Se tomó un rato para relajarse con un pequeño cóctel, analizando con cabeza fría las cosas y como debería llevar todo lentamente.

Su prioridad era su pareja, hijo y la boda, por lo que no actuaría impulsivo ni estúpidamente, menos al arriesgar a un recién nacido.

—Bien, bien... Tomará tiempo. Pero, si ya fueron algunos milenios, no pasará nada por esperar un poco más.

—Eve... Dios no sabe el error que cometió al mandarte conmigo al infierno. Voy a disfrutar como nunca el volver a tener a la segunda mujer a mi merced~

No pudo evitar el morbo y la malicia con la sola idea de que ello fuera posible, la primer mujer a la que indujo al pecado en consciencia plena, la segunda mujer de Adán.

No tenía ojos para nadie más que su pareja, eso era claro, pero con una noticia tan especial y repentina, sus planes comenzaron a ir en marcha, más al saber que ella fue capaz de dañar a su padre con relativa facilidad.

- Hoy fue un día bastante agotador ....

Poco apoco siente más pesadez en sus ojos y se quedó dormida en el sofá. Estaba muy agotada y quería dormir un poco.

—Renacer fue la mejor jodida cosa que pudo pasarme... sólo será cuestión de tiempo, esto no fue ni la punta del iceberg para demostrar de lo que soy capaz ahora...

Había recuperado a Samael y Luzbel dentro de sí.
Si bien todo empezó como una tontería, la prueba de que su poder crecía estaba ahí, a tal grado que, para un simple juego, logró dividirse sin problema.

Hay una sola cosa que Samael, Luzbel y Lucifer como tal, comparten... El amor a su pareja.
Cierto cervatillo se acaba de llevar un 3x1

Because of temptations like you, there are as many sinners as me... ~

Samael había logrado escapar al mundo humano, mirando el cielo azul tras tanto tiempo, sonriendo ampliamente mientras sentía la fresca brisa.

S:—¡Libertad!~

— La Vida de repente se volvió tan monótona.—

S:—¡No, no pienso volver!~ Soy libre, finalmente libre de ti~

Extendió las alas con euforia, volando alrededor de su contraparte y sonriendo ampliamente, aunque con un toque sombrío por medio, no toda la maldad había salido de su cuerpo después de todo, eran un sólo ser.

L:—¡No te estoy preguntando, Samael! ¡Somos el mismo ser, debes volver ahora!

Si no fuera él mismo, nada le impediría dañar a ese ángel, pero sería como golpearse contra la pared y no era tan estúpido.
Ahora con el efecto de la droga disperso, quería recuperar su totalidad.