La primera nevada, anoche mientras todos los habitantes del castillo descansaban profundamente gracias a un sueño reparador. Los primeros copos de nieve cayeron toda la noche, al despertar lo primero que hice fue abrir un poco las cortinas, todo alrededor está completamente cubierto por toneladas de nieve.

Todo se ve blanco, una de las cosas que más me gustan de Hogwarts es cuándo nieva. 

Hasta hace dos días todos los alrededores del castillo estaban cubiertos de montones de hojas, de diferentes colores y formas.

Todavía recuerdo mi primer día de vuelta al castillo, pero ya mis días como estudiante se han quedado en un pasado lejano.

Recuerdo lo nerviosa que me encontraba por dentro, cuándo la ahora directora Magnoball, me presentó al resto de los demás profesores, como la nueva profesora de pociones.

Todos los alumnos tienen que partir el 1 de septiembre, en cambio, los profesores viajamos unos días antes. Claramente muchos ya llevan años viviendo en el castillo, desde Londres viajaba yo sola.

O eso creí al principio.

Este año no sería la única nueva incorparación del profesorado, en ese mismo tren también viajaba una ex Hufflepuff.

Al principio no la reconocí, no fue hasta que coincidimos en el mismo vagon que nuestras miradas se cruzaron.

-Lilly.

-Anna.

La emoción de reencontrarme con la única amiga tejona que hice en los años como estudiante, dejaron atrás mis nervios y los malos pensamientos que no dejaban de inundar mi mente.

El resto del trayecto cada una nos pusimos al día, después de la gran batalla contra Voldemort, todo cambio.

El año pasado volvieron abrir el castillo, después de la guerra, aparte de los profesores y la nueva directora. Muchos antiguos alumnos ayudaron a reconstruir las partes dañadas del castillo.

A muchos amigos después de la guerra no volví a verlos, por fortuna todos sobrevivieron. 

Anna va a ser la nueva profesora de Transformaciones, fue la mejor en su promoción. Lo mismo que me pasó a mí, con pociones.

Tomar el relevo de Severus Snape no será nada fácil. En mi mente una y otra vez vuelvo a recordar la última conversación que mantuve con él.

Antes de que se volviera el director de Hogwarts y todo se cerniese en oscuridad.

-Es fántastico que a las dos nos hayan contratado como profesoras, en nuestro antiguo colegio. La idea de vivir en Hogwarts me hace muy feliz.

Anna expresa su alegría mientras vuelve a mirar por la ventana en su lado del vagón, observó su vestido bien planchado a juego con su perfecto y poco maquillaje. Está claro que de las dos, ella va con un outfit más formal, en cambio yo me acabe poniendo lo primero que pillé en el armario.

-Ahora seremos nosotras las que quitemos puntos a las casas y castiguemos a los alumnos.

-Las tornas han cambiado.

-Estoy deseando comenzar este año.

-Y yo.

Nuestro tren estaciono en la parada de Hogsmade a altas horas de la noche, Hagrid nos acompañó durante todo el recorrido.

Todo nuestro equipaje ya se encontraba en nuestras habitaciones, estamos en diferentes torres, ya que nuestras clases se encuentran en zonas diferentes del castillo. 

Mi habitación se encuentran dentro de mi despacho como profesora, al entrar enseguida comprobé que le hicieron un lavado de imagen. No parece que antes fuera de Snape y mi habitación también es completamente diferente.

Me gusta.

Antes de acostarme con ayuda de mi varita coloque muchas de las cosas que guardé en mi baúl y en la maleta. Quería haber escrito a mis padres antes de meterme en la cama, al final les escribí después del desayuno.

Durante el desayuno la directora Magnoball nos presentó a Anna y a mí, al resto de los profesores. A muchos ya los conocemos, pero la mayoría son nuevos igual que nosotras.

-Un placer conoceros a todos.

-¿Tu apellido es Snow?.

-Lilly Snow, para ser más precisa.

-Como sea.

Esa mañana mientras disfrutaba de un exquisito desayuno, iba haciéndome a la idea de la que es mi nueva vida.

El resto de los días fueron mágicos, me puse las pilas para escribir a la familia, preparar las clases y poner orden a todas mis cosas.

Mientras esperaba con muchas ganas la llegada de los alumnos.

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Los alumnos aún no han llegado, la clase de hoy no va a gustarles, hay examen sorpresa. Mientras tomaba el desayuno, emocionada observó la decoración navideña que ponen cada año.

Aunque mi fiesta favorita siempre será Halloween.