Resumen - Historia

Desde pequeño mostró las mismas aficiones que su madre, la magia conquistó rápidamente su corazón y, en el momento que tuvo edad suficiente, comenzó a viajar con ella por el mundo buscando nuevas lecciones. Al igual que ella, Elam mostró talento innato para la magia y las pociones, todo debido a su curiosidad y su facilidad para aprender las cosas. Sin embargo, estas dos mismas cualidades serían las que lo convertirían en un dolor de cabeza para sus tutores. Aunque siempre parecía dispuesto a aprender, la atención de Elam se desviaba rápidamente cuando lograba dominar un tema, la teoría no siempre le importaba cuando lograba conquistar la práctica, al final del día lanzar un hechizo no debía tener tanta “ciencia”.

Con el paso del tiempo, Soleil decidió que su hijo debía emprender un viaje de estudio por su propia cuenta; así pues, cuando Elam alcanzó los dieciséis años, vagó por el mundo en soledad. Pasó por diferentes pueblos y reinos para aprender de los mejores, de los peores y de aquellos que no tenían reconocimiento, pero sí pasión. Nunca fue un estudiante que permaneciera mucho tiempo en el mismo lugar, solía dedicar no más de tres meses antes de sentir que debía moverse bajo el pretexto de que, al igual que las aguas, la magia se estanca y no avanza.

Durante sus viajes, sus conocimientos se ampliaron con la esperanza de volver a cruzar caminos con su madre, pero la curiosidad de Elam, una de sus peores virtudes, despertó en él una repentina necesidad de aprender sobre hechicería oscura. Desde el primer momento en que escuchara sobre lo difícil que era manipular ese tipo de magia sin salir herido, sus objetivos se habían fijado en aprender sobre ello. ¿Qué tan difícil podía ser para alguien como él? Esa era la pregunta que se hacía siempre que alguien le decía que estaba loco, que ese sueño era un sinsentido o que, quizá, tenía la cabeza tan llena de estupideces que no había espacio allí para la prudencia.

Cuando cumplió los veintidós, Elam no dejaba de jactarse de que las advertencias de magos viejos no eran más que tonterías, cuentos que les gustaban decir a los más jóvenes para incitarlos a seguir esforzándose duramente por el camino de la luz; después de todo, llevaba unos cuantos años caminando por esa senda y, hasta el momento, no había ningún hechizo maligno que no pudiera realizar sin error. Sin embargo, la ingenuidad de Elam fue su verdugo. Una mala ejecución le había costado todo. No solamente había perdido la visión de uno de sus ojos, su cuerpo había quedado contaminado con los residuos de una maldición difícil de quitar. ¿Era ese su castigo divino por ser un bocón? Sí, probablemente o quizá, también, solo había sido un castigo de los ancianos para apaciguar el reciente gusto de los jóvenes por artes tan obscenas.

Personalidad

Es risueño, es alegre y también estúpido. Hay muchas formas de definir a Elam y cada una de ellas depende mayormente de su estado de ánimo, que desafortunadamente puede ser muy volátil. Es un burlón, es un cínico y un sarcástico cuando quiere serlo o cuando está enfadado, no se reserva sus comentarios ni se muerde la lengua para hablar; nunca se detiene a pensar en el peso que sus palabras podrían traerle u ocasionar sobre alguien más. Es engreído porque sus habilidades le permiten ser un talento innato que se vuelve digno de admirar, sin embargo, no es la persona adecuada para seguir ya que no cree en la camaradería.

Cuando está de buenas puede ser muy parlanchín, pero cuando está de malas se vuelve una tumba. Se podría decir que su personalidad es la de un gato negro: Solo le interesa lo que le interesa, exige recibir atención cuando lo desea y, si está harto, no dudará en alejarse o sacar las garras. Desafortunadamente, tampoco es una persona a la que se le pueda leer fácilmente, rara vez se sabe en qué está pensando y la prudencia no cabe en él, siendo que termina envuelto siempre en algún lío a causa de su curiosidad, su bocota o su ego.

Sentimentalmente es muy reservado. Aunque siempre dice lo que piensa, Elam es la clase de persona que se guarda sus preocupaciones para sí mismo y busca resolverlas en silencio; es un tanto apático, ya que le cuesta verse reflejado en las situaciones o sentimientos de los demás, es por ello que rara vez mostrará lastima por los demás. No está interesado en los vínculos afectivos, tampoco es demasiado afectivo y esto se debe a los constantes viajes que Soleil, su madre, realizaba dejándolo solo con alguna vieja bruja amiga suya o con su abuela.

Elam no sabe quién es su padre, tampoco es algo que demostrara le preocupe o le afecte demasiado. Como se ha dicho anteriormente, es alguien poco afectivo y cuyos vínculos tienden a ser tan frágiles que no le preocupa se puedan romper.

ACLARACIONES

El personaje de Elam se juega en dos tiempos: Pasado y Futuro.

El Elam del pasado está situado entre sus dieciséis y veinte años, tiempo en el que se encontró viajando para aprender más sobre hechicería, pociones trucos y demás artífices de la magia blanca. Es un Elam más libre, más sonriente y más vivaracho.

El Elam del futuro está situado desde sus veintidós años en adelante, tiempo después de recibir su maldición y que su visión se viera afectada por esto. Es más reservado, es más directo y es mucho más fácil de hacer enojar. A pesar de la maldición, sigue manteniendo un gusto enorme por las artes oscuras, las cuales sigue practicando y aprendiendo

Es un personaje que está en desarrollo porque perdí la ficha hace tiempo (?) así que algunas cosas pueden cambiar conforme se realicen historias, se me ocurra o se me de la gana hacerlo.

Como extra, y como todos, me puedo reservar el derecho de admisión porque no tengo mucho tiempo, tengo prioridades, me puede dar un bajón de ganas o de ideas, o nada más no quiero responder por un tiempo porque mi cerebro está agotado.