• Aun recuerdo , aquella vez que Lancelot me tiró de mi oreja ..... Cuando éramos niños.
    Aun recuerdo , aquella vez que Lancelot me tiró de mi oreja ..... Cuando éramos niños.
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  • Dama pálida que vagas en la noche
    con tu mirada triste y tu vestido de luto.
    En tus pasos silenciosos te deslizas
    y tu presencia helada en mi pecho se instala.
    Dama pálida que vagas en la noche con tu mirada triste y tu vestido de luto. En tus pasos silenciosos te deslizas y tu presencia helada en mi pecho se instala.
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  • -¿Cómo describir una singularidad mágica? ¿Cómo podía una simple perturbación de magia en el espacio ser el causante de tantos desastres naturales y eventos catastróficos? Era tal vez el origen de muchos males y de la manifestación de los monstruos que azolaban los diferentes reinos, o quizá funcionaban como imanes y perpendicularidades, las cuales atraían y captaban la energía remanente de los demás reinos/dimensiones a los alrededores. Las teorías sobre las singularidades mágicas y los nexos de poder eran variadas; cada erudito y sabio tenía su propia manera de pensar respecto al tema. Dentro de la comunidad mágica no se podía llegar a un acuerdo sobre los orígenes, sus causas y futuros efectos, pero una cosa era segura y eso era que la producción repetida de estas "Singularidades" estaba causando problemas en todos los reinos.

    Alex había sido enviado por su orden a realizar un trabajo de investigación para captar una potente señal mágica ubicada en un lejano callejón de uno de los reinos próximos a la capital central. Junto al Alquimista, dos hombres más del magisterio mágico habían sido elegidos para realizar la misma tarea, por lo que los tres hombres se pusieron en marcha hacia su punto de encuentro. Estuvieron alrededor de dos días y dos noches buscando pistas, interrogando a los civiles y realizando cateos por casas, monumentos y diversas edificaciones urbanísticas.

    En el ocaso del tercer día, luego de que se separaran para continuar con la búsqueda, el mutante notó una perturbación mágica producida en un callejón apartado, dando así a un paso apresurado. Por su parte, lo que estuviese generando esa veta mágica en el espacio era algo o alguien muy escurridizo, por lo que Alex debía ser rápido. El maestro de las artes arcanas estaba a pocos metros de su objetivo. Doblando una de las esquinas de un alejado callejón en una de las zonas aledañas a su orbita de búsqueda, se topó con una silueta amorfa, la cual parecía sostener un pequeño objeto entre lo que parecían sus dedos; aquella extraña criatura tenía forma humanoide, pero con diferencias sustanciales.

    El cuerpo y la cabeza del ser desconocido se asemejaba a la de un cefalópodo con un tamaño cercano al metro ochenta, unos pequeños tentáculos colgando de su cabeza de pulpo y aquellos ojos rojizos del pavoroso ser, los cuales se terminaron topando con los del Guerrero; ambos se estuvieron observando en un silencio gélido y continuo, hasta que por fin Alex emitió sonido.-

