• 🌊 “El Juego del Acantilado” Starter Individual ༻ 🇮🇪 Acantilados de Moher — Irlanda ༺
    Fandom OC
    Categoría Original
    Después de varios meses de trabajo intenso en Seúl, Yunseok Wang decidió que necesitaba un respiro.
    No conciertos, no cámaras, no reuniones.
    Solo naturaleza, aire frío y silencio.

    Aterrizó en Irlanda dos días atrás, buscando perderse entre paisajes que aún conservaban el pulso antiguo del mundo.
    Esa mañana, antes del amanecer, había salido con una mochila ligera y una cámara colgada del cuello.
    El sendero que tomaba comenzaba en un pequeño pueblo pesquero, ascendía entre colinas verdes cubiertas de niebla y terminaba en el punto más famoso de la costa oeste: los Acantilados de Moher.

    El recorrido había sido una mezcla de calma y desafío.
    El sonido del mar llegaba desde abajo como un rumor constante, y cada paso le recordaba por qué amaba estar en lugares donde el mundo parecía detenerse.

    Al llegar al mirador, descubrió una pequeña caseta de madera decorada con tréboles tallados.
    Sobre la mesa, un cartel captó su atención:

    “El Juego del Acantilado"
    Descubre las cinco reliquias perdidas y obtén la recompensa del guardián del viento.

    Frunció una ceja, curioso.
    Tomó una libreta de pistas y una bolsa de tela numerada. Dentro, encontró un papel amarillento escrito a mano, en inglés y en gaélico:

    “El primer recuerdo duerme donde las olas tocan el cielo.
    Sigue las piedras marcadas con espirales y escucha lo que el viento susurra.”

    —Interesante…

    murmuró con una media sonrisa, girando la hoja entre sus dedos.

    Entonces notó una presencia a su lado.
    Otra persona había tomado una libreta igual, observando las pistas con la misma mezcla de curiosidad y desconcierto.
    Yunseok levantó la vista, con el brillo tranquilo de quien disfruta del misterio.

    —Parece que no soy el único que ha decidido jugar al aventurero hoy

    Comentó con voz serena, cargada de humor

    —. ¿También vienes a por “la recompensa del guardián”?

    El viento levantó su abrigo oscuro mientras el sendero se extendía frente a ambos, flanqueado por cruces de piedra y el rugido del océano golpeando abajo.

    —Quizás… si lo descubrimos juntos, tengamos más suerte.

    El primer paso hacia la aventura acababa de empezar.

    Después de varios meses de trabajo intenso en Seúl, Yunseok Wang decidió que necesitaba un respiro. No conciertos, no cámaras, no reuniones. Solo naturaleza, aire frío y silencio. Aterrizó en Irlanda dos días atrás, buscando perderse entre paisajes que aún conservaban el pulso antiguo del mundo. Esa mañana, antes del amanecer, había salido con una mochila ligera y una cámara colgada del cuello. El sendero que tomaba comenzaba en un pequeño pueblo pesquero, ascendía entre colinas verdes cubiertas de niebla y terminaba en el punto más famoso de la costa oeste: los Acantilados de Moher. El recorrido había sido una mezcla de calma y desafío. El sonido del mar llegaba desde abajo como un rumor constante, y cada paso le recordaba por qué amaba estar en lugares donde el mundo parecía detenerse. Al llegar al mirador, descubrió una pequeña caseta de madera decorada con tréboles tallados. Sobre la mesa, un cartel captó su atención: “El Juego del Acantilado" ☘️ Descubre las cinco reliquias perdidas y obtén la recompensa del guardián del viento. Frunció una ceja, curioso. Tomó una libreta de pistas y una bolsa de tela numerada. Dentro, encontró un papel amarillento escrito a mano, en inglés y en gaélico: “El primer recuerdo duerme donde las olas tocan el cielo. Sigue las piedras marcadas con espirales y escucha lo que el viento susurra.” —Interesante… murmuró con una media sonrisa, girando la hoja entre sus dedos. Entonces notó una presencia a su lado. Otra persona había tomado una libreta igual, observando las pistas con la misma mezcla de curiosidad y desconcierto. Yunseok levantó la vista, con el brillo tranquilo de quien disfruta del misterio. —Parece que no soy el único que ha decidido jugar al aventurero hoy Comentó con voz serena, cargada de humor —. ¿También vienes a por “la recompensa del guardián”? El viento levantó su abrigo oscuro mientras el sendero se extendía frente a ambos, flanqueado por cruces de piedra y el rugido del océano golpeando abajo. —Quizás… si lo descubrimos juntos, tengamos más suerte. El primer paso hacia la aventura acababa de empezar. ༻ ☘️ ༺
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  • — Eres todo lo que había soñado desde que esta aventura empezó. Vas a ser muy querida por tus papis, no lo dudes. No tardes mucho en llegar, ya queremos verte, pequeña cachorrita

    Darküs Volkøv
    — Eres todo lo que había soñado desde que esta aventura empezó. Vas a ser muy querida por tus papis, no lo dudes. No tardes mucho en llegar, ya queremos verte, pequeña cachorrita 💝 [Darkus]
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    Había una vez...

