Yo soy Luka jr Salvatore fushiguro rey del Inframundo un dios y me voy a andar rebajando por un humano? No mejor me enfoco en seres sobrenaturales Nerina Thorne como tu comprenderas
Yo soy Luka jr Salvatore fushiguro rey del Inframundo un dios y me voy a andar rebajando por un humano? No mejor me enfoco en seres sobrenaturales [haze_Aqua_Ocean] como tu comprenderas
No quiero hacerle daño suelte su arma si no quiere verselas con un ninja de la hoja..
-el joven ninja agarra el mango de su katana preparandose para sacarla-
No quiero hacerle daño suelte su arma si no quiere verselas con un ninja de la hoja..
-el joven ninja agarra el mango de su katana preparandose para sacarla-
Tuve el valor de invitar a un chico pero ihhh no se si aceptará, deberia de ir a buscarlo pero soy muy penoso
- Inhala valor exhala miedo - Yo Christopher tengo el valor para hacerlo para nada que estoy bien nervioso y paniqueado
Tuve el valor de invitar a un chico pero ihhh no se si aceptará, deberia de ir a buscarlo pero soy muy penoso
- Inhala valor exhala miedo - Yo Christopher tengo el valor para hacerlo para nada que estoy bien nervioso y paniqueado
—Dana Valentine, la CEO y fundadora de Hyperion... qué figura más misteriosa. Para el ojo público, una billonaria reservada e introvertida de quien a duras penas se sabía algo, y que se le veía, con suerte, una vez al año en público.
"Hackear a Hyperion" era visto como algo tan fantasioso en nuestro círculo, que se volvió una especie de dicho interno. "¿Qué te pasa hoy, hackeaste a Hyperion?" solían preguntarle a uno cuando lo veían más animado que de costumbre, por dar un ejemplo.
Y es que ganarse la lotería todos los días durante un año consecutivo resultaría más fácil que hackear a Hyperion. Su seguridad era de otra dimensión... literalmente. Un ejercicio de futilidad era, tanto así, que ya nadie se molestaba siquiera en intentarlo.
Algo que descubrí yo mismo, es que Hyperion tampoco se molestaba en buscar represalias a quienes lo intentábamos. Nos veían como menos que insectos seguramente, y con justa razón.
Así fue como "hackear a Hyperion" se convirtió en parte de mi rutina, un chiste interno, un tic nervioso, un ritual, llamémosle de cualquier modo. Todos los días gastaba tiempo, dinero y recursos intentándolo, y todos los días fallaba. ¿Por qué? No sé, estoy un poco loco.
Pero lo que separa a los locos de los genios es sólo un día... y ese día, el día en el que el sistema entero de Hyperion detectó que algo hizo falta, por un instante breve, menos de un segundo... hubo una vulnerabilidad.
El día en el que Dana Valentine, o D.A.N.A. como la conocía un selecto grupo de individuos, murió. El día en el que pude extraer algo de ahí, apenas un par de líneas de texto, pues la vulnerabilidad no duró más de un segundo... sólo unas líneas de texto que cambiaron todo lo que creía conocer. —
—Dana Valentine, la CEO y fundadora de Hyperion... qué figura más misteriosa. Para el ojo público, una billonaria reservada e introvertida de quien a duras penas se sabía algo, y que se le veía, con suerte, una vez al año en público.
"Hackear a Hyperion" era visto como algo tan fantasioso en nuestro círculo, que se volvió una especie de dicho interno. "¿Qué te pasa hoy, hackeaste a Hyperion?" solían preguntarle a uno cuando lo veían más animado que de costumbre, por dar un ejemplo.
Y es que ganarse la lotería todos los días durante un año consecutivo resultaría más fácil que hackear a Hyperion. Su seguridad era de otra dimensión... literalmente. Un ejercicio de futilidad era, tanto así, que ya nadie se molestaba siquiera en intentarlo.
Algo que descubrí yo mismo, es que Hyperion tampoco se molestaba en buscar represalias a quienes lo intentábamos. Nos veían como menos que insectos seguramente, y con justa razón.
Así fue como "hackear a Hyperion" se convirtió en parte de mi rutina, un chiste interno, un tic nervioso, un ritual, llamémosle de cualquier modo. Todos los días gastaba tiempo, dinero y recursos intentándolo, y todos los días fallaba. ¿Por qué? No sé, estoy un poco loco.
Pero lo que separa a los locos de los genios es sólo un día... y ese día, el día en el que el sistema entero de Hyperion detectó que algo hizo falta, por un instante breve, menos de un segundo... hubo una vulnerabilidad.
