• La bruma flotaba sobre la superficie del lago, difuminando la línea entre el agua y el cielo. La luz de la luna se reflejaba en las aguas tranquilas, creando destellos dorados que parecían danzar al ritmo de una música silenciosa. Allí, sobre una roca cercana a la orilla, se encontraba Lysander Elion Veyrith, conocido entre mortales como Lysander, aunque su verdadero nombre resonaba como un eco celestial: Elion.

    Sus alas negras con reflejos dorados descansaban parcialmente plegadas, y un suspiro del viento hizo ondear su cabello azabache con reflejos plateados. Sus ojos dorados captaban cada movimiento a su alrededor, percibiendo presencias invisibles y ecos de emociones que el agua misma parecía reflejar. La corriente susurraba secretos que sólo él podía entender, y sus labios se movieron apenas, murmurando:
    “바람이言하는 것을 들을 수 있어야 한다.”
    "Debes escuchar lo que el viento susurra."

    Elion no estaba allí por casualidad. Cada piedra, cada brisa, cada reflejo sobre la superficie del lago era parte de su estudio y su vigilancia. Los artefactos antiguos y reliquias que recolectaba tenían que permanecer protegidos, y el mundo humano necesitaba que él observara desde la distancia, sin intervenir… al menos por ahora.

    Se inclinó ligeramente sobre el agua, sus dedos rozando la superficie, creando ondas que se extendían suavemente. Allí, entre el reflejo de la luna y la bruma que abrazaba el lago, Lysander parecía suspendido entre mundos: humano y divino, luz y sombra, visible y etéreo. La tranquilidad del lugar contrastaba con el poder que emanaba de su figura, un recordatorio silencioso de que incluso el viento más suave puede ocultar una tormenta devastadora.

    Y mientras la noche continuaba, Lysander permaneció allí, observando, escuchando, esperando. Un guardián en silencio, el hermano menor de Viktor y Noah, cuya influencia se extendía más allá de lo que los ojos mortales podían comprender. El río sagrado no solo reflejaba la luz de la luna; reflejaba la presencia de un ser cuya historia apenas comenzaba a desplegarse entre la bruma y el viento.
    La bruma flotaba sobre la superficie del lago, difuminando la línea entre el agua y el cielo. La luz de la luna se reflejaba en las aguas tranquilas, creando destellos dorados que parecían danzar al ritmo de una música silenciosa. Allí, sobre una roca cercana a la orilla, se encontraba Lysander Elion Veyrith, conocido entre mortales como Lysander, aunque su verdadero nombre resonaba como un eco celestial: Elion. Sus alas negras con reflejos dorados descansaban parcialmente plegadas, y un suspiro del viento hizo ondear su cabello azabache con reflejos plateados. Sus ojos dorados captaban cada movimiento a su alrededor, percibiendo presencias invisibles y ecos de emociones que el agua misma parecía reflejar. La corriente susurraba secretos que sólo él podía entender, y sus labios se movieron apenas, murmurando: “바람이言하는 것을 들을 수 있어야 한다.” "Debes escuchar lo que el viento susurra." Elion no estaba allí por casualidad. Cada piedra, cada brisa, cada reflejo sobre la superficie del lago era parte de su estudio y su vigilancia. Los artefactos antiguos y reliquias que recolectaba tenían que permanecer protegidos, y el mundo humano necesitaba que él observara desde la distancia, sin intervenir… al menos por ahora. Se inclinó ligeramente sobre el agua, sus dedos rozando la superficie, creando ondas que se extendían suavemente. Allí, entre el reflejo de la luna y la bruma que abrazaba el lago, Lysander parecía suspendido entre mundos: humano y divino, luz y sombra, visible y etéreo. La tranquilidad del lugar contrastaba con el poder que emanaba de su figura, un recordatorio silencioso de que incluso el viento más suave puede ocultar una tormenta devastadora. Y mientras la noche continuaba, Lysander permaneció allí, observando, escuchando, esperando. Un guardián en silencio, el hermano menor de Viktor y Noah, cuya influencia se extendía más allá de lo que los ojos mortales podían comprender. El río sagrado no solo reflejaba la luz de la luna; reflejaba la presencia de un ser cuya historia apenas comenzaba a desplegarse entre la bruma y el viento.
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  • Todos los cercanos a mí en mi vida están en una relación feliz y pensé que yo también podría tener eso, pero estoy empezando a pensar que tal vez simplemente no está en los planes para mí.
    Todos los cercanos a mí en mi vida están en una relación feliz y pensé que yo también podría tener eso, pero estoy empezando a pensar que tal vez simplemente no está en los planes para mí.
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  • Lysander Elion Veyrith: Presencia Silenciosa
    Entre las nubes que abrazan las cimas de las montañas sagradas de Japón, se desliza Lysander Elion Veyrith, aunque pocos conocen su verdadero nombre: Elion. La luz del amanecer se refleja en sus ojos dorados, que parecen contener tanto la calma de la luna como la intensidad del sol, y en su cabello negro azabache con reflejos plateados que se agita suavemente con la brisa. Nacido...
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  • —El doctor Gaster y yo eramos muy buenos amigos hace años,era una mente brillante y muy filosofica,me apena mucho lo que le paso..
    —El doctor Gaster y yo eramos muy buenos amigos hace años,era una mente brillante y muy filosofica,me apena mucho lo que le paso..
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  • La vida no perdona la debilidad.
    La vida no perdona la debilidad.
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  • Viaje a tierras lejanas parte 2
    -Luego de unas cuantas horas de viaje, llegó a Ankara,Turquía. Tomó un taxi y viajó unos minutos hacia la casa que una vez la albergo. Luego del recibimiento que tuvo por parte de su madre adoptiva, que en su rostro pasó de sorpresa a desagrado en una fracción de segundo; su hermano Aslan, quien al verla solo bajo la mirada. La mujer vio a su abuela...
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  • - ella estaba muy aburrida, se sentía prisionera Pero era de noche y los guardias o caballeros sacros estaban viniendo su puerta -

