Antes de que leais, aviso:
Este monorol contiene spoilers de la última temporada de la serie de CW: "Los Originales". El contenido del monorol pertenece a la trama actual de mi personaje y es una ampliacion del contexto de mi personaje en la respuesta de rol con mi partner.
Para más contexto os dejo el enlace del primer monorol:
ㅤㅤㅤ‧₊❑ Monorol 1. "Tenemos un trato"
Nueva Orleans. Una ciudad a la que había acudido en busca de respuestas. En busca de una familia. En busca de un legado. Enfadada, tremendamente airada cuando se dio cuenta de que Atticus Shane había estado jugando con ella, había pisado aquella ciudad de Luisiana sin más pertenencias que una mochila desvencijada y una marca de nacimiento en su hombro derecho. Una ciudad que la había visto crecer, encontrar una familia, encontrar el amor y perderlo. Una ciudad que la había observado alumbrar a su hija y que había sido testigo de sus sacrificios y luchas. Una ciudad que no había vuelto a pisar desde el día en que murió…
La última vez que había estado allí la vida era muy diferente:
Klaus y sus hermanos tenían que permanecer alejados unos de otros. Por Hope. Para que el Vacío no volviera a reclamarla. Elijah había borrado sus recuerdos. Freya y Keelan superaban altibajos en su relacion a distancia, las facciones preparaban el Mardi Gras, Hope estudiaba en Mystic Falls, Rebekah y Marcel disfrutaban de su noviazgo en una gran ciudad, Nueva Orleans progresaba, las facciones aprendían a entenderse entre ellas… Y ella… Hayley intentaba criar a una rebelde hija tríbrida con el carácter de los Labonair y la furia de los Mikaelson. Había sido una suerte que Declan congeniara tan bien con Hope, casi convirtiéndose en una figura paterna desde que Klaus decidiera alejarse de su vida.
Y ahora no quedaba rastro de aquella vida. Se sentía como si acabaran de ponerla en mitad de un tablero de juego desconocido donde, irónicamente, todo le era familiar y cercano. Durante aquel viaje Elijah le había puesto al día de todo lo que había acontecido desde el día en que murió y hasta el momento en que él la había encontrado en aquel granero de un pueblo perdido en Francia.
Hope había encontrado el modo de extraer el vacío de su familia y Klaus se había sacrificado por ella. Elijah había muerto con su hermano, herido de pena por su papel en la muerte de la propia Hayley. Freya y Keelan se habían casado. Las facciones sobrenaturales se recuperaban de varios golpes de estado y los vampiros habían abandonado la ciudad. Hope ahora era una tríbrida completa y había dejado Virginia. Declan ya no estaba…
Suspiró cuando Elijah detuvo el coche y la mirada de sus ojos marrones queria decir algo como “¿Preparada?” Ella asintió, porque no podía quedarse para siempre en aquel coche. Pero tenia miedo. Miedo del plan que tenia que desempeñar ella en el plan de Morgana. Miedo de meter la pata y condenar a su hija. Miedo a ser descubierta. Miedo a perder lo que acababa de recuperar…
Hayley salió del coche por fin mientras Elijah sacaba su maleta del maletero. Hayley seguía de pie delante de la fachada del complejo familiar. Y volvió a sentirse infinitamente pequeña, como el primer día que atravesó aquellas puertas acompañada de Klaus.
-Vaya… Sigue cortando el aliento. Eso no ha cambiado…- dijo Hayley a sabiendas de que solo Elijah podía oírla. El original le tendió su mano libre para acompañarla al interior. Una mano que ella aceptó con gusto. Atravesaron la puerta de madera y los tacones de Hayley Marshall volvieron a resonar entre las paredes de piedra de aquel antiguo enclave. Su mirada iba de un lado a otro mientras pasaban aquel corto pasillo y llevaban a la arcada previa al Atrio principal.
En el patio, Freya Mikaelson movia discretamente su péndulo sobre un mapa desplegado sobre la mesa. Al escuchar cerrarse la puerta alzó la mirada y el péndulo cayó de su mano.
