• -en un claro perdido , en un punto muerto entre los multiples reinos que existian , el ladron se encontraba descansando aunque mas que descansar meditaba , sobre todo
    esa hermosa noche con la luna llena , lo haria pensar y pensar mas mientras tenia fija su mirada en la hoguera , que sus llamas anaranjadas danzantes iluminaban parte de el , sus pensamientos iban en cada persona que ha conocido en los multiples caminos que el habia tomado , las aventuras que habian vivido , y la conexion que habian formado para llegar solamente a una pequeña conclusión , aun despues de todo lo que habia pasado , aun despues del dolor que le traia la maldicion en si , estaba agradecido de aun poder vivir , de conocer a otros aventureros interesantes , se sentiria algo culpable al recordar como este maltrato a un muerto en un ataque de celo-

    -apoyaria sus manos atras para dejar un lento suspiro , mientras admiraba el firmamento , dejando ya de un lado sus pensamientos mas profundos y oscuros , el joven se dedicaria a cocinar un pequeño estofado en una olla como le habia enseñado alguna vez un viejo amigo y mientras esta empezaba a cocinarse , veria a un nuevo viajero acercandose y sonriendo bajo su mascara el tan solo atinaria a decir con amabilidad-

    Muy buenas noches aventurero , si estas cansado te invito gratamente a descansar aqui , justo estoy cocinando algo para dos , te apetece comer ?
    -en un claro perdido , en un punto muerto entre los multiples reinos que existian , el ladron se encontraba descansando aunque mas que descansar meditaba , sobre todo esa hermosa noche con la luna llena , lo haria pensar y pensar mas mientras tenia fija su mirada en la hoguera , que sus llamas anaranjadas danzantes iluminaban parte de el , sus pensamientos iban en cada persona que ha conocido en los multiples caminos que el habia tomado , las aventuras que habian vivido , y la conexion que habian formado para llegar solamente a una pequeña conclusión , aun despues de todo lo que habia pasado , aun despues del dolor que le traia la maldicion en si , estaba agradecido de aun poder vivir , de conocer a otros aventureros interesantes , se sentiria algo culpable al recordar como este maltrato a un muerto en un ataque de celo- -apoyaria sus manos atras para dejar un lento suspiro , mientras admiraba el firmamento , dejando ya de un lado sus pensamientos mas profundos y oscuros , el joven se dedicaria a cocinar un pequeño estofado en una olla como le habia enseñado alguna vez un viejo amigo y mientras esta empezaba a cocinarse , veria a un nuevo viajero acercandose y sonriendo bajo su mascara el tan solo atinaria a decir con amabilidad- Muy buenas noches aventurero , si estas cansado te invito gratamente a descansar aqui , justo estoy cocinando algo para dos , te apetece comer ?
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  • Todos adoran la leyenda, el mito, las aventuras de Zevrion, el lobo gris.
    Pero pocos saben lo que he sufrido y soportado durante tanto tiempo.
    Tal vez un día escriba al respecto, tal vez viva por siempre en un libro.
    Todos adoran la leyenda, el mito, las aventuras de Zevrion, el lobo gris. Pero pocos saben lo que he sufrido y soportado durante tanto tiempo. Tal vez un día escriba al respecto, tal vez viva por siempre en un libro.
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  • Carmina miraba la fotografía que su amiga Jade le había tomado en un momento de distracción. La imagen mostraba su figura desde la espalda, con el cabello cayendo en ondas largas y doradas sobre su vestido blanco, mientras observaba un plano de una embarcación en la pared, perdida en sus pensamientos. Había una suavidad en la escena, una especie de nostalgia que impregnaba la imagen con una calidez distante. Sin embargo, al mirarla, Carmina sentía que aquella persona capturada en el instante no era realmente ella.

    Era una sensación extraña. Carmina observaba cada detalle: la silla antigua en la que estaba sentada, el suave brillo que caía sobre su cabello y el reflejo difuso del atardecer iluminando la habitación. Aquel lugar, aquella pose, aquella serenidad que desprendía la imagen, parecían pertenecer a alguien más. ¿Cuándo había dejado de reconocerse en las fotografías? ¿En qué momento se había convertido en una espectadora de su propia vida?