    ¿Había una vez? Cada historia empieza de esta forma, y está no será la excepción. Que aburrido pensarás, pero estás son las historias que marcaron y guiaron la niñez de muchos, recuerdos olvidados que se desbloquean ya sea por personajes, nombres, oh las dulces melodías que acompañaban las aventuras de estos mismos, Incluso objetos como una brillante zapatilla de cristal, oh una manzana envenenada....

    La historia que les contaré es sobre dos seres de mundos diferentes, uno vivía en el abismo un mundo colmado por seres que codiciaban el dinero y solo se movían por la codicia de obtener MÁS de lo que sus bolsillos podían contener.

    Y del otro lado, en un mundo de ensueño, lleno de riquezas y paz. Ellos, los eternos eran seres de luz guiados por una madre benevolente ella compartía su propia esencia para bendecir a las nuevas generaciones, todos tenían una parte de su poder... Si no más bien, una parte de ella misma.

    Ciclos "eternos", solo hasta que ella agotó su propia esperanza de vida al dar a luz a su primera y única hija, la que tomaría su lugar a partir de ahora.

    Nadie contaba que la poderosa reina muriera solo segundos después de tomar a su hija en brazos, las grietas que protegía el poder de la difunta reina se abrieron tan rápido como un suspiro y la neblina del otro mundo manchaba el cielo de los eternos, en cosa de minutos aquellos seres llenos de la codicia viva habían tomado parte del reino saqueando hogares y llevando a eternos hacia el otro lado, los altos mandos usaron de su poder para luchar, proteger y lograr que la princesa no fuera dañada, aquel poder que se les otorgó ahora lo devolvieron y lograron hacer retroceder a los oscuros.

    Aquel día fue marcado en la historia y el reino de los eternos aún con su mentalidad de paz y armonía tuvieron que rebobinar algunas cosas si bien ellos no eran seres de guerra aquel peligro inminente de los oscuros los hizo temer y el miedo era el peor aliado... Y ellos lo sabían.

    Los eternos que dieron su vida y la energía de la reina habían caído en batalla tras cerrar las grietas, fueron los primeros héroes... Y sus hijos ahora tenían sus antiguos cargos, ellos se convirtieron en guerreros y aprendieron a manipular el poder que ahora la aún joven princesa les otorgo igual que su madre ella estaba dando de su propio ser la luz bendita a quienes necesitaban.

    Era una dulce chica de 19 años y pronto a sus 20 sería coronada ella miraba el mundo con otros ojos, ella deseaba conocer más que solo su pueblo y su armonioso reino, deseaba poder hacer las paces con ese mundo oscuro tras el cielo, pero esa mentalidad la llevo a cometer el pero error de su vida...

    Matar a quien amas, oh ser asesinada por quien amas... Eran solo dos opciones, pero ella tomo una tercera por él... Ella decidió que ambos mundos debían arder, ambos debían desaparecer ¿Cómo llego un alma tan pura en convertirse en algo peor que los mismos oscuros?