-Dios mío -la sonrisa en los labios de la milenaria bruja podría haber descongelado un glaciar. Una sonrisa que se sentía como el hogar- Estás aquí -dijo antes de levantarse apresuradamente y caminar hacia Hayley para estrecharla entre sus brazos. Hayley la abrazó tambien rodeando su cintura con los brazos sin poder creerse, ninguna de las dos, estar haciendo aquello de nuevo- No puedo creerlo…
-Yo tampoco -sonrió Hayley mientras Freya se apartaba. Se limpió discretamente una lágrima a tiempo de ver aparecer a Klaus desde uno de los despachos de la planta baja.
Al verla, el Hibrido Original se detuvo en seco, analizándola con aquellos intensos ojos azules que tambien Hope había heredado. La mandíbula del Hibrido se tensó. Pero Hayley no apartó la mirada. En un parpadeo, el temible Klaus Mikaelson estaba delante de ella, todavía sin decir una sola palabra como si estuviera reconociéndola. La mano masculina se alzó y se posó en el rostro de Hayley. Y ella le dedicó una sonrisa.
-Soy yo -dijo antes de ser ella misma quien buscara un abrazo del padre de su única hija. Pasaron un par de segundos, pero finalmente los brazos de Klaus la rodearon y algo asi como una suave risa escapó de la garganta del Original- Los Mikaelson somos duros de matar…
-Tú siempre has sido la mejor de todos nosotros -dijo Klaus apartándose de ella y tomando el rostro de Hayley entre sus manos.
Unos tacones resonaron descendiendo la escalera.
-Mi hermano y su talento para el drama -habló la voz de Rebekah Mikaelson mientras ya caminaba por el patio- Deja de acaparar el escenario y déjame abrazar a mi cuñada -dijo la rubia llegando hasta Hayley para estrecharla en un abrazo.
Por su parte, Klaus acudió a saludar a su hermano mayor, Elijah, quien se había quedado a la derecha de la escena dándole a Hayley la intimidad de aquellos reencuentros.
-Bekah -sonrió la Labonair rodeando el cuerpo de Rebekah entre sus brazos.
-Esto no es justo. Seis años muerta, dos incineraciones y una resurrección y estás más guapa que la ultima vez que te vi -bromeó Bekah provocando una carcajada de la loba. Mientras se apartaban, Marcel Gerard llegó hasta ellas dos.
-Andrea Labonair…- dijo con ese tono cálido en su voz- No hay palabras para expresar cuanto me alegro de verte.
Y allí, a pesar de todo, a pesar de peleas, discusiones, amenazas y trifulcas se dio cuenta de que Marcel ya había enterrado el hacha de guerra, que era familia. Igual que todos ellos.
-Hola -rio Hayley rodeando al vampiro entre sus brazos también.
Y, más apartado en escena, al lado de Freya esperando pacientemente estaba Keelan. El ultimo de los lobos Malraux, de momento. Hasta que el pequeño Nik desencadenara su maldición licántropa. Hayley y Keelan no habían empezado con demasiado buen pie, puede que algo mejor que Freya y él. Pero se había convertido en un maravilloso aliado de la familia Mikaelson
No tardaron mas de dos segundos en tambien ellos dos fundirse en un abrazo cálido y familiar. El cariño inherente en cada cosa que hacia el Malraux era estremecedor.
-Elijah me ha contado que tengo un sobrino -dijo Hayley- Enhorabuena. A los dos -añadió mirando tambien a Freya.
Después la hibrida le dedicó una mirada a Elijah, desprovisto de la maleta de la hibrida, quien ya se había encargado de servir un vaso de bourbon para ella y otro para él. Hayley lo miró de esa forma en que solo se miraban ellos dos y le dedicó una sonrisa cálida que queria decir “gracias”, en ese lenguaje intimo que los dos poseía.
-Bueno… ¿Y vosotros dos…? -preguntó Rebekah rompiendo el hielo- ¿Volvéis a estar juntos o…?
Hayley la miró con sorpresa y luego miró a Elijah. No habían hablado de ello, claro que no. Habían existido otras cosas más importantes que tratar desde que se habían reencontrado, pero la intimidad entre ellos era mas que evidente. La forma en que se miraban, la forma en que se movían…
-Es… complicado… - resolvió el propio Elijah liberando asi a Hayley de tener que dar una respuesta en mitad de aquel momento tan abrumador. Y aun asi los dedos de Hayley buscaron la mano de Elijah entrelazando sus dedos con los propios antes de que el propio Elijah guiara a la tríbrida a tomar asiento pues había temas mucho más importantes a tratar desde ese momento. Como familia. Todos unidos de nuevo.