• -Sentadas cerca de la fuente que da a la aldea donde ambas vigilan, las dos hermanas se dispusieron a cantar la canción que solo ambas saben, mientras una de ellas, también tocaba el ukelele, dando un ambiente bastate armónico al lugar.

    Algunos aldeanos al escucharlas cantar, se acercan a donde ellas, poco a poco, las gemelas estaba rodeadas de gente mientras Devola y Popola seguían cantado para deleite de los aldeanos, que solo estaban presentes por las hermosas voces de las hermanas-.
    -Sentadas cerca de la fuente que da a la aldea donde ambas vigilan, las dos hermanas se dispusieron a cantar la canción que solo ambas saben, mientras una de ellas, también tocaba el ukelele, dando un ambiente bastate armónico al lugar. Algunos aldeanos al escucharlas cantar, se acercan a donde ellas, poco a poco, las gemelas estaba rodeadas de gente mientras Devola y Popola seguían cantado para deleite de los aldeanos, que solo estaban presentes por las hermosas voces de las hermanas-.
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  • ๑⁠˙⁠❥ ¡Te encontré! Ahora te voy a trenzar el cabello y ponerte una mascarilla facial. No te dejaré escapar~

    - Levanto las manos mientras las abría y cerraba lista para empezar con su plan -

    ๑⁠˙⁠❥ No te preocupes, te verás muy bien cuando todo termine~ ♡
    ๑⁠˙⁠❥ ¡Te encontré! Ahora te voy a trenzar el cabello y ponerte una mascarilla facial. No te dejaré escapar~ - Levanto las manos mientras las abría y cerraba lista para empezar con su plan - ๑⁠˙⁠❥ No te preocupes, te verás muy bien cuando todo termine~ ♡
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  • ━━ No codicio lo ajeno, tengo a mis padres, mis hermanos y una preciosa novia, es justo poner los pies en la tierra.


    Procede a agarrar a besos a su novia. 𝑴𝒊𝒌𝒂 大沢
    ━━ No codicio lo ajeno, tengo a mis padres, mis hermanos y una preciosa novia, es justo poner los pies en la tierra. Procede a agarrar a besos a su novia. [Mika.O]
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  • ━━ La edad es lo único que no nos perdona, pero mi vida está llena de dicha: mi esposa, compañera de vida, madre de mis dos adoraciones. Y mis dos retoños que si no hay parentesco son mi sagrado tesoro. Mi familia es todo para mí, a quienes les agradezco.
    ━━ La edad es lo único que no nos perdona, pero mi vida está llena de dicha: mi esposa, compañera de vida, madre de mis dos adoraciones. Y mis dos retoños que si no hay parentesco son mi sagrado tesoro. Mi familia es todo para mí, a quienes les agradezco.
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  • https://vt.tiktok.com/ZSybcqMrP/

    _Esto podríamos ser tu y yo Venadin Pero te freseas—

    https://vt.tiktok.com/ZSybcqMrP/ _Esto podríamos ser tu y yo Venadin Pero te freseas— :STK-44:
    @xu.moongirl

    no supero este video de Vox poniendo patito a Alastor en la cabeza 💙❤️ @AKrCos @inspectorlemon @𝕲𝖍𝖎𝖊𝖘𝖎𝖈𝖍 // #radiostatic #vox #alastor #akrcos #inspectorlemon

    ♬ Daisies - Black Gryph0n & Baasik
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  • La luz entra en la habitación de Ophelia como un susurro que ella nunca podrá devolver.
    El amanecer pinta las piedras frías con un dorado pálido, y la princesa abre los ojos en silencio, tal como ha hecho cada día desde la maldición. No hay saludos matutinos, ni canciones de aves que le respondan: solo el eco leve de su respiración y el crujido distante de la fortaleza antigua.

    Se sienta en la cama con movimientos suaves, casi ceremoniales. Sus manos, delicadas y pálidas, rozan las cortinas pesadas que guardan aún un rastro de polvo y de tiempo detenido. A veces le gusta imaginar que las telas murmuran por ella, que dicen lo que su garganta ya no puede.

    Camina por los pasillos largos del castillo, esos que antes estaban llenos de risas de sirvientes, pasos presurosos, música… Ahora son corredores huecos donde el aire parece escucharla a ella, la única habitante que no puede hablar. El sonido de sus pasos, descalzos sobre el mármol, es lo más cercano a una palabra que puede pronunciar.

    En el jardín interior —el único espacio donde el mundo exterior se atreve a tocarla— Ophelia se arrodilla frente a las flores marchitas. Las cuida con devoción silenciosa. A veces, cuando el viento roza su cabello, ella inclina la cabeza como si escuchara una respuesta, como si la naturaleza todavía pudiera adivinar lo que quiere decir. Pero ni el viento sabe cómo descifrar una voz que ya no existe.

    Al mediodía, recorre la torre más alta. Desde el ventanal observa el reino que alguna vez gobernaría. La gente lejos, diminuta, sigue su vida sin saber que la princesa los mira desde un encierro sin barrotes. Ella levanta la mano, como si fuera a saludar… pero la deja caer antes del gesto completo. ¿Para qué? Nadie puede verla, y aunque la vieran, no podrían oírla.

    Cuando cae la tarde, Ophelia se sienta frente al espejo. El reflejo es la única compañía constante que tiene. Se observa los labios, los mueve, intenta pronunciar palabras que ya olvidaron su propio sonido. A veces imagina que la maldición la convirtió en un susurro vivo: alguien que existe, pero que nunca puede ser escuchada.