    Había una vez... ¿Había una vez? Cada historia empieza de esta forma, y está no será la excepción. Que aburrido pensarás, pero estás son las historias que marcaron y guiaron la niñez de muchos, recuerdos olvidados que se desbloquean ya sea por personajes, nombres, oh las dulces melodías que acompañaban las aventuras de estos mismos, Incluso objetos como una brillante zapatilla de cristal, oh una manzana envenenada.... La historia que les contaré es sobre dos seres de mundos diferentes, uno vivía en el abismo un mundo colmado por seres que codiciaban el dinero y solo se movían por la codicia de obtener MÁS de lo que sus bolsillos podían contener. Y del otro lado, en un mundo de ensueño, lleno de riquezas y paz. Ellos, los eternos eran seres de luz guiados por una madre benevolente ella compartía su propia esencia para bendecir a las nuevas generaciones, todos tenían una parte de su poder... Si no más bien, una parte de ella misma. Ciclos "eternos", solo hasta que ella agotó su propia esperanza de vida al dar a luz a su primera y única hija, la que tomaría su lugar a partir de ahora. Nadie contaba que la poderosa reina muriera solo segundos después de tomar a su hija en brazos, las grietas que protegía el poder de la difunta reina se abrieron tan rápido como un suspiro y la neblina del otro mundo manchaba el cielo de los eternos, en cosa de minutos aquellos seres llenos de la codicia viva habían tomado parte del reino saqueando hogares y llevando a eternos hacia el otro lado, los altos mandos usaron de su poder para luchar, proteger y lograr que la princesa no fuera dañada, aquel poder que se les otorgó ahora lo devolvieron y lograron hacer retroceder a los oscuros. Aquel día fue marcado en la historia y el reino de los eternos aún con su mentalidad de paz y armonía tuvieron que rebobinar algunas cosas si bien ellos no eran seres de guerra aquel peligro inminente de los oscuros los hizo temer y el miedo era el peor aliado... Y ellos lo sabían. Los eternos que dieron su vida y la energía de la reina habían caído en batalla tras cerrar las grietas, fueron los primeros héroes... Y sus hijos ahora tenían sus antiguos cargos, ellos se convirtieron en guerreros y aprendieron a manipular el poder que ahora la aún joven princesa les otorgo igual que su madre ella estaba dando de su propio ser la luz bendita a quienes necesitaban. Era una dulce chica de 19 años y pronto a sus 20 sería coronada ella miraba el mundo con otros ojos, ella deseaba conocer más que solo su pueblo y su armonioso reino, deseaba poder hacer las paces con ese mundo oscuro tras el cielo, pero esa mentalidad la llevo a cometer el pero error de su vida... Matar a quien amas, oh ser asesinada por quien amas... Eran solo dos opciones, pero ella tomo una tercera por él... Ella decidió que ambos mundos debían arder, ambos debían desaparecer ¿Cómo llego un alma tan pura en convertirse en algo peor que los mismos oscuros?
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  • Zwëihanherz Rising Sun
    Fandom Zwëihanherz: Rising Sun
    Categoría Otros
    "Nuestra historia comienza en la antigua Alejandría, Egipto. Nenet nace en el seno de una familia humilde, un regalo que llegó después de una profunda sombra. Tiempo atrás, sus padres ya habían perdido un hijo, y por un amargo momento, parecía que Nenet estaba destinada al mismo fin. Fue entonces cuando su padre se arrodilló y elevó su ruego a los cielos, a los dioses antiguos. Prometió dar y hacer lo que fuera necesario si le concedían el deseo de que su esposa diera a luz a su primogénita. Tras varios días de ayuno y súplica, el deseo fue concedido.
    ​Nació una niña con una particularidad sorprendente: su piel era tan oscura como un abismo sin fondo, un contraste absoluto con la luz del desierto. Sumado a esto, un par de marcas doradas sutiles se delineaban sobre sus brazos y espalda, como una escritura incomprensible. Pero la maravilla del nacimiento superó todo misterio. Se susurra que aquella noche, una sombra misteriosa, un visitante silencioso, le hizo una visita a la recién nacida, que dormía en paz sin percatarse de la entidad que la observaba.
    ​El tiempo no borró la diferencia. Nenet creció bajo la constante mirada de su comunidad, ganándose burlas y el acoso incesante de otros niños. Se aisló, haciendo de su pequeña habitación un santuario. Allí, los cuentos que su padre le leía cada noche se convirtieron en su única ventana. Aprendió a leer vorazmente, transformando su soledad en una devoción por la literatura y por el mundo exterior.
    ​Cerca de sus diecisiete años, esa devoción se convirtió en su más ferviente deseo: abandonar Alejandría para, finalmente, escribir su propia historia. Era de complexión delgada, su cabello negro cortado en un bob mediano enmarcaba un rostro de carácter indomable, con unos ojos delineados por una sutil curva que atraían la mirada y unos labios que, teñidos de un tono oscuro, hacían brillar cada sonrisa.
    ​Su vestimenta no era la de una reclusa, sino la de una guerrera en ciernes: un corset de batalla que dejaba los hombros y el abdomen a la vista, un pantalón de tela con un intrincado encaje de fuego que subía desde el tobillo hasta la cintura, y sandalias firmes. Las marcas doradas en su piel brillaban, un enigma que nadie había podido descifrar. La disciplina de combate le había otorgado un temple firme, pero su esencia era la de una chica amable, dulce, caritativa, siempre dispuesta a servir. Aunque el temor la rozaba, nunca dudaba en enfrentar el peligro para ayudar a quien lo necesitara.
    ​El Cairo: El Viaje Comienza
    ​En la vibrante y caótica Ciudad de El Cairo, a las 2:45 p.m., Nenet caminaba con su mochila al hombro. Los edificios se alzaban en una fila desigual y casi surrealista, una muralla de vida que la asombraba. El caos citadino era un torrente de movimiento y ruido, y ella lo observaba como una niña que conoce el mundo por primera vez, dando cada paso con la expectativa de un nuevo descubrimiento.
    ​Se detuvo en la esquina de la acera. Estaba acostumbrada a la curiosidad de los transeúntes, pero la multitud aquí era un organismo vivo. Al dar el tercer paso, fue empujada con una fuerza inesperada; el tráfico de gente era denso y ciego. Su mochila, la que contenía su bitácora de viaje, pasaporte y el dinero para la travesía, cayó de su hombro y fue inmediatamente engullida por el río humano.
    ​Quedó paralizada en medio de la acera, sintiendo un vacío helado. Los cláxones resonaron con estridente impaciencia, obligándola a correr para evitar el flujo de autos. Al llegar al otro lado, el tráfico seguía su curso indiferente, y la mochila había desaparecido. Se cruzó de brazos, la rabia contra su propia distracción mezclándose con una culpa punzante. No podía permitirse un error tan costoso; perder esa mochila era quedarse, literalmente, varada.
    ​Justo entonces, oyó unas risas. En la boca de un angosto callejón, un grupo de niños alardeaban de su nuevo botín. Su mochila estaba allí, a punto de ser abierta.
    ​— ¡Oigan, eso es mío! — gritó con ahínco, alzando las manos para hacerse visible.