    Así que tú estabas causando estas perturbaciones mágicas en los alrededores. Mira, sé que quizás pienses que tienes alguna chance de escapar, pero ya no hay donde huir, y las autoridades mágicas tienen muchas preguntas para ti. Te recomiendo amablemente que te dejes de tonterías y respondas a mis preguntas por las buenas, porque en caso contrario serán por las malas, pulpito.~
    -¿Cómo describir una singularidad mágica? ¿Cómo podía una simple perturbación de magia en el espacio ser el causante de tantos desastres naturales y eventos catastróficos? Era tal vez el origen de muchos males y de la manifestación de los monstruos que azolaban los diferentes reinos, o quizá funcionaban como imanes y perpendicularidades, las cuales atraían y captaban la energía remanente de los demás reinos/dimensiones a los alrededores. Las teorías sobre las singularidades mágicas y los nexos de poder eran variadas; cada erudito y sabio tenía su propia manera de pensar respecto al tema. Dentro de la comunidad mágica no se podía llegar a un acuerdo sobre los orígenes, sus causas y futuros efectos, pero una cosa era segura y eso era que la producción repetida de estas "Singularidades" estaba causando problemas en todos los reinos. Alex había sido enviado por su orden a realizar un trabajo de investigación para captar una potente señal mágica ubicada en un lejano callejón de uno de los reinos próximos a la capital central. Junto al Alquimista, dos hombres más del magisterio mágico habían sido elegidos para realizar la misma tarea, por lo que los tres hombres se pusieron en marcha hacia su punto de encuentro. Estuvieron alrededor de dos días y dos noches buscando pistas, interrogando a los civiles y realizando cateos por casas, monumentos y diversas edificaciones urbanísticas. En el ocaso del tercer día, luego de que se separaran para continuar con la búsqueda, el mutante notó una perturbación mágica producida en un callejón apartado, dando así a un paso apresurado. Por su parte, lo que estuviese generando esa veta mágica en el espacio era algo o alguien muy escurridizo, por lo que Alex debía ser rápido. El maestro de las artes arcanas estaba a pocos metros de su objetivo. Doblando una de las esquinas de un alejado callejón en una de las zonas aledañas a su orbita de búsqueda, se topó con una silueta amorfa, la cual parecía sostener un pequeño objeto entre lo que parecían sus dedos; aquella extraña criatura tenía forma humanoide, pero con diferencias sustanciales. El cuerpo y la cabeza del ser desconocido se asemejaba a la de un cefalópodo con un tamaño cercano al metro ochenta, unos pequeños tentáculos colgando de su cabeza de pulpo y aquellos ojos rojizos del pavoroso ser, los cuales se terminaron topando con los del Guerrero; ambos se estuvieron observando en un silencio gélido y continuo, hasta que por fin Alex emitió sonido.- Así que tú estabas causando estas perturbaciones mágicas en los alrededores. Mira, sé que quizás pienses que tienes alguna chance de escapar, pero ya no hay donde huir, y las autoridades mágicas tienen muchas preguntas para ti. Te recomiendo amablemente que te dejes de tonterías y respondas a mis preguntas por las buenas, porque en caso contrario serán por las malas, pulpito.~
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  • —Paul logro alegrarse un poco con tu presencia,dale un saludo—
    —Paul logro alegrarse un poco con tu presencia,dale un saludo—
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  • — nunca se vence, quieres intentar?
    — nunca se vence, quieres intentar? :STK-43:
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  • ༄ 🇸​🇹​🇦​🇷​🇹​🇪​🇷​ 🇹​🇴​...
    ㅤㅤ⤹ Dean 𝕎inch𝙚s𝐭er

    ❛❛ ¿𝟻𝟶 𝒶𝓃̃𝑜𝓈? 𝐸𝓂𝓅𝑒𝒸𝑒𝓂𝑜𝓈 𝓅𝑜𝓇 𝒽𝑜𝓎.
    𝐸𝓁 𝓅𝓇𝒾𝓂𝑒𝓇 𝒹𝒾́𝒶 𝒹𝑒𝓁 𝓇𝑒𝓈𝓉𝑜 𝒹𝑒 𝓃𝓊𝑒𝓈𝓉𝓇𝒶 𝓋𝒾𝒹𝒶. ❜❜

    ㅤㅤㅤ Casi había pasado un mes desde su “secuestro”, desde el ataque del genio, desde aquel buffet libre de pesadillas que le había regalado aquella desinteresada y altruista criatura. Casi un mes desde que, en un dormitorio o en otro, (casi siempre en el de Dean, porque “𝑡𝑎𝑛𝑡𝑜𝑠 𝑐𝑜𝑙𝑜𝑟𝑒𝑠 𝑗𝑢𝑛𝑡𝑜𝑠 𝑡𝑒𝑟𝑚𝑖𝑛𝑎𝑏𝑎𝑛 𝑝𝑜𝑟 𝑐𝑎𝑢𝑠𝑎𝑟𝑙𝑒 𝑗𝑎𝑞𝑢𝑒𝑐𝑎”) la pareja dormía junta prácticamente todas las noches. Convirtiéndose el uno en el muro de contención de las pesadillas del otro.
    Casi un mes desde que Dean había descubierto su verdadero nombre y no se lo había revelado a absolutamente nadie.
    Hecho que Poppy le agradecía de corazón, primero porque no se sentía cómoda con que la gente lo supiera, y segundo porque en el fondo le gustaba que fuera algo entre ellos.