    Jade, con quien había entablado una amistad no hacía mucho, había capturado la imagen con cariño, buscando mostrar una faceta de Carmina que ella misma parecía haber olvidado. No compartían recuerdos de infancia ni aventuras pasadas, pero Jade tenía una habilidad especial para captar momentos que reflejaban la esencia de las personas. Aun así, al ver la imagen, Carmina solo sentía un vacío. La mujer de la fotografía parecía tranquila, en paz, como si estuviera soñando con mares lejanos y aventuras que aún no vivía. Sin embargo, ella misma se sentía atrapada, como si los sueños de esa versión idealizada de sí misma estuvieran tan lejos como el horizonte al que miraba.

    —¿De verdad soy yo? —murmuró, sin esperar una respuesta.

    Carmina cerró los ojos, intentando reconectar con esa parte de ella que una vez se sintió libre y soñadora. Quizás algún día, se convencería de que aquella imagen no era solo una ilusión. Tal vez, con el tiempo, lograría volver a sentirse tan llena de paz como la mujer que veía en la fotografía.
    Carmina miraba la fotografía que su amiga Jade le había tomado en un momento de distracción. La imagen mostraba su figura desde la espalda, con el cabello cayendo en ondas largas y doradas sobre su vestido blanco, mientras observaba un plano de una embarcación en la pared, perdida en sus pensamientos. Había una suavidad en la escena, una especie de nostalgia que impregnaba la imagen con una calidez distante. Sin embargo, al mirarla, Carmina sentía que aquella persona capturada en el instante no era realmente ella. Era una sensación extraña. Carmina observaba cada detalle: la silla antigua en la que estaba sentada, el suave brillo que caía sobre su cabello y el reflejo difuso del atardecer iluminando la habitación. Aquel lugar, aquella pose, aquella serenidad que desprendía la imagen, parecían pertenecer a alguien más. ¿Cuándo había dejado de reconocerse en las fotografías? ¿En qué momento se había convertido en una espectadora de su propia vida? Jade, con quien había entablado una amistad no hacía mucho, había capturado la imagen con cariño, buscando mostrar una faceta de Carmina que ella misma parecía haber olvidado. No compartían recuerdos de infancia ni aventuras pasadas, pero Jade tenía una habilidad especial para captar momentos que reflejaban la esencia de las personas. Aun así, al ver la imagen, Carmina solo sentía un vacío. La mujer de la fotografía parecía tranquila, en paz, como si estuviera soñando con mares lejanos y aventuras que aún no vivía. Sin embargo, ella misma se sentía atrapada, como si los sueños de esa versión idealizada de sí misma estuvieran tan lejos como el horizonte al que miraba. —¿De verdad soy yo? —murmuró, sin esperar una respuesta. Carmina cerró los ojos, intentando reconectar con esa parte de ella que una vez se sintió libre y soñadora. Quizás algún día, se convencería de que aquella imagen no era solo una ilusión. Tal vez, con el tiempo, lograría volver a sentirse tan llena de paz como la mujer que veía en la fotografía.
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  • -dentro de una mazmorra perdida de la mano de dios , en una de las habitaciones se iluminaba por el calor de unas velas , dentro de ella se veria al picaro sentado frente a múltiples productos de diferentes lugares y dimensiones que ordenaba con cuidado , al verte entrar te saludaria con entusiasmo-

    Ooooh bienvenid@s , no esperaba que alguien pudiera llegar hasta aqui , pero aprovechando la ocasion , bienvenidos a mi humilde tienda !

    -el ladron saltaria rapidamente para colocarse a tu lado empezando a presentar sus productos-

    Aqui esta tooooodo lo que necesites en tus aventuras independiente de la raza que sea

