• 《FLASHBACK》

    — La pelirroja se encontraba huyendo de lo que una vez llamó "hogar". Siendo perseguida por su hermano adoptivo, corría sin saber exactamente a dónde, pero haría lo que pudiese para evitar su propia muerte.

    Por un momento, miró hacia atrás, tratando de estar segura de si el chico aún la seguía o se había rendido. Pero cuando quizo volver su vista hacia adelante, chocó con el pecho de aquél que la seguía. Sí, el chico era un asesino bastante sigiloso, y eso a veces lograba asustarla. Pero ella sabía que en agilidad, era imposible que pueda superarla.

    En tan solo segundos, logró apartarse de el, sacando sus dagas y adoptando una posición defensiva.
    Rápidamente comenzó el combate. Eran dos buenos asesinos, entrenados por un buen General Noxus. Pero solo eran eso: armas. —

    Oh, vamos ¿es todo lo que tienes, hermanito?

    — El chico respondió, no con palabras, sinó con la acción de brindarle un bello y largo corte en el rostro de la fémina. Ella, en vez de quedarse a lamentarse y bajar la guardia, volvió a correr del hombre.
    Una vez pudo encontrar un escondite seguro y lejano a su supuesta casa, tomó todo lo que pudo para curarse aquella herida que soltaba sangre a mares. Así, se formó la herida que definiría su personalidad, y todo el rencor que tenía dentro, lo volcaría dentro de su profesión. —

    《ACTUALIDAD》

    — Katarina se encontraba en una situación un tanto complicada. Estaba rodeada de hombres de quien en un tiempo llamaba "padre", y un movimiento en falso, podría hacerla llegar a su fin. Pero por su suerte, el último mencionado, la había entrenado de una manera que se podría decir...perfecta.

    En un par de movimientos rápidos, Katarina logró cortar varios cuellos, generando temor a los señores restantes. Los dejó huir, ¿para qué? Para que su gran entrenador comprenda, que no solo había creado un arma, sinó también, una persona llena de odio, rencor, y ganas de tener el sabor de la venganza en sus labios. —
    《FLASHBACK》 — La pelirroja se encontraba huyendo de lo que una vez llamó "hogar". Siendo perseguida por su hermano adoptivo, corría sin saber exactamente a dónde, pero haría lo que pudiese para evitar su propia muerte. Por un momento, miró hacia atrás, tratando de estar segura de si el chico aún la seguía o se había rendido. Pero cuando quizo volver su vista hacia adelante, chocó con el pecho de aquél que la seguía. Sí, el chico era un asesino bastante sigiloso, y eso a veces lograba asustarla. Pero ella sabía que en agilidad, era imposible que pueda superarla. En tan solo segundos, logró apartarse de el, sacando sus dagas y adoptando una posición defensiva. Rápidamente comenzó el combate. Eran dos buenos asesinos, entrenados por un buen General Noxus. Pero solo eran eso: armas. — Oh, vamos ¿es todo lo que tienes, hermanito? — El chico respondió, no con palabras, sinó con la acción de brindarle un bello y largo corte en el rostro de la fémina. Ella, en vez de quedarse a lamentarse y bajar la guardia, volvió a correr del hombre. Una vez pudo encontrar un escondite seguro y lejano a su supuesta casa, tomó todo lo que pudo para curarse aquella herida que soltaba sangre a mares. Así, se formó la herida que definiría su personalidad, y todo el rencor que tenía dentro, lo volcaría dentro de su profesión. — 《ACTUALIDAD》 — Katarina se encontraba en una situación un tanto complicada. Estaba rodeada de hombres de quien en un tiempo llamaba "padre", y un movimiento en falso, podría hacerla llegar a su fin. Pero por su suerte, el último mencionado, la había entrenado de una manera que se podría decir...perfecta. En un par de movimientos rápidos, Katarina logró cortar varios cuellos, generando temor a los señores restantes. Los dejó huir, ¿para qué? Para que su gran entrenador comprenda, que no solo había creado un arma, sinó también, una persona llena de odio, rencor, y ganas de tener el sabor de la venganza en sus labios. —
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  • Observaba su pueblo en llamas, la sangre escurrida por todas partes. Cuerpo por doquier, ya no oía más llantos ni palabras de súplica. Todo había terminado, solo quedaba ella, quedaba su alma.

