• Buenos días a todos. Hoy hace un excelente día. Espero que disfruten del mismo.

    Buenos días a todos. Hoy hace un excelente día. Espero que disfruten del mismo.
    Me gusta
    Me encocora
    5
    0 turnos 0 maullidos
  • @𝐣𝐚𝐦𝐞𝐬𝐩𝐨𝐭𝐞𝐫𝐫 has posted a new photo on Wizardgram!

    Qué bien me queda la barbita
    @𝐣𝐚𝐦𝐞𝐬𝐩𝐨𝐭𝐞𝐫𝐫 has posted a new photo on Wizardgram! Qué bien me queda la barbita
    Me gusta
    2
    0 turnos 0 maullidos
  • — Hogar, dulce hogar... aunque falta el baño y las otras tres habitaciones... ¡hahaha!
    — Hogar, dulce hogar... aunque falta el baño y las otras tres habitaciones... ¡hahaha!
    Me gusta
    Me encocora
    3
    6 turnos 0 maullidos
  • "Porque cuándo se sienten cómo Dioses en la Tierra, los Dioses yacen ansiosos en las profundidades por escucharlos gritar de dolor.
    ¿Quién soy? Un simple mensajero."
    "Porque cuándo se sienten cómo Dioses en la Tierra, los Dioses yacen ansiosos en las profundidades por escucharlos gritar de dolor. ¿Quién soy? Un simple mensajero."
    Me gusta
    Me encocora
    Me endiabla
    6
    0 turnos 0 maullidos
  • 𝑼𝒏 𝒄𝒂𝒎𝒃𝒊𝒐 𝒅𝒆 𝑨𝒊𝒓𝒆𝒔 | ⁽ᴷⁱᵐᵉᵗˢᵘ ⁿᵒ ʸᵃⁱᵇᵃ⁾
    Fandom Kimetsu no Yaiba
    Categoría Aventura
    La luz del alba comenzaba a iluminar la finca Mariposa, bañando con un suave resplandor las paredes de madera. Los rayos de sol, cálidos y delicados, se filtraban a través de las ventanas, despertando lentamente a quienes dormían en el interior. Aoi,fue la primera en levantarse. Sus pies descalzos apenas hicieron ruido al tocar el suelo de tatami, y con un suspiro, empezó a organizar mentalmente las tareas del día. Las demás niñas asistentes también se desperezaban, iniciando la rutina que tanto conocían.

    —Hoy parece ser un día tranquilo —murmuró Aoi, más para sí misma que para las demás, mientras ataba su delantal blanco sobre el kimono. Se dirigió a la cocina, sabiendo que pronto las pequeñas se ocuparían de revisar a los huéspedes de la finca.

    En la mansión Mariposa, las heridas tanto del cuerpo como del alma se curaban, y eso era algo que Nezuko, Inosuke y Zenitsu habían experimentado de primera mano. No hacía mucho que la señora Shinobu les había dado el visto bueno para regresar a sus deberes como cazadores de demonios, después de los desgarradores sucesos en el Monte Natagumo. Desde entonces, la finca se había convertido en un refugio seguro, un lugar al que regresar tras cada misión, donde podían encontrar un respiro de la constante lucha que definía sus vidas. Para Nezuko, en particular, ese pequeño oasis era más que necesario.

    Esa mañana, sin embargo, algo parecía diferente. Las niñas, que habían entrado en la habitación compartida para su habitual revisión matutina, encontraron el lugar inusualmente despejado. Las camas estaban vacías y ordenadas. Zenitsu e Inosuke, siempre tan impredecibles, habían partido días antes en sus respectivas misiones individuales. Pero lo que realmente les llamó la atención fue la ausencia de Nezuko, la única que aún no había sido requerida para una nueva misión.

    —¿Dónde podría estar? —preguntó una de las niñas, frunciendo el ceño mientras miraba alrededor.

    Un sonido suave, el correr del agua, llegó a sus oídos desde una habitación cercana. Esa pista bastó para calmar su preocupación momentánea.

