Aún conserva un recuerdo vívido de aquella noche en la que se vio obligado a posar para aquellas fotografías. No tenía la menor idea de para qué eran exactamente, ya que seguramente su manager se lo había dicho, pero en ese momento estaba demasiado adormilado como para recordarlo. Lo habían maquillado, le habían colocado diversos accesorios y lo habían hecho abrazar su guitarra favorita. ¿No bastaba acaso con su apariencia hermosa y su talento? Aparentemente no, ya que Rei llevaba tanto maquillaje que sentía su rostro pesado.
—Esto es demasiado, ¿no creen? —preguntó, tratando de no sonar impaciente. Su naturaleza vampírica ya le otorgaba cierta belleza, ¿acaso necesitaba más? Sin embargo, los fotógrafos parecían decididos a transformarlo en una especie de obra de arte. Rei finalmente se rindió y dejó que continuaran con su visión, confiando en que el resultado final valdría la pena. Después de todo, su deber era cautivar a través de la imagen, ¿no? Incluso si eso requería algunos artificios.
Una vez que las fotografías se publicaron, Rei no pudo evitar sentir cierto bochorno al ver el resultado final. Si bien los retoques y accesorios le habían añadido una belleza fuera de lo común, no pudo dejar de pensar en lo que diría su familia al respecto.
—Mi abuelo me echará a patadas de la casa si ve cómo me vistieron para esa sesión. —comentó con un suspiro, pasando sus dedos pálidos por la pantalla del teléfono.
Aún conserva un recuerdo vívido de aquella noche en la que se vio obligado a posar para aquellas fotografías. No tenía la menor idea de para qué eran exactamente, ya que seguramente su manager se lo había dicho, pero en ese momento estaba demasiado adormilado como para recordarlo. Lo habían maquillado, le habían colocado diversos accesorios y lo habían hecho abrazar su guitarra favorita. ¿No bastaba acaso con su apariencia hermosa y su talento? Aparentemente no, ya que Rei llevaba tanto maquillaje que sentía su rostro pesado.
—Esto es demasiado, ¿no creen? —preguntó, tratando de no sonar impaciente. Su naturaleza vampírica ya le otorgaba cierta belleza, ¿acaso necesitaba más? Sin embargo, los fotógrafos parecían decididos a transformarlo en una especie de obra de arte. Rei finalmente se rindió y dejó que continuaran con su visión, confiando en que el resultado final valdría la pena. Después de todo, su deber era cautivar a través de la imagen, ¿no? Incluso si eso requería algunos artificios.
Una vez que las fotografías se publicaron, Rei no pudo evitar sentir cierto bochorno al ver el resultado final. Si bien los retoques y accesorios le habían añadido una belleza fuera de lo común, no pudo dejar de pensar en lo que diría su familia al respecto.
—Mi abuelo me echará a patadas de la casa si ve cómo me vistieron para esa sesión. —comentó con un suspiro, pasando sus dedos pálidos por la pantalla del teléfono.