Estimado lector
Es agradable una nueca celebración está ocasión, la siguiente familia anfitriona del segundo baile que abre este nuevo año.
Seguro que Lady Butterworth debe estar satisfecha. No puedo decir lo mismo de sus chismosas amigas, entre las que se incluye la mujer más chismosa de toda la aristocracia londinense.
Lady Featherington, la cuál me temo que sigue fallando en cuánto a la forma de decisiones, sobre la vestimenta de su pobre hija, Prudence Featherington.
Creía que después de dos años equivocandose, este año habría cambiado. Y más después de que Lady Featherington no dejará de anunciar todo lo alto, sus claras intenciones, de que este año conseguirá al mejor caballero para su no tan agraciada, inteligente y corta de miras.
Prudence Featherington
No es la única madre que no ha logrado que su hija, luzca en el segundo baile de la temporada.
Aunque nuestra reina otorgo el título de diamente a Francesca Bridgerton. La pobre muchacha no ha logrado brillar, como el resto deseaba ver.
No suelo dar consejos. Esta autora le aconseja que si desea brillar con su propia luz, debe dejar de esconderse detrás de sus hermanos mayores.
Hablando de luces que brillan por si solas. Después de los dos últimos años cogiendo polvo, escondida en esquinas apartadas del resto.
Por fin nuestra insipida florecilla tuvo su oportunidad para brillar. Y lo hizo por todo lo alto.
No fue solo un baile.
Si no dos bailes.
Se vio claramente a Penélope Featherington bailar dos veces, con uno de los mejores postores que fueron invitados. Desgracidamente la hija menor Featherington desconocía que el hijo menor de los Swyrm, era uno de los imaginarios candidatos que Cressida Cowper, tenía en su disparatada mente.
No comprendo como una dama de alta cuna puede caer tan bajo, encerrando a otra. Y más cuándo entre el hijo menor de los Swyrm y Cressida no habido ni siquiera un saludo de presentación. Por suerte Eloise Bridgerton fue la única testigo de la crueldad de Cressida, la señorita Howkings y la señorita Shandys.
Esta autora se enorgullece de contar que la amistad entre Eloise Bridgerton y Penélope Featheringto.
Regresan a ser las amigas íntimas, que siempre fueron.
Parece que esa noche, personajes secundarios se han logrado por fin de brillar por si solos.
Y ahora, los personajes principales son los que deben de despertar de su trance y volver a encontrar su propio brillo.
Puedo decir completamente que las mentes como Cressida Cowper. No son las adecuadas, es mejor mantenerlas al margen.
Revista de Sociedad de Lady Wisthledown
29 de Junio de 1815