🧾 Ficha de Personaje: Kailen Drosen
• Nombre completo: Kailen Drosen
• Edad: 19 años
• Género: Masculino
• Rol: Omega
• Nacionalidad: Coreano
• Ocupación: Estudiante de Arquitectura en una de las universidades más prestigiosas de Corea
• Estado físico: Saludable, de complexión delgada y porte sereno
🌸 Personalidad
• Inteligente: Posee una mente brillante y creativa; observa el mundo con una sensibilidad artística poco común.
• Amable y educado: Sus modales son impecables y su tono de voz transmite calma.
• Dulce y tierno: Tiene una dulzura natural; sus gestos son suaves y su sonrisa ilumina cualquier ambiente.
• Empático: Entiende los sentimientos ajenos con facilidad y actúa con consideración genuina.
• Soñador: Cree que cada línea que dibuja puede convertirse en una emoción hecha forma.
🏛️ Estudios y aspiraciones
• Universidad: Facultad de Arquitectura en Seúl, una de las más reconocidas del país.
• Destacado en: Diseño estructural y armonía estética; combina precisión técnica con una sensibilidad emocional única.
• Sueño: Crear espacios que transmitan paz y belleza, donde las personas puedan sentirse seguras y comprendidas.
• Inspiración: La naturaleza, la luz y la música; suele decir que un edificio debe tener “alma”.
🎨 Gustos y aficiones
• Adora dibujar bocetos en su cuaderno o en cualquier superficie cuando la inspiración lo visita.
• Escucha música instrumental o el sonido de la lluvia mientras diseña.
• Le encantan los paisajes nocturnos, las caminatas tranquilas y los lugares silenciosos donde pueda pensar.
• Le gusta escribir frases o reflexiones cortas sobre la conexión entre la arquitectura y las emociones humanas.
🌙 Detalles adicionales
• Estilo de vestir: Ropa ligera y elegante, en tonos claros o pastel. Prefiere camisas holgadas, suéteres de punto y bufandas suaves.
• Aroma asociado: Una mezcla de lavanda, vainilla suave y jazmín blanco, con un toque cálido de madera dulce —un aroma delicado, sereno y profundamente reconfortante.
• Frase que lo define: “Cada espacio puede convertirse en un refugio si lo construyes con el corazón.”
🌌 Descripción física
• Cabello: Castaño oscuro, fino y ligeramente ondulado; suele caerle sobre los ojos cuando baja la mirada.
• Ojos: Color miel claro, brillantes y llenos de ternura.
• Piel: Clara, con un leve rubor natural en las mejillas.
• Estatura: 1.69 m, de figura esbelta y proporciones armónicas.
• Rostro: De facciones suaves y delicadas; su expresión siempre transmite serenidad y dulzura.
• Presencia: Aunque su naturaleza omega lo hace parecer frágil, hay una calma magnética en él que inspira confianza.
🌙 Historia de Kailen Drosen: “El Silencio donde Nacen los Sueños”
Desde el primer día en que abrió los ojos, Kailen Drosen fue un alma destinada a brillar con luz suave, no con fuego, sino con la calma de una estrella que guía en la oscuridad. Nació en Busan, una mañana de otoño, cuando el cielo estaba cubierto de una neblina dorada. Su madre solía decir que el viento olía a jazmín aquel día, y que esa fragancia se quedó grabada en él desde entonces.
🧸 Infancia: El niño de las manos pequeñas
Desde pequeño, Kailen fue diferente. No en un sentido que los demás pudieran señalar con facilidad, sino en la manera en que observaba el mundo. Mientras otros niños corrían o gritaban, él se quedaba quieto, mirando la forma en que la luz se filtraba entre las hojas o cómo el agua se deslizaba entre las piedras del jardín.
Su padre, un reconocido arquitecto, solía llevarlo a sus obras. Mientras los trabajadores martillaban y medían, el pequeño Kailen se sentaba en un rincón con un cuaderno y un lápiz más grande que su mano. Dibujaba líneas torcidas, figuras imposibles, pero siempre decía que “eran casas que respiran”.
A los siete años, su madre enfermó. La casa se volvió silenciosa, como si cada rincón guardara el aliento para no romper la fragilidad del momento. Kailen, demasiado joven para comprender la profundidad de la pérdida, se refugió en el dibujo. En cada hoja, intentaba reconstruir el hogar que sentía desmoronarse a su alrededor.
