En el vacío de tu partida,

el eco es grito, sombra herida,

te busco en noches de silencio,

mas solo hallo un viento denso.

 

Las estrellas, faros distantes,

me miran fijas, ignorantes,

y pienso tanto que mi mente

se hunde en bucles de lo ausente.

 

La muerte danza entre los pinos,

teje susurros, riega espinos,

y en su canción de despedida

se hunde la voz de mi vida.

 

Todo retorna, nada queda,

un círculo eterno me enreda,

y en este ciclo de agonía

me pierdo yo, se va mi día.

 

De nosotros, para vosotros. Una vida en bucle y yo.

G.W