No puedo sacarme esta estúpida sensación de que algo va mal, odio sentirme así.

—Que es lo que quieres?...porque me dijiste que vinera aqui?—

Qué de luz entra en mis aposentos....*Sonrie para mirar por la ventana y admirar el paisaje*

En mis aposentos privados del templo. Donde nadie puede entrar.

ㅤ⸻ Finalmente, tendré mi banquete.

"𝐄𝐬𝐜ú𝐜𝐡𝐚𝐦𝐞 𝐛𝐢𝐞𝐧 𝐢𝐦𝐛é𝐜𝐢𝐥, 𝐯𝐨𝐲 𝐚 𝐩𝐫𝐨𝐭𝐞𝐠𝐞𝐫𝐭𝐞 𝐚 𝐭í 𝐲 𝐚 𝐑𝐮𝐛í, 𝐢𝐧𝐜𝐥𝐮𝐬𝐨 𝐬𝐢 𝐬𝐞 𝐭𝐫𝐚𝐭𝐚 𝐝𝐞 𝐮𝐬𝐭𝐞𝐝𝐞𝐬 𝐦𝐢𝐬𝐦𝐨𝐬. 𝐍𝐨 𝐦𝐞 𝐢𝐦𝐩𝐨𝐫𝐭𝐚 𝐚𝐜𝐚𝐛𝐚𝐫 𝐥𝐚𝐬𝐭𝐢𝐦𝐚𝐝𝐨 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐩𝐫𝐨𝐜𝐞𝐬𝐨"









Su cabeza dolía demasiado, aunque el dolor no se comparaba nada al que sentía en su cuerpo. Sus ojos se abrían y cerraban constantemente, trataba de acostumbrarse a la luz de aquel hospital.

Cuando por fin pudo abrirlos sin problemas, se sentía confundido. Al mirar hacia otro lado, vió el cuerpo de Ryan tendido en una cama de hospital. Luego, se miro a su mismo, estaba totalmente vendado, miro su brazo, se había roto. Un suspiro se escapó de sus labios, tratando de recordar que había pasado. Ni si quiera tenía que pensarlo mucho, ya que los recuerdos habían llegado de golpe.


Había ido a recoger a Ryan, este había tenido un enfrentamiento con un tipo que había secuestrado a una mujer, al parecer, amiga de Ryan. Sus hombres le habían avisado que este estaba en problemas y al enterarse de todo. No dudo en ordenar que no se involucren más. Que detuvieran a Ryan de hacer cualquier estupidez, en lo que el llegaba.

Al verlo, no dudo en darle un puñetazo para que se calmara, Ryan estaba perdiendo la razón. Ordenó a qué lo metieran al auto. Las camaras no eran un problema, había encargado a Irina a qué borrará toda la información. Y a sus hombres que se encargaran del resto.

Aunque Ryan trató de resistirse, fue metido al auto. Y tuvieron una discusión acalorada. En medio del camino hacia la mansión, fue cuando las cosas empeoraron, y provocó que el auto cayera a una quebrada, que para suerte de ellos no era tan alta. Instintivamente, Kiev terminó abrazando a Ryan, protegiendo su cuerpo de la mayoría de golpes en la cabeza, cuando terminaron por caer, fue el mismo que con sus últimas fuerzas, saco el cuerpo de Ryan a arrastras antes de que el auto, explotará.

El resto es historia.

Su mirada, nuevamente se dirigío hacia Ryan, solo que esta vez se mostraba aliviado. Al menos, él estaba bien, no le importaba acabar muy herido.

— Maldito imbécil...olvídate de tu viaje pagado a Rio de Janeiro.

La imagen de la justicia proviene de la representación de la diosa romana Justitia
A ella se la ha mostrado usualmente con una venda en los ojos, una balanza en una mano y una espada en la otra.
La venda o la ausencia de visión simboliza la imparcialidad, la balanza representa la equidad y la espada indica la capacidad de imponer sanciones.

Las coincidencias no existen.