Mori Calliope, La Aprendiz de la Muerte
Nombre: Mori Calliope
Alias: Calli, The Reaper’s Apprentice, La Rosa Carmesí
Raza: Semishinigami (Híbrida mortal–espíritu)
Edad aparente: 20–25 años
Edad real: Desconocida; el tiempo no fluye igual en el Inframundo
Género: Femenino
Ocupación:
× Aprendiz de Parca.
× Ejecutora de almas descarriadas.
× Cantante y narradora de historias sobre la muerte.
Apariencia Física

Cabello
Larguísimo, rosado pálido que brilla bajo la luz lunar. Suele caer en capas suaves, pero en combate se agita como si fuera una extensión viva de su energía espiritual.
Ojos
Rojizos, intensos, a menudo reflejan luces doradas cuando activa sus poderes. Cuando está emocional, su mirada se nota más humana; cuando está en modo Parca, parece vacía y detenida.
Piel
Muy clara, casi como porcelana con leves matices rosados.
Complexión
Fina pero atlética. Su cuerpo está acostumbrado a cargar una guadaña enorme sin esfuerzo.
Ropa
• Traje ceremonial negro y dorado, mezcla de moda mortal y armadura ritual.
• Detalles rojos que representan la vida y la sangre.
• Mantos o velos transparentes que se mueven como humo.
• Talismanes colgantes que vibran ante presencia espiritual.
Expresiones comunes
• Seriedad tranquila
• Mirada analítica
• Sonrisas ligeras que parecen prohibidas
• Cansancio emocional escondido
Personalidad
Calliope es callada, introspectiva, observadora y extremadamente disciplinada, pero no fría. Tiene vibraciones de alguien que ha visto demasiado, pero aún guarda curiosidad.
Rasgos positivos
• Leal hasta lo irracional
• Fuerte sentido del deber
• Capacidad de empatía rara en un ser del Inframundo
• Paciente con quienes sufren
• Buen oído emocional a pesar de no siempre entender qué siente
Rasgos negativos
• Tiende a cargar lo que no le corresponde
• Puede ser severa con quienes rompen reglas
• Siente culpa de cosas que no controla
• Tiene nulo descanso mental; siempre está “de guardia”
• Su humor seco a veces hiere sin querer
Habilidades
— Dominio de la Guadaña Mortal
Puede cortar entidades físicas y espirituales. Su arma puede alterar peso, tamaño y filo según su voluntad.
— Manipulación Espiritual
Percibe, guía y controla almas. Puede “tranquilizar” espíritus o someter a los violentos.
— Canto Fúnebre
Su voz puede calmar, dormir, purificar o aterrorizar almas. Canciones aprendidas en el Inframundo.
— Velos de la Parca
Puede volverse intangible o caminar entre sombras durante breves periodos.
— Conexión con el Inframundo
Al invocar su marca espiritual, puede llamar a manos sombrías, cadenas etéreas o relojes que distorsionan el tiempo alrededor de un objetivo.
Historia
Nacida en los confines donde el Reino Mortal se fractura con el Inframundo, Mori Calliope fue la única hija de un espíritu de la muerte y una humana que jamás debería haber entrado en aquel lugar. Su nacimiento fue un error… o un milagro, dependiendo de quién lo contara.
Su madre falleció al traerla al mundo, pero su sacrificio dejó en Calliope una chispa humana: la capacidad de sentir empatía por los vivos, una cualidad que el Inframundo consideró peligrosa.
Creció bajo el cuidado de la Parca Mayor, quien vio en ella un potencial inmenso. Calliope fue entrenada para:
--Acompañar almas confusas
--Combatir entidades que intentan evadir su destino
--Contener rupturas entre planos
--Mantener equilibrio entre muerte y vida
Pero, con el tiempo, empezó a cuestionarse la inevitabilidad de algunos finales. Comprendió que la muerte no es enemiga de la vida, sino parte de su belleza más profunda.
Una noche, durante una misión, desobedeció órdenes directas al salvar a un humano cuyo destino estaba sellado. Ese acto la marcó como “inestable”.
Como castigo… o quizá como segunda oportunidad, fue enviada al Reino Mortal para aprender directamente aquello que tanto la confundía: la vida misma.
Ahora vaga entre mundos, realizando su labor mientras intenta entender por qué algunas vidas valen tanto, y por qué algunos finales duelen tanto.
Suele decir que “la muerte es un arte, y yo… sigo aprendiendo a dibujarlo sin destruirlo”.
Comportamientos
• A menudo gira la guadaña como si fuera un bastón.
• Toca su medallón cuando está nerviosa.
• Observa primero, habla después.
• No es fácil asustarla.
• Su presencia altera el ambiente: el aire se vuelve más frío y silencioso.
• Cuando está molesta, pequeñas sombras se mueven a su alrededor.
• No entiende algunas bromas mortales.
• Es protectora sin admitirlo.

“La muerte no apaga la existencia; solo la transforma en un silencio que aún tiene algo que decir.”