    Aquella noche en la que la habían llevado de vuelta al bunker se había prometido a si misma hablar con Sam, agradecerle su parte de implicación en aquel rescate, y la gestión de todo lo que había venido después, liberándola así a ella misma y a Dean de esa carga.
    Esa promesa, aún estaba pendiente. Pero no tenía intención de posponerla mucho más tiempo.
    Sabía dónde estaba Sam.
    Sabía que estaban solos en el bunker.
    Castiel estaba buscando a Jack.
    Y Dean habían salido al pueblo con la importante misión de llenar la nevera y la despensa.

    Así, Poppy aparece en la biblioteca, donde Sam estaba sentado en la misma silla que siempre usaba, con su inseparable portátil, con una enorme bandeja en las manos, llena de una taza de té. un café, uno de aquellos smoothies verdes que tanto le gustaban, y que hasta a ella le parecían algo repugnante, un plato con huevos revueltos, varias tostadas, algo de fruta fresca y zumo de naranja recién exprimido.

    Tras dejar la bandeja justo frente a él, la británica toma asiento al otro lado de la mesa. Coge la taza de té y bebe un primer trago tomándose su tiempo, mientras soportaba la mirada interrogativa de Sam, con una sonrisa.

    — ¿A que debo este despliegue, Poppy? Tengo la sensación de que es una encerrona…

    — ¿Tan mal concepto tienes aún de mí? Siempre he pensado que Dean era el más duro de pelar en cuanto a confianza se refiera…

    — Tengo claro que esa barrera ya la has sobrepasado con creces, pelirroja.

    — No he venido para hablar sobre mi relación con Dean… Bueno, no del todo al menos. Quería darte las gracias Sam. Por venir a salvarme el pellejo. Por aceptar arriesgarte por mí. — Poco sabia la pelirroja que Dean no hubiera aceptado un no por respuesta en lo que se refería a su rescate, y tampoco le importaba, no le importaban los “peros” que pudiera haber llegado a poner Sam, (si es que había puesto alguno) lo que importaba era que al final, había acudido. — No me importa si lo hiciste por tu hermano y no por mí, estabas ahí y eso es suficiente. De modo que esto es un pequeño gesto de agradecimiento. —

    Mientras dice aquellas últimas palabras empuja con su mano derecha la bandeja algo más hacia Sam, el cual termina por sonreír cuando se hace con el smoothie

    — Lo cierto es que Dean estaba seguro de que no podías haberte ido, que no nos… que no le, habías abandonado…

    — Tu tenías tus dudas, ¿cierto?

    — Las tenía, en pasado. Jamás volverá a ser así, ahora eres una más Pops, bienvenida a la familia.

    Aquellas palabras serian ese tipo de conversación que siempre recordaría, sabía que cuando hubiera pasado el tiempo, sería capaz de rememorar aquella conversación con todo lujo de detalles.
    Conversación que continua, conversación que sería uno de los primeros ladrillos en los cimientos de la relación entre la pelirroja y el menor de los Winchester. Conversación de la cual Poppy Davies saca su siguiente plan.

    Dean había llegado y les había sorprendido en su desayuno de hermandad, pero por suerte para ella no estaban tratando ese tema cuando él llega. En su mente ya estaba el plan trazado por completo y al milímetro. Tan solo necesitaba un día o día y medio para ponerlo en marcha.
    En cuanto tiene medio segundo a solas con un ordenador, busca alquilar la casa perfecta, completamente equipada, en la única playa que había pasado el corte de todos sus filtros.
    Que estuviera cerca, que fuera tranquila, poco concurrido, con arena fina y vegetación alrededor.

