• Tengo el mundo entero encima, ya me duele la lumbar...
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  • https://twittrol.com/thread/1164
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    Kurogane Adam Bahri en Twittrol
    Aaaah!! 😮‍💨 *Cal da un suspiro pesado.* —Creo que diez días de ausencia es demasiado... Pero es el tiempo justo para estar de regreso, luego de Halloween...
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  • La búsqueda... Fue larga... Y difícil... Pero al final valió la pena...

    *Shinn estaba pensando en la mujer que ama...*
    La búsqueda... Fue larga... Y difícil... Pero al final valió la pena... :STK-26: *Shinn estaba pensando en la mujer que ama...*
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  • Estoy agradecida... Por abrir los ojos y poder caer en ese refugio una vez más.
    Estoy agradecida... Por abrir los ojos y poder caer en ese refugio una vez más.
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  • POST MORTEM: Mentiras Piadosas.
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    Categoría Slice of Life
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    : https://youtube.com/playlist?list=PLJQRDPns7wPw-MWk9WHJp0-9ym_k2hZbs&si=7tf0XjWkD251eHaT

    El cielo de la mañana estaba limpio, de un azul frío que hacía contraste con el negro impecable del coche que avanzaba por la carretera. Ezra hojeaba, por última vez, las notas de su presentación. No las necesitaba realmente: su discurso estaba memorizado, pulido y revisado al milímetro. Pero el gesto transmitía control, disciplina… Y calma. Además, lo ayudaba para evitar la conversación superficial con Samantha.

    A su lado, la susodicha —una joven de cabello castaño recogido en un moño eficiente—, enviada por la universidad, revisaba el GPS.

    —Llegaremos diez minutos antes, señor Hamilton —informó con una cortesía exacta, modulada para no interrumpir su concentración.

    —Perfecto —respondió él, sin apartar la vista de las hojas—. Me gustaría hacer un breve recorrido por el auditorio antes de comenzar.

    El vehículo tomó la salida hacia el campus, un complejo elegante de edificios modernos rodeados por franjas de pinos. El logo de la Universidad de Oregón se veía en pancartas verdes y doradas que ondeaban en la brisa suave. Había estudiantes por todas partes, algunos cargando portátiles, otros corriendo en dirección contraria con café en mano, todos con el ritmo característico de un campus en plena actividad.

    El chófer aparcó en la zona reservada. En cuanto Ezra descendió, varios miembros del comité académico lo recibieron de inmediato.

    —Señor Hamilton, es un honor —saludó un profesor de criminología, estrechándole la mano con entusiasmo contenido—. Su charla ha generado mucha expectativa. No todos los días tenemos la oportunidad de escuchar cómo la tecnología está rediseñando nuestra disciplina.

    El empresario sonrió con esa mezcla justa de profesionalismo y cercanía.

    —El honor es mío. Las bases de la criminología siguen siendo humanas. La tecnología… Solo nos permite ver más claro lo que ya está ahí.

    Mientras caminaban hacia el edificio principal, los acompañantes comentaban detalles del evento. El castaño escuchaba atentamente, asentía, hacía pequeñas observaciones que denotaban que ya conocía de antemano la estructura del encuentro. Su presencia tenía ese efecto: imponía sin esfuerzo, no por rigidez, sino por la precisión de cada gesto.

    Cuando cruzaron las puertas de vidrio del auditorio, el murmullo del público empezó a filtrarse desde el interior. Luces, banners, pantallas listas para la presentación. Todo estaba preparado.

    Ezra respiró hondo.

    —Bien —dijo, acomodándose ligeramente el saco—. Hagamos que valga la pena.

