Rei se encontraba despierto en plena tarde, un pequeño suspiro de disgusto escapó de sus labios mientras daba un mordisco a su helado de fresa. El calor del verano era insoportable, especialmente para alguien como él, cuya existencia misma estaba ligada a la noche. Calmadamente, recogió sus cabellos negros y ondulados y los sujetó en una improvisada coleta para mantenerlos lejos de su rostro.
Mientras saboreaba el helado con una mueca inusualmente irritada en su rostro, una idea le cruzó la mente. —Tal vez debería considerar instalar un aire acondicionado en mi ataúd. —murmuró, sarcástico, antes de darle otra lamida al helado. Era consciente de lo ridículo que sonaba, un vampiro necesitando un sistema moderno de refrigeración en su antigua morada, pero la derrota del destino de seguir condenado al calor infernal empujaba cualquier creencia absurda fuera de su lista negra. Tal vez no sería una mala idea después de todo.
Rei se encontraba despierto en plena tarde, un pequeño suspiro de disgusto escapó de sus labios mientras daba un mordisco a su helado de fresa. El calor del verano era insoportable, especialmente para alguien como él, cuya existencia misma estaba ligada a la noche. Calmadamente, recogió sus cabellos negros y ondulados y los sujetó en una improvisada coleta para mantenerlos lejos de su rostro.
Mientras saboreaba el helado con una mueca inusualmente irritada en su rostro, una idea le cruzó la mente. —Tal vez debería considerar instalar un aire acondicionado en mi ataúd. —murmuró, sarcástico, antes de darle otra lamida al helado. Era consciente de lo ridículo que sonaba, un vampiro necesitando un sistema moderno de refrigeración en su antigua morada, pero la derrota del destino de seguir condenado al calor infernal empujaba cualquier creencia absurda fuera de su lista negra. Tal vez no sería una mala idea después de todo.