-Deberías estar contenta por qué haya aceptado venir, sin poner resistencia.
Exclama Eloise elevando su voz lo bastante para que la escuchen en las habitaciones de todos los sirvientes que trabajan para nosotros.
Francesca y yo vamos dos escalones más adelante de nuestra madre y Eloise. No ha comenzado la noche y ya visualizo que Eloise no va a parar hasta que consiga darle a nuestra madre un gran dolor de cabeza.
Está noche nuestra hermana menor, Francesca, nos acompañará a su primer baile. Hace pocos días que fue presentada en sociedad, ante la reina.
-Hablas como si estuviera que darte las gracias por venir con nosotros. Como si tuvieras cosas mejores que hacer.
A nosotros enseguida se nos unen Anthony y Kate. La cuál intervino con rapidez, dando punto y final, a su conversación.
"
Gracias Kate.
Cruce miradas con Francesca, por el rabillo de mis ojos, vi al fondo de la entrada principal de la casa, a Benedict. Entró por las escaleras que solo usan los del servicio, aunque también la usaba Anthony cuando era soltero y salía a los clubs.
Y Benedict todavía lo sigue haciendo, es bueno ver que algunas cosas no han cambiado.
-Ya estamos todos, es hora de ir a los carruajes.
Anthony se ocupó de salir junto con su esposa Kate, el resto los seguimos hacia la salida. No fue hasta que no estuvimos todos que Benedict no salió de su escondite, después de arreglarse su traje.
Me puse detrás para evitar así que nuestras hermanas o peor, madre se diera la vuelta y le pillará.
En el primer carruaje van Anthony, Kate, madre y Francesca.
En el segundo vamos Benedict, Eloise y yo.
-Tienes mucho que contar.
Suspiré de alivio por dentro al ver que nuestra hermana señala con uno de sus dedos acusadores a Benedict y yo me he librado.
Tampoco es que tenga nada por lo cuál tenga que confesarme y mucho menos lo haría delante de Eloise.
-Ya eres bastante mayorcita, para saber contar por ti misma.
-Te vi perfectamente. ¿Por qué subiste por las escaleras del servicio?.
Benedict me pide ayuda, lo siento mucho hermano, en este asunto me lavo las manos. Cuando se trata de enfrentarse a nuestra hermana, una retirada a tiempo siempre es mejor.
-Otra vez te has fugado.
-Salí a tomarme un "descanso".
Eloise tuvo que morderse su propia lengua. He sido un priviligiado, al poder ver con mis propios ojos, como uno de nosotros, hemos logrado fácilmente, dejarla sin argumentos. Aunque tengo la sensación de que Benedict le ha tirado a Eloise una carta envenenada. Como si él supiera un secreto de nuestra hermana.
¿Qué es lo que Benedict sabe de Eloise?.
-Francesca debe de estar asustada.
Rompí el silencio sepulcral, con un sincero pensamiento.
-Le irá bien. Triunfará, al igual que lo logró Daphne, en su primera y única temporada.
Eloise habló con el corazón, en ninguna de sus palabras se distingue envidia. Ni ningún otro sentimiento de celos, crucé una mirada rápida con Benedict.
Es bueno ver que los dos pensamos lo mismo.
El recorrido en carruaje hasta la mansión de la anfitriona del primer baile de la temporada de este año.
Cuando quise darme cuenta ya habíamos llegado.
Observó en silencio la fachada de la mansión, mi hermana Francesca llega ante mí. Camina con firmeza, pero por dentro siente mucho miedo y está completamente nerviosa.
-¡Colin¡.
-No te preocupes, agárrate a mi brazo. Yo seré tú apoyó, lo prometo.
Este año el número de jovencitas que se unen a la carrera matrimonial, ha aumentado notariamente. Sobre todo si se compara con el año pasado, lo que significa dos cosas.
Más madres y hijas obsesionadas, por capturar al mejor pretendiente.
Para garantizar un perfecto linaje entre las dos familias y proporcionar a las dos mujeres, un magnífico estatus social.
Toda una cacería matrimonial.
Varios caballeros en cuanto nos deslumbraron a Francesca y a mí, se nos acercaron, como buitres carroñeros. Directos a por su primera victima de la noche, puedo ver en sus ojos puestos sobre mí, las enormes ganas que tienen de que deje a uno de ellos, bailar con ella.
Francesca es muy lista, para ser su primera fiesta, sabe perfectamente que no debe de fiarse en el grupo, que nos tienen acorralados.
Todavía ninguno ha tenido la osadia de pedirme permiso para sacarla a bailar.
Ciertamente, no es a mí a quién deben de dirigirse. Yo no voy a bailar con ellos. Si quieren intentar cortejar a Francesca, desde luego no han comenzado a dar ni el primer paso del camino correctamente.
Han metido todos la pata en la pista de salida, acaba de comenzar la carrera y ya la han perdido.
-Si nos disculpan caballeros, mi hermano iba a sacarme a bailar. ¿Verdad Colin?.
El grupo de jovenes caballeros están situados en primera línea, nos están "disimuladamente" observandonos bailar a Fran y a mí.
-Será difícil librarnos de tus admiradores.
Respondo mirando por encima de la cabeza de mi hermana, a la primera fila, donde están situados.
-Si estuviera bailando con Anthony, habrían salido huyendo. Con tan solo ver su serio rostro, les lanzaría una sola mirada y ya estarían buscando a otras posibles candidatas.
-Me tienes a mí.
-Eres él mejor.
Logré llevar a Francesca hasta madre, Anthony, Kate y Benedict. Ya no queda ni rastro del grupo, seguro que al visualizar a Anthony, se acobardaron y ahora están buscando a otras damas.
-¿Qué hacías bailando con Colin?.
Madre continúa con su regañina, enseguida capte la falta de Eloise.
Lo más probable es que haya ido a reunirse con Penélope, la verdad es que yo también tengo ganas de volver a reencontrarme con ella.
Los años anteriores que viaje, de vez en cuando la escribía y Penélope siempre ha sido la que más cartas me ha respondido. Ni siquiera mi familia me escríbia tanto como ella lo hacía, pero este año no he recibido ni una simple postal, de su parte.
Estoy deseando hablar con Penélope, saber por qué no ha respondido a ninguna de mis cartas.
-¿Ves algo que te interesé?.
Vuelvo mi mirada hacia Benedict, es él único que se ha dado cuenta, que no estaba prestando atención ninguna ante la regañina de nuestra madre.
-Estoy en alerta, buscando a la anfitriona del baile. No me gustaría dar con Lady Danbury.
-A decir verdad yo tampoco.
Una mentira piadosa, aunque ahora que lo pienso, debo reconocer que al estar observando todo el salón, donde se está celebrando el baile.
Si doy antes con la anfitriona, eso me dará ventaja para poder huir de su bastón atizador.
No veo por ningún lado su cabello pelirrojo, algún llamativo toque del color amarillo de alguno de sus vestidos. O simplemente deslumbrarla alejada en alguna esquina de toda la sala.
¿Dónde estás Penélope?.
-La he encontrado, y no está sola.
-¿Quién?.
-Nuestra querida anfitriona, se encuentrabien acompañada por Penélope Featherington.