    El siguiente paso, es el que más disfruta. Se ausente toda una tarde fuera del bunker, y se dedica a comprar todo cuanto sabía que Dean no tenia y que iba a necesitar, además de otros caprichos que no puede evitar añadir a su compra.
    A la vuelta a casa, aprovechando que Dean está en la ducha, se cuela en su cuarto, con su enorme maleta de color rosa empolvado ya llena de prácticamente todo cuanto necesitaban, y la termina con la ropa que el cazador iba a necesitar.

    Una vez la maleta está en el Impala, Poppy cierra el maletero, se sienta en el asiento del conductor y saca su teléfono.

    ✉ “𝖣𝖾𝖺𝗇 𝗋𝖾𝗎́𝗇𝖾𝗍𝖾 𝖼𝗈𝗇𝗆𝗂𝗀𝗈 𝖾𝗇 𝖾𝗅 𝗀𝖺𝗋𝖺𝗃𝖾, 𝗉𝗈𝗋 𝖿𝖺𝗏𝗈𝗋, 𝖾𝗌 𝗎𝗋𝗀𝖾𝗇𝗍𝖾.”

    Iba a disfrutar aquel viaje, lo sabía. Pero lo mejor de todo aquello era que la británica también disfrutaba todo lo relacionado con la preparación, y la anticipación. Ahora tan solo le quedaba el escollo, de conseguir que Dean le cediera las llaves del coche, porque no pensaba revelar el destino del viaje. No iba a destripar la sorpresa.

