#DuoRol
La nieve se hundía bajo los pasos ligeros de Illyiv, cada movimiento suyo estaba acompañado por el susurro del viento que batía suavemente las ramas de los árboles. La noche en el Reino Fae era una obra de arte en sí misma, con un cielo repleto de estrellas y la nieve blanca cubriendo los senderos, como si la propia luna hubiera derramado su luz sobre la tierra.
Mientras avanzaba, ajustó la capa oscura que cubría su vestido, un atuendo cuidadosamente elegido para mezclarse con los aldeanos. El vestido era de tonos apagados, con un color carbón que se fundía ligeramente con la penumbra, mientras que la capa negra le proporcionaba tanto calor como un toque de anonimato.
La peliblanca hizo una pausa en el camino, apoyándose brevemente en un árbol ennegrecido por las sombras de la noche. Sus dedos alcanzaron el pergamino doblado que llevaba oculto en el interior de la manga de su vestido, desplegandolo con cuidado para repasar los detalles de la misión que la había hecho viajar hasta ese lugar.
—"Obtener información..." —murmuraba mientras repasaba los detalles brevemente— "...el linaje de la luna... debilidades, alianzas del reino fae, su conexión con la oscuridad..." ¿Conexión con la oscuridad? Tsk... ¿Por qué a la organización le interesaría todo esto? —susurraba, hablando consigo misma mientras seguía leyendo el pergamino— "actúa con discreción, no reveles tu identidad, evita cualquier enfrentamiento directo..." Ugh, esto es absurdo...
Enrrolló nuevamente el pergamino, escondiéndolo nuevamente en su vestimenta, y retomó su andar. La expresión en su rostro era de pura exasperación, y no pudo evitar que una sonrisa irónica se formará en sus labios.
—Genial, infiltrarme en un reino, acercarme a un heredero lleno de secretos y robar información que podría provocar caos...suena justo como lo mío —murmuró con sarcasmo mientras el viento helado alzaba los mechones de su cabello blanco al aire.
Este no era su estilo. Ella estaba acostumbrada a misiones rápidas, sangrientas y efectivas. Entrar, eliminar al objetivo y salir antes de que alguien notara lo que había sucedido, y si alguien lo notaba, lo eliminaba también. Pero esto de infiltrarse y actuar con sutileza no era más que un dolor de cabeza, pero sabía que no tenía opción.
Mientras caminaba, sus pasos la llevaron por un sendero estrecho cubierto de nieve. Sin embargo, al continuar avanzando, se dió cuenta de algo inquietante: no tenía un plan claro, no sabía cómo proceder, ni siquiera sabía dónde se encontraba ahora mismo ese tal
Ian Moonlight . Su objetivo era únicamente recolectar información, no podía involucrarse ni alterar el equilibrio político del reino.
—¿Y ahora qué, Illyiv? —murmuró para si misma, su aliento escapando de sus labios en pequeñas nubes blancas. Se detuvo para mirar a su alrededor. Las luces de algunas cabañas cercanas brillaban en la distancia, pero no le ofrecían ninguna pista.
El castillo se alzaba ante ella, pero no podía simplemente golpear la puerta y pedir hablar con él. Y la idea de entrar en un lugar lleno de guardias, y quizás magia, sin un plan sólido, no era precisamente alentadora. Por ahora, se limitaría a buscar un lugar donde quedarse en la aldea; mientras trataba de decidir cuál sería su próximo movimiento. Solo podía confiar en su instinto y en la capacidad de improvisar que siempre la había sacado adelante. Pero incluso mientras trazaba posibles estrategias, no podía evitar una sensación molesta en el fondo de su mente: está misión sería todo menos sencilla.
#DuoRol
La nieve se hundía bajo los pasos ligeros de Illyiv, cada movimiento suyo estaba acompañado por el susurro del viento que batía suavemente las ramas de los árboles. La noche en el Reino Fae era una obra de arte en sí misma, con un cielo repleto de estrellas y la nieve blanca cubriendo los senderos, como si la propia luna hubiera derramado su luz sobre la tierra.
Mientras avanzaba, ajustó la capa oscura que cubría su vestido, un atuendo cuidadosamente elegido para mezclarse con los aldeanos. El vestido era de tonos apagados, con un color carbón que se fundía ligeramente con la penumbra, mientras que la capa negra le proporcionaba tanto calor como un toque de anonimato.
La peliblanca hizo una pausa en el camino, apoyándose brevemente en un árbol ennegrecido por las sombras de la noche. Sus dedos alcanzaron el pergamino doblado que llevaba oculto en el interior de la manga de su vestido, desplegandolo con cuidado para repasar los detalles de la misión que la había hecho viajar hasta ese lugar.
—"Obtener información..." —murmuraba mientras repasaba los detalles brevemente— "...el linaje de la luna... debilidades, alianzas del reino fae, su conexión con la oscuridad..." ¿Conexión con la oscuridad? Tsk... ¿Por qué a la organización le interesaría todo esto? —susurraba, hablando consigo misma mientras seguía leyendo el pergamino— "actúa con discreción, no reveles tu identidad, evita cualquier enfrentamiento directo..." Ugh, esto es absurdo...
Enrrolló nuevamente el pergamino, escondiéndolo nuevamente en su vestimenta, y retomó su andar. La expresión en su rostro era de pura exasperación, y no pudo evitar que una sonrisa irónica se formará en sus labios.
—Genial, infiltrarme en un reino, acercarme a un heredero lleno de secretos y robar información que podría provocar caos...suena justo como lo mío —murmuró con sarcasmo mientras el viento helado alzaba los mechones de su cabello blanco al aire.
Este no era su estilo. Ella estaba acostumbrada a misiones rápidas, sangrientas y efectivas. Entrar, eliminar al objetivo y salir antes de que alguien notara lo que había sucedido, y si alguien lo notaba, lo eliminaba también. Pero esto de infiltrarse y actuar con sutileza no era más que un dolor de cabeza, pero sabía que no tenía opción.
Mientras caminaba, sus pasos la llevaron por un sendero estrecho cubierto de nieve. Sin embargo, al continuar avanzando, se dió cuenta de algo inquietante: no tenía un plan claro, no sabía cómo proceder, ni siquiera sabía dónde se encontraba ahora mismo ese tal [Ian_Moon]. Su objetivo era únicamente recolectar información, no podía involucrarse ni alterar el equilibrio político del reino.
—¿Y ahora qué, Illyiv? —murmuró para si misma, su aliento escapando de sus labios en pequeñas nubes blancas. Se detuvo para mirar a su alrededor. Las luces de algunas cabañas cercanas brillaban en la distancia, pero no le ofrecían ninguna pista.
El castillo se alzaba ante ella, pero no podía simplemente golpear la puerta y pedir hablar con él. Y la idea de entrar en un lugar lleno de guardias, y quizás magia, sin un plan sólido, no era precisamente alentadora. Por ahora, se limitaría a buscar un lugar donde quedarse en la aldea; mientras trataba de decidir cuál sería su próximo movimiento. Solo podía confiar en su instinto y en la capacidad de improvisar que siempre la había sacado adelante. Pero incluso mientras trazaba posibles estrategias, no podía evitar una sensación molesta en el fondo de su mente: está misión sería todo menos sencilla.