    Lo que ninguna de ellas esperaba era que la calma de aquella mañana iba a ser efímera. Lo que parecía ser un día rutinario estaba a punto de cambiar, pues una presencia insospechada, cargada de intenciones desconocidas, se aproximaba silenciosamente a los terrenos de la señora Shinobu.
    La luz del alba comenzaba a iluminar la finca Mariposa, bañando con un suave resplandor las paredes de madera. Los rayos de sol, cálidos y delicados, se filtraban a través de las ventanas, despertando lentamente a quienes dormían en el interior. Aoi,fue la primera en levantarse. Sus pies descalzos apenas hicieron ruido al tocar el suelo de tatami, y con un suspiro, empezó a organizar mentalmente las tareas del día. Las demás niñas asistentes también se desperezaban, iniciando la rutina que tanto conocían. —Hoy parece ser un día tranquilo —murmuró Aoi, más para sí misma que para las demás, mientras ataba su delantal blanco sobre el kimono. Se dirigió a la cocina, sabiendo que pronto las pequeñas se ocuparían de revisar a los huéspedes de la finca. En la mansión Mariposa, las heridas tanto del cuerpo como del alma se curaban, y eso era algo que Nezuko, Inosuke y Zenitsu habían experimentado de primera mano. No hacía mucho que la señora Shinobu les había dado el visto bueno para regresar a sus deberes como cazadores de demonios, después de los desgarradores sucesos en el Monte Natagumo. Desde entonces, la finca se había convertido en un refugio seguro, un lugar al que regresar tras cada misión, donde podían encontrar un respiro de la constante lucha que definía sus vidas. Para Nezuko, en particular, ese pequeño oasis era más que necesario. Esa mañana, sin embargo, algo parecía diferente. Las niñas, que habían entrado en la habitación compartida para su habitual revisión matutina, encontraron el lugar inusualmente despejado. Las camas estaban vacías y ordenadas. Zenitsu e Inosuke, siempre tan impredecibles, habían partido días antes en sus respectivas misiones individuales. Pero lo que realmente les llamó la atención fue la ausencia de Nezuko, la única que aún no había sido requerida para una nueva misión. —¿Dónde podría estar? —preguntó una de las niñas, frunciendo el ceño mientras miraba alrededor. Un sonido suave, el correr del agua, llegó a sus oídos desde una habitación cercana. Esa pista bastó para calmar su preocupación momentánea. Lo que ninguna de ellas esperaba era que la calma de aquella mañana iba a ser efímera. Lo que parecía ser un día rutinario estaba a punto de cambiar, pues una presencia insospechada, cargada de intenciones desconocidas, se aproximaba silenciosamente a los terrenos de la señora Shinobu.
    Tipo
    Individual
    Líneas
    25
    Estado
    Disponible
    Me gusta
    Me encocora
    9
    55 turnos 0 maullidos
  • Rey y viajero
    Fandom Crossover
    Categoría Fantasía

    ( https://www.youtube.com/watch?v=0ThIonKfSHo&list=PL9_PHl3aQPmFstsAnsiaOOo9fnnKq4G8B&index=53 )

    Un día comenzó a nevar.
    Las ciudades se llenaban de nieve, y con las bajas temperaturas los hogares dejaron salir humo de sus chimeneas avivando la llama de la hoguera en busca de calor. Aún si el invierno había llegado antes de lo previsto los aldeanos no vieron problema en ello; lo recibieron con alegría, y los niños en las calles no dudaban en hacer equipos para tirarse bolas de nieve.

    Con las aguas congeladas algún comerciante vería problema en ingresar, el pueblo centraba mayormente su acceso mediante la costa, lo demás eran granjas y casas que daban hacia una enorme montaña que no habitaban más que las bestias salvajes.
    Dos hombres miraban el muelle, sus ojos ya cansados y su piel arrugada eran rasgos de su avanzada edad. Nostalgia manaba de ellos conforme la oscuridad se apoderaba del lugar.

    —¿Crees que algún día volverá? —Dijo uno, con su sombrero de paja sujeto en las manos, apretando con debilidad— La última vez peleamos, y no quiero irme de este mundo hasta no verlo una vez más.

    Su amigo entonces lo vio, con una media sonrisa y le puso sobre su hombro la mano.

    —Cuándo menos te lo esperes tu hijo volverá, es necio, pero te ama.

    Y con esto, ambos ancianos sonrieron y volvieron a mirar el agua ya congelada. Recordando esas épocas de juventud dónde alguna vez siendo jóvenes hablaron de viajar por el mundo en busca de aventuras.