    ༄ 🇸​🇹​🇦​🇷​🇹​🇪​🇷​ 🇹​🇴​... ㅤㅤ⤹ [thxsoldier] ❛❛ ¿𝟻𝟶 𝒶𝓃̃𝑜𝓈? 𝐸𝓂𝓅𝑒𝒸𝑒𝓂𝑜𝓈 𝓅𝑜𝓇 𝒽𝑜𝓎. 𝐸𝓁 𝓅𝓇𝒾𝓂𝑒𝓇 𝒹𝒾́𝒶 𝒹𝑒𝓁 𝓇𝑒𝓈𝓉𝑜 𝒹𝑒 𝓃𝓊𝑒𝓈𝓉𝓇𝒶 𝓋𝒾𝒹𝒶. ❜❜ ㅤㅤㅤ Casi había pasado un mes desde su “secuestro”, desde el ataque del genio, desde aquel buffet libre de pesadillas que le había regalado aquella desinteresada y altruista criatura. Casi un mes desde que, en un dormitorio o en otro, (casi siempre en el de Dean, porque “𝑡𝑎𝑛𝑡𝑜𝑠 𝑐𝑜𝑙𝑜𝑟𝑒𝑠 𝑗𝑢𝑛𝑡𝑜𝑠 𝑡𝑒𝑟𝑚𝑖𝑛𝑎𝑏𝑎𝑛 𝑝𝑜𝑟 𝑐𝑎𝑢𝑠𝑎𝑟𝑙𝑒 𝑗𝑎𝑞𝑢𝑒𝑐𝑎”) la pareja dormía junta prácticamente todas las noches. Convirtiéndose el uno en el muro de contención de las pesadillas del otro. Casi un mes desde que Dean había descubierto su verdadero nombre y no se lo había revelado a absolutamente nadie. Hecho que Poppy le agradecía de corazón, primero porque no se sentía cómoda con que la gente lo supiera, y segundo porque en el fondo le gustaba que fuera algo entre ellos. Aquella noche en la que la habían llevado de vuelta al bunker se había prometido a si misma hablar con Sam, agradecerle su parte de implicación en aquel rescate, y la gestión de todo lo que había venido después, liberándola así a ella misma y a Dean de esa carga. Esa promesa, aún estaba pendiente. Pero no tenía intención de posponerla mucho más tiempo. Sabía dónde estaba Sam. Sabía que estaban solos en el bunker. Castiel estaba buscando a Jack. Y Dean habían salido al pueblo con la importante misión de llenar la nevera y la despensa. Así, Poppy aparece en la biblioteca, donde Sam estaba sentado en la misma silla que siempre usaba, con su inseparable portátil, con una enorme bandeja en las manos, llena de una taza de té. un café, uno de aquellos smoothies verdes que tanto le gustaban, y que hasta a ella le parecían algo repugnante, un plato con huevos revueltos, varias tostadas, algo de fruta fresca y zumo de naranja recién exprimido. Tras dejar la bandeja justo frente a él, la británica toma asiento al otro lado de la mesa. Coge la taza de té y bebe un primer trago tomándose su tiempo, mientras soportaba la mirada interrogativa de Sam, con una sonrisa. — ¿A que debo este despliegue, Poppy? Tengo la sensación de que es una encerrona… — ¿Tan mal concepto tienes aún de mí? Siempre he pensado que Dean era el más duro de pelar en cuanto a confianza se refiera… — Tengo claro que esa barrera ya la has sobrepasado con creces, pelirroja. — No he venido para hablar sobre mi relación con Dean… Bueno, no del todo al menos. Quería darte las gracias Sam. Por venir a salvarme el pellejo. Por aceptar arriesgarte por mí. — Poco sabia la pelirroja que Dean no hubiera aceptado un no por respuesta en lo que se refería a su rescate, y tampoco le importaba, no le importaban los “peros” que pudiera haber llegado a poner Sam, (si es que había puesto alguno) lo que importaba era que al final, había acudido. — No me importa si lo hiciste por tu hermano y no por mí, estabas ahí y eso es suficiente. De modo que esto es un pequeño gesto de agradecimiento. — Mientras dice aquellas últimas palabras empuja con su mano derecha la bandeja algo más hacia Sam, el cual termina por sonreír cuando se hace con el smoothie — Lo cierto es que Dean estaba seguro de que no podías haberte ido, que no nos… que no le, habías abandonado… — Tu tenías tus dudas, ¿cierto? — Las tenía, en pasado. Jamás volverá a ser así, ahora eres una más Pops, bienvenida a la familia. Aquellas palabras serian ese tipo de conversación que siempre recordaría, sabía que cuando hubiera pasado el tiempo, sería capaz de rememorar aquella conversación con todo lujo de detalles. Conversación que continua, conversación que sería uno de los primeros ladrillos en los cimientos de la relación entre la pelirroja y el menor de los Winchester. Conversación de la cual Poppy Davies saca su siguiente plan. Dean había llegado y les había sorprendido en su desayuno de hermandad, pero por suerte para ella no estaban tratando ese tema cuando él llega. En su mente ya estaba el plan trazado por completo y al milímetro. Tan solo necesitaba un día o día y medio para ponerlo en marcha. En cuanto tiene medio segundo a solas con un ordenador, busca alquilar la casa perfecta, completamente equipada, en la única playa que había pasado el corte de todos sus filtros. Que estuviera cerca, que fuera tranquila, poco concurrido, con arena fina y vegetación alrededor. El siguiente paso, es el que más disfruta. Se ausente toda una tarde fuera del bunker, y se dedica a comprar todo cuanto sabía que Dean no tenia y que iba a necesitar, además de otros caprichos que no puede evitar añadir a su compra. A la vuelta a casa, aprovechando que Dean está en la ducha, se cuela en su cuarto, con su enorme maleta de color rosa empolvado ya llena de prácticamente todo cuanto necesitaban, y la termina con la ropa que el cazador iba a necesitar. Una vez la maleta está en el Impala, Poppy cierra el maletero, se sienta en el asiento del conductor y saca su teléfono. ✉ “𝖣𝖾𝖺𝗇 𝗋𝖾𝗎́𝗇𝖾𝗍𝖾 𝖼𝗈𝗇𝗆𝗂𝗀𝗈 𝖾𝗇 𝖾𝗅 𝗀𝖺𝗋𝖺𝗃𝖾, 𝗉𝗈𝗋 𝖿𝖺𝗏𝗈𝗋, 𝖾𝗌 𝗎𝗋𝗀𝖾𝗇𝗍𝖾.” Iba a disfrutar aquel viaje, lo sabía. Pero lo mejor de todo aquello era que la británica también disfrutaba todo lo relacionado con la preparación, y la anticipación. Ahora tan solo le quedaba el escollo, de conseguir que Dean le cediera las llaves del coche, porque no pensaba revelar el destino del viaje. No iba a destripar la sorpresa.
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  • — para que me necesitas Eraster?

