ㅤㅤㅤㅤㅤ[ 多幸感 | 𝕴 𝖘𝖆𝖎𝖉 "𝖙𝖍𝖊 𝖈𝖎𝖙ꪗ 𝖎𝖘 𝖒𝖎𝖓𝖊"]
—¿Qué putas? ¿Voy a morirme llorando por esta industria de mierda?
ㅤSus ojos rojos y más pequeños de lo normal volvieron a enfocar a la ciudad y esa mueca de asco y rabia volvió a aparecer. Solo que esta vez su reacción fue diferente.
ㅤBobby escupió hacia un lado, sacó el celular y escribió:
𝘽𝘽: X?
:???
: 𝘗𝘦𝘯𝘴𝘦 𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘣𝘢𝘴 𝘮𝘶𝘦𝘳𝘵𝘰!! 𝘤𝘶𝘢𝘯𝘵𝘢𝘴?
𝘽𝘽: 𝘯𝘰 𝘴𝘦𝘢𝘴 𝘱𝘦𝘴𝘢𝘥𝘰. 𝙪𝙣𝙖. 𝘦𝘴𝘵𝘰𝘺 𝘢𝘲𝘶𝘪...
[𝘔𝘪𝘳𝘢𝘥𝘰𝘳 𝘛𝘸𝘪𝘯 𝘗𝘦𝘢𝘬𝘴]
: 𝘑𝘢𝘫𝘢𝘫𝘢 𝘦𝘯 𝘤𝘢𝘮𝘪𝘯𝘰. 𝘗𝘰𝘱𝘱𝘦𝘳??
𝘽𝘽: 𝘗𝘢𝘳𝘢 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘭𝘭𝘢𝘳𝘭𝘢, 𝘴í.
ㅤZorro, como lo conocía Bobby, llegó mejor vestido y alimentado que la última vez que se habían visto un par de años atrás y claro, con el pedido: un frasco de popper y una píldora de éxtasis con la palabra 𝙛𝙪𝙘𝙠 prensada contra el químico. Se la tragó, dejándole un sabor amargo y hablaron sobre cómo había terminado todo, aunque a Bobby le dio la impresión de que Zorro andaba en algo mucho más turbio que en aquel entonces pero ese no era su problema.
ㅤPara cuando terminaron de hablar, media hora después, Bobby ya sentía las náuseas y la ansiedad del primer subidón. Tenía el corazón acelerado.
♪♩ᵍᵒᵗ ᵐᵉ ˡᵒˢⁱⁿᵍ ᵐʸ ᵐⁱⁿᵈ. ⁱ ˢᵃⁱᵈ ᵗʰᵉ ᶜⁱᵗʸ ⁱˢ ᵐⁱⁿᵉ♪♩
[
https://youtu.be/Zf1d8SGuxfs?si=P5u2yaliTFit0hm-]
ㅤDesde su auto, mientras bajaba del mirador, la ciudad parecía un mar de luciérnagas brillantes y parpadeantes. Era una clara señal del efecto del químico. Las luces siempre parecían ser más brillantes y llamativas. Dentro del auto apenas podía mantenerse quieto. Llevaba la música con el volumen 100 con las ventanas abajo y humeantes por el último porro que le quedaba para fumar. Necesitaba quemar toda esa energía o sentiría que iba a explotar.
ㅤBobby se había quedado con la imagen de que la ciudad era pequeña y le debía todo, y él lo iba a recuperar. Era libre y ya no tenía nada que perder. 𝘖𝘩, 𝘭𝘢 𝘮𝘢𝘨𝘪𝘢 𝘥𝘦 𝘭𝘢𝘴 𝘥𝘳𝘰𝘨𝘢𝘴. Sacudió el Popper, en realidad no sabía si tenía que hacerlo o no, así le habían enseñado y así había aprendido… 𝘺 𝘢𝘴í 𝘭𝘰 𝘩𝘢𝘣í𝘢 𝘪𝘯𝘩𝘢𝘭𝘢𝘥𝘰 𝘦𝘯 𝘦𝘴𝘦 𝘮𝘰𝘮𝘦𝘯𝘵𝘰.