    Horrorizada y entre lágrimas, veía el cuerpo degollado de su hermano menor, no quería vivir en un mundo donde él estuviese muerto, un mundo que se convertía en infierno. Así que tomando cuidadosamente su espada, la empezó a pasar por su cuello, tratando de morir como espíritu.
    Observaba su pueblo en llamas, la sangre escurrida por todas partes. Cuerpo por doquier, ya no oía más llantos ni palabras de súplica. Todo había terminado, solo quedaba ella, quedaba su alma. Horrorizada y entre lágrimas, veía el cuerpo degollado de su hermano menor, no quería vivir en un mundo donde él estuviese muerto, un mundo que se convertía en infierno. Así que tomando cuidadosamente su espada, la empezó a pasar por su cuello, tratando de morir como espíritu.
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  • Tras su despedida con la pequeña Freya, Elías volvió a la casa con algo más que solo las palabras de la pequeña, había aprendido mucho, pero había más... Una nueva sensación.

    Al entrar en la casa, Elías colocó la flor que la pequeña le había dado en un pequeño frasco que había en una mesita en la entrada - Así me acordaré de ella al entrar - Murmuró el demonio para si mismo, ahora de vuelta en su soledad, la misma soledad que ahora le resultaba tan extraña.

    Pasaron las horas, Elías hizo su vida como siempre había hecho, había ordenado la casa a pesar de ya estar limpia, había salido a cuidar de las flores, todo buscando algo con lo que distraer su mente, hasta que se encontró en el salón, leyendo un libro, la luz del sol entraba por las ventanas, la chimenea estaba encendida y aún así, había algo que Elías no lograba sacarse de la mente, dejo salir un suspiro mientras ojeaba el libro, levantando la mirada un momento. - La casa se siente más fría sin ella por alguna razón, es verano, he encendido la chimenea, y aún así sigue haciendo frío -.

    Antes de que el demonio se diera cuenta, una nueva sensación había aparecido dentro de él, la soledad ya no era lo mismo que era antes, tras haber recibido sus afectuosas caricias y haber dejado claro que no le temía, más bien lo admiraba, la mente del demonio se encontraba constantemente divagando hacia la pequeña -¿Qué estará haciendo ahora? - Fueron las últimas palabras que se le cruzaron por la mente al demonio, antes de continuar leyendo con intención de distraerse.
    Tras su despedida con la pequeña Freya, Elías volvió a la casa con algo más que solo las palabras de la pequeña, había aprendido mucho, pero había más... Una nueva sensación. Al entrar en la casa, Elías colocó la flor que la pequeña le había dado en un pequeño frasco que había en una mesita en la entrada - Así me acordaré de ella al entrar - Murmuró el demonio para si mismo, ahora de vuelta en su soledad, la misma soledad que ahora le resultaba tan extraña. Pasaron las horas, Elías hizo su vida como siempre había hecho, había ordenado la casa a pesar de ya estar limpia, había salido a cuidar de las flores, todo buscando algo con lo que distraer su mente, hasta que se encontró en el salón, leyendo un libro, la luz del sol entraba por las ventanas, la chimenea estaba encendida y aún así, había algo que Elías no lograba sacarse de la mente, dejo salir un suspiro mientras ojeaba el libro, levantando la mirada un momento. - La casa se siente más fría sin ella por alguna razón, es verano, he encendido la chimenea, y aún así sigue haciendo frío -. Antes de que el demonio se diera cuenta, una nueva sensación había aparecido dentro de él, la soledad ya no era lo mismo que era antes, tras haber recibido sus afectuosas caricias y haber dejado claro que no le temía, más bien lo admiraba, la mente del demonio se encontraba constantemente divagando hacia la pequeña -¿Qué estará haciendo ahora? - Fueron las últimas palabras que se le cruzaron por la mente al demonio, antes de continuar leyendo con intención de distraerse.
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  • Estoy harto.
    Del mundo, de la gente, de sus caretas baratas y sus discursos de mierda. Pero sobre todo… estoy harto de ellos.
    De los que más confiaba.
    De los que me hicieron creer que eran reales, leales, distintos.

    Me fallaron.
    No una, sino varias veces.
    Con palabras bonitas, promesas vacías y esa maldita habilidad para traicionar sin mover un músculo.
    Y ¿sabes qué jode más? Que yo los defendía. Los cuidaba. Los ponía primero.

    Ya no.

    Mierda, hoy en día la gente se cansa rápido. Se enganchan en relaciones, las destruyen y las olvidan como si fueran objetos desechables. Nadie sabe amar de verdad. Nadie tiene el valor de sostener lo que se construye. Solo buscan lo fácil, lo inmediato, lo que les da placer por un par de minutos. Pero cuando llega la primera turbulencia, ahí están, saltando al siguiente sin mirar atrás.

    Eso me cansa. Me cansa tanto que me asfixia.
    La lealtad, el compromiso, el amor genuino, se han convertido en palabras vacías.
    Es una mentira en la que no pienso seguir participando.

    No pienso volver a cargar a nadie.
    No pienso desgastarme por gente que no lo vale.
    Me siento vacío de tanto dar, y ahora necesito un respiro.
    Un respiro real.
    Alejarme del ruido, del deber, del papel que siempre esperan que juegue.