    -rapidamente tomaria algunos productos para mostrartelos mas de cerca-

    Desde sangre de noble para los vampiros , pocimas de mana para los magos y artefactos malditos para los mas curiosos , pero dime que te gustaria comprar ?
    -dentro de una mazmorra perdida de la mano de dios , en una de las habitaciones se iluminaba por el calor de unas velas , dentro de ella se veria al picaro sentado frente a múltiples productos de diferentes lugares y dimensiones que ordenaba con cuidado , al verte entrar te saludaria con entusiasmo- Ooooh bienvenid@s , no esperaba que alguien pudiera llegar hasta aqui , pero aprovechando la ocasion , bienvenidos a mi humilde tienda ! -el ladron saltaria rapidamente para colocarse a tu lado empezando a presentar sus productos- Aqui esta tooooodo lo que necesites en tus aventuras independiente de la raza que sea -rapidamente tomaria algunos productos para mostrartelos mas de cerca- Desde sangre de noble para los vampiros , pocimas de mana para los magos y artefactos malditos para los mas curiosos , pero dime que te gustaria comprar ?
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  • Hey~ pretty boy~ ¿Quieres salir de aventuras? Para nada te pasarán cosas que te perturbarán el resto de tu vida. Hehe~
    Hey~ pretty boy~ ¿Quieres salir de aventuras? Para nada te pasarán cosas que te perturbarán el resto de tu vida. Hehe~
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  • Una cosa era prometer algo. Y otra muy distinta era conseguir cumplir dicha promesa.

    Cuando eres inmortal, la vida no tiene prisa. Uno se toma todo el tiempo del mundo para hacer las cosas. ¿Pero que pasa cuando ese tiempo de pronto tiene una fecha límite?.

    Kazuo por primera vez en siglos experimentaba eso. Debido a una promesa divina, había ligado su alma a la de ๐‘ฌ๐’๐’Š๐’›๐’‚๐’ƒ๐’†๐’•๐’‰ โœด ๐‘ฉ๐’๐’๐’๐’…๐’‡๐’๐’‚๐’Ž๐’† . Un acto de amor que como consecuencia lo arrastraría a la muerte el día que el corazón de ella dejara de latir. Sabía que no podía vivir sin ella, y tampoco le agradaba el hecho de morir y renacer sin la certeza de que se vuelvan a encontrar en la siguiente vida.

    Por lo tanto este decidió buscar primero en la biblioteca más antigua que había en Kyoto, el lugar más cercano a su templo. Buscaba el modo de allar la forma de pronlogar la vida de Elizabeth de forma indefinida. Desde luego conocía algún que otro método; como el pedirle a su amigo Heinrich Rosenberg que la transformase en un vampiro. Pero esa idea a Kazuo no le resultaba satisfactoria. Había visto a su amigo sufrir constantemente por su condición, por lo que la idea no le entusiasmaba demasiado.

    Así que este busca información sobre folclore, leyendas, mitos arcanos... Todo aquello que le pudiera ser de utilidad. Si no lo encontraba allí estaba dispuesto a emprender un viaje fuera de su hogar. Abandonar temporalmente su tierra y su labor, con el fin de valorar todas las opciones posibles. Su madre Inari lo entendería, entendería que dedicase una ínfima parte de su longeva vida para lograr aquel propósito. La tarea era prácticamente imposible; Ir contra el curso natural de la vida era algo que no estaba contemplado para los humanos, por lo que las opciones eran escasas o nulas. Aún así tenía que intentarlo. De hecho era algo que ya rondaba su cabeza antes incluso de crear ese vínculo entre ambos. Pero ahora ambos estaban en la misma sintonía, y estaban de acuerdo con todo aquello.

    En aquella biblioteca había libros tan viejos como él. Manuscritos tan frágiles que el mero descuido los volvería polvo. Allí estaba el zorro, rodeados de pilas de libros que devoraba sin descanso. Muchos de ellos ya los había leído con el paso de los años. Pero estaba dispuesto a releerlos con tal de encontrar algo que se le hubieran escapado.

    ¿Sería capaz el zorro de burlar a la muerte?. ¿Impediría su diosa madre que este muriera junto con su alma gemela?. Demasiadas incógnitas y pocas respuestas. Desde luego la aventura estaba asegurada.