—Fuck it —Pensó con desdén y 𝘢𝘭𝘦𝘨𝘳í𝘢.
ㅤY ya no hubo ansiedad. Euforia sí, mas no preocupación, y Bobby se sentía 𝘭𝘪𝘨𝘦𝘳𝘰. Totalmente ligero.
ㅤEl motor rugió y llegó a una discoteca llamada Fyah Riddim. Bobby, con lentes negros en la noche para esconder los ojos, solo tuvo que sonreírle a los tipos de la entrada y parecieron reconocerlo porque se hicieron a un lado para dejarlo entrar.
ㅤLa música lo envolvió apenas cruzó la puerta y lo inundaron las ganas de bailar, tenía los sentidos afilados. Adentro, las luces parpadeantes parecían más brillantes y placenteras de ver que de costumbre. Todo era calor y los cuerpos se movían y le rozaban mientras él pasaba sonriente como dándole la bienvenida. El éxtasis empezaba a abrirle el pecho como una flor y él estaba dispuesto a recibir a quien se acercara.
ㅤPero él sabía hacia dónde iba: a cazar al dueño del club. 𝘰𝘩, 𝘴𝘪. Era un moreno alto que lo recibió con una sonrisa grande y de sorpresa tras varios años sin verlo. "El viejo Bobby", le había dicho mientras lo abrazaba.
—¿Qué quieres tomar? —Le preguntó soltando la carcajada antes de acabar la frase.
—Agua —Respondió el de lentes con la boca seca como papel.
—¿Agua o... 𝙖𝙜𝙪𝙖? —Se refería a agua con MD pero Bobby respondió bajándose los lentes oscuros, revelando sus ojos rojos y pupilas grandes como luna llena.
ㅤSe rieron los dos y se entendieron sin tener que cruzar más palabras. El tipo le puso una botella en la mano y le prometió mantenerlo hidratado para después presentarlo con los demás asistentes en la mesa. A pesar de que el efecto del éxtasis fuera hacerte sentir confiado y en buena sintonía con todos, Bobby sabía que el contrario era genuino.
ㅤBobby bailaba con todos los sentidos a flor de piel, sumergido en la música y ahora masticaba chicle. No sabía de dónde mierda había salido, pero joder, sí que ayudaba a no apretar los dientes y quedar en evidencia.
ㅤAlguien se acercó, era un cuerpo femenino y pegó su espalda contra el torso de Bobby al ritmo de la música. Era una chica con el cabello corto, ondulado y negro. Olía muy bien. Sus caderas buscaron la pelvis de Bobby y él respondió con naturalidad, como si se hubiera montado en un tren en movimiento y empujó su cuerpo contra el de ella.
♪♩ᵀᵉˡˡ ᵐᵉ ᶠᵃⁿᵗᵃˢᵗⁱᶜ…♪♩
[
https://youtu.be/Tha00F7qCew?si=N-52Ud_TncUR3cbb]
ㅤEl tema que sonaba parecía escrito para esa escena y ninguno de los dos hablaba, solo bailaban y se comunicaban con el roce de sus cuerpos despreocupados. Bobby, sintiéndose como una estrella que giraba, le ofreció popper. Ella aceptó con una sonrisa. Primero las damas, claro, y luego él. El olor químico se esparció por todo el lugar y el éxtasis estalló llevándolo en una ola fresca de ritmo y música sensual y excitante. En momentos como estos tenía sentido que la llamaran 𝘭𝘢 𝘥𝘳𝘰𝘨𝘢 𝘥𝘦𝘭 𝘢𝘮𝘰𝘳. La música y el calor de sus cuerpos juntos le invadían los oídos, el cerebro, los sentidos, el cuerpo, el corazón. 𝙏𝙊𝘿𝙊.
