Ni siquiera en un día sábado me dan un respiro. ¡Uuuuff!.

Ellos no lo saben.
No soy una joven promesa.
Soy un viejo juramento.
Esta niña, ya mujer, es como un delincuente lacassagniano; Soy el monstruo que crearon, precisamente, por querer destruirlo.
No soy más que el beneficio extraído de sus errores al querer extraer de mí beneficios.
Querían que fuera su Frankenstein.
Su producto.
Y ahora que me han construido, ni ellos me pueden conseguir, ni ellos me pueden comprar, ni ellos me pueden destruir.

Estar siempre así contigo me hace tan feliz, ambos nos complementamos y eso me encanta mi amor, te aseguro que dos como yo no hay y por eso siempre estaremos juntos, toda nuestra eternidad, te amo y te amaré siempre mi querido Constantin Aurelian Reis futuro de Veyrith~

Buenos dias a todos! Espero esta mañana sea buena para todos~

Mmm ya amaneció...

-Me extire en la cama, que tenía el olor de mi pareja abrazando su almohada -

Mmmm, vik se fue a la empresa así que tengo casita sola

-Dije parandome de la cama, extirandome suavemente metiendo mi mano bajo mi sudadera, para pararme poniéndome mis pantuflas bajando a abajo. Dándole comida a kuro acariciándolo para después, irme al balcón con un te caliente -

Mmmm~

Qué hambre. Necesito un poco de entretenimiento...

Que bonito amanecer, empezaré a buscar algún trabajo humano pero primero a aprender cosas mundanas... Esto de hacerlo sola es complicado, mis hijos aprendieron por mi sobrino pero me imagino lo dificil que fue para ellos

- "Al fin es sabado... pero eso no me quita el estres que tengo por no haber logrado ver a Kori esta semana tampoco... digo, obviamente quiero pelear con el... si"

*Una carta no recibida a tiempo, y una visita al cementerio... Pero Cal no sabe qué hacer. Recuerda a Shinn, quien también comparte con ella estas visitas regulares al cementerio... Y esa carta es un aullido de dolor que no se escuchó, una llamada de auxilio antes de la agonía y lo inevitable...
Y repite las palabras que su amigo le enseñara.*

-Aquellos por quienes las campanas suenan, el tiempo sigue marchando...