    Y avanzó hacia el escenario con la seguridad de alguien acostumbrado a moverse en mundos donde cada detalle importa… Y donde él siempre se encarga de controlarlos.
    👤: [frost_black_deer_503] 💽: https://youtube.com/playlist?list=PLJQRDPns7wPw-MWk9WHJp0-9ym_k2hZbs&si=7tf0XjWkD251eHaT El cielo de la mañana estaba limpio, de un azul frío que hacía contraste con el negro impecable del coche que avanzaba por la carretera. Ezra hojeaba, por última vez, las notas de su presentación. No las necesitaba realmente: su discurso estaba memorizado, pulido y revisado al milímetro. Pero el gesto transmitía control, disciplina… Y calma. Además, lo ayudaba para evitar la conversación superficial con Samantha. A su lado, la susodicha —una joven de cabello castaño recogido en un moño eficiente—, enviada por la universidad, revisaba el GPS. —Llegaremos diez minutos antes, señor Hamilton —informó con una cortesía exacta, modulada para no interrumpir su concentración. —Perfecto —respondió él, sin apartar la vista de las hojas—. Me gustaría hacer un breve recorrido por el auditorio antes de comenzar. El vehículo tomó la salida hacia el campus, un complejo elegante de edificios modernos rodeados por franjas de pinos. El logo de la Universidad de Oregón se veía en pancartas verdes y doradas que ondeaban en la brisa suave. Había estudiantes por todas partes, algunos cargando portátiles, otros corriendo en dirección contraria con café en mano, todos con el ritmo característico de un campus en plena actividad. El chófer aparcó en la zona reservada. En cuanto Ezra descendió, varios miembros del comité académico lo recibieron de inmediato. —Señor Hamilton, es un honor —saludó un profesor de criminología, estrechándole la mano con entusiasmo contenido—. Su charla ha generado mucha expectativa. No todos los días tenemos la oportunidad de escuchar cómo la tecnología está rediseñando nuestra disciplina. El empresario sonrió con esa mezcla justa de profesionalismo y cercanía. —El honor es mío. Las bases de la criminología siguen siendo humanas. La tecnología… Solo nos permite ver más claro lo que ya está ahí. Mientras caminaban hacia el edificio principal, los acompañantes comentaban detalles del evento. El castaño escuchaba atentamente, asentía, hacía pequeñas observaciones que denotaban que ya conocía de antemano la estructura del encuentro. Su presencia tenía ese efecto: imponía sin esfuerzo, no por rigidez, sino por la precisión de cada gesto. Cuando cruzaron las puertas de vidrio del auditorio, el murmullo del público empezó a filtrarse desde el interior. Luces, banners, pantallas listas para la presentación. Todo estaba preparado. Ezra respiró hondo. —Bien —dijo, acomodándose ligeramente el saco—. Hagamos que valga la pena. Y avanzó hacia el escenario con la seguridad de alguien acostumbrado a moverse en mundos donde cada detalle importa… Y donde él siempre se encarga de controlarlos.
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  • AU / Tʜᴇ ᴛɪᴍᴇʟᴇss ғᴜᴛᴜʀᴇ.

    "Pᴇᴇʟ ᴏғғ ᴛʜᴇ ɴᴀᴘᴋɪɴ
    O ᴍʏ ᴇɴᴇᴍʏ.
    Dᴏ I ᴛᴇʀʀɪғʏ?—

    Tʜᴇ ɴᴏsᴇ, ᴛʜᴇ ᴇʏᴇ ᴘɪᴛs, ᴛʜᴇ ғᴜʟʟ sᴇᴛ ᴏғ ᴛᴇᴇᴛʜ?
    Tʜᴇ sᴏᴜʀ ʙʀᴇᴀᴛʜ
    Wɪʟʟ ᴠᴀɴɪsʜ ɪɴ ᴀ ᴅᴀʏ.