ㅤAhora estaban frente a frente, no solo eran sus respiraciones las que se rozaban, eran sus muslos los que se entrelazaban y se tocaban al ritmo de la voz grave de Shaggy. Bobby la acercaba a él mientras le sujetaba las caderas firmemente y ella lo abrazaba atrapando su cuello entre sus brazos.
ㅤDespués vino el beso.
ㅤNo fue torpe sino que tuvo la más perfecta sincronía de todas. Lengua, 𝘧𝘳𝘢𝘤𝘵𝘢𝘭𝘦𝘴, humedad, calor, éxtasis, manos. Piel.
ㅤLas texturas eran adictivas, sobre todo la de su piel suave, tersa y… ¡𝒃𝒓𝒊𝒍𝒍𝒂𝒏𝒕𝒆! De una forma que Bobby no podía explicar. Los labios carnosos y suaves de la chica sabían a sudor dulce y cerveza. Era simplemente adictiva. Excitante. Y él sentía que se hundía y flotaba al mismo tiempo. Bobby con los ojos cerrados podía ver fractales de todos los colores que se acercaban y alejaban acorde a los estímulos que entraban por su boca, su lengua y su tacto. Si pudiera describirlo con un color, sería 𝘳𝘰𝘴𝘢𝘥𝘰. No pregunten por qué.
ㅤSiguieron bailando y compartiendo canciones toda la noche, entre abrazos, roces, besos y dedos que se entrelazaban y no se cansaban de tocarse. Nunca supo su nombre y a ninguno de los dos pareció importarles lo suficiente como para preguntarlo.
ㅤDe hecho, a Bobby ya no le importaba nada, solo sentía... y se sentía muy, 𝘮𝘶𝘺 𝘣𝘪𝘦𝘯.
ㅤY pensar que solo 5 horas atrás había terminado su primer y único álbum en solitario y después había destrozado todo el estudio casero en un ataque de ira y frustración.
ㅤ"¿𝘠 𝘢𝘩𝘰𝘳𝘢 𝘲𝘶é?" Se había preguntado y luego había lanzado el primer puño contra la consola como un cavernícola aplastando un insecto.
ㅤㅤㅤㅤㅤ[ 多幸感 | 𝕴 𝖘𝖆𝖎𝖉 "𝖙𝖍𝖊 𝖈𝖎𝖙ꪗ 𝖎𝖘 𝖒𝖎𝖓𝖊"]
—¿Qué putas? ¿Voy a morirme llorando por esta industria de mierda?
ㅤSus ojos rojos y más pequeños de lo normal volvieron a enfocar a la ciudad y esa mueca de asco y rabia volvió a aparecer. Solo que esta vez su reacción fue diferente.
ㅤBobby escupió hacia un lado, sacó el celular y escribió:
𝘽𝘽: X?
🦊:???
🦊: 𝘗𝘦𝘯𝘴𝘦 𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘣𝘢𝘴 𝘮𝘶𝘦𝘳𝘵𝘰!! 𝘤𝘶𝘢𝘯𝘵𝘢𝘴?
𝘽𝘽: 𝘯𝘰 𝘴𝘦𝘢𝘴 𝘱𝘦𝘴𝘢𝘥𝘰. 𝙪𝙣𝙖. 𝘦𝘴𝘵𝘰𝘺 𝘢𝘲𝘶𝘪...📍[𝘔𝘪𝘳𝘢𝘥𝘰𝘳 𝘛𝘸𝘪𝘯 𝘗𝘦𝘢𝘬𝘴]
🦊: 𝘑𝘢𝘫𝘢𝘫𝘢 𝘦𝘯 𝘤𝘢𝘮𝘪𝘯𝘰. 𝘗𝘰𝘱𝘱𝘦𝘳??
𝘽𝘽: 𝘗𝘢𝘳𝘢 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘭𝘭𝘢𝘳𝘭𝘢, 𝘴í.
ㅤZorro, como lo conocía Bobby, llegó mejor vestido y alimentado que la última vez que se habían visto un par de años atrás y claro, con el pedido: un frasco de popper y una píldora de éxtasis con la palabra 𝙛𝙪𝙘𝙠 prensada contra el químico. Se la tragó, dejándole un sabor amargo y hablaron sobre cómo había terminado todo, aunque a Bobby le dio la impresión de que Zorro andaba en algo mucho más turbio que en aquel entonces pero ese no era su problema.
