Aimi estaba en la cocina del hotel, creando algunos medicamentos, eso es su paga para quedarse mientras esta cuidado de Vanitas y Noeh, ambos chicos llegaron de una misión bastante lastimados, por lo que ella se quedó unos días pero no tenía dinero para quedarse por eso, el propietario del hotel de pidio crear medicinas para su hotel como pago.

 

—Esos dos, solo me causas problemas. — Comentó tras dejar salir un leve suspiro. —En fin—.

 

Al terminar, fue al ver como se encuentra sus dos amigos.

Entrando a la habitación, miro como se encontraba, se acercó y los reviso. —Ni se que paso pero ya mañana estarán bien. —

 

Les dejo comida y se marchó de la habitación para que descansen, se fue a comprar algunas cosas para seguir experimentando, asi que fue al un invernadero donde había variedad de hierbas para sus merjurges.

Mientras estaba en esa actividad, le llego el rumor de que algo estaba pasando en un pueblo algo alejado.

 

—Vaya, esto lo tiene que saber Vanitas, se nota que es obra de un portador de la maldición. —. Se dijo para si misma, llego al invernadero y busco algunos hierbas, estuvo analizando y seleccionado algunas.

 

Una vez que consiguió unas de buenas calidad, Aimi regreso al hotel, debía decirle sus descubrimientos a Vanitas, conociéndolo se irá al momento, aunque esta vez planea ir con ellos para cuidar de que no se vuelvan a lastimar tanto.

 

—Esta vez, ni los dejaré solos. — Se dijo así misma mientras entraba al hotel y fue rumbo a la habitación de sus amigos.

 

En ese momento, Vanitas estaba por salir, cuando Aimi entra a la habitación de pronto y sin querer al entrar le dio un portazo en la cara al pobre de Vanitas. 

 

—Ay... ¿Pero que rayos te pasa? —. Grita Vanitas con la cara roja por el golpe.

 

—Uy, lo siento. —. Comento al ver a su amigo y le revisa el golpe. —Por cierto, debo contarte algo. —.

 

Asi, Aimi comenzó a contarle a Vanitas sobre el rumor que descubrió, Noeh ya habia despertado, se quedó escuchando lo que decían.

Mientras Vanitas al escuchar eso, mostró una sonrisa.

 

—Esto se pondrá muy bueno. — Se levanta mirando a sus dos amigos. —Bien, Noeh, es ho... —.

 

—Alto ahí —. Aimi interrumpe a Vanitas. —Esta vez ire también, no dejaré que los maltraten. —. Dijo al cruzarse de brazos.

 

Vanitas la miró y sintió algo de miedo. 

 

—No puedo negarme... Esta bien. —. Suspira profundamente. —Bien, Noeh y Aimi, es hora de ir a una misión. — Comentó Vanitas y miro a sus amigos. —Asi qué a descansar que salimos mañana por la mañana. —

 

Comentó para asi todos se fueron a descansar para iniciar la aventura por la mañana, Aimi se fue a su propia habitación. 

 

—Esta vez, los cuidare. — Dijo antes de caer dormida.