𝐀𝐍𝐓𝐇𝐎𝐍𝐘 𝐁𝐑𝐈𝐃𝐆𝐄𝐑𝐓𝐎𝐍
Si hacía tan solo unas semanas le hubiesen comentado a Kate que se iba a encontrar en la residencia de los Bridgerton no se lo habría creído. Y menos en la que era la casa familiar de siempre, no la de la ciudad.
Cuando recibieron aquella invitación, su hermana se emocionó, saltando y celebrando aquello. Pero no era por ver al vizconde más cotizado de la sociedad londinense, era más por poder salir de la monotonía en la que se encontraban.
No podía negar que todo el mundo había sido de lo más agradable con ella. Incluso se había permitido sentir una pizca de envidia al ver a toda la familia tan unida. Eran completamente diferentes, pero se complementaban de una manera increíble.
Tras haber desayunado, se excusó de la poca gente que había bajado ya a saciar su hambre, y quiso explorar por su cuenta un poco los jardines del lugar. Los había visto de lejos el primer día, y con la calma y el buen día que parecía haber decidió que era el mejor momento.
No se molestó en coger una chaqueta, el sol calentaba su piel mientras iba caminando con tranquilidad, acariciando las flores con su diestra al pasar.
[CROCODILCROCK]
Si hacía tan solo unas semanas le hubiesen comentado a Kate que se iba a encontrar en la residencia de los Bridgerton no se lo habría creído. Y menos en la que era la casa familiar de siempre, no la de la ciudad.
Cuando recibieron aquella invitación, su hermana se emocionó, saltando y celebrando aquello. Pero no era por ver al vizconde más cotizado de la sociedad londinense, era más por poder salir de la monotonía en la que se encontraban.
No podía negar que todo el mundo había sido de lo más agradable con ella. Incluso se había permitido sentir una pizca de envidia al ver a toda la familia tan unida. Eran completamente diferentes, pero se complementaban de una manera increíble.
Tras haber desayunado, se excusó de la poca gente que había bajado ya a saciar su hambre, y quiso explorar por su cuenta un poco los jardines del lugar. Los había visto de lejos el primer día, y con la calma y el buen día que parecía haber decidió que era el mejor momento.
No se molestó en coger una chaqueta, el sol calentaba su piel mientras iba caminando con tranquilidad, acariciando las flores con su diestra al pasar.