ㅤPara cuando terminaron de hablar, media hora después, Bobby ya sentía las náuseas y la ansiedad del primer subidón. Tenía el corazón acelerado.
♪♩ᵍᵒᵗ ᵐᵉ ˡᵒˢⁱⁿᵍ ᵐʸ ᵐⁱⁿᵈ. ⁱ ˢᵃⁱᵈ ᵗʰᵉ ᶜⁱᵗʸ ⁱˢ ᵐⁱⁿᵉ♪♩
[https://youtu.be/Zf1d8SGuxfs?si=P5u2yaliTFit0hm-]
ㅤDesde su auto, mientras bajaba del mirador, la ciudad parecía un mar de luciérnagas brillantes y parpadeantes. Era una clara señal del efecto del químico. Las luces siempre parecían ser más brillantes y llamativas. Dentro del auto apenas podía mantenerse quieto. Llevaba la música con el volumen 100 con las ventanas abajo y humeantes por el último porro que le quedaba para fumar. Necesitaba quemar toda esa energía o sentiría que iba a explotar.
ㅤBobby se había quedado con la imagen de que la ciudad era pequeña y le debía todo, y él lo iba a recuperar. Era libre y ya no tenía nada que perder. 𝘖𝘩, 𝘭𝘢 𝘮𝘢𝘨𝘪𝘢 𝘥𝘦 𝘭𝘢𝘴 𝘥𝘳𝘰𝘨𝘢𝘴. Sacudió el Popper, en realidad no sabía si tenía que hacerlo o no, así le habían enseñado y así había aprendido… 𝘺 𝘢𝘴í 𝘭𝘰 𝘩𝘢𝘣í𝘢 𝘪𝘯𝘩𝘢𝘭𝘢𝘥𝘰 𝘦𝘯 𝘦𝘴𝘦 𝘮𝘰𝘮𝘦𝘯𝘵𝘰.
—Fuck it —Pensó con desdén y 𝘢𝘭𝘦𝘨𝘳í𝘢.
ㅤY ya no hubo ansiedad. Euforia sí, mas no preocupación, y Bobby se sentía 𝘭𝘪𝘨𝘦𝘳𝘰. Totalmente ligero.
ㅤEl motor rugió y llegó a una discoteca llamada Fyah Riddim. Bobby, con lentes negros en la noche para esconder los ojos, solo tuvo que sonreírle a los tipos de la entrada y parecieron reconocerlo porque se hicieron a un lado para dejarlo entrar.
ㅤLa música lo envolvió apenas cruzó la puerta y lo inundaron las ganas de bailar, tenía los sentidos afilados. Adentro, las luces parpadeantes parecían más brillantes y placenteras de ver que de costumbre. Todo era calor y los cuerpos se movían y le rozaban mientras él pasaba sonriente como dándole la bienvenida. El éxtasis empezaba a abrirle el pecho como una flor y él estaba dispuesto a recibir a quien se acercara.
ㅤPero él sabía hacia dónde iba: a cazar al dueño del club. 𝘰𝘩, 𝘴𝘪. Era un moreno alto que lo recibió con una sonrisa grande y de sorpresa tras varios años sin verlo. "El viejo Bobby", le había dicho mientras lo abrazaba.
—¿Qué quieres tomar? —Le preguntó soltando la carcajada antes de acabar la frase.
—Agua —Respondió el de lentes con la boca seca como papel.
—¿Agua o... 𝙖𝙜𝙪𝙖? —Se refería a agua con MD pero Bobby respondió bajándose los lentes oscuros, revelando sus ojos rojos y pupilas grandes como luna llena.