    .....


    Entre las casas se hallaba una taberna, de dos pisos, en el primero las jarras con cerveza se repartían, las risas y cantos tampoco faltaban. En el segundo piso yacía una posada, ahí estaban los viajeros que por haber tardado no alcanzaron a irse del pueblo, se hablaban sobre sus tierras, de dónde venían y qué cosas hacían para ganarse la vida. Uno de ellos llamado Edrick se alzaba por los demás, siendo el cabecilla y preguntando uno a uno, hasta que en la oscuridad el rubio advirtió la silueta de un hombre, moreno cómo del medio oriente y una capa de blanco inmaculado. Estaba viéndolos en silencio, con una sonrisa.

    —¿Y tú de dónde vienes? —Edrick lo apuntó.

    Los demás se voltearon al moreno.

    —He viajado tanto que ya no lo recuerdo —Respondió con naturalidad, volviéndose a una ventana—, sólo merodeo de aquí y por allá.

    Los demás se miraron entre sí, confusos. No porque sus palabras fueran trascendentales, sí no más bien porque lo que el persa les decía respondía tan poco que dejaba sobre la mesa más preguntas por hacer.

    —De seguro es un vagabundo —Murmuró uno de ellos.

    Mahdi, quién lo alcanzó a escuchar no dijo nada, fingiendo demencia, sólo centraba su mirada a la ventana, esperando: había "algo" que parecía haberle maravillado en las afueras del pueblo.
    ( https://www.youtube.com/watch?v=0ThIonKfSHo&list=PL9_PHl3aQPmFstsAnsiaOOo9fnnKq4G8B&index=53 ) Un día comenzó a nevar. Las ciudades se llenaban de nieve, y con las bajas temperaturas los hogares dejaron salir humo de sus chimeneas avivando la llama de la hoguera en busca de calor. Aún si el invierno había llegado antes de lo previsto los aldeanos no vieron problema en ello; lo recibieron con alegría, y los niños en las calles no dudaban en hacer equipos para tirarse bolas de nieve. Con las aguas congeladas algún comerciante vería problema en ingresar, el pueblo centraba mayormente su acceso mediante la costa, lo demás eran granjas y casas que daban hacia una enorme montaña que no habitaban más que las bestias salvajes. Dos hombres miraban el muelle, sus ojos ya cansados y su piel arrugada eran rasgos de su avanzada edad. Nostalgia manaba de ellos conforme la oscuridad se apoderaba del lugar. —¿Crees que algún día volverá? —Dijo uno, con su sombrero de paja sujeto en las manos, apretando con debilidad— La última vez peleamos, y no quiero irme de este mundo hasta no verlo una vez más. Su amigo entonces lo vio, con una media sonrisa y le puso sobre su hombro la mano. —Cuándo menos te lo esperes tu hijo volverá, es necio, pero te ama. Y con esto, ambos ancianos sonrieron y volvieron a mirar el agua ya congelada. Recordando esas épocas de juventud dónde alguna vez siendo jóvenes hablaron de viajar por el mundo en busca de aventuras. ..... Entre las casas se hallaba una taberna, de dos pisos, en el primero las jarras con cerveza se repartían, las risas y cantos tampoco faltaban. En el segundo piso yacía una posada, ahí estaban los viajeros que por haber tardado no alcanzaron a irse del pueblo, se hablaban sobre sus tierras, de dónde venían y qué cosas hacían para ganarse la vida. Uno de ellos llamado Edrick se alzaba por los demás, siendo el cabecilla y preguntando uno a uno, hasta que en la oscuridad el rubio advirtió la silueta de un hombre, moreno cómo del medio oriente y una capa de blanco inmaculado. Estaba viéndolos en silencio, con una sonrisa. —¿Y tú de dónde vienes? —Edrick lo apuntó. Los demás se voltearon al moreno. —He viajado tanto que ya no lo recuerdo —Respondió con naturalidad, volviéndose a una ventana—, sólo merodeo de aquí y por allá. Los demás se miraron entre sí, confusos. No porque sus palabras fueran trascendentales, sí no más bien porque lo que el persa les decía respondía tan poco que dejaba sobre la mesa más preguntas por hacer. —De seguro es un vagabundo —Murmuró uno de ellos. Mahdi, quién lo alcanzó a escuchar no dijo nada, fingiendo demencia, sólo centraba su mirada a la ventana, esperando: había "algo" que parecía haberle maravillado en las afueras del pueblo.
    Tipo
    Individual
    Líneas
    1
    Estado
    Disponible
    Me gusta
    Me encocora
    5
    3 turnos 0 maullidos
  • —Maestro... Últimamente me has mirado mucho... P-pasa algo de lo que quieras contarme? —
    —Maestro... Últimamente me has mirado mucho... P-pasa algo de lo que quieras contarme? —
    Me encocora
    Me gusta
    5
    0 turnos 0 maullidos
  • Es difícil encontrar un nuevo físico . Que tengan mi lado samurai
    Es difícil encontrar un nuevo físico . Que tengan mi lado samurai
    Me gusta
    Me shockea
    4
    5 turnos 0 maullidos
  • Mientras caminabas escuchaste la voz de Blossom, parecía estar teniendo una pequeña discusión con tu manager - ay ya Dani, ni que hubiera sido la gran cosa la peda- observaste como Blossom no podía ver a Daniel a la cara mientras que este resopló tratando de tenerle paciencia -Blossom... Enserio... Me llamaste para que fuera a recogerte por qué ya estabas cansado, y cuando llegó por ti, encuentro a Somna hasta el culo de alcohol hablando con una cuchara, a Shen desmayado en la bañera, A CAPU DESNUDANDOSE MIENTRAS BAILABA Y TU DROGADO HASTA LOS PELOS MAS CALIENTE QUE UN BOILER DESCOMPUESTO, lo peor de todo que todo esto sucedía al mismo tiempo con esta canción de fondo!- Blossom se puso rojo como tomate al escuchar la canción cuando Dan la puso en su teléfono

