasado y no dudaron en contárselo a su madre. Ate besó a sus pequeños en la frente y a su esposo en los labios. Prepararon chocolate y bizcocho para merendar.
Mamá - dijo Erik - ¿Iremos a dar el paseo en trineo?
Claro que si, cielo. Haremos el paseo.
No te preocupes, hijo, lo haremos en Yule, como cada año - comentó Jormun mirando a su hijo sonriente.
¿Veremos conejitos? - preguntó Letha tratando de limpiarse con una servilleta la boca.
Ate le limpió mejor. Y así, siguieron conversando sobre cosas cotidianas. Tanto Jormun como Ate, contestaron a todas las dudas que sus hijos les hacía.
Sentada ante la ventana, veía como su esposo Jörmungandr y sus dos hijos, Erik Exypnos y Letha Astrid jugaban con la nieve. Habían hecho un muñeco de nieve. Tanto padre como hijos reían juntos felices. Ate veía todo eso desde casa. Acariciaba sonriente su abultado vientre y ya imaginaba a sus dos pequeños jugar del mismo modo. Ya habían elegido sus nombres. El niño se llamaría Emrys Floki y la niña Sigrid Ivy. Ya quedaba poco para el nacimiento y todo estaba listo. Estaba en sus pensamientos, cuando la puerta se abrió y Jormun entró con sus hijos riendo. Los niños comentaban lo bien que se lo habían pasado y no dudaron en contárselo a su madre. Ate besó a sus pequeños en la frente y a su esposo en los labios. Prepararon chocolate y bizcocho para merendar.
Mamá - dijo Erik - ¿Iremos a dar el paseo en trineo?
Claro que si, cielo. Haremos el paseo.
No te preocupes, hijo, lo haremos en Yule, como cada año - comentó Jormun mirando a su hijo sonriente.
¿Veremos conejitos? - preguntó Letha tratando de limpiarse con una servilleta la boca.
Ate le limpió mejor. Y así, siguieron conversando sobre cosas cotidianas. Tanto Jormun como Ate, contestaron a todas las dudas que sus hijos les hacía.