    ​Esperó a que la luz de tráfico se pusiera en rojo y, como una flecha, se lanzó a la persecución. Desplegó una agilidad felina, concentrándose. Agudizó sus sentidos, logrando percibir el aroma de los pequeños corredores hasta la entrada de una casa abandonada, sucia y cubierta de polvo.
    ​Se adentró con pasos sigilosos, atenta a cualquier sonido. Escuchó el barullo en el patio trasero y se acercó a una ventana manchada para observarlos. Su plan no era solo recuperar sus cosas, sino darles un buen escarmiento. Localizó una vieja puerta de madera que conectaba al patio. La abrió con una lentitud dramática. El chirrido agónico del gozne llamó la atención de los niños, que se quedaron quietos, confusos.
    ​En ese instante de distracción, Nenet saltó al patio con una mirada deliberadamente macabra y exagerada. Su aparición fue tan repentina que los niños huyeron despavoridos, dejando todo su contenido regado por el suelo.
    ​Nenet suspiró, cerrando los ojos con frustración. Susurró la admonición a sí misma mientras recogía sus pertenencias: — Debo dejar de ser tan distraída. No puedo quedarme así de nuevo. — Acomodó todo en su lugar, cargando la mochila al hombro. Retomó su camino, con un destino claro en mente.
    ​Ahora, se dirigía a Jerusalén, cumpliendo la orden tácita de su padre. Una travesía que no solo buscaba aventura, sino también obtener una bendición para el camino que acababa de empezar."
    "Nuestra historia comienza en la antigua Alejandría, Egipto. Nenet nace en el seno de una familia humilde, un regalo que llegó después de una profunda sombra. Tiempo atrás, sus padres ya habían perdido un hijo, y por un amargo momento, parecía que Nenet estaba destinada al mismo fin. Fue entonces cuando su padre se arrodilló y elevó su ruego a los cielos, a los dioses antiguos. Prometió dar y hacer lo que fuera necesario si le concedían el deseo de que su esposa diera a luz a su primogénita. Tras varios días de ayuno y súplica, el deseo fue concedido. ​Nació una niña con una particularidad sorprendente: su piel era tan oscura como un abismo sin fondo, un contraste absoluto con la luz del desierto. Sumado a esto, un par de marcas doradas sutiles se delineaban sobre sus brazos y espalda, como una escritura incomprensible. Pero la maravilla del nacimiento superó todo misterio. Se susurra que aquella noche, una sombra misteriosa, un visitante silencioso, le hizo una visita a la recién nacida, que dormía en paz sin percatarse de la entidad que la observaba. ​El tiempo no borró la diferencia. Nenet creció bajo la constante mirada de su comunidad, ganándose burlas y el acoso incesante de otros niños. Se aisló, haciendo de su pequeña habitación un santuario. Allí, los cuentos que su padre le leía cada noche se convirtieron en su única ventana. Aprendió a leer vorazmente, transformando su soledad en una devoción por la literatura y por el mundo exterior. ​Cerca de sus diecisiete años, esa devoción se convirtió en su más ferviente deseo: abandonar Alejandría para, finalmente, escribir su propia historia. Era de complexión delgada, su cabello negro cortado en un bob mediano enmarcaba un rostro de carácter indomable, con unos ojos delineados por una sutil curva que atraían la mirada y unos labios que, teñidos de un tono oscuro, hacían brillar cada sonrisa. ​Su vestimenta no era la de una reclusa, sino la de una guerrera en ciernes: un corset de batalla que dejaba los hombros y el abdomen a la vista, un pantalón de tela con un intrincado encaje de fuego que subía desde el tobillo hasta la cintura, y sandalias firmes. Las marcas doradas en su piel brillaban, un enigma que nadie había podido descifrar. La disciplina de combate le había otorgado un temple firme, pero su esencia era la de una chica amable, dulce, caritativa, siempre dispuesta a servir. Aunque el temor la rozaba, nunca dudaba en enfrentar el peligro para ayudar a quien lo necesitara. ​El Cairo: El Viaje Comienza ​En la vibrante y caótica Ciudad de El Cairo, a las 2:45 p.m., Nenet caminaba con su mochila al hombro. Los edificios se alzaban en una fila desigual y casi surrealista, una muralla de vida que la asombraba. El caos citadino era un torrente de movimiento y ruido, y ella lo observaba como una niña que conoce el mundo por primera vez, dando cada paso con la expectativa de un nuevo descubrimiento. ​Se detuvo en la esquina de la acera. Estaba acostumbrada a la curiosidad de los transeúntes, pero la multitud aquí era un organismo vivo. Al dar el tercer paso, fue empujada con una fuerza inesperada; el tráfico de gente era denso y ciego. Su mochila, la que contenía su bitácora de viaje, pasaporte y el dinero para la travesía, cayó de su hombro y fue inmediatamente engullida por el río humano. ​Quedó paralizada en medio de la acera, sintiendo un vacío helado. Los cláxones resonaron con estridente impaciencia, obligándola a correr para evitar el flujo de autos. Al llegar al otro lado, el tráfico seguía su curso indiferente, y la mochila había desaparecido. Se cruzó de brazos, la rabia contra su propia distracción mezclándose con una culpa punzante. No podía permitirse un error tan costoso; perder esa mochila era quedarse, literalmente, varada. ​Justo entonces, oyó unas risas. En la boca de un angosto callejón, un grupo de niños alardeaban de su nuevo botín. Su mochila estaba allí, a punto de ser abierta. ​— ¡Oigan, eso es mío! — gritó con ahínco, alzando las manos para hacerse visible. ​Esperó a que la luz de tráfico se pusiera en rojo y, como una flecha, se lanzó a la persecución. Desplegó una agilidad felina, concentrándose. Agudizó sus sentidos, logrando percibir el aroma de los pequeños corredores hasta la entrada de una casa abandonada, sucia y cubierta de polvo. ​Se adentró con pasos sigilosos, atenta a cualquier sonido. Escuchó el barullo en el patio trasero y se acercó a una ventana manchada para observarlos. Su plan no era solo recuperar sus cosas, sino darles un buen escarmiento. Localizó una vieja puerta de madera que conectaba al patio. La abrió con una lentitud dramática. El chirrido agónico del gozne llamó la atención de los niños, que se quedaron quietos, confusos. ​En ese instante de distracción, Nenet saltó al patio con una mirada deliberadamente macabra y exagerada. Su aparición fue tan repentina que los niños huyeron despavoridos, dejando todo su contenido regado por el suelo. ​Nenet suspiró, cerrando los ojos con frustración. Susurró la admonición a sí misma mientras recogía sus pertenencias: — Debo dejar de ser tan distraída. No puedo quedarme así de nuevo. — Acomodó todo en su lugar, cargando la mochila al hombro. Retomó su camino, con un destino claro en mente. ​Ahora, se dirigía a Jerusalén, cumpliendo la orden tácita de su padre. Una travesía que no solo buscaba aventura, sino también obtener una bendición para el camino que acababa de empezar."
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  • — Este lugar parece divertido ¿Qué aventuras me esperan? — se pregunta así mismo y observa por la ventana del tren las calles de su nuevo hogar.
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  • LA NOCHE DE LOS CERDOS
    Fandom LIbre
    Categoría Terror
    —¿QUÉ ES ESO?
    —¡No sé! ¡El auto no enciende!
    —¡VÁMONOS! ¡VÁMONOS YA!