    https://youtu.be/njwEUV3OVNc?si=xuh9TsD7WcHXXRWz
    Mientras caminabas escuchaste la voz de Blossom, parecía estar teniendo una pequeña discusión con tu manager - ay ya Dani, ni que hubiera sido la gran cosa la peda- observaste como Blossom no podía ver a Daniel a la cara mientras que este resopló tratando de tenerle paciencia -Blossom... Enserio... Me llamaste para que fuera a recogerte por qué ya estabas cansado, y cuando llegó por ti, encuentro a Somna hasta el culo de alcohol hablando con una cuchara, a Shen desmayado en la bañera, A CAPU DESNUDANDOSE MIENTRAS BAILABA Y TU DROGADO HASTA LOS PELOS MAS CALIENTE QUE UN BOILER DESCOMPUESTO, lo peor de todo que todo esto sucedía al mismo tiempo con esta canción de fondo!- Blossom se puso rojo como tomate al escuchar la canción cuando Dan la puso en su teléfono https://youtu.be/njwEUV3OVNc?si=xuh9TsD7WcHXXRWz
    Me gusta
    2
    0 turnos 0 maullidos
  • A diferencia de Mahdi, quién busca la redención no solamente suya, sino de las almas que guía; existe Tawrich.
    De alguna manera tienen un trato bastante peculiar y forzoso: Tawrich lo mantiene con vida al otro, y en ocasiones disfruta de atormentarlo al punto de que Mahdi ha deseado su muerte.
    Cruel, y vengativo. El daeva de la traición es uno de los seguidores de Angra Mainyu. Despertó una noche asesinando a personas y destruyendo la ciudad hasta quedarse sin energía, dejando a un atormentado Mahdi cómo testigo de su atrocidad.
    A diferencia de Mahdi, quién busca la redención no solamente suya, sino de las almas que guía; existe Tawrich. De alguna manera tienen un trato bastante peculiar y forzoso: Tawrich lo mantiene con vida al otro, y en ocasiones disfruta de atormentarlo al punto de que Mahdi ha deseado su muerte. Cruel, y vengativo. El daeva de la traición es uno de los seguidores de Angra Mainyu. Despertó una noche asesinando a personas y destruyendo la ciudad hasta quedarse sin energía, dejando a un atormentado Mahdi cómo testigo de su atrocidad.
    Me gusta
    Me encocora
    Me endiabla
    7
    0 turnos 0 maullidos
Patrocinados