    Una cosa era prometer algo. Y otra muy distinta era conseguir cumplir dicha promesa. Cuando eres inmortal, la vida no tiene prisa. Uno se toma todo el tiempo del mundo para hacer las cosas. ¿Pero que pasa cuando ese tiempo de pronto tiene una fecha límite?. Kazuo por primera vez en siglos experimentaba eso. Debido a una promesa divina, había ligado su alma a la de [Liz_bloodFlame] . Un acto de amor que como consecuencia lo arrastraría a la muerte el día que el corazón de ella dejara de latir. Sabía que no podía vivir sin ella, y tampoco le agradaba el hecho de morir y renacer sin la certeza de que se vuelvan a encontrar en la siguiente vida. Por lo tanto este decidió buscar primero en la biblioteca más antigua que había en Kyoto, el lugar más cercano a su templo. Buscaba el modo de allar la forma de pronlogar la vida de Elizabeth de forma indefinida. Desde luego conocía algún que otro método; como el pedirle a su amigo [Heinz_Vamp] que la transformase en un vampiro. Pero esa idea a Kazuo no le resultaba satisfactoria. Había visto a su amigo sufrir constantemente por su condición, por lo que la idea no le entusiasmaba demasiado. Así que este busca información sobre folclore, leyendas, mitos arcanos... Todo aquello que le pudiera ser de utilidad. Si no lo encontraba allí estaba dispuesto a emprender un viaje fuera de su hogar. Abandonar temporalmente su tierra y su labor, con el fin de valorar todas las opciones posibles. Su madre Inari lo entendería, entendería que dedicase una ínfima parte de su longeva vida para lograr aquel propósito. La tarea era prácticamente imposible; Ir contra el curso natural de la vida era algo que no estaba contemplado para los humanos, por lo que las opciones eran escasas o nulas. Aún así tenía que intentarlo. De hecho era algo que ya rondaba su cabeza antes incluso de crear ese vínculo entre ambos. Pero ahora ambos estaban en la misma sintonía, y estaban de acuerdo con todo aquello. En aquella biblioteca había libros tan viejos como él. Manuscritos tan frágiles que el mero descuido los volvería polvo. Allí estaba el zorro, rodeados de pilas de libros que devoraba sin descanso. Muchos de ellos ya los había leído con el paso de los años. Pero estaba dispuesto a releerlos con tal de encontrar algo que se le hubieran escapado. ¿Sería capaz el zorro de burlar a la muerte?. ¿Impediría su diosa madre que este muriera junto con su alma gemela?. Demasiadas incógnitas y pocas respuestas. Desde luego la aventura estaba asegurada.
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  • — En esta vida, de verdad pensé que encontraría la felicidad.... Adiós a las sonrisas, a los abrazos y a las alegrías, adiós a los te amo y el juntos para siempre... Fue hermoso mientras duro, fue un viaje lleno de aventuras....
    — En esta vida, de verdad pensé que encontraría la felicidad.... Adiós a las sonrisas, a los abrazos y a las alegrías, adiós a los te amo y el juntos para siempre... Fue hermoso mientras duro, fue un viaje lleno de aventuras....
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  • —Sirius se vistio luego de aquella noche loca,seguia bastante adolirido y cansado,decidio desayunar y luego procedio a ponerse su armadura,Cassandra aparecio vistiendo una bata mientras lo observaba—

    "No te confundas Wimbleton,tu y yo no tendremos una aventura"

    —Ella se acerco a el y le acaracio el casco—

    "Aunque...si haces un buen trabajo recibiras mas recompensas asi"