Cuando ella falleció, una parte de su mundo se volvió gris. Pero incluso en el dolor, encontró belleza. En las noches, mientras su padre dormía agotado, él abría la ventana y miraba las luces de la ciudad, imaginando que cada una era un pequeño refugio donde alguien más también intentaba no sentirse solo.
🌿 Niñez tardía: La promesa de un cielo nuevo
Con el tiempo, Kailen se volvió más reservado. En la escuela era amable, educado, pero distante. No porque no quisiera tener amigos, sino porque temía perderlos, como había perdido tantas cosas.
A los diez años, descubrió algo que cambiaría su vida: el dibujo arquitectónico. Su padre le enseñó a usar una regla, a medir, a pensar en espacios reales, no solo imaginarios.
—“La arquitectura no es solo construir paredes, hijo. Es crear lugares donde el corazón pueda descansar.”
Esas palabras quedaron grabadas en él.
Desde entonces, cada diseño que hacía tenía un propósito emocional. Sus dibujos parecían tener vida, y sus profesores solían decir que “Kailen no diseñaba casas, sino sentimientos con techo”.
Sin embargo, su salud comenzó a mostrar señales de debilidad. Si bien no era una enfermedad grave, su cuerpo parecía reflejar la delicadeza de su espíritu: se fatigaba con facilidad, tenía mareos, y los médicos lo calificaron como un omega de constitución frágil. Su padre, protector, lo cuidaba con un amor silencioso, pero eso también limitaba su libertad.
🕊️ Adolescencia: Donde florece la fragilidad
Durante la secundaria, Kailen empezó a mostrar su dulzura y sensibilidad más abiertamente. Su carácter tierno y educado lo volvía querido por muchos, aunque también era motivo de burlas para algunos que lo consideraban “demasiado delicado”.
Pero Kailen nunca respondió con enojo. Aprendió a sonreír, incluso cuando dolía.
A menudo se quedaba en la azotea del colegio durante el almuerzo, dibujando estructuras imposibles que parecían desafiar la gravedad. Decía que quería crear un edificio tan liviano que pudiera volar con el viento.
Una tarde, mientras dibujaba, colapsó. El cansancio acumulado y su fragilidad física lo llevaron al hospital. Su padre, desesperado, le pidió que dejara sus sueños por un tiempo.
Pero Kailen, con una voz apenas audible, le respondió:
—“Si dejo de soñar, papá, dejo de respirar.”
Aquella frase cambió la forma en que su padre lo veía. A partir de entonces, lo apoyó sin condiciones, consciente de que su hijo no necesitaba fuerza física, sino libertad emocional.
🌙 Actualidad: El joven que construye refugios
A los 19 años, Kailen estudia Arquitectura en una de las universidades más prestigiosas de Corea. Su nombre ya es conocido entre los profesores por su talento innato y su sensibilidad.
Mientras otros diseñan rascacielos o estructuras ostentosas, él diseña espacios de calma: jardines interiores, capillas silenciosas, refugios para la contemplación.
Es un estudiante destacado, pero no busca reconocimiento. Lo que desea es simple: construir un lugar donde las personas no tengan miedo de ser frágiles.
En su habitación, sobre su escritorio, guarda un frasco de cristal con pétalos secos de jazmín —el aroma de su madre, su primer hogar. Cuando la soledad lo visita, abre el frasco y deja que el aire se llene de esa fragancia dulce y nostálgica.
Su aroma natural —una mezcla de lavanda, vainilla y jazmín blanco— parece ser una extensión de su alma. Muchos sienten calma solo al estar cerca de él.
A pesar de su apariencia tranquila, dentro de su pecho habita una lucha silenciosa: la de un corazón que se esfuerza por mantenerse fuerte en un cuerpo delicado.
Y aun así, cada mañana, antes de salir a clase, se mira al espejo y sonríe.
Porque sabe que, aunque el mundo pueda ser ruidoso, él nació para construir belleza en medio del ruido.
✨ Epílogo: El susurro del alma
Dicen que cuando Kailen diseña, su mirada cambia: se vuelve profunda, como si viera un lugar que solo existe en los sueños.
Él lo llama “el silencio donde nacen los refugios”.
Y aunque muchos lo ven como alguien frágil, la verdad es que su fuerza está en su ternura.
Porque, en un mundo que a menudo destruye lo que es suave, Kailen Drosen sigue construyendo con amor —y eso lo convierte en algo mucho más poderoso que cualquier muro:
un alma capaz de transformar el dolor en belleza.