El día en el que Dana Valentine, o D.A.N.A. como la conocía un selecto grupo de individuos, murió. El día en el que pude extraer algo de ahí, apenas un par de líneas de texto, pues la vulnerabilidad no duró más de un segundo... sólo unas líneas de texto que cambiaron todo lo que creía conocer. —
Quiero invitar a salir a cierto lobo a salir, pero recordé que soy demasiado tímido y ahora no se si mandarle un mensaje para que venga a este café y socialicemos....
-sorbito de bebida nervioso-
Quiero invitar a salir a cierto lobo a salir, pero recordé que soy demasiado tímido y ahora no se si mandarle un mensaje para que venga a este café y socialicemos....
-sorbito de bebida nervioso-
¿A hierro oxidado bajo la lengua, a humo maldito, a la última nota de un réquiem jamás terminado?
¿Y la destrucción?
No ruge, no grita.
No es un cataclismo glorioso, ni una danza de fuego. Es un susurro, una ausencia. El eco de algo que ya no está.
¿Y el final?
No hay frío.
No hay oscuridad.
No hay infierno ni gloria, ni redención.
Solo un par de ojos vacíos, enfocados en la nada. Un cuerpo sin dueño, abandonado a la crueldad del rigor mortis. Cada músculo tenso en su último gesto, petrificado en la pose de quien no esperaba la muerte, pero la conocía de memoria.
El legado es exiguo.
Unos huesos delgados, quebradizos, extraviados entre los rincones olvidados de las Backrooms.
Algunos recuerdos dispersos en la mente de los que aún respiran.
Portales agrietados, llorando un glitch que nadie más sabrá leer.
Y una maraña de espíritus torturados, liberados de su prisión, libres para vagar o...
La muerte, en su crudeza final, es definitiva. No admite promesas, ni esperanza, ni retorno.
Pero incluso en la ruina, en los restos, en la negrura donde ni las sombras se atreven a morar, el camino se alarga.
Porque el final de una historia…
Siempre es el inicio de otra.
Y hay cosas que, aunque las consuman, no se pierden.
Su legado prevalece.
¿A qué sabe la muerte?
¿A hierro oxidado bajo la lengua, a humo maldito, a la última nota de un réquiem jamás terminado?
¿Y la destrucción?
No ruge, no grita.
No es un cataclismo glorioso, ni una danza de fuego. Es un susurro, una ausencia. El eco de algo que ya no está.
¿Y el final?
No hay frío.
No hay oscuridad.
No hay infierno ni gloria, ni redención.
Solo un par de ojos vacíos, enfocados en la nada. Un cuerpo sin dueño, abandonado a la crueldad del rigor mortis. Cada músculo tenso en su último gesto, petrificado en la pose de quien no esperaba la muerte, pero la conocía de memoria.
El legado es exiguo.
Unos huesos delgados, quebradizos, extraviados entre los rincones olvidados de las Backrooms.
Algunos recuerdos dispersos en la mente de los que aún respiran.
Portales agrietados, llorando un glitch que nadie más sabrá leer.
Y una maraña de espíritus torturados, liberados de su prisión, libres para vagar o...
La muerte, en su crudeza final, es definitiva. No admite promesas, ni esperanza, ni retorno.
Pero incluso en la ruina, en los restos, en la negrura donde ni las sombras se atreven a morar, el camino se alarga.
Porque el final de una historia…
Siempre es el inicio de otra.
Y hay cosas que, aunque las consuman, no se pierden.
Su legado prevalece.
[Fire.bl00m] 𝐓𝐮 𝐞𝐥𝐢𝐠𝐞𝐬....
𝘾𝙖𝙨𝙩𝙞𝙜𝙖𝙧 mis pecados que son abominables e imperdonables. 💀
O 𝙋𝙚𝙧𝙙𝙤𝙣𝙖𝙧 con misericordia y dar una segunda oportunidad a este 𝘊𝘳𝘦𝘵𝘪𝘯𝘰... ❤️🩹
𝑪𝒖𝒂𝒍𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓 𝒆𝒍𝒆𝒄𝒄𝒊𝒐𝒏 𝒆𝒔 𝒗𝒂𝒍𝒊𝒅𝒂.
𝐓𝐮𝐬 𝐬𝐞𝐧𝐭𝐢𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬 𝐬𝐨𝐧 𝐢𝐦𝐩𝐨𝐫𝐭𝐚𝐧𝐭𝐞𝐬 🌹
— Tras la neblina de tus pensamientos, una fuente de luz se mantiene parpadeante. Los sentimientos podrán ser ilógicos, pero te guían a las decisiones más leales a tus principios, y te ayudan a evitar tanto los lamentos cómo arrepentimientos.