Rei se encontraba en la pequeña sala de música de la Academia, con su violín descansando sobre su hombro, la sala estaba bañada en una suave luz dorada, proveniente de la tarde de otoño que se filtraba a través de las cortinas entreabiertas.
Mientras sostenía su instrumento con gracia, Rei cerró los ojos y dejó que sus dedos se deslizaran sobre las cuerdas, produciendo una serie de notas suaves y armónicas, los sonidos que fluían de su violín llenaban el aire, evocando una sensación de melancolía y profundidad. La pasión de Rei por el jazz era innegable, desde que era niño había sentido una conexión profunda con este género musical, admirando la habilidad y el genio de los grandes músicos del pasado. Pero en la academia, donde el énfasis principal estaba en el canto y el baile, no había muchos alumnos interesados en el jazz.
Decidido a no dejar morir su amor por este estilo musical, Rei había creado su propio club de jazz en la academia, sin embargo, el club nunca logró atraer a ningún miembro a excepción de su propio creador. Más de una vez se vio molesto debido a la falta de compañía, pero otras veces estaba agradecido de simplemente pasar un tiempo a solas y sin que ningún otro estudiante lo moleste.
Después de varios minutos Rei finalmente detuvo sus manos, dejando que el último acorde resonara en la sala. Sus ojos se abrieron lentamente y suspiro con algo de melancolía, a pesar de que aquella melodía estaba destinada a ser presentada al mundo, nadie estaba interesado en escucharla.
Rei se encontraba en la pequeña sala de música de la Academia, con su violín descansando sobre su hombro, la sala estaba bañada en una suave luz dorada, proveniente de la tarde de otoño que se filtraba a través de las cortinas entreabiertas.
Mientras sostenía su instrumento con gracia, Rei cerró los ojos y dejó que sus dedos se deslizaran sobre las cuerdas, produciendo una serie de notas suaves y armónicas, los sonidos que fluían de su violín llenaban el aire, evocando una sensación de melancolía y profundidad. La pasión de Rei por el jazz era innegable, desde que era niño había sentido una conexión profunda con este género musical, admirando la habilidad y el genio de los grandes músicos del pasado. Pero en la academia, donde el énfasis principal estaba en el canto y el baile, no había muchos alumnos interesados en el jazz.
Decidido a no dejar morir su amor por este estilo musical, Rei había creado su propio club de jazz en la academia, sin embargo, el club nunca logró atraer a ningún miembro a excepción de su propio creador. Más de una vez se vio molesto debido a la falta de compañía, pero otras veces estaba agradecido de simplemente pasar un tiempo a solas y sin que ningún otro estudiante lo moleste.
Después de varios minutos Rei finalmente detuvo sus manos, dejando que el último acorde resonara en la sala. Sus ojos se abrieron lentamente y suspiro con algo de melancolía, a pesar de que aquella melodía estaba destinada a ser presentada al mundo, nadie estaba interesado en escucharla.