    *Salí de viaje con mi prometida. Queríamos visitar el campo, escapar de la ciudad, de la rutina. Por eso planeamos escapar. Simplemente avisamos a sus padres que saldríamos a la carretera y ver a dónde nos llevaba el viento. El punto era ir en busca de la aventura y encontrar un buen lugar donde relajarnos y compartir nuestro amor.
    Claro que sus padres se preocuparon. Querían saber a dónde íbamos a ir exactamente, pero ni siquiera nosotros lo sabíamos. Aunque para tranquilizar a mis suegros sólo les dije que saldríamos a la carretera hacia el sur, al campo.
    Ellos me dijeron que tuviera cuidado, porque era octubre, y se contaban historias sobre una especie de rituales que se llevaban a cabo en esos rumbos.
    Como buen hijo del nuevo siglo y de la ciudad, pensaba que esas cosas sólo eran causadas por los prejuicios y la ignorancia de la gente de los pueblos, aunque prometí a mis suegros que conduciría con cuidado.
    Así nos fuimos a la carretera mi amada y yo. Le propuse que conduciría todo el día, y que nos quedaríamos ahí donde la noche nos sorprendiera, y ella aceptó. Eso agregaba mayor emoción al viaje, porque no sabíamos dónde íbamos a parar.
    Pasamos junto al campo trabajado y sembradíos, junto a varios pueblos pero seguimos mientras el sol seguía su curso. Calculé que habíamos avanzado bastante lejos de la ciudad. Pero cuando el sol comenzó a ocultarse percibí una especie de neblina que poco a poco nos iba envolviendo, como si se tragara al sol. Y así nos sorprendió la noche mientras, al parecer, dejábamos los campos atrás y comenzaba el bosque.
    Los árboles facilitaban la neblina, y comencé a sentir la urgencia de llegar a algún lugar poblado. Me sentía inquieto mientras avanzábamos. Sentí que algo nos observaba. No lo vi, pero lo sentí. Como si el bosque respirara. Incluso pensé en volver al último pueblo que habíamos pasado, pero de pronto el auto se apagó.
    Quizás por instinto... O no sé qué cosa, tal vez una especie de sexto sentido o una intuición me decía que no debía bajar del auto, aunque lo lógico era revisar el motor y encontrar alguna falla mecánica que hubiera provocado que el auto se apagara. Pero entonces mi amada comenzó a gritar...*