    A partir de ahora, solo me voy a mirar el puto ombligo.
    Mi camino.
    Mi silencio.
    Mi paz.

    Y si a alguien le duele, que se aguante.
    Porque esto ya no va de ellos.
    Ahora va de mí.
    Y punto.

    #3D
    Estoy harto. Del mundo, de la gente, de sus caretas baratas y sus discursos de mierda. Pero sobre todo… estoy harto de ellos. De los que más confiaba. De los que me hicieron creer que eran reales, leales, distintos. Me fallaron. No una, sino varias veces. Con palabras bonitas, promesas vacías y esa maldita habilidad para traicionar sin mover un músculo. Y ¿sabes qué jode más? Que yo los defendía. Los cuidaba. Los ponía primero. Ya no. Mierda, hoy en día la gente se cansa rápido. Se enganchan en relaciones, las destruyen y las olvidan como si fueran objetos desechables. Nadie sabe amar de verdad. Nadie tiene el valor de sostener lo que se construye. Solo buscan lo fácil, lo inmediato, lo que les da placer por un par de minutos. Pero cuando llega la primera turbulencia, ahí están, saltando al siguiente sin mirar atrás. Eso me cansa. Me cansa tanto que me asfixia. La lealtad, el compromiso, el amor genuino, se han convertido en palabras vacías. Es una mentira en la que no pienso seguir participando. No pienso volver a cargar a nadie. No pienso desgastarme por gente que no lo vale. Me siento vacío de tanto dar, y ahora necesito un respiro. Un respiro real. Alejarme del ruido, del deber, del papel que siempre esperan que juegue. A partir de ahora, solo me voy a mirar el puto ombligo. Mi camino. Mi silencio. Mi paz. Y si a alguien le duele, que se aguante. Porque esto ya no va de ellos. Ahora va de mí. Y punto. #3D
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  • ♠ Muy bien, no sé cómo logras convencerme de esto ♠

    [Apesar del tono seco de sus palabras, no podía negar su gusto por el traje, pensando incluso en almenos conservar el casco].

    ♠ Muy bien, no sé cómo logras convencerme de esto ♠ [Apesar del tono seco de sus palabras, no podía negar su gusto por el traje, pensando incluso en almenos conservar el casco].
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  • ❝ Voy a hacer una limpieza.... eliminar escombros... personas falsas, hipócritas y mentirosas... Este mundo necesita aire fresco... No la podredumbre de ellas. ¿Cuáles son tus últimas palabras?....❞
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  • ¿Recuerdas mis palabras? ¿Oh, querida Pizza? ¿Recuerdas? Ojala que sí. Te hice un favor, ahora mi favor a cambio es que no rechaces mi coscorrón ni me muerdas. Si muerdes, no podré cuidarte.
    ¿Recuerdas mis palabras? ¿Oh, querida Pizza? ¿Recuerdas? Ojala que sí. Te hice un favor, ahora mi favor a cambio es que no rechaces mi coscorrón ni me muerdas. Si muerdes, no podré cuidarte.
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  • "Busca al cazador que quiere lo que destruye... al que dispara desde las sombras, pero se lamenta en ellas..."

    Las palabras del abismo, cargadas del precioso timbre de Ina, seguía rumiendo en su mente. Belial miraba la bala que extrajo del cuerpo de su hermana, le daba vuelta entre los dedos, mientras esperaba los resultados de ciertos análisis que mandó a realizar.

    —Sólo un poco más... No te vayas a morir tan pronto, cazador. Tu turno de ser cazado todavía no empieza.~
    "Busca al cazador que quiere lo que destruye... al que dispara desde las sombras, pero se lamenta en ellas..." Las palabras del abismo, cargadas del precioso timbre de Ina, seguía rumiendo en su mente. Belial miraba la bala que extrajo del cuerpo de su hermana, le daba vuelta entre los dedos, mientras esperaba los resultados de ciertos análisis que mandó a realizar. —Sólo un poco más... No te vayas a morir tan pronto, cazador. Tu turno de ser cazado todavía no empieza.~
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  • Sin palabras. Nada más una pequeña despedida. Este ser se irá a descansar.
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  • *en su cabeza retumbarian las palabras de Venus Alakahan en su cabeza llega a su piso y se asoma a la ventana y saca un cigarro* tss плохой друг...(Mal amigo...) *Había dejado escondida una caja de pizza frente al piso de Venus con un calentador*
    *en su cabeza retumbarian las palabras de [Iam_ur_love4ever] en su cabeza llega a su piso y se asoma a la ventana y saca un cigarro* tss плохой друг...(Mal amigo...) *Había dejado escondida una caja de pizza frente al piso de Venus con un calentador*
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