Rey y viajero
Fandom Crossover
Categoría Fantasía

( https://www.youtube.com/watch?v=0ThIonKfSHo&list=PL9_PHl3aQPmFstsAnsiaOOo9fnnKq4G8B&index=53 )

Un día comenzó a nevar.
Las ciudades se llenaban de nieve, y con las bajas temperaturas los hogares dejaron salir humo de sus chimeneas avivando la llama de la hoguera en busca de calor. Aún si el invierno había llegado antes de lo previsto los aldeanos no vieron problema en ello; lo recibieron con alegría, y los niños en las calles no dudaban en hacer equipos para tirarse bolas de nieve.

Con las aguas congeladas algún comerciante vería problema en ingresar, el pueblo centraba mayormente su acceso mediante la costa, lo demás eran granjas y casas que daban hacia una enorme montaña que no habitaban más que las bestias salvajes.
Dos hombres miraban el muelle, sus ojos ya cansados y su piel arrugada eran rasgos de su avanzada edad. Nostalgia manaba de ellos conforme la oscuridad se apoderaba del lugar.

—¿Crees que algún día volverá? —Dijo uno, con su sombrero de paja sujeto en las manos, apretando con debilidad— La última vez peleamos, y no quiero irme de este mundo hasta no verlo una vez más.

Su amigo entonces lo vio, con una media sonrisa y le puso sobre su hombro la mano.

—Cuándo menos te lo esperes tu hijo volverá, es necio, pero te ama.

Y con esto, ambos ancianos sonrieron y volvieron a mirar el agua ya congelada. Recordando esas épocas de juventud dónde alguna vez siendo jóvenes hablaron de viajar por el mundo en busca de aventuras.

.....


Entre las casas se hallaba una taberna, de dos pisos, en el primero las jarras con cerveza se repartían, las risas y cantos tampoco faltaban. En el segundo piso yacía una posada, ahí estaban los viajeros que por haber tardado no alcanzaron a irse del pueblo, se hablaban sobre sus tierras, de dónde venían y qué cosas hacían para ganarse la vida. Uno de ellos llamado Edrick se alzaba por los demás, siendo el cabecilla y preguntando uno a uno, hasta que en la oscuridad el rubio advirtió la silueta de un hombre, moreno cómo del medio oriente y una capa de blanco inmaculado. Estaba viéndolos en silencio, con una sonrisa.

—¿Y tú de dónde vienes? —Edrick lo apuntó.

Los demás se voltearon al moreno.

—He viajado tanto que ya no lo recuerdo —Respondió con naturalidad, volviéndose a una ventana—, sólo merodeo de aquí y por allá.

Los demás se miraron entre sí, confusos. No porque sus palabras fueran trascendentales, sí no más bien porque lo que el persa les decía respondía tan poco que dejaba sobre la mesa más preguntas por hacer.

—De seguro es un vagabundo —Murmuró uno de ellos.

Mahdi, quién lo alcanzó a escuchar no dijo nada, fingiendo demencia, sólo centraba su mirada a la ventana, esperando: había "algo" que parecía haberle maravillado en las afueras del pueblo.
( https://www.youtube.com/watch?v=0ThIonKfSHo&list=PL9_PHl3aQPmFstsAnsiaOOo9fnnKq4G8B&index=53 ) Un día comenzó a nevar. Las ciudades se llenaban de nieve, y con las bajas temperaturas los hogares dejaron salir humo de sus chimeneas avivando la llama de la hoguera en busca de calor. Aún si el invierno había llegado antes de lo previsto los aldeanos no vieron problema en ello; lo recibieron con alegría, y los niños en las calles no dudaban en hacer equipos para tirarse bolas de nieve. Con las aguas congeladas algún comerciante vería problema en ingresar, el pueblo centraba mayormente su acceso mediante la costa, lo demás eran granjas y casas que daban hacia una enorme montaña que no habitaban más que las bestias salvajes. Dos hombres miraban el muelle, sus ojos ya cansados y su piel arrugada eran rasgos de su avanzada edad. Nostalgia manaba de ellos conforme la oscuridad se apoderaba del lugar. —¿Crees que algún día volverá? —Dijo uno, con su sombrero de paja sujeto en las manos, apretando con debilidad— La última vez peleamos, y no quiero irme de este mundo hasta no verlo una vez más. Su amigo entonces lo vio, con una media sonrisa y le puso sobre su hombro la mano. —Cuándo menos te lo esperes tu hijo volverá, es necio, pero te ama. Y con esto, ambos ancianos sonrieron y volvieron a mirar el agua ya congelada. Recordando esas épocas de juventud dónde alguna vez siendo jóvenes hablaron de viajar por el mundo en busca de aventuras. ..... Entre las casas se hallaba una taberna, de dos pisos, en el primero las jarras con cerveza se repartían, las risas y cantos tampoco faltaban. En el segundo piso yacía una posada, ahí estaban los viajeros que por haber tardado no alcanzaron a irse del pueblo, se hablaban sobre sus tierras, de dónde venían y qué cosas hacían para ganarse la vida. Uno de ellos llamado Edrick se alzaba por los demás, siendo el cabecilla y preguntando uno a uno, hasta que en la oscuridad el rubio advirtió la silueta de un hombre, moreno cómo del medio oriente y una capa de blanco inmaculado. Estaba viéndolos en silencio, con una sonrisa. —¿Y tú de dónde vienes? —Edrick lo apuntó. Los demás se voltearon al moreno. —He viajado tanto que ya no lo recuerdo —Respondió con naturalidad, volviéndose a una ventana—, sólo merodeo de aquí y por allá. Los demás se miraron entre sí, confusos. No porque sus palabras fueran trascendentales, sí no más bien porque lo que el persa les decía respondía tan poco que dejaba sobre la mesa más preguntas por hacer. —De seguro es un vagabundo —Murmuró uno de ellos. Mahdi, quién lo alcanzó a escuchar no dijo nada, fingiendo demencia, sólo centraba su mirada a la ventana, esperando: había "algo" que parecía haberle maravillado en las afueras del pueblo.
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