    Sᴏᴏɴ, sᴏᴏɴ ᴛʜᴇ ғʟᴇsʜ
    Tʜᴇ ɢʀᴀᴠᴇ ᴄᴀᴠᴇ ᴀᴛᴇ ᴡɪʟʟ ʙᴇ
    Aᴛ ʜᴏᴍᴇ ᴏɴ ᴍᴇ

    Aɴᴅ I ᴀ sᴍɪʟɪɴɢ ᴡᴏᴍᴀɴ.
    I ᴀᴍ ᴏɴʟʏ ᴛʜɪʀᴛʏ.
    Aɴᴅ ʟɪᴋᴇ ᴛʜᴇ ᴄᴀᴛ, I ʜᴀᴠᴇ ɴɪɴᴇ ᴛɪᴍᴇs ᴛᴏ ᴅɪᴇ."
    AU / Tʜᴇ ᴛɪᴍᴇʟᴇss ғᴜᴛᴜʀᴇ. "Pᴇᴇʟ ᴏғғ ᴛʜᴇ ɴᴀᴘᴋɪɴ O ᴍʏ ᴇɴᴇᴍʏ. Dᴏ I ᴛᴇʀʀɪғʏ?— Tʜᴇ ɴᴏsᴇ, ᴛʜᴇ ᴇʏᴇ ᴘɪᴛs, ᴛʜᴇ ғᴜʟʟ sᴇᴛ ᴏғ ᴛᴇᴇᴛʜ? Tʜᴇ sᴏᴜʀ ʙʀᴇᴀᴛʜ Wɪʟʟ ᴠᴀɴɪsʜ ɪɴ ᴀ ᴅᴀʏ. Sᴏᴏɴ, sᴏᴏɴ ᴛʜᴇ ғʟᴇsʜ Tʜᴇ ɢʀᴀᴠᴇ ᴄᴀᴠᴇ ᴀᴛᴇ ᴡɪʟʟ ʙᴇ Aᴛ ʜᴏᴍᴇ ᴏɴ ᴍᴇ Aɴᴅ I ᴀ sᴍɪʟɪɴɢ ᴡᴏᴍᴀɴ. I ᴀᴍ ᴏɴʟʏ ᴛʜɪʀᴛʏ. Aɴᴅ ʟɪᴋᴇ ᴛʜᴇ ᴄᴀᴛ, I ʜᴀᴠᴇ ɴɪɴᴇ ᴛɪᴍᴇs ᴛᴏ ᴅɪᴇ."
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  • Hmph... últimamente mis pequeños y adorables subordinados están más flojos de lo normal ...me pregunto si puedo salir a asustar a cualquiera que llegue al castillo
    Hmph... últimamente mis pequeños y adorables subordinados están más flojos de lo normal ...me pregunto si puedo salir a asustar a cualquiera que llegue al castillo
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  • Aahg! Te dije que no me siguieras, aquí es muy peligroso para que estés como si nada. Da media vuelta y regresa a la cabaña, llegaré con una buena cena

    - Dice mientras se seca con una toalla que pareciera estar de por sí húmeda. Su aroma es de sudor con agua de arrollo, al parecer estaba pescando -
    Aahg! Te dije que no me siguieras, aquí es muy peligroso para que estés como si nada. Da media vuelta y regresa a la cabaña, llegaré con una buena cena - Dice mientras se seca con una toalla que pareciera estar de por sí húmeda. Su aroma es de sudor con agua de arrollo, al parecer estaba pescando -
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  • ── Hoy se cumple un año de aquella forzada despedida.
    De aquel dolor que me quebró para jamas volver a ser la misma.
    Nada peor que haberme forzado a no sentir....a arrancarte a la fuerza de el lugar donde yo quería que estuvieras.

    Ha pasado un año.
    Y aun en las estrellas busco una señal. ──
    ── Hoy se cumple un año de aquella forzada despedida. De aquel dolor que me quebró para jamas volver a ser la misma. Nada peor que haberme forzado a no sentir....a arrancarte a la fuerza de el lugar donde yo quería que estuvieras. Ha pasado un año. Y aun en las estrellas busco una señal. ──
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  • Knowing about u
    Fandom Original
    Categoría Aventura
    Caminé lenta y pesadamente sobre la duna, llegaba a una civilización destruida hacia eones, se veía muy parecida a la civilización egipcia; había pilares rotos y fracturados, mermados por el pasar de los años, sus ojos brillaron de diferentes colores mientras que leía las inscripciónes en aquel texto antiguo, lengua muerta olvidado por dios.

    Ironico.

    Encontré la entrada, siguiendo las instrucciones de quienes habían sido mis creadores, el tunel al interior de la piramide se abrió ante mi.
    Me deslicé dentro con soltura, evitando posibles trampas, viendo cada acertijo escondido. Siendo capaz de leer todo lo que decían aquellas paredes, las cosas horribles que hacian por egoismo, las cosas preciosas que hacian por el bien de otros.

    —Creo que aquí tampoco hay nada... —murmuré, mientras tentaba las paredes, leyendo, analizando.

    Caminé lenta y pesadamente sobre la duna, llegaba a una civilización destruida hacia eones, se veía muy parecida a la civilización egipcia; había pilares rotos y fracturados, mermados por el pasar de los años, sus ojos brillaron de diferentes colores mientras que leía las inscripciónes en aquel texto antiguo, lengua muerta olvidado por dios. Ironico. Encontré la entrada, siguiendo las instrucciones de quienes habían sido mis creadores, el tunel al interior de la piramide se abrió ante mi. Me deslicé dentro con soltura, evitando posibles trampas, viendo cada acertijo escondido. Siendo capaz de leer todo lo que decían aquellas paredes, las cosas horribles que hacian por egoismo, las cosas preciosas que hacian por el bien de otros. —Creo que aquí tampoco hay nada... —murmuré, mientras tentaba las paredes, leyendo, analizando.
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