Asher rechazó la llamada de nuevo e ignoró los mensajes que le caían en spam en el chat grupal.
Observó la noche oscura y silenciosa mientras estaba en el parque, la brisa fría le hizo detener sus pensamientos y sólo se dedicó a apreciar la naturaleza solemne. Un manto de estrellas cubría el cielo y la luna, su astro favorito, estaba más brillante que nunca. Lo suficiente para hacer sonreír a cualquiera por lo hermosa y resplandeciente que era, pensó que nada podría compararse a su belleza. Sin embargo, esa noche no tenía ganas de sonreír.
Pero su teléfono había estado sonando constantemente, hizo una mueca de fastidio y lo miró; era una video llamada de sus amigos. Los había estado ignorando hace media hora, no quería hablar con nadie en su estado de ánimo actual.
Aunque sabía que no iban a dejar de insistir, así que contestó la video llamada y levantó su teléfono para enfocar su rostro y enseguida en la pantalla dividida se mostraron los rostros de algunos de sus amigos.
— ¡Asher! Llevamos esperándote desde hace una hora aquí en la feria, ¿Dónde estás?.
— Dinos dónde estás para ir a buscarte, nos vamos a divertir mucho.
Dijeron mientras se arrebataban el teléfono para hablar con una gran sonrisa. ¿Porqué todo el mundo andaba sonriente esa noche?. Suspiró y sin ganas de hablar dijo algunas palabras.
— Les dije que no iría, ésta vez no puedo hacerlo.
Ellos se quedaron extrañados por recibir una respuesta negativa de su parte y luego observaron mejor el aspecto de Asher. Notaron que estaba decaído, se sentía tanto el gran cambio de actitud y también, su mirada era evasiva y algo húmeda. Uno de ellos se acercó al teléfono y observó de cerca. Asher alejó su rostro por la repentina cercanía del otro a través de la pantalla.
— ¿Nuestro Asher estaba llorando? Ah.. a nuestro principito le rompieron el corazón.
El vampiro se congeló momentáneamente, había tenido un escalofrío por esa forma en que fue llamado. Su expresión era de desagrado y no respondió, algo que los demás tomaron como afirmación.
— Oye, ¿Alguna vez han visto a Asher triste? ¿Quién fue el alma valiente? Es como presenciar un cometa caer. Tomen fotos.
"Malditos humanos" maldijo mentalmente, aunque le agradaban, no podía salirse con la suya porque eran muy buenos observando, aunque el motivo era muy alejado. Se limpió sus ojos con la manga de su camisa gris y los volvió a mirar, forzó una sonrisa y cambió su actitud a una burlona.
— ¿Llorar? ¿Porqué lo haría? No sueñen despiertos. Ésto ha sido porque he estado estornudando y bebí un poco hace unos minutos, nada más...
Murmuró observando las latas de cerveza a su lado, ni siquiera le gustaba la cerveza, pero no había lugar cercano para comprar vino. La sonrisa de Asher se redujo al sentir una punzada en su pecho de forma repentina. Aunque quería alejar esos pensamientos, éstos siempre permanecían en lo profundo de su mente.
— ¿De verdad no estás bien? No importa si no puedes jugar hoy, sólo quiero saber.
Asher regresó la mirada al móvil, donde sus amigos esperaban por una respuesta. Y después de calmarse de lo anterior, negó suavemente sin decir nada más.
— Diviértanse.
Ellos se despidieron y Asher cortó la llamada, quedando nuevamente el silencio. Se quedó observando el móvil oscuro entre sus manos hasta que una lágrima silenciosa se deslizó por su mejilla. Levantó su mano para limpiarse la lágrima inconscientemente y observó su dedo húmedo por la misma. Nuevamente, sus cejas se fruncieron al sentir ese dolor agudo en su pecho, se quejó en voz baja mientras se inclinaba hacia adelante para llevar una mano a presionar ese lugar. Buscó en su bolsillo un frasco rojizo, lo abrió con dificultad y bebió su contenido, el cual no era otra cosa más que sangre.
Abstenerse de la única fórmula que lo mantenía vital, era como si un humano con cáncer rechazara los tratamientos hasta marchitarse por completo.
Pero cada vez que bebía una sola gota, algo dentro de él desaparecía y cuando no lo hacía, tenía que vivir en constante dolor. La decisión por el que no lo hacía e incluso pasaba días sin beber, era simple; no quería convertirse en un monstruo, pero no podía vivir sin ella, era el sustento de su naturaleza maldita.
Después de terminar el frasco, sus labios quedaron manchados con el líquido rojizo y sus ojos ya no eran oscuros, sino habían tomado una tonalidad escarlata profunda, casi como el vino mismo. Asher cerró sus ojos por unos minutos, el dolor en el pecho iba desapareciendo y la memoria por lo cual había estado en un ánimo decadente también.
Cuando volvió a abrirlos, éstos regresaron a la normalidad, pero eran completamente inexpresivos y carentes de calidez. En su expresión no había ningún rasgo de la amabilidad que solía tener, ni de su sonrisa juguetona. La sangre tenía el efecto de "recordarle" su naturaleza y olvidar las partes humanas, pero para Asher era como si adoptara una nueva personalidad.
Miró las latas vacías e hizo una expresión de asco.
— ¿Bebí ésto? Que estúpido. Ja..
Recordó como se había comportado ante unos humanos a los cuáles llamaba amigos, actualmente su orgullo lo estaba abofeteando.
Después de reprender su propia actitud estúpidamente sensible de antes, se levantó de la banca y se alejó del parque, no quería recordar ese mal momento. Era demasiado, odiaba realmente mostrarse sensible ante otros.