    —Ella le dio un beso en el casco y se retiro sonriendo,Sirius con una sonrisa bajo su casco tambien decidio dejar la casa para seguir trabajando—
    —Sirius se vistio luego de aquella noche loca,seguia bastante adolirido y cansado,decidio desayunar y luego procedio a ponerse su armadura,Cassandra aparecio vistiendo una bata mientras lo observaba— "No te confundas Wimbleton,tu y yo no tendremos una aventura" —Ella se acerco a el y le acaracio el casco— "Aunque...si haces un buen trabajo recibiras mas recompensas asi" —Ella le dio un beso en el casco y se retiro sonriendo,Sirius con una sonrisa bajo su casco tambien decidio dejar la casa para seguir trabajando—
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  • pues… así a lo tonto, tengo una cita…¿Que se supone que se hacía? Hace siglos que no tengo ninguna… —Suspiró—. En fin, una nueva aventura a la vista ~
    pues… así a lo tonto, tengo una cita…¿Que se supone que se hacía? Hace siglos que no tengo ninguna… —Suspiró—. En fin, una nueva aventura a la vista ~
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  • "๐•ฐ๐–‘ ๐–—í๐–” ๐–‹๐–‘๐–ší๐–† ๐–˜๐–Š๐–—๐–Š๐–“๐–” ๐–ž ๐–ˆ๐–†๐–‘๐–‘๐–†๐–‰๐–”,
    ๐–‘๐–‘๐–Š๐–›๐–†๐–“๐–‰๐–” ๐–ˆ๐–”๐–“๐–˜๐–Ž๐–Œ๐–” ๐–‘๐–” ๐–™๐–—๐–Ž๐–˜๐–™๐–Š ๐–ž ๐–‘๐–” ๐–Š๐–—๐–—๐–†๐–‰๐–”.
    ๐•ท๐–†๐–˜ ๐–‰๐–Š๐–—๐–—๐–”๐–™๐–†๐–˜, ๐–ˆ๐–š๐–†๐–‘ ๐–๐–”๐–๐–†๐–˜, ๐–˜๐–Š ๐–Ž๐–‡๐–†๐–“ ๐–˜๐–Ž๐–“ ๐–•๐–—๐–Ž๐–˜๐–†,
    ๐–•๐–Š๐–—๐–‰๐–Ž๐–‰๐–†๐–˜ ๐–Š๐–“ ๐–†๐–Œ๐–š๐–†๐–˜ ๐––๐–š๐–Š ๐–™๐–”๐–‰๐–” ๐–˜๐–š๐–†๐–›๐–Ž๐–Ÿ๐–†."

    Había sido tedioso, pero ya casi había recuperado todas sus fuerzas. El zorro era un uno con la naturaleza, y es con ella cuando se sentía más centrado, más sereno.

    Bajo aquella cascada sentía como si su cuerpo se enraizaran en la tierra, manteniéndolo sujeto en el aquí y ahora. Había sobrevivido, por primera vez había sentido la suave caricia de la muerte llamándole. El agua arrastraba esos pensamientos de temor, de venganza irrefrenable. Aquel ลŒmukade se las vería con él más pronto que tarde. El Kitsune, guardián de su bosque, caminante entre lo visible y lo invisible. Esta vez él era el cazador, y el demonio escalopendra era su mal aventurada presa.
    "๐•ฐ๐–‘ ๐–—í๐–” ๐–‹๐–‘๐–ší๐–† ๐–˜๐–Š๐–—๐–Š๐–“๐–” ๐–ž ๐–ˆ๐–†๐–‘๐–‘๐–†๐–‰๐–”, ๐–‘๐–‘๐–Š๐–›๐–†๐–“๐–‰๐–” ๐–ˆ๐–”๐–“๐–˜๐–Ž๐–Œ๐–” ๐–‘๐–” ๐–™๐–—๐–Ž๐–˜๐–™๐–Š ๐–ž ๐–‘๐–” ๐–Š๐–—๐–—๐–†๐–‰๐–”. ๐•ท๐–†๐–˜ ๐–‰๐–Š๐–—๐–—๐–”๐–™๐–†๐–˜, ๐–ˆ๐–š๐–†๐–‘ ๐–๐–”๐–๐–†๐–˜, ๐–˜๐–Š ๐–Ž๐–‡๐–†๐–“ ๐–˜๐–Ž๐–“ ๐–•๐–—๐–Ž๐–˜๐–†, ๐–•๐–Š๐–—๐–‰๐–Ž๐–‰๐–†๐–˜ ๐–Š๐–“ ๐–†๐–Œ๐–š๐–†๐–˜ ๐––๐–š๐–Š ๐–™๐–”๐–‰๐–” ๐–˜๐–š๐–†๐–›๐–Ž๐–Ÿ๐–†." Había sido tedioso, pero ya casi había recuperado todas sus fuerzas. El zorro era un uno con la naturaleza, y es con ella cuando se sentía más centrado, más sereno. Bajo aquella cascada sentía como si su cuerpo se enraizaran en la tierra, manteniéndolo sujeto en el aquí y ahora. Había sobrevivido, por primera vez había sentido la suave caricia de la muerte llamándole. El agua arrastraba esos pensamientos de temor, de venganza irrefrenable. Aquel ลŒmukade se las vería con él más pronto que tarde. El Kitsune, guardián de su bosque, caminante entre lo visible y lo invisible. Esta vez él era el cazador, y el demonio escalopendra era su mal aventurada presa.
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