—¿Qué demonios haces tu aquí, viejo?—.
La pelirroja observa con desdén a la persona de pie frente a ella. Un hombre con una apariencia de un humano de 50 años pero que ha vivido más de 400. Lleva puesto un traje de color azul marino y una gabardina de color negra, su rostro es serio mientras observa a Yuuki.
“—Me costó trabajo encontrarte, pero al fin pude dar contigo. Debes saber que no puedes escapar de las cadenas que te atan a la familia. Que decepción que estes unida a algo como... Él, hija—.“
Hace una mueca, él no era su padre biológico; por azares del destino, mientras vagaba por el mundo cuando fue recién transformada había terminado siendo adoptada por la familia Hargreeves, pero nunca había tomado su apellido; no era una buena familia; ellos odiaban a los humanos y sólo los veían como alimento, una forma de conseguir dinero o de asesinar sin ensuciarse las manos.
—No me llames, hija. Y eso no es de tu incumbencia. Estas asustado por eso ¿No es cierto? Por eso estás aquí, si te atreves a tocarlo... Te mataré—.
La pelirroja observa con desdén a la persona de pie frente a ella. Un hombre con una apariencia de un humano de 50 años pero que ha vivido más de 400. Lleva puesto un traje de color azul marino y una gabardina de color negra, su rostro es serio mientras observa a Yuuki.
“—Me costó trabajo encontrarte, pero al fin pude dar contigo. Debes saber que no puedes escapar de las cadenas que te atan a la familia. Que decepción que estes unida a algo como... Él, hija—.“
Hace una mueca, él no era su padre biológico; por azares del destino, mientras vagaba por el mundo cuando fue recién transformada había terminado siendo adoptada por la familia Hargreeves, pero nunca había tomado su apellido; no era una buena familia; ellos odiaban a los humanos y sólo los veían como alimento, una forma de conseguir dinero o de asesinar sin ensuciarse las manos.
—No me llames, hija. Y eso no es de tu incumbencia. Estas asustado por eso ¿No es cierto? Por eso estás aquí, si te atreves a tocarlo... Te mataré—.
—¿Qué demonios haces tu aquí, viejo?—.
La pelirroja observa con desdén a la persona de pie frente a ella. Un hombre con una apariencia de un humano de 50 años pero que ha vivido más de 400. Lleva puesto un traje de color azul marino y una gabardina de color negra, su rostro es serio mientras observa a Yuuki.
“—Me costó trabajo encontrarte, pero al fin pude dar contigo. Debes saber que no puedes escapar de las cadenas que te atan a la familia. Que decepción que estes unida a algo como... Él, hija—.“
Hace una mueca, él no era su padre biológico; por azares del destino, mientras vagaba por el mundo cuando fue recién transformada había terminado siendo adoptada por la familia Hargreeves, pero nunca había tomado su apellido; no era una buena familia; ellos odiaban a los humanos y sólo los veían como alimento, una forma de conseguir dinero o de asesinar sin ensuciarse las manos.
—No me llames, hija. Y eso no es de tu incumbencia. Estas asustado por eso ¿No es cierto? Por eso estás aquí, si te atreves a tocarlo... Te mataré—.