    Eraster: toma *le da una posión* tómatela

    — ._. ?? Para que-

    Eraster: para tú memoria para que más?

    — a.. *se la toma*

    — ..., yey ya te recuerdo! :D

    Eraster: bien, de que te acuerdas?

    — de que me convertiste en tu mascota a la fuerza, de que me escapé de mi pueblo, porque todos me odian por ser diferente y una cosa rara mal echa por quien sabe, de los golpes de las tiradas de pelo y orejas los gritos... M-mi familia... Corriendo m-mientras todos eran asesinados, p-papá defendiendo a nuestro pueblo, mientras m-mamá corría al bosque para o-ocultarme.. *snif* , esos recuerdos olvidados.. sus últimas palabras fueron, te q-que-remos

    *Comieza a llorar desconsoladamente*

    Eraster: ni yo soy tan odiado.. *mira las sobras de la posión* ta potente..
    — para que me necesitas Eraster? Eraster: toma *le da una posión* tómatela — ._. ?? Para que- Eraster: para tú memoria para que más? — a.. *se la toma* — ..., yey ya te recuerdo! :D Eraster: bien, de que te acuerdas? — de que me convertiste en tu mascota a la fuerza, de que me escapé de mi pueblo, porque todos me odian por ser diferente y una cosa rara mal echa por quien sabe, de los golpes de las tiradas de pelo y orejas los gritos... M-mi familia... Corriendo m-mientras todos eran asesinados, p-papá defendiendo a nuestro pueblo, mientras m-mamá corría al bosque para o-ocultarme.. *snif* , esos recuerdos olvidados.. sus últimas palabras fueron, te q-que-remos *Comieza a llorar desconsoladamente* Eraster: ni yo soy tan odiado.. *mira las sobras de la posión* ta potente..
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  • — ¿Qué quieres comer?

    ×~ Intentará lo mejor para cocinar. A veces, cuando el chef no está, uno tiene que arreglárselas para atender a los clientes ~×
    🐺— ¿Qué quieres comer? ×~ Intentará lo mejor para cocinar. A veces, cuando el chef no está, uno tiene que arreglárselas para atender a los clientes ~×
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  • Ha estado dando vueltas por el agua de una piscina que encontró.++
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  • N-no... No es real, no es real...

    -Lo sabe, intentar ignorar sus ataques alucinógenos no fue buena idea. Aunque cesaron por un tiempo, ahora están peor. A llegado al punto en el que las sombras y jumpscares se han convertido en imágenes y siruetas claras de María. Lo que más rabia le da es que lo único que puede hacer es mirar el cuerpo inerte y desangrado de María delante suya, sin poder hacer nada mientras a la vez escucha susurros de auxilio con su voz-
    N-no... No es real, no es real... -Lo sabe, intentar ignorar sus ataques alucinógenos no fue buena idea. Aunque cesaron por un tiempo, ahora están peor. A llegado al punto en el que las sombras y jumpscares se han convertido en imágenes y siruetas claras de María. Lo que más rabia le da es que lo único que puede hacer es mirar el cuerpo inerte y desangrado de María delante suya, sin poder hacer nada mientras a la vez escucha susurros de auxilio con su voz-
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