Las invitaciones a fiestas llegaron, las insinuaciones, los regalos...todo llegó puntual como otros Halloween.
Pero este año todos y cada uno fueron rechazados.
 
Sayuri se quedó en casa, no habia nada que celebrar, él estaba con ella.
 
Pero....
 
Él estaba y no estaba.
¿Qué era lo que le mantenía a él  su cabeza ocupada? 
¿Qué era eso que a él  le ponia los ojos tristes y la boca seca?
¿Por qué parecía buscar él a alguien entre la gente?
¿Qué habia en el pasado de él que parecía atraerlo más que su presente y futuro?
 
*¿Qué puedo esperar?
Solo soy una mocosa sin oficio.
Solo fui un proyecto, pero ahora,  se que ya no tengo relevancia. *
 
Los pensamientos de la joven se volvían oscuros.
 
* No tengo nada mas que ofrecerle que todo mi amor y lealtad, pero...comprendo que eso no es suficiente.  No soy suficiente. * 
 
Cada noche de silencio,  donde era él quien llegaba tarde solo aumentaba sus pensamientos destructivos. 
 
Tomó pluma y papel para escribir. 
 
"Lamento no haber sido suficiente." 
"Lamento no tener la madurez para ayudarte."
"Lamento no haber sabido como apoyarte."
"Te juro por mi vida, que lo intenté. "
 
Después de escribir eso, dejó las flores que habia estado cuidando,  que deseaba fueran parte se su ramo en el altar. 
Asi como su anillo.
 
Tomó su mochila vieja, con la ropa que ella tenia, dejando incluso su cartera con el dinero que habia estado ahorrando para ella misma pagarse su universidad. 
 
Ya nada de eso material importaba.
 
Salió de aquella casa que deseó llamar hogar, pero que ella no había estado a la altura.
Y comenzó a caminar.
Dolía,  lloraba y sollozaba mientras lo hacía,  pero en su cabeza, la mejor opción era esa; dejar el lugar para alguien que fuera suficiente, dejar qué él encuentre a una mujer con estudios, con buena familia, que lo haga muy feliz siempre, tanto que él jamas vea hacia atrás.
 
Porque Sayuri... ella nunca sería suficiente. 
  Las invitaciones a fiestas llegaron, las insinuaciones, los regalos...todo llegó puntual como otros Halloween.
Pero este año todos y cada uno fueron rechazados.
Sayuri se quedó en casa, no habia nada que celebrar, él estaba con ella.
Pero....
Él estaba y no estaba.
¿Qué era lo que le mantenía a él  su cabeza ocupada? 
¿Qué era eso que a él  le ponia los ojos tristes y la boca seca?
¿Por qué parecía buscar él a alguien entre la gente?
¿Qué habia en el pasado de él que parecía atraerlo más que su presente y futuro?
*¿Qué puedo esperar?
Solo soy una mocosa sin oficio.
Solo fui un proyecto, pero ahora,  se que ya no tengo relevancia. *
Los pensamientos de la joven se volvían oscuros.
* No tengo nada mas que ofrecerle que todo mi amor y lealtad, pero...comprendo que eso no es suficiente.  No soy suficiente. * 
Cada noche de silencio,  donde era él quien llegaba tarde solo aumentaba sus pensamientos destructivos. 
Tomó pluma y papel para escribir. 
"Lamento no haber sido suficiente." 
"Lamento no tener la madurez para ayudarte."
"Lamento no haber sabido como apoyarte."
"Te juro por mi vida, que lo intenté. "
Después de escribir eso, dejó las flores que habia estado cuidando,  que deseaba fueran parte se su ramo en el altar. 
Asi como su anillo.
Tomó su mochila vieja, con la ropa que ella tenia, dejando incluso su cartera con el dinero que habia estado ahorrando para ella misma pagarse su universidad. 
Ya nada de eso material importaba.
Salió de aquella casa que deseó llamar hogar, pero que ella no había estado a la altura.
Y comenzó a caminar.
Dolía,  lloraba y sollozaba mientras lo hacía,  pero en su cabeza, la mejor opción era esa; dejar el lugar para alguien que fuera suficiente, dejar qué él encuentre a una mujer con estudios, con buena familia, que lo haga muy feliz siempre, tanto que él jamas vea hacia atrás.
Porque Sayuri... ella nunca sería suficiente.