El rayo de energía que Zelgadiss lanzó hacia él fue una manifestación de su gran poder; y es que nadie podía negar que Zelgadiss era uno de los mejores guerreros que pudieras encontrar, pero el mazoku demostró su agilidad demoníaca en su máxima expresión. Con un giro casi etéreo, Xellos desapareció en un destello de sombras justo antes de que el rayo lo alcanzara. La energía del ataque atravesó el espacio donde había estado Xellos, y donde ahora solo había un eco vibrante de su presencia y un halo de magia desaprovechada en el aire. Pero la habilidad de Xellos no se detuvo ahí. Mientras el rayo pasaba junto a él, el mazoku extendió una mano y atrapó la magia con una destreza asombrosa. La energía del ataque se retorció y se doblegó ante la voluntad de Xellos, como si fuera arcilla en manos de un alfarero. —Interesante, Zelgadiss. Entonces, con un gesto sutil y delicado, embebido en una burla oscura, Xellos lanzó el rayo de energía transformado contra Zelgadiss. La magia, una vez destinada a ser el ataque de Zelgadiss, ahora se volvía en su contra con una ferocidad renovada. Era un giro retorcido del destino que demostraba la destreza mágica inigualable de Xellos y su implacable voluntad de dominar cualquier situación. [Zelgadiss]

*Hoy ha habido algo de suerte, tal y como está, en mitad de la nada, por lo menos ha podido llenar la panza con algo que no sea verde , seco ,mustio o de cuestionable procedencia. Gracias a Thunder, que horas atrás consiguió dar con el paradero de una liebre. Ni idea de cómo se las ha ingeniado para asar al bicho sin que los tocanarices de turno por poco la linchen por haber intentado hacer fuego. Unos raritos, vaya.* #Cross .

No saben tocar... ¿A caso?

It's me , Hi !

Hmm teniamos buena quimica y me bloquea... u.u

El impacto de la magia de Xellos fue catastrófico. Un torbellino de energía oscura estalló contra Zelgadiss con una violencia asombrosa, como si el mismo abismo se hubiera desatado en la sala. El guerrero fue arrojado hacia atrás en medio de una explosión que envolvía su figura en una vorágine de poder demoniaco. El grito de dolor que escapó de los labios de Zelgadiss resonó en la sala, un lamento que parecía arrancado directamente del infierno. Su cuerpo, indefenso ante el ataque de Xellos, cayó contra el suelo con una brutalidad impactante. Las piedras y escombros se elevaron en el aire en el momento del impacto, creando una estela de destrucción a su paso. Cuando finalmente Zelgadiss quedó en reposo en el suelo, su ropa estaba rasgada y su piel de golem mostraba señales horripilantes del poder oscuro de Xellos. No solo estaba marcada, sino que parecía como si estuviera corroída por la maldad misma. Sin embargo, a pesar de la agonía y la desesperación, Zelgadiss no se rindió. Con una determinación feroz en sus ojos, luchó por levantarse. En un acto de valentía y desesperación, Zelgadiss canalizó su magia como nunca antes lo había hecho. Invocó un hechizo ancestral que resonó en la sala con una solemnidad oscura. El aire mismo vibró con su poder cuando pronunció las palabras mágicas. —¡Es hora de poner fin a esto! En ese instante, el guerrero lanzó un rayo mágico deslumbrante y lleno de furia hacia Xellos. El rayo tenía una naturaleza de poder que desafiaba toda comprensión, una manifestación de la furia contenida de Zelgadis que parecía dispuesta a devorar todo a su paso. Era una fuerza avasalladora, una expresión incontenible de la magia que se manifestaba en un torrente de energía pura y destructiva. El aura que rodeaba el rayo parecía retorcerse y agitarse como si fuera un ser vivo, ansioso por cumplir su propósito con una voracidad inquebrantable. [Xellos]

Xellos, con su agilidad sobrenatural, parecía desafiar la gravedad misma mientras esquivaba las esferas de energía de Zelgadiss. Sus movimientos eran tan fluidos y precisos que podría haberse pensado que bailaba entre los mortales proyectiles, moviéndose con una gracia que desafiaba la lógica. Las esferas, que habían sido lanzadas con fuerza y velocidad, se desviaron de su curso, pasando a su alrededor como si fueran simples gotas de lluvia en una tormenta en medio de la cual Xellos era el rayo. Aprovechando la distracción momentánea que sus rápidos movimientos podrían haber causado, Xellos contraatacó con una velocidad impresionante. Su mano, rodeada por un destello oscuro que parecía emanar de las profundidades del mismísimo abismo, brilló con malicia. Sin dar tiempo para una respuesta, Xellos lanzó la ráfaga de magia hacia Zelgadiss, una descarga de energía oscura que parecía tener un poder destructivo sin igual. [Zelgadiss]