ㅤSe rieron los dos y se entendieron sin tener que cruzar más palabras. El tipo le puso una botella en la mano y le prometió mantenerlo hidratado para después presentarlo con los demás asistentes en la mesa. A pesar de que el efecto del éxtasis fuera hacerte sentir confiado y en buena sintonía con todos, Bobby sabía que el contrario era genuino.
ㅤBobby bailaba con todos los sentidos a flor de piel, sumergido en la música y ahora masticaba chicle. No sabía de dónde mierda había salido, pero joder, sí que ayudaba a no apretar los dientes y quedar en evidencia.
ㅤAlguien se acercó, era un cuerpo femenino y pegó su espalda contra el torso de Bobby al ritmo de la música. Era una chica con el cabello corto, ondulado y negro. Olía muy bien. Sus caderas buscaron la pelvis de Bobby y él respondió con naturalidad, como si se hubiera montado en un tren en movimiento y empujó su cuerpo contra el de ella.
♪♩ᵀᵉˡˡ ᵐᵉ ᶠᵃⁿᵗᵃˢᵗⁱᶜ…♪♩
[https://youtu.be/Tha00F7qCew?si=N-52Ud_TncUR3cbb]
ㅤEl tema que sonaba parecía escrito para esa escena y ninguno de los dos hablaba, solo bailaban y se comunicaban con el roce de sus cuerpos despreocupados. Bobby, sintiéndose como una estrella que giraba, le ofreció popper. Ella aceptó con una sonrisa. Primero las damas, claro, y luego él. El olor químico se esparció por todo el lugar y el éxtasis estalló llevándolo en una ola fresca de ritmo y música sensual y excitante. En momentos como estos tenía sentido que la llamaran 𝘭𝘢 𝘥𝘳𝘰𝘨𝘢 𝘥𝘦𝘭 𝘢𝘮𝘰𝘳. La música y el calor de sus cuerpos juntos le invadían los oídos, el cerebro, los sentidos, el cuerpo, el corazón. 𝙏𝙊𝘿𝙊.
ㅤAhora estaban frente a frente, no solo eran sus respiraciones las que se rozaban, eran sus muslos los que se entrelazaban y se tocaban al ritmo de la voz grave de Shaggy. Bobby la acercaba a él mientras le sujetaba las caderas firmemente y ella lo abrazaba atrapando su cuello entre sus brazos.
ㅤDespués vino el beso.
ㅤNo fue torpe sino que tuvo la más perfecta sincronía de todas. Lengua, 𝘧𝘳𝘢𝘤𝘵𝘢𝘭𝘦𝘴, humedad, calor, éxtasis, manos. Piel.
ㅤLas texturas eran adictivas, sobre todo la de su piel suave, tersa y… ¡𝒃𝒓𝒊𝒍𝒍𝒂𝒏𝒕𝒆! De una forma que Bobby no podía explicar. Los labios carnosos y suaves de la chica sabían a sudor dulce y cerveza. Era simplemente adictiva. Excitante. Y él sentía que se hundía y flotaba al mismo tiempo. Bobby con los ojos cerrados podía ver fractales de todos los colores que se acercaban y alejaban acorde a los estímulos que entraban por su boca, su lengua y su tacto. Si pudiera describirlo con un color, sería 𝘳𝘰𝘴𝘢𝘥𝘰. No pregunten por qué.
ㅤSiguieron bailando y compartiendo canciones toda la noche, entre abrazos, roces, besos y dedos que se entrelazaban y no se cansaban de tocarse. Nunca supo su nombre y a ninguno de los dos pareció importarles lo suficiente como para preguntarlo.
ㅤDe hecho, a Bobby ya no le importaba nada, solo sentía... y se sentía muy, 𝘮𝘶𝘺 𝘣𝘪𝘦𝘯.
ㅤY pensar que solo 5 horas atrás había terminado su primer y único álbum en solitario y después había destrozado todo el estudio casero en un ataque de ira y frustración.
ㅤ"¿𝘠 𝘢𝘩𝘰𝘳𝘢 𝘲𝘶é?" Se había preguntado y luego había lanzado el primer puño contra la consola como un cavernícola aplastando un insecto.