    —¿Qué es eso?

    *La luna brillaba en el cielo, pero la luz daba un aspecto más lúgubre al bosque. Rodeados por neblina y árboles, no se veía gran cosa.*

    —¿Qué cosa?
    —¡Ahí! ¡Míralo!

    *Miré a donde ella señalaba, y lo vi. Acercándose en la neblina, con paso lento, pero directo hacia nosotros, se acercaba alguien. Pensé que era un hombre, y temí que fuera algún delincuente que quisiera aprovecharse de que estábamos varados. Pero al acercarse más, descubrí que aquella persona tenía una cabeza de cerdo. Pero no parecía una máscara... Parecía algo... Real.*

    —¿QUÉ ES ESO?

    *Forzaba la llave del auto para encenderlo, pero el motor no reaccionaba.*

    —¡No sé! ¡El auto no enciende!
    —¡VÁMONOS! ¡VÁMONOS YA!
    —¡Arránca, vamos!

    *Golpeé el volante con el puño mientras seguía forzando la llave, pero el motor sólo gruñía. No encendía.*

    —¡Muévete maldición!

    *Mi amor chillaba, asustada, y aquella cosa con cabeza de cerdo seguía acercándose...*
    —¿QUÉ ES ESO? —¡No sé! ¡El auto no enciende! —¡VÁMONOS! ¡VÁMONOS YA! *Salí de viaje con mi prometida. Queríamos visitar el campo, escapar de la ciudad, de la rutina. Por eso planeamos escapar. Simplemente avisamos a sus padres que saldríamos a la carretera y ver a dónde nos llevaba el viento. El punto era ir en busca de la aventura y encontrar un buen lugar donde relajarnos y compartir nuestro amor. Claro que sus padres se preocuparon. Querían saber a dónde íbamos a ir exactamente, pero ni siquiera nosotros lo sabíamos. Aunque para tranquilizar a mis suegros sólo les dije que saldríamos a la carretera hacia el sur, al campo. Ellos me dijeron que tuviera cuidado, porque era octubre, y se contaban historias sobre una especie de rituales que se llevaban a cabo en esos rumbos. Como buen hijo del nuevo siglo y de la ciudad, pensaba que esas cosas sólo eran causadas por los prejuicios y la ignorancia de la gente de los pueblos, aunque prometí a mis suegros que conduciría con cuidado. Así nos fuimos a la carretera mi amada y yo. Le propuse que conduciría todo el día, y que nos quedaríamos ahí donde la noche nos sorprendiera, y ella aceptó. Eso agregaba mayor emoción al viaje, porque no sabíamos dónde íbamos a parar. Pasamos junto al campo trabajado y sembradíos, junto a varios pueblos pero seguimos mientras el sol seguía su curso. Calculé que habíamos avanzado bastante lejos de la ciudad. Pero cuando el sol comenzó a ocultarse percibí una especie de neblina que poco a poco nos iba envolviendo, como si se tragara al sol. Y así nos sorprendió la noche mientras, al parecer, dejábamos los campos atrás y comenzaba el bosque. Los árboles facilitaban la neblina, y comencé a sentir la urgencia de llegar a algún lugar poblado. Me sentía inquieto mientras avanzábamos. Sentí que algo nos observaba. No lo vi, pero lo sentí. Como si el bosque respirara. Incluso pensé en volver al último pueblo que habíamos pasado, pero de pronto el auto se apagó. Quizás por instinto... O no sé qué cosa, tal vez una especie de sexto sentido o una intuición me decía que no debía bajar del auto, aunque lo lógico era revisar el motor y encontrar alguna falla mecánica que hubiera provocado que el auto se apagara. Pero entonces mi amada comenzó a gritar...* —¿Qué es eso? *La luna brillaba en el cielo, pero la luz daba un aspecto más lúgubre al bosque. Rodeados por neblina y árboles, no se veía gran cosa.* —¿Qué cosa? —¡Ahí! ¡Míralo! *Miré a donde ella señalaba, y lo vi. Acercándose en la neblina, con paso lento, pero directo hacia nosotros, se acercaba alguien. Pensé que era un hombre, y temí que fuera algún delincuente que quisiera aprovecharse de que estábamos varados. Pero al acercarse más, descubrí que aquella persona tenía una cabeza de cerdo. Pero no parecía una máscara... Parecía algo... Real.* —¿QUÉ ES ESO? *Forzaba la llave del auto para encenderlo, pero el motor no reaccionaba.* —¡No sé! ¡El auto no enciende! —¡VÁMONOS! ¡VÁMONOS YA! —¡Arránca, vamos! *Golpeé el volante con el puño mientras seguía forzando la llave, pero el motor sólo gruñía. No encendía.* —¡Muévete maldición! *Mi amor chillaba, asustada, y aquella cosa con cabeza de cerdo seguía acercándose...*
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    Individual
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  • SAGA DE LA INFANTERÍA MÓVIL: RECLUTAMIENTO
    Fandom Tropas del espacio
    Categoría Acción