    Tsk .... Por qué mis tíos no confía en mi , no me gusta quedarme un lugar sin hacer nada quiero hacer algo , creí que mi tía elizabeth me entendería .
    - ella estaba muy aburrida, se sentía prisionera Pero era de noche y los guardias o caballeros sacros estaban viniendo su puerta - Tsk .... Por qué mis tíos no confía en mi , no me gusta quedarme un lugar sin hacer nada quiero hacer algo , creí que mi tía elizabeth me entendería .
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  • No le digo tarado a mi padre por nada, cuando madre le dice algo, él al momento se traba y debo salir a su ayuda.
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  • La nieve se ve hermosa con la luna

    -la joven se puso a pensar aquellos días , de que era una jovencita diosa que solía jugar en la nieve juntos sus padres .-
    La nieve se ve hermosa con la luna -la joven se puso a pensar aquellos días , de que era una jovencita diosa que solía jugar en la nieve juntos sus padres .-
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  • 𓆰𓆪 𝘼𝘴𝘮𝘰𝘥𝘦𝘶𝙨،ؚ
    𝓓𝓮𝓶𝓸𝓷 𝓑𝓸𝔂،ؚ𓅈
    - 慾望惡魔 -

    — ¿Asmodeo me busca? Maldito Satíriaco.

    Hizo una mueca de disgusto al recordar que ese demonio era un adicto a tener intimidad con cualquier criatura. Su maestro siempre le llamaba para darle trabajos sucios dónde tenía que involucrarse con humanos y ceder a su naturaleza.

    — Los malditos humanos son tan repugnantes, ¿Cómo puede el estúpido de Eros trabajar para ellos? Pero bueno, después de todo es un dios. No tienes que ser inteligente para ser uno.

    Se burló con un tono sarcástico mientras escuchaba la llamada.

    — Lo voy a visitar cuando cumpla mi rutina de ejercicios, dile que no sea tan odioso.

    Cortó la llamada que tenía con otro demonio y rodó los ojos con fastidio. Apagó la máquina de caminar y se detuvo a beber. Le fastidiaba visitar el inframundo, era un lugar tan sucio. ¿No era irónico que un demonio de la lujuria fuera adicto a la limpieza? Bueno, no le importaba ser uno.
    𓆰𓆪 𝘼𝘴𝘮𝘰𝘥𝘦𝘶𝙨،ؚ 𝓓𝓮𝓶𝓸𝓷 𝓑𝓸𝔂،ؚ𓅈 - 慾望惡魔 - — ¿Asmodeo me busca? Maldito Satíriaco. Hizo una mueca de disgusto al recordar que ese demonio era un adicto a tener intimidad con cualquier criatura. Su maestro siempre le llamaba para darle trabajos sucios dónde tenía que involucrarse con humanos y ceder a su naturaleza. — Los malditos humanos son tan repugnantes, ¿Cómo puede el estúpido de Eros trabajar para ellos? Pero bueno, después de todo es un dios. No tienes que ser inteligente para ser uno. Se burló con un tono sarcástico mientras escuchaba la llamada. — Lo voy a visitar cuando cumpla mi rutina de ejercicios, dile que no sea tan odioso. Cortó la llamada que tenía con otro demonio y rodó los ojos con fastidio. Apagó la máquina de caminar y se detuvo a beber. Le fastidiaba visitar el inframundo, era un lugar tan sucio. ¿No era irónico que un demonio de la lujuria fuera adicto a la limpieza? Bueno, no le importaba ser uno.
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