En aquel micro se encontraba la pelirrosa, vestida de negro con falda y medias de rejilla, además de unas botas largas negras totalmente comparado con lo que solía vestir delante de sus padres. Abrió los ojos con una sonrisa y procedió a hablar.

— Es un placer conocerles. Muchas gracias y Tiger se despide por hoy, hasta otra vez.

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               𝂅 9 horas antes 𝂅 

 

— Taiga, ¿Qué tal las clases? — Dijo su madre mientras terminaban las sirvientas de emplatar delante de ellos.— No nos cuentas nada de cómo lo llevas, me preocupas.

Taiga con su pelo todo rubio le dedicó una pequeña sonrisa a su madre tomando de su mano, quería que no se preocupase de nada a lo que su madre también tomó ésta con la libre.

— Todo bien, no te preocupes. Las clases están siendo perfectas, no puedo quejarme de nada. —Bajó un momento la mirada pero mantuvo su sonrisa para luego mirar a su padre.— El otro día saqué un 9 así que todo bien.

Su padre se levantó acercándose a abrazar a su hija la cual no soltó hasta unos minutos después ya ella riéndose.

— ¡Papá! — Exclamó sin parar de reír.

— Perdón, es que estoy agradecido de tener una hija sobresaliente, educada, tranquila.. no como esas niñatas que visten raro y son malhabladas. — Su forma fue algo despectiva la cual en su interior notó cómo se rompió un poco su corazón, asintió a sus palabras.

— No hace falta hablar así, cariño. Cada uno viste y es como quiera. — Comentó la madre queriendo suavizar.

— Bah, olvidemos eso. Hay que hacer un brindis por nuestra futura profesora. ¿Mmhm? —Alzó una copa para chocarla con su mujer y esperó a Taiga.— ¿Taiga?

— ¿Ah? Oh, claro que sí. Por la mejor profesora. — Dijo con una sonrisa chocando también aquella copa sorbiendo mientras que su cara cambió un poco por unos segundos.

 

( . . . )

 

Después de la comida, Taiga avisó a sus padres de que iría a la biblioteca a estudiar y marchó ritmo a su casa de escondite. Una vez que llegó dejó sus cosas encima de la mesa y se fue dentro de su cuarto viéndose y apreciándose no solamente un un sitio donde poder descansar sino un pequeño estudio con micrófono, guitarra, mesa de mezclas...

Aquello fue impresionante, se llevó a sus orejas sus cascos inalámbricos y se sentó en su silla de escritorio, viendo su canal de Youtube donde subía covers y canciones sin mostrar su cara; ahí se escondió bajo el nombre TIGER.

La gran pregunta es ¿Desde dónde empezó todo? Pues tampoco era muy complicado ya que siempre le gustó cantar y dejarse llevar por la música lo que sus padres se aferraban más a la idea de que se dedicase a lo que ellos querían, ya sabéis lo que dicen muchas gente: Cuanto más prohibes a alguien de algo, más ganas tiene de hacerlo.

Ahora mismo Taiga tenía mucha gente que la seguía y que la adoraba pero nunca supieron cómo era, tal vez necesitaba ya al menos que tuviera algún debut en algún pequeño escenario por lo menos. Chasqueó su lengua un poco recordando las palabras de su padre y de su madre además de lo mucho que la restringían y de ahí también comenzó a esconderse en su personalidad real, que era la que estaba siendo en su casa. 

Recibió un correo rápido, era de uno de sus conocidos de un bar al que va, no era el jefe como tal pero sí un encargado.

"Taiga, necesito un favor." Eso era el asunto del correo, ladeó la cabeza frunciendo el ceño y le dio click.

    • "Hola Taiga, es posible que estés ocupada con tus cosas las cuales puedo entender pero necesito de tu ayuda esta noche. La cantante que iba a estar hoy se ha enfermado, ¿Podrías cubrir? No te pido nunca nada, por favor. Te pagaré muy bien."

De todos los favores que siempre le piden éste era uno de los que le llamó la atención, se agarró con el pulgar y el índice sus labios tirándolos con suavidad. ¿Debería aceptar? Soltó un pequeño resoplido y se giró un poco mirando el dormitorio, tal vez le venía bien por fin hacer ese debut que tanto ansiaba.

 Pero algo le faltaba, necesitaba algo que la ayudara a pasar desapercibida y no sólo la ropa hasta que observando con detenimiento una sonrisa de lado apareció al ver su peluca rosada.

 

               𝂅 23:00 PM 𝂅

 

Llegó en su moto a aquel bar, bajándose y entró por la puerta trasera mientras encendía su cigarro con una pequeña sonrisa y tomó una calada.

— Hey Woo. — Dijo chocandole la mano.

— Menosmal que llegaste, maldita. Me vas a ayudar de un apuro gigante. — Soltó para después dejarle un cenicero cerca luego de chocar la palma de las manos.

— Para eso estamos. No te preocupes de eso, ya sabes. —Soltaba las colillas por mientras.— ¿Tienes una guitarra a mano, verdad? — El chico asintió preparándose para su pregunta y se la dejó encima de la mesa.— Joder, mola. 

Cruzó las piernas relajándose por mientras, terminando aquel cigarro hasta que finalmente llegó la hora.

— Oye Taiga, ¿Cómo te menciono al presentarte? 

— Tiger. 

Le dedicó Woo una sonrisa asintiendo y se fue a presentar. Ella ya estaba preparada más de lo que pensó. Miró su móvil un momento y dejó un mensaje a una de las sirvientas " Hoy cúbreme, tardaré bastante en llegar. " Avisó para levantarse y una vez que la nombraron salió llegando a aquel escenario donde las luces se encontraban apagadas y comenzó a cantar.

 [  https://youtu.be/ED3JolCHjcg

Aquel momento en la que ella cantaba y tocaba la guitarra la gente se animaba con ella, saliéndose una sonrisa de oreja a oreja. No tardó mucho en que terminase de cantar, soltando un suspiro de felicidad haciendo un gesto de saludo. Se acercó al micrófono en aquel escenario después de tantos aplausos y silvidos. 

— Es un placer conocerles. Muchas gracias y Tiger se despide por hoy, hasta otra vez.

Taiga salió de aquel escenario, eufórica con una sonrisa que no dejaba de escaparse y se apoyó en aquella pared bajando lam irada mordiéndose su labio inferior. Sin duda repetiría.