    ¿CREES QUE EL UNIVERSO ES TUYO?

    ¡DEMÚESTRALO!

    Enfrenta lo desconocido.
    Protege a los que no pueden.
    Lucha por algo más grande que tú.

    No somos máquinas.
    No somos monstruos.
    Somos humanos. Y eso basta.

    ¡Haz tu parte!
    ¡ÚNETE A LA INFANTERÍA MÓVIL!
    Siempre hay un Centro de Reclutamiento cerca de ti.

    ---

    Arenga de reclutamiento de la Infantería Móvil

    > ¿Crees que el universo te debe algo? No. El universo no da nada. Pero tú puedes tomar tu lugar en él.
    >
    > En las ciudades de neón, donde la guerra se libra entre datos y sombras, nuestros operadores caminan invisibles, protegiendo lo que tú llamas hogar.
    > En los castillos incendiados, donde el pasado se niega a morir, nuestros jinetes del fuego cabalgan entre ruinas, enfrentando lo que otros temen nombrar.
    > En los templos de piedra y acero, donde la estrategia es ley, nuestros comandantes trazan el destino de mundos enteros con una sola orden.
    > Y en las fronteras donde la tecnología se mezcla con la tradición, nuestros caballeros tácticos luchan con honor, porque saben que la humanidad no es solo carne: es idea, es voluntad.
    >
    > La Infantería Móvil no es solo un ejército. Es una promesa.
    > Una promesa de que el servicio no es esclavitud, sino libertad.
    > Una promesa de que la ciudadanía no se hereda: se conquista.
    > Una promesa de que tú puedes ser más que espectador. Puedes ser protagonista.
    >
    > ¿Estás listo para dejar de mirar y empezar a actuar?
    > ¿Estás listo para enfrentar lo desconocido, no como víctima, sino como soldado?
    >
    > ¡Adelante! ¡Haz tu parte!
    > ¡ÚNETE A LA INFANTERÍA MÓVIL!
    > El servicio garantiza la ciudadanía.

    ---

    Manifiesto de la Infantería Móvil

    > Somos humanos. Y eso basta.
    > No somos máquinas. No somos monstruos. No somos dioses.
    > Somos carne, hueso, voluntad.
    > Y con eso enfrentamos lo imposible.

    > No luchamos por gloria. Luchamos por legado.
    > Por los que aún no han nacido.
    > Por los que no pueden defenderse.
    > Por los que creen que el universo puede ser compartido.

    > La tecnología es nuestra herramienta, no nuestro amo.
    > Las armas evolucionan. Nosotros decidimos.
    > No nos fusionamos con el enemigo. No nos convertimos en él.
    > Porque si dejamos de ser humanos para ganar, entonces ya hemos perdido.

    > El servicio garantiza la ciudadanía.
    > No porque la guerra sea noble, sino porque el sacrificio sí lo es.
    > No porque matar sea justo, sino porque proteger sí lo es.
    > No porque seamos perfectos, sino porque elegimos luchar por algo más grande que nosotros.

    > Somos la Infantería Móvil.
    > Y mientras uno de nosotros respire,
    > la humanidad no caerá.