    La noche llega y con ella, la quietud más profunda del castillo.
    Ophelia vuelve a su cama. Antes de cerrar los ojos, apoya una mano sobre su garganta, como cada noche, como si aún esperara sentir una vibración, un rastro de vida ahí donde la magia dejó un vacío. Pero no hay nada.

    Su último pensamiento del día no es un deseo ni una oración: es un silencio espeso que pesa tanto como la maldición misma.
    La luz entra en la habitación de Ophelia como un susurro que ella nunca podrá devolver. El amanecer pinta las piedras frías con un dorado pálido, y la princesa abre los ojos en silencio, tal como ha hecho cada día desde la maldición. No hay saludos matutinos, ni canciones de aves que le respondan: solo el eco leve de su respiración y el crujido distante de la fortaleza antigua. Se sienta en la cama con movimientos suaves, casi ceremoniales. Sus manos, delicadas y pálidas, rozan las cortinas pesadas que guardan aún un rastro de polvo y de tiempo detenido. A veces le gusta imaginar que las telas murmuran por ella, que dicen lo que su garganta ya no puede. Camina por los pasillos largos del castillo, esos que antes estaban llenos de risas de sirvientes, pasos presurosos, música… Ahora son corredores huecos donde el aire parece escucharla a ella, la única habitante que no puede hablar. El sonido de sus pasos, descalzos sobre el mármol, es lo más cercano a una palabra que puede pronunciar. En el jardín interior —el único espacio donde el mundo exterior se atreve a tocarla— Ophelia se arrodilla frente a las flores marchitas. Las cuida con devoción silenciosa. A veces, cuando el viento roza su cabello, ella inclina la cabeza como si escuchara una respuesta, como si la naturaleza todavía pudiera adivinar lo que quiere decir. Pero ni el viento sabe cómo descifrar una voz que ya no existe. Al mediodía, recorre la torre más alta. Desde el ventanal observa el reino que alguna vez gobernaría. La gente lejos, diminuta, sigue su vida sin saber que la princesa los mira desde un encierro sin barrotes. Ella levanta la mano, como si fuera a saludar… pero la deja caer antes del gesto completo. ¿Para qué? Nadie puede verla, y aunque la vieran, no podrían oírla. Cuando cae la tarde, Ophelia se sienta frente al espejo. El reflejo es la única compañía constante que tiene. Se observa los labios, los mueve, intenta pronunciar palabras que ya olvidaron su propio sonido. A veces imagina que la maldición la convirtió en un susurro vivo: alguien que existe, pero que nunca puede ser escuchada. La noche llega y con ella, la quietud más profunda del castillo. Ophelia vuelve a su cama. Antes de cerrar los ojos, apoya una mano sobre su garganta, como cada noche, como si aún esperara sentir una vibración, un rastro de vida ahí donde la magia dejó un vacío. Pero no hay nada. Su último pensamiento del día no es un deseo ni una oración: es un silencio espeso que pesa tanto como la maldición misma.
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  • ROL LIBRE]
    -CHINA ANTIGUA.-

    -Secta LanLing Jin.- La conferencia de cultivo en la secta había terminado, tanto lideres como sus discípulos retornaban a sus respectivos clanes, se despedían de manera aporpiada tanto del lider como de su mano derecha, un joven Jin Guangyao que servia a su padre y obedecía ciegamente todo lo que este deseara.

    Para el joven taoista Daozhaang Xiao Xingchen que habia terminado en primer lugar se le ofreció quedarse unos dias pues deseaban conocerlo mas y posiblemente que les ayudara con algunos asuntos, pues era bien sabido que la maestra del joven monje era muy afamada en el mundo de cultivo, llamada la Inmortal Baoshan Sanren.

    Así fue su estadía en la secta sin saber a ciencia cierta quien conocería antes de poder seguir su camino como un errante en su deseo de ayudar a las personas.
    ROL LIBRE] -CHINA ANTIGUA.- -Secta LanLing Jin.- La conferencia de cultivo en la secta había terminado, tanto lideres como sus discípulos retornaban a sus respectivos clanes, se despedían de manera aporpiada tanto del lider como de su mano derecha, un joven Jin Guangyao que servia a su padre y obedecía ciegamente todo lo que este deseara. Para el joven taoista Daozhaang Xiao Xingchen que habia terminado en primer lugar se le ofreció quedarse unos dias pues deseaban conocerlo mas y posiblemente que les ayudara con algunos asuntos, pues era bien sabido que la maestra del joven monje era muy afamada en el mundo de cultivo, llamada la Inmortal Baoshan Sanren. Así fue su estadía en la secta sin saber a ciencia cierta quien conocería antes de poder seguir su camino como un errante en su deseo de ayudar a las personas.
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  • Volví a usar mi primer traje cómo Supergirl, sé que es muy juvenil para mi edad actual pero... sentí ganas de revivir mis inicios.
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  • - Estaba en versión gato para descansar tranquilamente, siendo de color blanco -

    Que día más relajado (?)
    - Estaba en versión gato para descansar tranquilamente, siendo de color blanco - Que día más relajado (?)
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  • Oiga guardia...Se lo juro esa persona ya estaba muerta cuando llegué a esa casa, le juro que me mandó la iglesia...Al menos recibiré visitas?
    Oiga guardia...Se lo juro esa persona ya estaba muerta cuando llegué a esa casa, le juro que me mandó la iglesia...Al menos recibiré visitas?
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