    ---

    *Ese era el texto del panfleto de propaganda y reclutamiento de la Infantería Móvil que era fácil conseguir en las calles.
    Hace años que Shinn se había unido, y por sus años de servicio y experiencia ahora ostentaba el grado de capitán de escuadrón.
    Con el tiempo, pudo convencer a sus amigos de unirse. Y cada uno supo aprovechar su destreza en los diferentes tipos de combate con que los soldados son adiestrados...
    ¿Quieres venir a formar parte de nuestra aventura?*
    ¿CREES QUE EL UNIVERSO ES TUYO? ¡DEMÚESTRALO! Enfrenta lo desconocido. Protege a los que no pueden. Lucha por algo más grande que tú. No somos máquinas. No somos monstruos. Somos humanos. Y eso basta. ¡Haz tu parte! ¡ÚNETE A LA INFANTERÍA MÓVIL! Siempre hay un Centro de Reclutamiento cerca de ti. --- 🪖 Arenga de reclutamiento de la Infantería Móvil > ¿Crees que el universo te debe algo? No. El universo no da nada. Pero tú puedes tomar tu lugar en él. > > En las ciudades de neón, donde la guerra se libra entre datos y sombras, nuestros operadores caminan invisibles, protegiendo lo que tú llamas hogar. > En los castillos incendiados, donde el pasado se niega a morir, nuestros jinetes del fuego cabalgan entre ruinas, enfrentando lo que otros temen nombrar. > En los templos de piedra y acero, donde la estrategia es ley, nuestros comandantes trazan el destino de mundos enteros con una sola orden. > Y en las fronteras donde la tecnología se mezcla con la tradición, nuestros caballeros tácticos luchan con honor, porque saben que la humanidad no es solo carne: es idea, es voluntad. > > La Infantería Móvil no es solo un ejército. Es una promesa. > Una promesa de que el servicio no es esclavitud, sino libertad. > Una promesa de que la ciudadanía no se hereda: se conquista. > Una promesa de que tú puedes ser más que espectador. Puedes ser protagonista. > > ¿Estás listo para dejar de mirar y empezar a actuar? > ¿Estás listo para enfrentar lo desconocido, no como víctima, sino como soldado? > > ¡Adelante! ¡Haz tu parte! > ¡ÚNETE A LA INFANTERÍA MÓVIL! > El servicio garantiza la ciudadanía. --- 🪖 Manifiesto de la Infantería Móvil > Somos humanos. Y eso basta. > No somos máquinas. No somos monstruos. No somos dioses. > Somos carne, hueso, voluntad. > Y con eso enfrentamos lo imposible. > No luchamos por gloria. Luchamos por legado. > Por los que aún no han nacido. > Por los que no pueden defenderse. > Por los que creen que el universo puede ser compartido. > La tecnología es nuestra herramienta, no nuestro amo. > Las armas evolucionan. Nosotros decidimos. > No nos fusionamos con el enemigo. No nos convertimos en él. > Porque si dejamos de ser humanos para ganar, entonces ya hemos perdido. > El servicio garantiza la ciudadanía. > No porque la guerra sea noble, sino porque el sacrificio sí lo es. > No porque matar sea justo, sino porque proteger sí lo es. > No porque seamos perfectos, sino porque elegimos luchar por algo más grande que nosotros. > Somos la Infantería Móvil. > Y mientras uno de nosotros respire, > la humanidad no caerá. --- *Ese era el texto del panfleto de propaganda y reclutamiento de la Infantería Móvil que era fácil conseguir en las calles. Hace años que Shinn se había unido, y por sus años de servicio y experiencia ahora ostentaba el grado de capitán de escuadrón. Con el tiempo, pudo convencer a sus amigos de unirse. Y cada uno supo aprovechar su destreza en los diferentes tipos de combate con que los soldados son adiestrados... ¿Quieres venir a formar parte de nuestra aventura?*
    Tipo
    Grupal
    Líneas
    2
    Estado
    Disponible
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  • agradables recuerdos del pasado, cuando éramos mas jóvenes y aun estábamos con charmy, knuckles y los demás... esa fue una aventura caótica.
    agradables recuerdos del pasado, cuando éramos mas jóvenes y aun estábamos con charmy, knuckles y los demás... esa fue una aventura caótica.
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  • - Huesos El Mercader puede que necesitemos mas que una pocion para atraparla....por la jaula creo que es mi hermana delia.... quizas?- aquella jaula andante correteaba como gallina sin cabeza sin embargo al girar creaba torbellinos que alzaban los pocos arboles que quedaban en aquel valle


    //quize ponerme creativo haciendo a las brujas un poco ams extrañas para estas chocoaventuras jajaja
    - [Huesos_27666] puede que necesitemos mas que una pocion para atraparla....por la jaula creo que es mi hermana delia.... quizas?- aquella jaula andante correteaba como gallina sin cabeza sin embargo al girar creaba torbellinos que alzaban los pocos arboles que quedaban en aquel valle //quize ponerme creativo haciendo a las brujas un poco ams extrañas para estas chocoaventuras jajaja
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  • ser programador orco es lo maximo! y quiero decirles con orgullo que pronto podran vivir mis aventuras por el cual sabran la historia de este joven orco! disponible por el momento en pc. jejeeee que maravilla!

    por el momento ese seran las capturas para que vean el proceso.
    ser programador orco es lo maximo! y quiero decirles con orgullo que pronto podran vivir mis aventuras por el cual sabran la historia de este joven orco! disponible por el momento en pc. jejeeee que maravilla! por el momento ese seran las capturas para que vean el proceso.
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